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sábado, 10 de febrero de 2018

Crónica de la tercera jornada de la Marcha por la carretera desde Málaga a Almería del camarada Manuel García Morales “Teniente”. En el 81 Aniversario de la criminal acción fascista.

9 de febrero, tercera jornada de "La Desbandá"
Hemos llegado a Nerja sobre las 14:30 después de andar unos 24 Km desde Torre del Mar. El día soleado y el paisaje de la marcha cautiva a compañeros y compañeras que participan por primera vez y vienen de otros sitios de España, desde Euskadi, Cataluña, Madrid,…, la sierra Tejeda, desde donde la silueta de La Maroma con su cumbre nevada, nos acompaña continuamente a nuestra izquierda mientras caminamos junto a un mar calmo, de aguas transparentes, que nos atrae poderosamente cuando empezamos a sentir el calor de la marcha.
Al paso por Torrox, se nos han sumado algun@s compañer@s para acompañarnos hasta Nerja, y hemos recibido numerosas muestras de apoyo de la gente durante el recorrido; “ánimo hasta Almería”, “tenemos que recuperar todos nuestros muertos”, “viva la Républica”, “a por la tercera”, incluso “viva la guepública” de vari@s veraneantes europeos, que identificaban perfectamente la bandera republicana.
Al llegar a Nerja, al igual que el año pasado, nos ha recibido la alcaldesa del PSOE y representantes de IU del Ayuntamiento que han agradecido nuestro esfuerzo y también nos han animado a seguir. Después de la comida, en el antiguo mercado municipal reconvertido en salón de actos y exposiciones, hemos recibido la visita de un hombre que se nos ha presentado como Toni, de nacionalidad inglesa, pero que quería contarnos su historia en castellano, que lo domina bastante bien, pues su padre, su madre (de 18 años) y sus dos hijas participaron en la “Desbandá”. Venían huyendo desde Churriana, un pueblecito que pertenece al municipio de Málaga y como miles de personas se quedaron atascadas en Motril a orilla del rio Gudalfeo, él consiguió pasar y la mujer con las dos niñas pequeñas se volvieron atrás; el padre no fue muy lejos, se afincó en Adra, cerca del frente y estuvo trabajando durante toda la guerra como panadero; cuando la República estaba a punto de caer huyó a Francia donde como otros españoles acabó empuñando lar armas contra las tropas nazis que ocuparon Francia; al acabar la guerra se instaló en Londres, desde donde, ya en 1947 consiguió reunir a su familia, su mujer y sus dos hijas. Peter nació en 1949 como inglés pero siempre tuvo a España en su corazón, realizando su primera visita a España para conocer a su familia en 1958. Nos contó que durante toda la mañana nos había estado buscando en el trayecto desde Torre del Mar a Nerja, porque se había enterado recientemente de nuestra marcha. Nos encontró finalmente en la hora de la comida y nos prometió solemnemente que el año que viene participará en la marcha de la “Desbandá”.
Y aunque el siguiente relato nos lo contaron en Nerja el año pasado, no me resisto a repetirlo, porque habrá gente que no lo conozca y para recordárselo a los que sí. Lo escribió un sobreviviente de la huida de 1937, un niño de 10 años que estaba interno en el colegio de huérfanos de Torremolinos. Desde el colegio, cuando empezó la guerra, veían como los aviones fascistas bombardeaban Málaga constantemente y en un momento determinado ante el temor de que el frente occidental se acercara a Torremolinos las autoridades decidieron evacuar a 80 niños hasta Nerja. Pensaban que la evacuación sería para algunos días hasta que pasara el peligro, pero cuando cayó Málaga y empezó la gran huida, decidieron evacuarlos hacia Almería en autobuses, que salían justo de la plaza donde nos ha recibido el Ayuntamiento en estos dos años. Cuando los niños con sus profesores estaban a punto de tomar los autobuses aparecieron los aviones alemanes y comenzaron a bombardear la zona, unos salieron corriendo, otros estaban dentro ya de los autobuses. Cuando acabó el bombardeo, solo 10 niños había sobrevivido, y los profesores acompañantes también habían muerto. Los niños sobrevivientes hicieron la huida a pie, viviendo los horrores de la marcha como tantos otros miles de gente y uno de ellos pudo contarlo.
Lamentablemente, en la marcha de hoy hemos tenido una baja; la compañera Silvia, una de las almas de la marcha, ha tenido, al pisar mal un desnivel y caerse, un esguince de tobillo, que le supone reposo absoluto y hacer el seguimiento virtual de la marcha desde su casa.
Mañana abandonamos Málaga y entraremos en la costa de Granada, hasta Almuñecar, donde tenemos previsto pernoctar.

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