8 de febrero, segunda
jornada de "La Desbandá"
La primera nota destacada
de hoy, cuyo recorrido era desde Torre de Benalgabón hasta Torre del
Mar, ha sido que junto a los cerca de 50 personas que participamos en
la marcha se han sumado Teresa Rodríguez, dirigente andaluza de
Podemos y el diputado de su mismo grupo Manuel de Jesús; Teresa nos
ha felicitado y nos ha animado a continuar la lucha por la Memoria
Histórica del crimen de la Carretera de Almería y ha expuesto que a
la Junta de Andalucía le importa tan poco el tema que se gastan más
en dietas y kilometrajes que en el presupuesto de la Memoria
Histórica Andaluza.
Después hemos notado la
diferencia entre el Ayuntamiento de Vélez Málaga, con alcaldía del
PSOE, que además de ofrecernos el Polideportivo de Torre del Mar
para pernoctar, a diferencia del Rincón de la Victoria que nos negó
el de Torre de Benagalbón, también nos ha invitado a comer en la
Escuela de Hostelería del “Castillo del Marqués”, instalada en
el edificio de lo que fue una fortaleza costera defensiva que data de
1.513, que en la década de los 30 cumplió las función de cárcel y
después fue cuartel de la guardia civil hasta ser rescatada por el
Ayuntamiento de Vélez.
A las 4:30 en punto,
nuestra marcha concluyó en el parque de la Memoria de Vélez, uno de
los primeros sitios, hace más de 10 años, donde empezó a
reivindicarse la Memoria Histórica de “la Desbandá”; en él hay
una escultura y una serie de bancos para sentarse donde están
grabados los nombres de cientos de vecinos de Vélez, víctimas del
fascismo. Detrás de la escultura, hay un almendro, plantado cuando
se inauguró el parque, que cuando cumple años los 7 de febrero está
siempre en flor; flores de almendro en homenaje y recuerdo de las
víctimas. En el acto han tomado la palabra representantes de IU y
del PSOE del Ayuntamiento así como dirigentes de IU y del Partido
Comunista de Andalucía.
Después hemos estado en
el faro viejo de Torre del Mar, donde seguramente hemos sentido la
mayor emoción de la jornada. Esta historia estaba tan oculta, como
todo lo que rodea la heroicidad de los pueblos de España, y la
represión y la muerte que ejercieron las fuerzas y los estados nazis
y fascistas que declararon la guerra a la República. El farero,
Anselmo Antonio Vilar, de familia con origen gallego, aunque su padre
ya farero del primer faro de Torre del Mar, cuando vio, que la noche
del 7 de febrero, que las grandes explanadas de la entrada a Torre
del Mar, que entonces eran cañaverales, se llenaban de una inmensa
muchedumbre, que se calcula de entre 180.000 y 220.000 personas, y
que aviones cazas italianos ametrallaban a la gente y los alemanes
los bombardeaban, apagó la luz del faro para que ni los aviones, ni
los destructores Canarias y Baleares pudieran operar. El día 8
tampoco encendió el faro, y el día 9 que entraron las primeras
tropas fascistas, que ya encontraron a Torre del Mar y a
Vélez-Málaga, prácticamente desiertas porque su población se sumó
a “la Desbandá”, el farero fue apresado y pocas horas después
fusilado. Cuando murió tenía 51 años, pero su acción salvó la
vida quizás de miles de personas que pudieron descansar, comer (caña
de azúcar) y beber agua (del río de Vélez) y continuar la huida a
salvo de ametrallamientos y bombardeos. El coordinador de Izquierda
Unida de Vélez nos contó después del acto, muy emocionado, que su
madre, con apenas 6 años, también estuvo en la huida, y quizá
salvó la vida gracias al farero. El faro y el farero de Torre del
Mar deben ser declarados lugar de Memoria Histórica.
Finalmente acabamos el
día, a las 8 de la tarde, con un homenaje de Izquierda Unida y el
Partido Comunista al último alcalde republicano electo de Vélez,
Federico Terrón Rodríguez del partido Unión Republicana; él fue
alcalde hasta su dimisión el 22 de septiembre de 1936. Huyó como la
mayoría de la población antes de la entrada de las tropas fascistas
en Vélez, estuvo en Valencia y con la derrota de la República huye
a Francia, aunque su mujer y sus hijos vuelven a Vélez. Al poco
tiempo decide volver a Vélez creyendo que no tenía nada que temer
ya que no había estado involucrado en ningún conflicto ni
participado en ninguna milicia. Nada más llegara Vélez, fue
detenido, juzgado y ejecutado el 8 de agosto de 1939. Como decía
Rodrigo Vivar Téllez, Juez Militar de Vélez, Ronda y Coin y llamado
el carnicero de Vélez, emulando a Arias Navarro el carnicero de
Málaga, “todos los alcaldes republicanos son ejecutables”.
Mañana salimos hacia
Nerja, última etapa de la provincia de Málaga.
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