12 de febrero, 6ª
jornada de "La Desbandá"
Nuestra marcha de la
Desbandá por la carretera de la muerte ha transcurrido hoy entre
Motril y Castell del Ferro, unos 26 km., con la dificultad de las
cuestas que hay que subir a partir de Calahonda.
Primero hablar de altas y
bajas en la Marcha. Nos ha abandonado por problemas con sus tobillos,
Juan, un compañero de los permanentes, y muy responsable en la
marcha, que fue alcalde durante muchos años de Alcalá del Valle en
la provincia de Cádiz. Nos ha abandonado Paulino, un hombre de 77
años, que se propuso llegar hasta Motril y ha sido de los que ha ido
siempre en cabeza de la marcha, se ha despedido con la promesa de que
el año que viene hará la segunda parte de la marcha, desde Motril a
Almería. También hemos tenido un percance con un compañero que se
había incorporado hoy mismo, Paco, que se ha resbalado y caído
cuando subíamos un cerro y al apoyar la mano en el suelo, en la
caída, se ha hecho un corte profundo con una piedra, un corte
profundo que necesitaba puntos, por lo que ha tenido también que
abandonar. Por otra parte se ha incorporado a la marcha Marcos, el
poeta oficial del Club de la Desbandá, que no está participando en
la marcha por un accidente que tuvo previo al inicio de esta; no
puede andar pero nos acompaña con el coche y come y duerme con
nosotr@s. Además, se nos han incorporado tres compañeras de la
Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales de Madrid, que
ya hicieron la marcha el año pasado y también otros dos compañeros
de Málaga.
En la marcha de hoy hemos
contado con la aportación extraordinaria de Fernando Alcalde, que
nos ha ido relatando los distintos sucesos históricos según íbamos
pasando por sitios de la Memoria. Estos han sido entre otros, el río
Guadalfeo, que pasa por Motril y donde se intentó, desde el bando
republicano frenar la ofensiva de las tropas fascistas italianas. El
intento duró poco, la única ametralladora que tenían enseguida se
averió, no tenían ningún armamento de artillería solo fúsiles y
para estos tampoco había balas suficientes; los fascistas perdieron
tres tanquetas en el cruce del rio, pero no tardaron mucho en
cruzarlo.
Sin embargo, previamente,
el Guadalfeo fue junto a los acantilados de Maro la zona donde
murieron más personas y al mismo tiempo el factor decisivo al no
poder cruzar el rio, para que mucha gente regresara y abandonara la
huida. Posiblemente de las 300.000 personas que salieron huyendo de
Málaga, sólo la mitad consiguieron pasar de Motril y llegar a
Almería. Muchos de los muertos no contabilizados en la “Desbandá”
son los hombres que regresaron con sus familias y al volver fueron
fusilados.
Otros hitos que nos ha
comentado Fernando fue la famosa fuga de más de 300 prisioneros
asturianos de la prisión del Fuerte de Carchuna, estaban allí
trasladados para hacer trabajos forzados (construcción de aeródromo
y carreteras en la sierra) y a muy poca distancia del frente
republicano en Castell del Ferro, un comando guiado por dos
internacionalistas norteamericanos cruzaron por mar las líneas del
frente, asaltaron el Fuerte, liberaron a los prisioneros y lograron
cruzar las trincheras fascistas desde atrás, en la operación solo
perdieron la vida dos hombres y una de ellos fue por accidente con su
propia granada de mano.
Después de Carchuna,
hemos llegado a Calahonda y desde allí hemos subido a las
estribaciones de la sierra donde hemos visto las trincheras de los
fascistas y poco después las de los republicanos, y el distinto
sistema de estos, más modernos la de los fascistas, ejército
profesional que venía de hacer la guerra en Marruecos y más
arcaicos las nuestras, con tropas voluntarias de milicianos que no
sabían nada de técnicas militares hasta que se fue conformando el
Ejército regular de la República.
Una vez que hemos llegado
a Castell, donde a su entrada ondeaba una bandera republicana en uno
de los primeros edificios del paseo marítimo que tiene una antena de
repetición (y estaba nuevecita, recién puesta) hemos tenido dos
actos; el primero, un homenaje a las Brigadas Internacionales y a
Norman Bethune, que ha consistido en la intervención de distintas
entidades y asociaciones en la plaza del pueblo y luego el
descubrimiento de dos cerámicas juntas, en la que además de dibujos
alegóricos a la Desbandá y a la República tenían las siguientes
leyendas: “Rompieron nuestras vidas, que no rompan la memoria.
Nunca más genocidios”; esta es la cerámica que ha hecho el
club de la Desbandá. La otra, con el sello del Ayuntamiento y de la
Asociación “14 de abril” dice: “Con gratitud al equipo del
Doctor Norman Bethune y a los voluntarios de XIII Brigada
Internacional, que en febrero de 1937, auxiliaron y protegieron a los
miles de refugiados que huían por esta carretera.”. Bethune
llegó en su trabajo de transportar niñ@s en su ambulancia hacia
Almería hasta Castell del Ferro, y estuvo allí justamente donde
realizamos el acto. Ha intervenido, el Cónsul de Canadá,
representantes de las Asociaciones de la Desbandá y de Amigos de la
República, el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y las
instituciones del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de
Andalucía.
Concluido el acto, hemos
ido al salón de actos del Ayuntamiento donde hemos visto el
documental “Hasta pronto, hermanos. Las Brigadas Internacionales en
la Desbandá”. Pero antes de verla, hemos tenido la gran emoción
de jornada, una mujer de 97 años, ha cogido el micro y de pie,
ayudada por su sobrina, y con voz llorosa, pero clara ha dicho entre
otras cosas las siguientes: Soy una superviviente de la Desbandá, yo
tenía 15 años, salimos de noche de mi casa a la que no volvimos
jamás; vivíamos en Motril, pero mi padre decidió subir a la sierra
y huir por Gualchos, ya que la salida por la carretera de la Costa
parecía imposible, todo era un caos, una multitud donde la gente
lloraba, gritaba llamando a sus familiares, la gente muriéndose en
las cunetas,…, fue una canallada de criminales matando a la gente
como si fueran chinches. Vivimos en Almería un año y aquello era
insoportable por los continuos bombardeos. Luego fueron a vivir a
Murcia y finalmente a Baza. Lo perdieron todo porque eran
republicanos y le robaron su casa. Eran una gente sin piedad, nunca
los perdonará ni nunca los olvidará por el daño que hicieron,
hasta el día en que se muera.
Curiosamente, después de
que, en el documental que se estrenó la semana pasada, apareciera
Tina Modotti, una fotógrafa italiana y Brigadista Internacional,
contando la historia que luego han publicado los diarios digitales
publico.es y el diario.es, Valeria, la niña citada en el documental
se ha puesto en contacto telefónico con la Asociación 14 de abril
para hablar con ellos. La historia es la siguiente: “una chiquilla
de once años que respondía al nombre de Valeria García Vargas,
procedente de Vélez Málaga, estaba al cargo en la carretera de sus
tres hermanos menores, y de un bebé de pecho que sostenía en sus
brazos. Su madre había sido acribillada por una ráfaga en Castell
de Ferro y su padre desesperado se había colgado de una rama de un
olivo. El Socorro Rojo la había recogido a Valeria y a sus hermanos
a la entrada de Almería en medio de una cuneta donde se habían
echado para morir”.
Mañana salimos para La
Rábida, donde al final de la jornada escucharemos a la cantante
Lucía Socam, artista, pero también compañera de la lucha por la
memoria Histórica.
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