Otro
28F las andaluzas y los andaluces poco tenemos que celebrar. Tras
años de movilizaciones para defender sanidad, educación y pensiones
públicas y haber enfrentado EREs, reformas laborales y del sistema
de pensiones, despidos, rebajas de salario y condiciones de trabajo
indignas en empresas y administraciones públicas toca salir de nuevo
a la calle porque los problemas se mantienen o incrementan.
Los
discursos de recuperación con que nos siguen bombardeando no se
sostienen ni en la calle, ni en los hospitales, ni en los colegios,
ni en los centros de trabajo, ni en los barrios y pueblos de
Andalucía. ¡Basta de listas de esperas en la sanidad! ¡Basta de
frio en nuestros colegios y hogares!
Las
condiciones intolerables de explotación y precariedad se extienden
por todos los sectores de la producción, ya sea en la función
pública, en la industria, en el turismo o el campo especialmente en
los sectores feminizados. La precariedad y el paro son la realidad de
la mayoría de la gente trabajadora de Andalucía. De quienes aún no
han podido o no han querido emigrar. ¡Hay que derogar las reformas
laborales y subir salarios y pensiones!
Además
la falta de trabajo en el campo vuelve a dejar a cientos de miles de
trabajadoras y trabajadores al filo de la navaja por lo que exigimos:
¡peonadas 0 ya y Reforma Agraria!
La
pobreza se sigue extendiendo con los enésimos recortes de pensiones
y salarios, con la enésima subida del precio de la luz, de la
comida, de las medicinas, del gas, de casi todo lo imprescindible
para vivir, con el resurgir de la plaga infame de los desahucios. Por
todas estas realidades, exigimos la implantación de la Renta Básica
y de forma inmediata el cumplimiento en los términos en los que
viene expresado este derecho de todas y todos los andaluces en el
Estatuto de Autonomía.
Porque
los servicios públicos empeoran: privatizaciones, profesorado y
personal sanitario saturado al no sustituir bajas y jubilaciones,
instalaciones inadecuadas, listas de espera, comedores, limpieza,
emergencias, cuidados y otros servicios en precario como
telemarketing, “kellys”, ayuda a domicilio o seguridad privada…,
y en manos de subcontratas que sólo buscan el lucro.
Las
mujeres seguimos luchando contra las violencias que sufrimos, de
género, sexual, laboral, judicial, institucional… y no estamos, ni
de lejos, en una sociedad con igualdad de condiciones entre mujeres y
hombres. El capitalismo y el patriarcado son los responsables de esta
situación, por eso el 8 de marzo todas y todos a participar y apoyar
el Paro Internacional de Mujeres: Huelga General Feminista, laboral,
estudiantil, de consumo y de cuidados.
Mientras
tanto los responsables de la crisis capitalista siguen
enriqueciéndose. La crisis estafa no afecta a todos por igual.
Frente al paro, la precariedad y los recortes para la mayoría, las
empresas del IBEX 35, los bancos y los terratenientes aumentan sus
beneficios. Para cambiar nuestras vidas la cuestión del reparto del
trabajo y la riqueza sigue siendo un elemento central.
Ante
esta situación, manifestamos que Andalucía está a la cola de lo
mejor y a la cabeza de lo peor en derechos y condiciones de vida. A
38 años de haber conseguido la llamada “autonomía plena”, y
tras el primer impulso, venimos siguiendo el camino contrario al
anhelado por quienes lo dieron: millones de andaluzas y andaluces,
artífices de la autonomía en la calle y en las urnas.
De
la mano del PSOE y sus gobiernos hemos visto desmantelar la mayoría
de nuestra industria. Como la tierra sigue en manos de una minoría
de privilegiados. Hemos visto la venta, a precio de saldo, de
nuestras riquezas a fondos de especuladores. Vemos nuestros campos
esquilmados para ser la huerta barata de Europa. Nuestra costa
destrozada, nuestras ciudades deformadas para convertirse en museo y
balneario de quienes puedan permitírselo. Nuestro patrimonio natural
de Doñana amenazado por los piratas de Gas Natural, con la
complicidad de quienes nos gobiernan.
Vemos
a nuestra tierra convertida en inhumana frontera, blindada a
migrantes y refugiados tratados como delincuentes en los brutales
CIEs como ha quedado demostrado con el infame uso de la cárcel de
Archidona como CIE, militarizada como portaaviones para las guerras
de EEUU y la OTAN, y paradójicamente, centro internacional del
narcotráfico y la trata.
¿Para
qué ha servido el Estatuto de Autonomía si hoy Andalucía es más
dependiente, subalterna y periférica respecto a los grandes poderes
político-económicos de nuestro tiempo? De coartada y de propaganda.
No hay nada que celebrar. Todo eso se conquista con más soberanía
para el pueblo trabajador andaluz.
Aparentemente
nos enfrentamos a problemas diferentes, pero sus causas son
innegablemente comunes: nadie puede discutir que el empeoramiento por
momentos insoportable de las condiciones de vida de la mayoría
social ha sido provocado por la acción consciente de la Junta y el
Gobierno del Estado, a manos de PSOE y PP, con la cooperación
necesaria de Ciudadanos, la tercera pata del poder político burgués.
Ni
que éste sea consecuencia de la reforma del artículo 135 de la
Constitución que obliga a cumplir con bancos y demás usureros antes
que garantizar nuestra propia existencia y dignidad. De otras
triquiñuelas como las cínicamente llamadas Ley de Estabilidad
Presupuestaria y Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la
Administración Local que asfixian a Comunidades y Ayuntamientos. De
las reformas laborales y de las pensiones que empobrecen a la gran
mayoría del pueblo andaluz, trabajadoras y trabajadores en activo o
jubiladas y jubilados. Del repago sanitario y de la privatización de
las eléctricas. Y de un largo etcétera de medidas que atentan
contra la mayoría, en beneficio de unos pocos. Por todo ello,
exigimos ¡no al pago de la deuda!
Ni
que las torpes e irresponsables maniobras del gobierno de Susana Díaz
en la gestión de la sanidad y la educación y del resto de servicios
públicos tienen como único fin abaratar costes para cumplir con sus
padrinos de Madrid y de Bruselas. A costa de nuestra soberanía, del
trabajo invisible de miles de mujeres y de la dignidad de la
educación y la sanidad y de sus trabajadoras y trabajadores.
Nadie
puede negar que el dinero recortado en lo público, fue y va a parar
a los bancos, primero como rescate y ahora como intereses. Ni que
estas decisiones han sido impuestas bajo amenaza y chantaje de la UE,
el FMI y el BCE.
Desde
las Marchas de la Dignidad señalamos a los responsables de la crisis
e insistimos en que la única forma de mejorar nuestras condiciones
de vida es enfrentándonos a aquellos que acaparan la riquezas,
mediante la movilización sostenida. No cambiaremos nuestras vidas si
no acabamos con el sistema económico y social capitalista y con su
corrupto régimen político que ha mostrado, una vez más, su
carácter autoritario con la aplicación en Cataluña del art. 155
(CE del 78) y la represión del derecho legítimo a la
autodeterminación.
En
esta situación, el 28F no es un día de fiesta, es un día de lucha.
Desde las Marchas de la Dignidad llamamos a luchar por una Andalucía
en la que no falten ni el Pan, ni el Trabajo, ni el Techo ni la
Igualdad. Por todo esto, la Andalucía que no se resigna y que lucha,
¡a la calle el 28F!
Defender
los servicios públicos y lo común. No al pago de la deuda / Acabar
con el paro y defender el empleo. Prohibir los despidos y repartir el
trabajo / Stop desahucios / Por unas pensiones públicas y de
calidad. No a la subida miserable del 0,25% / Contra las violencias
machistas. Lucha feminista / Por una Renta Básica Universal / Por la
soberanía alimentaria / Por el derecho a decidir de los pueblos /
Contra la guerra entre los pueblos. No a la OTAN, no a las bases /
Ninguna persona es ilegal: papeles para todxs / Basta de represión
sindical y social. No a la Mordaza.
Andalucía,
28 de febrero de 2018
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