Fotografías: Rosa Ortuño
7 de febrero, primera
jornada de "La Desbandá"
Hemos iniciado la 2ª
Marcha de la “Desbandá”, para recorrer la carretera de la muerte
desde Málaga a Almería, aproximadamente un centenar de personas.
Desde hoy 7 de Febrero hasta el 17, recorreremos los lugares que hace
81 años intentaron recorrer unas 300.000 personas, que de Cádiz,
Sevilla, Córdoba, Granada, y Málaga se concentraron en la ciudad de
Málaga primero y luego intentaron huir hacia Almería del terror
nazi-fascista (aviones alemanes, tanques italianos, acorazados
franquistas, e infantería marroquí, frente a la población civil
que huía); unas 150.000 consiguieron llegar, las demás murieron en
el intento o regresaron ante las dificultades de la huida. A la
mayoría que volvió les esperaba la represión, la cárcel y en
muchos casos también la muerte.
El recorrido de hoy ha
sido desde Málaga capital hasta Torre de Benalgabón, pedanía
perteneciente al municipio del Rincón de la Victoria. El año pasado
pernoctamos en un Polideportivo cedido por el Ayuntamiento gobernado
por una coalición de izquierdas, pero este año, con alcalde del PP
que consiguió el gobierno a través de una moción de censura, el
Polideportivo se nos ha negado, por lo que nos hemos ido a dormir,
aceptando la invitación de su alcalde de Izquierda Unida a Almáchar,
un pueblecito a 18 km del Rincón de la Victoria, sierra arriba, una
de las cunas de la famosa uva pasa malagueña.
Antes de subir a
Almáchar, se ha hecho un acto en un lugar de la Memoria Histórica
de la Desbandá, un orificio en la roca de los túneles que salvan
los acantilados existentes entre la Cala del Moral y el Rincón de la
Victoria. Este fue producido por un obús de los que disparaban desde
los cruceros acorazados para matar a la gente inocente que huía.
Podría haber sido disparado por el Crucero Canarias, que junto al
Baleares y el Cervera, fueron hostigando a los huidos durante toda la
marcha hasta Almería. El Canarias estaba mandado por Salvador
Moreno, almirante que luego fue ministro de la Marina de Franco y al
que le pusieron su nombre a la calle donde nació Mariano Rajoy, el
cual protestó recientemente porque le habían quitado el nombre a la
calle porque era el nombre de un golpista, fascista y asesino. En el
acto, el representante de Izquierda Unida del Rincón, casi con
lágrimas en los ojos decía que sentía pena que un pueblo tan
hospitalario como el Rincón nos negara el alojamiento esa noche; la
exalcaldesa del PSOE, dijo que ella sentía vergüenza del sectarismo
de la derecha.
Ya en Almáchar, hemos
asistido a la inauguración de la plaza Adolfo España, un militar
republicano de Almáchar que después de la derrota huyó a Francia y
siguió la lucha contra el nazismo hasta que fue apresado y gaseado
en el campo de concentración de Mauthausen, donde murió gaseado
después de sufrir los trabajos forzados, el hambre y la
desesperación con que los nazis trataban a los prisioneros. A los
militares españoles que capturaban los nazis les ponían como
identificación un triángulo azul, que indicaba su nacionalidad, que
en éste caso eran apátridas ya que el régimen franquista negaba la
nacionalidad española a estas personas heroicas que después de
luchar contra el fascismo en España siguieron luchando en Europa.
Después en la Casa de la Cultura, hemos asistido a la presentación
de dos libros de Memoria Histórica; en uno de ellos se cuenta la
muerte de Juan Muñoz, quien fue alcalde de Almáchar durante la
República por el partido Republicano Radical Socialista y que
después ingresó en el Partido Socialista. Él huyó con la desbandá
llevando a su mujer y a sus cinco hijos; sin embargo, como otras
muchas personas se volvió atrás cuando llegó a Motril; hizo caso
de la propaganda de que quien no tuviera las manos manchadas de
sangre no debía temer nada. Al volver al pueblo fue apresado
inmediatamente y encarcelado y varios días después murió a causa
de los golpes y las palizas continuas a las que fue sometido; en el
acta de defunción certificaron que había muerto por paro cardiaco,
cosa que se negó a firmar el médico forense, que también era
falangista. En otro libro se habla de la magnitud de la “Desbandá”
de en torno a las 300.000 personas.
Si huyeron tanta gente
desde Málaga hacia Almería, se debe a que previamente Málaga
capital había recibido a miles de personas huidas de las zonas que
iban ocupando las tropas fascistas y que además tenían noticias del
salvajismo y la barbarie con la que se comportaban. Como cuentan muy
bien Lucía Prieto y Encarnación Barranquero en su libro, “Población
y Guerra Civil en Málaga” las primeras personas refugiadas fueron
acogidas en casas particulares de personas de izquierdas dispuestas a
ayudar y compartir con quienes huían del fascismo. Pronto no
quedaron sitios y se ocuparon toda clase de albergues, después todos
los conventos, y finalmente, todas las iglesias o cualquier sitio que
pudiera acogerlas como los sótanos de la fábrica de Tabacalera;
tamaña acumulación de población desbordó las posibilidades de
acogida y las condiciones de vida durante meses se tornó inhumana.
La falta de comida, de agua, de aseo, pronto desencadenó numerosas
epidemias que se cebaron sobre las personas más débiles, las recién
nacidas y de corta edad. En el libro citado están documentados 1.190
fallecimientos solo de niños y niñas entre Julio de 1936 y febrero
de 1937, cuando se produce “la Desbandá”. Bronconeumonía,
gastroenteritis, sarampión, difteria, tifus, tuberculosis,
raquitismo,…, provocadas por las condiciones insalubres, el
hacinamiento, el desbordamiento de hospitales,… Pero cuando las
tropas fascistas ocuparon Málaga, criticaron la ocupación de las
iglesias y de la catedral como refugios y contaron otra versión de
las desgracias de las personas huidas; el ABC de Sevilla en su
edición del 11 de febrero decía: “…allí han muerto los
proletarios de viruela negra, del tifus, de lo que sea, como si el
cielo les hubiese enviado el castigo que se merecían por sus
profanaciones y sacrilegios…”.
Luis Bolin, miembro de la
burguesía malagueña, que jugó un papel importante en el alquiler
del avión Dragon Rapide que trasladó el 18 de julio de 1936 al
general Francisco Franco desde las islas Canarias a Tetuán y que
había sido corresponsal de ABC, también escribió el 8 de Febrero,
al visitar la Catedral y cuando la mayoría de la población huía
hacia Almería: “…El espacio interior estaba ocupado en su casi
totalidad, por una horda repugnante hacinada en la mugre y la
porquería, con las capillas laterales infectadas y los míseros
petates tirados por el suelo. Un niño muerto yacía al pie de una
columna; un hedor insoportable –el clásico olor a rojo- se
extendía por las naves…”.
Mañana nos bajan otra
vez a Torre de Benagalbón desde donde continuaremos la marcha hasta
Torre del Mar, perteneciente al municipio de Vélez-Málaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario