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miércoles, 28 de febrero de 2018

Por Andalucía y la República Federal

Alberto Garzón Espinosa, Coordinador Federal IU
Antonio Maíllo, Coordinador IU Andalucía
El 28 de febrero de 1980, hace ahora treinta y ocho años, tuvo lugar el referéndum en el que Andalucía conquistó su autonomía. El 55,80% del censo votó por el SÍ, mientras que el NO apenas alcanzó el 3,44% del censo. A pesar de que el censo estaba inflado con la presencia de miles de personas fallecidas, la participación fue del 64,2% y la abstención, que fue la opción promovida por la derecha de UCD y AP, fue derrotada. Además, tanto los niveles de participación como de apoyo al SÍ fueron en Andalucía superiores a los que se habían obtenido, un año antes, tanto en Cataluña como en el País Vasco, lo que ponía de relieve que la pluralidad de España no se limitaba ni mucho menos a las llamadas nacionalidades históricas –Galicia, Cataluña y País Vasco.
No obstante, la autonomía hubo de conquistarse en una segunda fase debido a que los resultados del SÍ en Almería se habían quedado por debajo del 50%, que era el umbral establecido por el artículo 151 de la Constitución de 1978. La movilización y presión política –que incluyó encierros en ayuntamientos y huelgas de hambre de dirigentes políticos- permitió que en noviembre de 1980 se modificara la Ley de Referéndum para que el resultado en Almería no fuese obstáculo a la consecución definitiva de la autonomía de Andalucía. De esa forma el Congreso adaptó el marco legal a una realidad social y política que desbordaba entonces las calles de Andalucía y de toda España, como se había puesto de relieve muy especialmente durante la jornada del 4 de diciembre de 1977. Andalucía conquistaba así una autonomía que la izquierda y los movimientos populares identificábamos con la salida del subdesarrollo económico de nuestra tierra.
Estos hechos que ahora conmemoramos no sólo nos sirven para recordar que las normas jurídicas –entre las cuales se encuentra la Constitución de 1978- se pueden y deben modificar para adecuarlas a la cambiante realidad social. También nos permiten reflexionar sobre el sentido político del andalucismo y de nuestra idea de España en unos momentos en los que la izquierda necesita más que nunca salir a la ofensiva para hacer frente a la deriva autoritaria y el brutal retroceso en derechos y libertades que suponen los gobiernos y las políticas neoliberales.
Y es que hoy, como cada año, llenaremos las calles reivindicando nuestra común identidad andaluza y española portando los símbolos andaluces y republicanos, en un gesto que vincula nuestro pasado con nuestro futuro y que desgraciadamente es poco conocido. Por eso queremos aprovechar esta ocasión para incidir en ello, fundamental en nuestra reivindicación de un andalucismo inscrito en la idea de una República Federal española.
Fue justo hace cien años, en enero de 1918, cuando el movimiento andalucista se reunió en Asamblea en Ronda para desplegar un proyecto político con el que combatir a la oligarquía y el caciquismo a través del regionalismo. Aquella Asamblea, conformada sobre todo por sectores sociales pequeñoburgueses y liderada por Blas Infante, considerado actualmente como padre de la patria andaluza, no sólo aprobó la bandera y el escudo andaluz actual sino que también defendió una idea de España basada en el proyecto de Constitución Federal para España de 1883. Dicho proyecto había sido uno de tantos que proponían el modelo federal como base de solución a los problemas territoriales y sociales del país. El más conocido fue el de la Constitución Federal de 1873, que llegó a ser aprobado en el Congreso aunque nunca llegaría a entrar en vigor. Pero con aquella reivindicación el andalucismo recogía, como haría también el movimiento obrero, la tradición republicana federal que en nuestro país había sido la expresión política de los sectores demócratas y populares.
De hecho, prácticamente durante todo el siglo XIX las clases populares, campesinas y urbanas, se educaron políticamente al abrigo del republicanismo federal. Este republicanismo fue plural y heterogéneo, y se convirtió en gran medida en el canal de politización de nuevos actores sociales que, más adelante, acabarían engrosando las filas del movimiento obrero. La República, especialmente tras la Revolución de 1868, no era considerada únicamente una forma de gobierno que permitiría la conquista de la democracia sino también un proyecto político vinculado a la lucha contra las carencias materiales. En todas partes, y sobre todo en Andalucía, las sublevaciones populares estaban protagonizadas por sectores sociales de la incipiente clase trabajadora que aspiraban a acabar con los durísimos impuestos al consumo, el sistema de quintas y otras fórmulas mediante las cuales las oligarquías andaluzas y españolas saqueaban a la gente más humilde. También era el proyecto político que canalizaba las demandas de sufragio universal, la separación entre Iglesia y Estado y el poder municipal, entre otras. La mayoría de aquellos levantamientos populares, como el liderado por el gaditano Fermín Salvochea, se hicieron en nombre de la República Federal y de las clases populares. El propio Salvochea llegaría a ser alcalde de Cádiz durante la I República y acabaría convirtiéndose al anarquismo, representando así simbólicamente la conexión entre las ideas republicanas y socialistas en nuestro país.
Todas aquellas demandas fueron vistas con temor por las élites oligárquicas y sus representantes políticos. Las bases profundamente democráticas del movimiento republicano alarmaron siempre a monarcas, aristócratas y ricos en general. Además, el federalismo republicano español del siglo XIX significaba una idea de España alternativa a la de tales élites, las cuales defendían un ideal de nación tradicionalista, uniformizadora y centralista. No obstante, y frente a lo que dice la propaganda, ni el cantonalismo ni el federalismo ni el andalucismo fueron nunca contrarios a la unidad de la nación española, sino que más bien fueron ejercicios democratizadores que buscaban regenerar España mediante la abolición de los privilegios, la redistribución de la riqueza y el reconocimiento de nuestra pluralidad nacional. Precisamente por eso la reacción de las elites fue siempre tan dura.
El gobierno de Cánovas del Castillo, durante la Restauración, prohibió todos los partidos no monárquicos y persiguió con dureza –y con dureza también incluye el asesinato- todo movimiento republicano y socialista. Eso sí, el socialismo ya había sido perseguido con anterioridad, por todos los partidos monárquicos, como cuando en 1871 fue ilegalizada la Asociación Internacional de Trabajadores. Más tarde, durante la dictadura de Primo Rivera, se radicalizaría la lucha contra el separatismo y el socialismo y, por supuesto, se criminalizaría cualquier defensa de un modelo alternativo de Estado y de nación. Y durante la Guerra Civil, el propio Blas Infante fue fusilado por el ejército franquista en 1936 en las afueras de Sevilla. No podemos olvidar que el franquismo no sólo fue un régimen dictatorial que segó la vida de los disidentes, sino que significó también la aniquilación de las instituciones y culturas democráticas y republicanas, lo que incluía la destrucción de las conquistas sociales, económicas y administrativas de la II República. Desde entonces el franquismo dedicó todas sus energías a imponer su idea de España, aquella que era una, grande, uniforme y que hablaba únicamente en castellano. Y el proceso de reeducación implicó también la relectura de todos los fenómenos republicanos y autonomistas, incluyendo por supuesto al federalismo y el andalucismo.
Desde el mismo nacimiento del republicanismo español, las oligarquías españolas se han constituido siempre como reacción a los movimientos democratizadores que surgían y se desarrollaban eventualmente en España. Hay por ello un hilo muy claro que vincula a Cánovas, Primo de Rivera, Franco y los actuales dirigentes del PP y Ciudadanos, por supuesto siempre representados por sus majestades borbónicas. Y ha sido esta reacción la que, a lo largo de la historia de España, ha construido la idea de una anti-España que estaría conformada por separatistas, masones, republicanos, socialistas y rojos en general, que tanto ha calado en el imaginario colectivo tras decenas de años de dictadura, militarismo y adoctrinamiento cultural.
Precisamente uno de los problemas que enfrentamos actualmente proviene directamente de este hecho. Aquel mismo proceso mermó con mucho la idea alternativa de España, una alternativa republicana. Tras cuarenta años de dictadura nacional-catolicista en la que las elites se cuidaron mucho de extirpar cualquier alternativa cultural a la de una España centralista, uniformizadora, militarizada y reaccionaria, la izquierda ha sido incapaz de restaurar formalmente el hilo que la conectaba con su propia historia y su propia noción de España. En suma: dejamos de disputar la idea de España a la reacción.
Y eso, en las condiciones actuales, nos está pesando. Y mucho. La izquierda política y social de este país no puede limitar por más tiempo su idea de España a un abstracto reconocimiento del derecho de autodeterminación que, sin nada más, resulta incomprensible para la mayoría de las clases populares de nuestro país. Al contrario, tenemos que recuperar un proyecto de país, disputando la idea de país a la reacción no por la vía de la imitación sino por la vía de la construcción de alternativa. Quiere esto decir que necesitamos un proyecto de país no sólo discursivo, capaz de encuadrar nuestras propuestas políticas, sino que esté también enraizado en las prácticas cotidianas de las clases populares en tanto que opera como horizonte deseado de futuro. Ser republicano es defender la sanidad, la educación y las pensiones públicas; ser republicana es defender las libertades civiles y la democracia participativa; ser republicana es luchar contra el patriarcado y defender un modo de producción y consumo sostenible; ser republicano es entender la pluralidad nacional de nuestro país y defender su articulación en un modelo de Estado compartido desde el que poner en marcha las políticas sociales. Ser republicanos y republicanas es nuestra forma de ser españoles y españolas, es pertenecer a esa España que se construye desde abajo.
En nuestros días, y de forma similar a lo que sucedió en el período de entreguerras en el que emergió el andalucismo, nuestro país atraviesa una grave crisis institucional, económica y política. La derecha política y económica ha puesto en marcha una importante ofensiva contra las libertades y los derechos conquistados por los movimientos democratizadores, especialmente el obrero. Hoy las derechas han acentuado su ataque al Estado Social, recortando en sanidad, pensiones, educación, etc. al tiempo que limitan la libertad de expresión, imponiendo una política del miedo mediante multas y la encarcelación de críticos políticos. Asimismo dedican ingentes recursos a proteger a sus corruptos, que van desde los Urdangarin hasta las grandes empresas oligárquicas que les financian, y blindan las posiciones recentralizadoras –basta ver el diseño institucional constituido por el ministro Montoro y su capacidad de intervención y chantaje sobre todas las administraciones autonómicas y municipales.
Pero estos ataques son también reflejo de su misma debilidad. La propia monarquía corrupta está en caída libre. En Cataluña la monarquía recibe un suspenso del 2,36, siendo más de un 50% los jóvenes entre 25 y 34 años que directamente le dan un 0, y en Andalucía y en el resto de España no lo sabemos porque el CIS lleva ya treinta y cuatro meses sin preguntar por esta institución medieval y el EGOPA –el CIS andaluz- tampoco lo ha hecho. El deterioro parece evidente y peligroso para un régimen que ha volcado todas sus energías en proteger los privilegios de las oligarquías, repitiendo la historia una y otra vez. Y mientras todo eso sucede también hay un pueblo que defiende otra idea de España y de las relaciones económicas, y que continúa mermando las bases materiales y culturales de la reacción. No por casualidad a este régimen político se le sigue atragantando que un espacio político explícitamente republicano tenga cinco millones de votos, que una huelga general feminista se dirija directamente contra el sistema patriarcal y el sistema económico capitalista y que un 28 de febrero el andalucismo salga a la calle junto con las Marchas por la Dignidad.
Por eso decimos hoy, 28 de febrero, que no debemos perder de vista el carácter histórico de las luchas que mantenemos. Nos jugamos el orden social, el país en el que viviremos durante las próximas décadas, y también la idea de España que prevalecerá entonces. Frente al proyecto de la reacción nosotros defendemos una Andalucía libre. Y por eso mismo gritamos:
¡Viva Andalucía! ¡Viva la República Federal!

martes, 27 de febrero de 2018

Manifiesto: La Andalucía que no se resigna y que lucha, ¡a la calle el 28F!

Otro 28F las andaluzas y los andaluces poco tenemos que celebrar. Tras años de movilizaciones para defender sanidad, educación y pensiones públicas y haber enfrentado EREs, reformas laborales y del sistema de pensiones, despidos, rebajas de salario y condiciones de trabajo indignas en empresas y administraciones públicas toca salir de nuevo a la calle porque los problemas se mantienen o incrementan.
Los discursos de recuperación con que nos siguen bombardeando no se sostienen ni en la calle, ni en los hospitales, ni en los colegios, ni en los centros de trabajo, ni en los barrios y pueblos de Andalucía. ¡Basta de listas de esperas en la sanidad! ¡Basta de frio en nuestros colegios y hogares!
Las condiciones intolerables de explotación y precariedad se extienden por todos los sectores de la producción, ya sea en la función pública, en la industria, en el turismo o el campo especialmente en los sectores feminizados. La precariedad y el paro son la realidad de la mayoría de la gente trabajadora de Andalucía. De quienes aún no han podido o no han querido emigrar. ¡Hay que derogar las reformas laborales y subir salarios y pensiones!
Además la falta de trabajo en el campo vuelve a dejar a cientos de miles de trabajadoras y trabajadores al filo de la navaja por lo que exigimos: ¡peonadas 0 ya y Reforma Agraria!
La pobreza se sigue extendiendo con los enésimos recortes de pensiones y salarios, con la enésima subida del precio de la luz, de la comida, de las medicinas, del gas, de casi todo lo imprescindible para vivir, con el resurgir de la plaga infame de los desahucios. Por todas estas realidades, exigimos la implantación de la Renta Básica y de forma inmediata el cumplimiento en los términos en los que viene expresado este derecho de todas y todos los andaluces en el Estatuto de Autonomía.
Porque los servicios públicos empeoran: privatizaciones, profesorado y personal sanitario saturado al no sustituir bajas y jubilaciones, instalaciones inadecuadas, listas de espera, comedores, limpieza, emergencias, cuidados y otros servicios en precario como telemarketing, “kellys”, ayuda a domicilio o seguridad privada…, y en manos de subcontratas que sólo buscan el lucro.
Las mujeres seguimos luchando contra las violencias que sufrimos, de género, sexual, laboral, judicial, institucional… y no estamos, ni de lejos, en una sociedad con igualdad de condiciones entre mujeres y hombres. El capitalismo y el patriarcado son los responsables de esta situación, por eso el 8 de marzo todas y todos a participar y apoyar el Paro Internacional de Mujeres: Huelga General Feminista, laboral, estudiantil, de consumo y de cuidados.
Mientras tanto los responsables de la crisis capitalista siguen enriqueciéndose. La crisis estafa no afecta a todos por igual. Frente al paro, la precariedad y los recortes para la mayoría, las empresas del IBEX 35, los bancos y los terratenientes aumentan sus beneficios. Para cambiar nuestras vidas la cuestión del reparto del trabajo y la riqueza sigue siendo un elemento central.
Ante esta situación, manifestamos que Andalucía está a la cola de lo mejor y a la cabeza de lo peor en derechos y condiciones de vida. A 38 años de haber conseguido la llamada “autonomía plena”, y tras el primer impulso, venimos siguiendo el camino contrario al anhelado por quienes lo dieron: millones de andaluzas y andaluces, artífices de la autonomía en la calle y en las urnas.
De la mano del PSOE y sus gobiernos hemos visto desmantelar la mayoría de nuestra industria. Como la tierra sigue en manos de una minoría de privilegiados. Hemos visto la venta, a precio de saldo, de nuestras riquezas a fondos de especuladores. Vemos nuestros campos esquilmados para ser la huerta barata de Europa. Nuestra costa destrozada, nuestras ciudades deformadas para convertirse en museo y balneario de quienes puedan permitírselo. Nuestro patrimonio natural de Doñana amenazado por los piratas de Gas Natural, con la complicidad de quienes nos gobiernan.
Vemos a nuestra tierra convertida en inhumana frontera, blindada a migrantes y refugiados tratados como delincuentes en los brutales CIEs como ha quedado demostrado con el infame uso de la cárcel de Archidona como CIE, militarizada como portaaviones para las guerras de EEUU y la OTAN, y paradójicamente, centro internacional del narcotráfico y la trata.
¿Para qué ha servido el Estatuto de Autonomía si hoy Andalucía es más dependiente, subalterna y periférica respecto a los grandes poderes político-económicos de nuestro tiempo? De coartada y de propaganda. No hay nada que celebrar. Todo eso se conquista con más soberanía para el pueblo trabajador andaluz.
Aparentemente nos enfrentamos a problemas diferentes, pero sus causas son innegablemente comunes: nadie puede discutir que el empeoramiento por momentos insoportable de las condiciones de vida de la mayoría social ha sido provocado por la acción consciente de la Junta y el Gobierno del Estado, a manos de PSOE y PP, con la cooperación necesaria de Ciudadanos, la tercera pata del poder político burgués.
Ni que éste sea consecuencia de la reforma del artículo 135 de la Constitución que obliga a cumplir con bancos y demás usureros antes que garantizar nuestra propia existencia y dignidad. De otras triquiñuelas como las cínicamente llamadas Ley de Estabilidad Presupuestaria y Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local que asfixian a Comunidades y Ayuntamientos. De las reformas laborales y de las pensiones que empobrecen a la gran mayoría del pueblo andaluz, trabajadoras y trabajadores en activo o jubiladas y jubilados. Del repago sanitario y de la privatización de las eléctricas. Y de un largo etcétera de medidas que atentan contra la mayoría, en beneficio de unos pocos. Por todo ello, exigimos ¡no al pago de la deuda!
Ni que las torpes e irresponsables maniobras del gobierno de Susana Díaz en la gestión de la sanidad y la educación y del resto de servicios públicos tienen como único fin abaratar costes para cumplir con sus padrinos de Madrid y de Bruselas. A costa de nuestra soberanía, del trabajo invisible de miles de mujeres y de la dignidad de la educación y la sanidad y de sus trabajadoras y trabajadores.
Nadie puede negar que el dinero recortado en lo público, fue y va a parar a los bancos, primero como rescate y ahora como intereses. Ni que estas decisiones han sido impuestas bajo amenaza y chantaje de la UE, el FMI y el BCE.
Desde las Marchas de la Dignidad señalamos a los responsables de la crisis e insistimos en que la única forma de mejorar nuestras condiciones de vida es enfrentándonos a aquellos que acaparan la riquezas, mediante la movilización sostenida. No cambiaremos nuestras vidas si no acabamos con el sistema económico y social capitalista y con su corrupto régimen político que ha mostrado, una vez más, su carácter autoritario con la aplicación en Cataluña del art. 155 (CE del 78) y la represión del derecho legítimo a la autodeterminación.
En esta situación, el 28F no es un día de fiesta, es un día de lucha. Desde las Marchas de la Dignidad llamamos a luchar por una Andalucía en la que no falten ni el Pan, ni el Trabajo, ni el Techo ni la Igualdad. Por todo esto, la Andalucía que no se resigna y que lucha, ¡a la calle el 28F!
Defender los servicios públicos y lo común. No al pago de la deuda / Acabar con el paro y defender el empleo. Prohibir los despidos y repartir el trabajo / Stop desahucios / Por unas pensiones públicas y de calidad. No a la subida miserable del 0,25% / Contra las violencias machistas. Lucha feminista / Por una Renta Básica Universal / Por la soberanía alimentaria / Por el derecho a decidir de los pueblos / Contra la guerra entre los pueblos. No a la OTAN, no a las bases / Ninguna persona es ilegal: papeles para todxs / Basta de represión sindical y social. No a la Mordaza.
Andalucía, 28 de febrero de 2018

La huelga ya es un éxito

Toni Morillas
Feminista, militante de IU y PCA
La explosión de creatividad feminista en la que estamos participando en los últimos meses, es síntoma de un proceso de feliz desborde, de socialización masiva de una convocatoria de huelga que interpela a todas desde un mensaje de ruptura democrática y feminista. Los vídeos, coreografías y composiciones musicales participativas, el perreo feminista, las imágenes caseras de mujeres colgando los mandiles diciendo a los cuatro vientos hasta aquí he llegado. Un proceso de apropiación que se ha intensificado en el último año, venciendo la barrera mediática, traspasando las paredes de parlamentos y organizaciones, franqueando la dura barrera del ámbito doméstico y ocupando horas de conversaciones encendidas en bares, plazas, mercados y centros de trabajo.
Nada volverá a ser igual a partir de este 8 de Marzo. Quién pretenda medir el éxito de la huelga con los viejos parámetros, no habrá entendido nada. No es una huelga al uso porque el sujeto somos las mujeres, porque el ámbito en el que se convoca no es solo el laboral, aunque también. Porque pone luz a ámbitos que por no estar monetarizados y estar protagonizados por las mujeres, han permanecido en la penumbra de la Historia. Invisibilizado y desvalorizado el trabajo de cuidados y su papel en la reproducción social del capitalismo. Invisibilizadas las espaldas y vidas sobre las que recae este trabajo sin el que el sistema se desplomaría. Estamos transitando de la cadena global de cuidados a la cadena global de las luchas, en una convocatoria que en su dimensión internacionalista, ha construido una fuerte alianza en torno a un mensaje y a una propuesta de acción política común, que no para de recibir apoyos y construir sinergias. La confluencia debe ser algo así.
La potencia de la Huelga feminista reside en la radicalidad de su discurso, en la transversalidad y diversidad de las formas y espacios de lucha en los que se despliega y en la osadía de las mujeres, de recuperar la huelga como herramienta política en tiempos en los que el derecho efectivo a huelga está en entredicho. Hemos criticado en multitud de ocasiones la hegemonía del feminismo liberal y hemos construido desde la práctica concreta una propuesta interseccional que reconoce y nombra las opresiones que nos atraviesan. Pues bien, aquella hegemonía ha empezado a resquebrajarse. El mensaje en torno al que se están movilizando y organizando millones de mujeres cuestiona el capitalismo y el patriarcado, sitúa con radicalidad que este modelo económico y social que nos mata, agrede, cosifica, explota, precariza y oprime, es insostenible con la reproducción de una vida digna de ser vivida.
En el argumentario de la convocatoria de Huelga, emanado del Encuentro Estatal del Movimiento Feminista celebrado en Zaragoza, se señala: Nosotras ponemos la vida en el centro, por eso defendemos vidas dignas donde todas las personas, en las distintas partes del mundo, podamos acceder a los recursos necesarios para cubrir nuestras necesidades en condiciones de igualdad y de sostenibilidad ambiental. El patriarcado y el capitalismo con su lógica del beneficio y de la acumulación capitalista, van en contra de lo que proponemos, generan fuertes desigualdades, relaciones de poder y destrucción de los recursos y las condiciones necesarias para una vida digna.
La sostenibilidad de la vida como propuesta no solo cuestiona el papel atribuido a las mujeres o su situación desigual respecto a los hombres (que no es poco). Decía Silvia Federici no queremos que nos exploten igual que a los hombres. Propone una alternativa de ruptura con el contrato social y el contrato sexual: una nueva forma de organizar las relaciones económicas, políticas, sociales y entre sexos, que parte de la constatación de que nuestra explotación, nuestra opresión es estructural y hunde sus raíces más profundas en el capitalismo patriarcal. Ahí reside su potencia transformadora. Por ello nos tildan de peligrosas, porque hace tambalear los cimientos de su sistema. Porque señala los beneficios que el sistema extrae de nuestro trabajo, porque señala la naturaleza de las violencias que se ejercen sobre nosotras, porque no le duelen prendas a la hora de señalar los privilegios que han obtenido los hombres del mismo durante siglos.
Desde la cama al centro de trabajo. Mujeres contestonas, insatisfechas, difíciles, enfadadas, alegres, combativas y empoderadas, sacándole los colores y cuestionando cada gesto cotidiano a familiares, amigos, compañeros. Señalando los patriarcalismos cotidianos, desplegando la lucha feminista en multitud de espacios. Mujeres que están liderando los conflictos laborales: las camareras de piso, las teleoperadoras, las interinas, las trabajadoras de la ayuda a domicilio, las estibadoras…Mujeres precarias, que tendrán dificultades para secundar la huelga laboral pero que no paran de inventar y conspirar para expresar su apoyo a la misma. Mujeres que han conseguido vencer las resistencias y situar la huelga feminista en la agenda política de sus organizaciones políticas, sociales y sindicales. Mujeres que se están politizando, que acuden por primera vez a una asamblea feminista, que dicen el 8M que haga de comer él, que yo me voy a la mani. Pensionistas que tejen luchas, que sostienen familias precarias enteras, que salen a la calle por unas pensiones dignas, que nos vuelven a dar ejemplo por el presente y por nuestro futuro, porque la brecha de género salarial y en las pensiones es insostenible. Mujeres portavozas de tantas luchas, que están politizando el espacio privado, que han venido al espacio público para quedarse.
La Huelga ya es un éxito incontestable. Que las élites se sientan interpeladas y hayan tenido que sacar su artillería para generar ruido, intentar infructuosamente fragmentar al movimiento y distanciarlo de la mayoría social, acusándolo de ideologizado y peligroso, evidencia el éxito de la huelga y los miedos que esta genera. PP y Cs han corrido presurosos a confrontar con la huelga por cuestionar el capitalismo, el PSOE también ha confirmado que no la secunda. No esperábamos menos. Habrá intentos de criminalizar y descafeinar sus demandas, de cuestionar la centralidad de nuestra lucha, de cuestionar el sujeto protagonista de la misma, pero la Huelga ya lo ha removido todo. Está haciendo que emerjan los discursos más misóginos y reaccionarios, pero también la sororidad más movilizada. Nada volverá a ser igual después del 8M, hemos emprendido un camino sin retorno y tenemos el ejemplo de millones de mujeres referentes, anónimas muchas de ellas, que nos han precedido en la lucha. Amenazamos con empezar a pensar desde ya en el 9M, en la necesidad de seguir fortaleciendo los espacios feministas unitarios, en la centralidad que ha de ocupar el feminismo en los procesos de construcción de unidad popular y en el impulso de un nuevo ciclo movilizador que continúe abriendo las grietas del sistema.
¡A la huelga, compañera!
27/02/2018

lunes, 26 de febrero de 2018

Alberto Garzón: "Pensionistas rodeando el Congreso"

Alberto Garzón
Coordinador Federal de Izquierda Unida
El pasado 22 de febrero los alrededores del Congreso se llenaron de manifestantes, la inmensa mayoría jubilados y jubiladas, exigiendo pensiones dignas. La convocatoria pública la había realizado la Coordinadora de Pensionistas en Defensa del Sistema Público de Pensiones, y fue todo un éxito. Es más, el resultado ha sido tan importante que pilló descolocado al propio Gobierno. Aunque seguro que no sólo al Gobierno. Obsérvese un detalle al respecto.
Normalmente el Gobierno no permite ese tipo de concentraciones, entre otras cosas por la existencia de un controvertido artículo 494 del código penal que amenaza con penas de prisión a los que se manifiesten ante las sedes del Congreso de los Diputados. Sin embargo, es habitual que se permitan pequeñas concentraciones de no más de una decena de personas en la plaza de las Cortes, justo enfrente de los «leones». De estas hay muchas cada semana. Probablemente el Gobierno esperara encontrarse con algo de este tipo, pues jamás habría permitido que miles de personas desbordaran los alrededores del Congreso evocándonos las manifestaciones de 2012. El impacto simbólico de rodear un Congreso como protesta por la política del Gobierno o de su sistema político es enorme, y un Gobierno en minoría no puede permitirse ese lujo.
 Los diputados de IU-Unidos Podemos, entre ellos la comunista malagueña Eva Garcia Sempere a las puertas del Congreso apoyando la masiva movilización de pensionistas
De hecho, cuando bajé a la manifestación me encontré con un panorama similar al de las manifestaciones del 2012. Entre los manifestantes había de todos los perfiles políticos. Muchos votantes de IU, PCE y de Podemos, pero también del PSOE. Incluso algunos me confirmaron que eran votantes del PP, aunque probablemente no estuvieran ya muy convencidos de repetir. Había personas muy politizadas, que eran militantes de nuestra organización, pero también personas que era la primera vez que bajaban a una manifestación. Había personas con pensiones medias y altas, y también personas que disfrutaban de una pensión ridícula. Hubo un señor que se me acercó llorando y que me dijo, casi sin poder articular las frases, que lo estaba pasando muy mal y que teníamos que hacer algo. Su cara, su forma de expresarse y sus palabras eran propias de alguien que estaba al límite.
Las pensiones es uno de los derechos más importantes que tenemos conquistado en nuestro país. En realidad es parte de nuestro salario. Forman parte de lo que se llama salario social y que incluye el salario directo (nuestra nómina), el salario indirecto (los servicios públicos financiados con impuestos) y el salario diferido (las pensiones). En nuestro país el sistema es además un ejemplo de solidaridad generacional, ya que disfrutamos del llamado «sistema de reparto» que permite que las cotizaciones sociales de las personas que trabajan hoy sean las que financian las pensiones de las personas jubiladas hoy. Y mueve una gran cantidad de dinero que es también un codiciado tesoro para las entidades financieras, motivo por el cual desde hace décadas promueven la privatización parcial o total del sistema. Una privatización que conllevaría el empobrecimiento de los pensionistas más pobres pero también, muy probablemente, el del resto de los jubilados puesto que su sistema se basa en el rendimiento de inversiones que no siempre salen bien.
Sobre todo esto ya escribimos hace ya ocho años un libro de acceso gratuito titulado ¿Están en peligro las pensiones públicas? (pdf) y que tuvo un enorme éxito de difusión. Pero entonces, a partir de 2010, todos los intentos que habíamos puesto en marcha desde las organizaciones políticas de izquierdas para movilizar al conjunto de pensionistas habían sido en vano. Iniciamos varias campañas políticas que apenas se tradujeron en pequeñas concentraciones públicas y bastantes actos para hacer pedagogía. El sector de mayor edad de nuestra población se mostraba aparentemente pasivo ante los recortes que bien se venían encima o que bien directamente se produjeron con las reformas de 2011 (PSOE) y de 2013 (PP). Algunos analistas achacaban al carácter conservador de este sector poblacional la causa de este comportamiento. Aun hoy, y según el CIS, de los votantes mayores de 65 años el 28,8% vota PP, el 19% PSOE, el 10,9% a Ciudadanos y sólo un 3% vota a Podemos, IU y las confluencias. Un importante contraste con los votantes entre 18 a 24 años (6,3% PP, 11,5% PSOE, 8,4% Ciudadanos y 23% Podemos, IU y las confluencias).
Todo esto hasta ahora. Algo se ha activado en esos sectores poblaciones y ha provocado una intensísima movilización como fue la del pasado jueves. Pero no se va a quedar ahí. Uno de los manifestantes me dijo: «esto sólo acaba de empezar». Es muy probable que así sea, porque se dan las condiciones desde hace mucho tiempo y episodios como los del pasado jueves ayudan a crear una identificación común entre los pensionistas que va más allá de lo electoral.
Todo esto coincide, además, con la preparación de una gran movilización feminista para el día 8 de marzo. El feminismo es ahora mismo, de lejos, uno de los movimientos con más vida, conciencia y fuerza para transformar la sociedad. No es homogéneo, por supuesto, pero sus reivindicaciones son justas y son el vector por el que decenas de miles de mujeres y hombres jóvenes se están politizando.
Mi impresión es que vamos a entrar en una primavera en la que se va a ir recuperando la movilización social, y en la que además ello servirá como viento de cola para el crecimiento de los espacios electorales alternativos al Régimen. Pues, y esto es para mí lo más importante a efectos analíticos, estas movilizaciones sociales son el claro reflejo de que la crisis de régimen no se ha cerrado y de que existe en este momento una tremenda disputa en torno al modelo de país que se va a construir para las próximas décadas. ¿Qué país queremos para las próximas generaciones? ¿Qué orden social imperará a partir de ahora? Esas son parte de las preguntas a las que muchos colectivos sociales y políticos, entre ellos los de pensionistas y feministas pero también los que luchan por el soterramiento del AVE en Murcia o contra la mina de uranio en Salamanca, están respondiendo con movilización.
Ernesto Alba, Secretario Gral PCA y los concejales comunistas de IU-Málaga para la Gente del Ayuntamiento de Málaga, Eduardo Zorrilla y Remedios ramos en la movilización de los pensionistas

La Juventud Comunista inicia la campaña “¡La vida digna no cabe en este regimen!”

La UJCE lanza su campaña “La vida digna no cabe en este regimen” con el objetivo de trasmitir la idea de que ante la posibilidad de que el regimen cierre su crisis definitivamente no sea con un apoyo activo de las trabajadoras. Por lo tanto se denuncia que no se va a poder desarrollar una vida plena mientras sigamos manteniendo este regimen político.
Frente a problemas cotidianos de la juventud trabajadora como el difícil acceso a la vivienda, con las grandes subidas de alquileres que se están dando en las grandes ciudades, la alternancia entre el paro y la precariedad, las diferentes expresiones de violencias machistas, la falta de democracía y soberanía, con la corrupción como su máxima expresión, la ausencia de ofertas de ocio sano y alejado del consumismo y la exclusión por motivos económicos de la educación; la Juventud Comunista pone soluciones para que todas las jóvenes puedan alcanzar una vida digna.
La campaña mostrará soluciones concretas a estas problemáticas como: la creación de una parque público de viviendas, aumento del SMI, la ilegalización de las ETTs, reconocimiento del aborto libre y gratuito, gratuidad de los métodos anticonceptivos, la creación de una república fuera de la UE para garantizar la democracia y la soberanía, cesión de espacios públicos para el incentivo de actividades deportivas, artísticas y culturales, gratuidad de los estudios e inversión del 7% del PIB en educación.
Además de la difusión de lema de la campaña a traves de agitación virtual y física la Juventud Comunista orientará aquellos conflictos de los que sea participe en hacia el programa de mínimos, siendo pues esta campaña la manera de aplicarlo a la realidad cotidiana de la juventud. Esto tiene el objetivo de avanzar desde la impugnación de una problemática concreta hacia la impugnación total del regimen político que la sustenta.
El programa no solo va a ser una muestra de intenciones de las jóvenes comunistas si no una oferta hacia toda la juventud combativa para que se sumen a la lucha por estos objetivos.
Enmarcados en la propia campaña, y en el medio plazo, las diferentes organizaciones de la UJCE en el total del territorio intentarán cerrar reuniones y acercar posturas con otras asociaciones y colectivos que puedan estar de acuerdo en los ejes marcados. Pues una de las posibilidades que ofrece un programa de mínimos es tejer aliados tácticos en torno a cuestiones concretas, que de otra forma nunca podrían acercar posiciones. Aunque lasa reuniones que se den con otras organizaciones juveniles solo puede entenderse como el paso prevío a la oragnización en espacios de masas. Pues el objetivo principal de esta campaña es levantar un nuevo ciclo de movilización, tensionar a todas la jóvenes militantes comunistas para que pongan los cimientos subjetivos que hagan trasformar la reivindicaciones concretas y materiales en reivindicaciones y luchas políticas.
¡LA VIDA DIGNA NO CABE EN ESTE RÉGIMEN!

domingo, 25 de febrero de 2018

Alberto Garzón llama a “articular en un nuevo modelo de país” todas las respuestas frente a la “derecha de Rajoy y Rivera” que quieren mponer una “precariedad permanente”

El Coordinador Federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, hizo un llamamiento en el día de ayer, sábado 24 de febrero, a “articular en un nuevo modelo de país todas las respuestas frente a quienes nos quieren imponer una precariedad permanente” porque, de no hacerlo desde ahora mismo, “permitiremos que se salgan con la suya esos otros, la derecha de Rajoy y de Rivera, que sí tienen ya su modelo”.
El máximo responsable de IU ha lanzado este mensaje desde el Centro Cultural El Pozo, en la emblemática zona vallecana cuna de lo mejor de las reivindicaciones obreras y sociales de Madrid desde hace décadas. Lo ha hecho durante la presentación de la campaña ‘Paremos a la derecha. Construyamos un nuevo país’, ideada por esta formación y que desarrollará en los próximos meses en todo el Estado en actos similares al de esta mañana.
Además de las intervenciones de Alberto Garzón y de la presentación de Sol Sánchez, coportavoz de IU Madrid, la exposición de esos ejes corrió a cargo de la periodista Cristina Fallarás (Feminismo), del profesor Rafael Escudero (Modelo de Estado), la sindicalista y camarera de piso Pepi García Lupiañez (Modelo productivo y precariedad), la activista Pepa Beiras (Ecologismo), el abogado y dirigente delñ PCE, Enrique Santiago (Democracia y Libertades). El acto lo cerró con brillantez de forma contundente la veterana luchadora y pensionista Paquita Martín.
Alberto Garzón en su intervención destacó la “importancia” de esta actuación política en un momento como este, cuando “las graves dificultades por las que atraviesa nuestro país siguen alcanzando en especial a la clase trabajadora”.
“Vivimos -denunció- en un estadio de precariedad permanente. Algunos ‘compraron’ hace tiempo el discurso de que había que acostumbrarse a apretarnos el cinturón, pero que luego nos lo podríamos volver a aflojar como esta antes de la crisis. El tiempo ha demostrado que esta idea es falsa”.
Avisó de que aquello que iba a ser temporal, sólo hasta que llegara la supuesta recuperación económica, lo quieren convertir en permanente. “Ahí están los salarios de miseria, los contratos temporales, el empleo sin calidad, todo aquello que impide crear un proyecto mínimo de vida, formar una familia, adquirir una vivienda o irse de vacaciones”.
Alberto Garzón apuntó que “de ahí vienen los problemas que motivan las movilizaciones que estamos viendo, como la de pensionistas de hace unos días, las de defensa de la Sanidad o la Educación, o la importante que habrá pronto del feminismo”. Alertó de que “mientras la precariedad se consolida, el discurso oficial y las mentiras del Gobierno y de sus aliados van por otro lado”.
El coordinador federal de Izquierda Unida expuso con contundencia que “lo que nos jugamos es el diseño de país en su conjunto para las próximas generaciones, no sólo para unos años. Hablamos de la forma de acceder a los servicios sociales básicos y cómo se van a gestionar en las próximas décadas”.
Para que se entendiera aún con más claridad la denuncia del grave retroceso que se vive expuso que “si hace unos cuantos años uno de los lemas que se oía era ‘el hijo del obrero, a la Universidad’, hoy nos encontramos con que las tasas que existen, ya no hablemos de los másteres públicos a 8.000 euros, ponen una barrera infranqueable para que esto se pueda cumplir”.
Lo mismo pasa con las pensiones, “nos dicen que ahorremos -dijo- pero su verdadero lema es ‘sálvese quien pueda’, su proyecto filosófico es el de ‘muérete lo antes posible y así funcionará el sistema de pensiones’”. “Todo esto parece disperso -sentenció- pero obedece a un plan orquestado que buscan imponernos a la fuerza para muchos años”.
Garzón explicó que frente a ello “nuestro marco para resolver los problemas, la idea en la que creemos, es la España republicana y federal”. Incidió en que “la solución pasa por articular todas las demandas en un nuevo proyecto de país”, algo para lo que hará falta “mucha pedagogía. No estamos ante una mera campaña electoral, ni hemos venido a pedir el voto”.
Aclaró también que “cuando nos preguntan por la confluencia, por la unidad popular, decimos que ese es el instrumento necesario para dar la batalla. Si todos los actores no somos capaces de ponernos de acuerdo en un proyecto de país, lo que pasará es que permitiremos que otros que sí lo han hecho, la derecha de Rajoy y de Rivera, impondrán su proyecto en el que sí están de acuerdo”.
Apostilló que “la confluencia tiene sentido en ese marco, no sólo por las elecciones que habrá en 2019”.
Alberto Garzón auguró una “primavera muy intensa en movilizaciones sociales”, pero analizó también que “no puede haber sólo movilizaciones sectoriales. Hay que articular y construir un modelo más amplio y coherente con nuestras ideas”.
Izquierda Unida valora que la “participación debe ser el eje central” en el desarrollo de la campaña ‘Paremos a la derecha. Construyamos un nuevo país’. De ahí el ejemplo en el acto de hoy en Vallecas de cómo se pueden plasmar en la práctica los “cinco ejes fundamentales” para desarrollar el debate.

El PCA tiene que volcar todos sus esfuerzos militantes en lograr que el 28F y el 8M sean todo un éxito de movilización y de lucha en la calle. Carta a la militancia de Ernesto Alba

Ernesto Alba Aragón, Secretario General del PCA
Estimada/o camarada:
El próximo 28F tenemos una jornada de lucha importante en Andalucía. Desde las “Marchas de la Dignidad”, espacio unitario de las distintas luchas y organizaciones que no nos resignamos y seguimos exigiendo otra Andalucía no sujeta a la precariedad, se ha convocado una movilización en Sevilla a la que no podemos faltar. El PCA tiene que volcar todos sus esfuerzos militantes en lograr que el 28F y el 8M sean todo un éxito de movilización y de lucha en la calle.
Debemos articular todas las luchas para construir poder andaluz, para construir una alternativa social que se contraponga a los artífices en nuestra tierra de las políticas neoliberales. Es nuestro deber centrar los esfuerzos en organizar la movilización de clase, desde abajo, desde los conflictos concretos. Es desde ahí desde donde hemos de abordar la tarea de fortalecer y ampliar nuestra propuesta de República Federal y Poder Andaluz. “Andalucía en Pie” no es una consigna vacía.
Andalucía en Pie” debe visualizar la otra Andalucía, de la que nadie habla. Según datos recientes de la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión social, el 78% de l@s andaluces y andaluzas llegan con dificultad a fin de mes, un 10% apenas ingresan 4000 Euros al año, 160.000 personas emigran cada año a otras comunidades autónomas o países de la UE y 3,5 millones de andaluces (41,7% de la población) viven en riesgo de pobreza y de exclusión social. Estos datos nos demuestran que el sector productivo andaluz sigue centrado en servicios de bajo valor y escasa relevancia de la industria, lo que conduce a bajos salarios y “fluctuaciones estacionales”.
Las condiciones de explotación y precariedad se extienden por todos los sectores de la producción, ya sea en la función pública, en la industria, en el turismo o el campo especialmente en los sectores feminizados. La precariedad y el paro son la realidad de la mayoría de la gente trabajadora de Andalucía. La pobreza se sigue extendiendo con los enésimos recortes de pensiones y salarios, con la subida del precio de la luz, de la comida, de las medicinas, del gas, de todo lo imprescindible para vivir. La precariedad se ceba especialmente con las mujeres, que ocupan las más altas tasas de temporalidad en el empleo, sufren la brecha salarial, las pensiones más bajas y además, sostienen la carga del trabajo de cuidados imprescindible para la reproducción social del capitalismo.
El 28F ha de ser también el preámbulo de la Huelga Feminista del 8M. Ha de ser una oportunidad para decir alto y claro que la alternativa para Andalucía será feminista o no será. Queremos una Andalucía libre de violencias machistas e igualitaria.
El próximo 28F debemos de organizar y reivindicar una Andalucía de Paz, justicia e igualdad a 38 años de haber conseguido la llamada “autonomía plena” y que al día de hoy los retos de los trabajadores y de las trabajadoras siguen estando lejos para alcanzar una vida digna.
¡VIVA ANDALUCIA LIBRE!
En Sevilla, a 20 de febrero de 2018.

Alberto Garzón presenta iniciativa de IU para proteger con urgencia la libertad de expresión frente al ataque brutal de la derecha y los sectores utraconservadores de la judicatura

El Coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, presentó ek pasado viernes, 23 de febrero, en el Congreso el contenido fundamental de la proposición de ley que impulsa esta formación para proteger de forma urgente la libertad de expresión a través de la derogación de determinados artículos del Código Penal. Para Garzón, “una democracia lo es sólo cuando se puede ejercer la crítica política. Esa es una virtud que se está censurando en nuestro país, al igual que la libertad de expresión, y queremos cambiarlo”.
El máximo responsable de IU mostró en rueda de prensa en la Cámara Baja su “enorme preocupación” por el retroceso y el recorte en el ejercicio de estos derechos “algo de lo que somos testigos y víctimas. Por eso creemos que, además de protestar, tenemos que establecer los mecanismos necesarios para corregirlo”.
Explicó que el contenido de esta iniciativa “no es definitivo y está abierto a mejoras”, aunque los ejes básicos que la conforman son “inamovibles”. Por ello la proposición de ley se registrará en las próximas semanas, tras debatir su redacción final con “diversos colectivos y nuestros socios parlamentarios”, aunque “lo más pronto posible dada la urgencia”.
Alberto Garzón considera que la libertad de expresión y la crítica política sufren desde hace siete años -tras la llegada del PP al Gobierno- un “ataque brutal” propiciado por la propia derecha política y desde un “sector ultraconservador” de la judicatura, que aprovecha diversos artículos “ambiguos y obsoletos” del Código Penal.
Enumeró algunos ejemplos de las últimas semanas -la sustitución de la cara de un Cristo por la de una persona y su publicación en Internet, la condena al rapero Valtonyc y otras penas similares impuestas por mensajes en las redes sociales, entre otros- para ilustrar las “represalias administrativas y penales” que se producen.
Se hace ver que ejercer el “derecho a la crítica acarrea consecuencias”, de ahí que mucha gente “está cogiendo miedo” y cae en la “autocensura” para evitar esas posibles represalias, algo “inaceptable en democracia”.
Garzón expuso que esta “deriva autoritaria” se produce por una doble vía, la primera “administrativa, a través de la ‘Ley Mordaza’ (LO 4/2015 de 30 de marzo, de protección de la Seguridad Ciudadana), que fue una herramienta para atacar a la movilización social y que venimos exigiendo desde hace tiempo que sea derogada”
La otra vía es “penal”, mediante la “criminalización de conductas”. De ahí que plantee la derogación de artículos “obsoletos” del Código Penal, cuya “ambigüedad permite su aplicación de forma errática”. Estos son: el 525, que tipifica delitos contra los sentimientos religiosos; el 490.3, sobre injurias a la Corona; el 543, sobre ultrajes a la patria y el 504, sobre injurias a miembros del Gobierno y de otros órganos e instituciones.
El coordinador federal de IU denunció también el “uso arbitrario” que se da al “delito de enaltecimiento del terrorismo que recoge el artículo 578”, del que recordó que su redacción fue pactada hace 17 años por PSOE y PP, cuando la banda terrorista ETA aún ejercía su violencia, “pero que apenas se utilizó hasta que ETA declaró el cese de la violencia (2011), con lo que se da la paradoja de que su uso se da ahora más en un contexto de no violencia”.
Criticó que ahora se aplique contra quienes han sido responsables de “letras de canciones que pueden ser muy brutas o desagradables, pero que no suponen ningún enaltecimiento. Pidió que se elimine este artículo, también porque “ya existen otros artículos para perseguir estos delitos”.
Alberto Garzón aseguró que “creemos que hay una mayoría suficiente en el Cámara para que nuestra propuesta salga adelante”, algo que debe pasar por que “no haya partidos a los que tiemblen las piernas para que este país deje atrás definitivamente la sombra de la censura” y “deje de hacer el ridículo a nivel internacional con sentencias como las que se están dando”.

sábado, 24 de febrero de 2018

El PCA de Málaga apoya la marcha del colectivo Renta Básica de Andalucía que confluirá con la manifestación del 28-F en Sevilla

El Secretariado del Partido Comunista de Andalucía en la provincia de Málaga apoya la lucha del Colectivo por la Renta Básica de Andalucía, que marchará en dos etapas de Utrera a Sevilla, pasando por Dos Hermanas, entre los días 26 y 27 de febrero, para confluir con la manifestación del 28F en Sevilla.
Esta marcha se enmarca en la lucha que mantiene este colectivo, que surge a raíz de las tres huelgas de hambre realizadas por Francisco Vega en Málaga para conseguir que la Junta de Andalucía cumpla con el contenido del Art. 23.2 del Estatuto de Autonomía para Andalucía, que establece que “Todos tienen derecho a una renta básica que garantice unas condiciones de vida digna y a recibirla, en caso de necesidad, de los poderes públicos con arreglo a lo dispuesto en la ley”.
Sobran las razones para unirse a esta lucha, pues las políticas neoliberales practicadas no solo por el gobierno de Rajoy sino también por el gobierno autonómico liderado por Susana Díaz han multiplicado el paro y la pobreza en Andalucía. Desde el Partido Comunista de Andalucía deseamos expresar nuestro total apoyo a este colectivo y a sus objetivos.
Secretariado del Comité Provincial del PCA en Málaga

viernes, 23 de febrero de 2018

El PCA, en apoyo al profesorado interino, insta a la Junta a buscar alternativas para que ningún docente se quede en la calle y llama a la movilización en defensa del empleo

Ante la aprobación del decreto de oposiciones, el PCA apoya al profesorado interino, insta a la Junta de Andalucía a buscar alternativas para que ningún/a docente se quede en la calle, y llama a continuar la movilización por la estabilidad del empleo docente
Las tasa de interinidad en el sistema educativo andaluz no ha cesado de crecer en los últimos años, por causa de la escasa oferta de plazas en las anteriores convocatorias de oposiciones y de la raquítica tasa de reposición impuesta por el gobierno central. Esta situación ha llevado a que el profesorado interino andaluz se haya elevado hasta el 18% del total de docentes al comienzo de este curso escolar 2017-2018.
Tras la aprobación por parte del Ministerio de Educación del decreto de oposiciones que no ha sido consensuado con la comunidad educativa, con pruebas eliminatorias que se saltan el propio Acuerdo para la Mejora del Empleo Público firmado con sindicatos el 29 de marzo de 2017, constatamos que el Gobierno central pone en peligro los puestos de trabajo de los docentes interinos que actualmente se encuentran en ejercicio, que han acreditado de manera sobrada su capacitación, y con ello la calidad de la enseñanza pública.
En estos días se han venido celebrando asambleas por toda Andalucía para reclamar no sólo los derechos laborales de los y las interinas e interinos, sino también la estabilidad y la acreditada experiencia docente de este profesorado, que tanto necesitamos en nuestra escuela pública.
Ante esta situación, desde el Sectorial de Educación del Partido Comunista de Andalucía nos pronunciamos en el siguiente sentido:
-Instamos a la Junta de Andalucía a que tome medidas para garantizar que con esta convocatoria de oposiciones ningún/a docente interino/a con tiempo de servicio se quede en la calle.
-Hacemos un llamamiento a todo el profesorado y particularmente al profesorado interino, así como a madres, padres, AMPAS y estudiantes para que respalden las movilizaciones en pos de un acuerdo de estabilidad para el profesorado interino.
-Llamamos al conjunto del profesorado en Andalucía a movilizarse el próximo 28F en un bloque verde por la defensa de la educación pública, de tod@s para tod@s, y a visibilizar en esta movilización la defensa de los puestos de trabajo del profesorado interino.
-Apoyamos las futuras convocatorias de huelga que las asambleas de interinos de Andalucía acuerden en los próximos días.