Jairo Vargas/Público.es
La ministra
de Trabajo y Economía Social recibe a Público en su despacho el viernes 17,
entre reunión y reunión y prácticamente a la hora de comer. Solo despachar con
todas las Autonomías y Ceuta y Melilla le lleva entre 5 y 8 horas, pero
teniendo en cuenta la diversidad y la idiosincrasia de cada territorio en
España, es imposible tomar decisiones sin hacerlo, razona.
Yolanda Díaz
(Fene, A Coruña, 1971) nunca imaginó que, a apenas tres meses de tomar posesión
como ministra, una pandemia que tiene confinado al mundo daría al traste con el
plan laboral del Gobierno de coalición para recuperar los derechos laborales y
devolver la dignidad a los trabajadores precarios o pobres laborales.
Ministra, se ha convertido usted en una de
las caras más visibles del Gobierno, teniendo en cuenta la emergencia sanitaria
y laboral que ésta conlleva. ¿Cómo lo lleva a nivel personal? ¿Cómo afronta el
confinamiento?
En primer
lugar, me gustaría reconocer públicamente vuestro trabajo. Soy la ministra de
Trabajo y Economía Social, pero sé que hay muchos trabajadores y trabajadoras
como vosotras que lo estáis dando todo en esta difícil situación. Por tanto,
vaya por delante el agradecimiento. ¿Cómo lo llevo? Creo que como prácticamente
todas. Descanso mucho menos de lo que ya descansaba, como más de lo que
debiera... y soy gallega: vivía al lado del mar y lo echo de menos. Supongo que
lo llevo como todas nosotras.
Las previsiones del FMI no son buenas. La
ministra de Hacienda aseguraba el martes que el FMI no ha tenido en cuenta las
especificidades de los países a la hora de hacer las previsiones y los números,
¿pero cree que llegaremos realmente a esas cifras de caída del PIB del 8% y de
un 21% de paro?
El FMI emite
un informe de los muchos que hay, unos más catastrofistas y otros más
optimistas. El informe del FMI da datos ambivalentes, refleja lo que señalas,
pero también dice que en el año siguiente el crecimiento de la economía
española será fulgurante. Yo no me quedo con ninguno de los dos datos, porque
hablamos de previsiones. Sí me quedo con que estamos ante una pandemia que se
ha convertido ya -no en España, sino en todo el mundo- en una enorme crisis
social y económica y las consecuencias de esta crisis no podemos determinarlas
ahora mismo, porque seríamos imprudentes. Me quedo con que estamos desplegando
una batería de medidas desde lo público como nunca en la historia de la
democracia española se habían desplegado, para actuar con mucha prontitud y que
la recuperación de la economía española, y por tanto de la sociedad española,
sea lo más rápida posible.
No tenemos
nada comparable, y todos los países estamos en igualdad de condiciones. Aquí no
estamos en una posición desigual, aunque estamos con elementos estructurales
que nos hacen desiguales: tenemos una centralidad del modelo productivo basado
en el turismo. Por dar un dato, antes de esta emergencia teníamos 5 millones de
personas asalariadas en España vinculadas al sector del turismo y del comercio.
Lo que habla por sí solo, el elemento que nos hace ser anómalos en el conjunto
de la Unión, es que tenemos unos niveles de temporalidad y precariedad que
además de ser insoportables, nos dificultan siempre la salida de la crisis.
Para lo que aborda con cierta rapidez Alemania, nosotros tenemos más problemas.
Por tanto, volviendo al informe, hay que esperar a que tengamos, por lo menos,
una secuencia con datos económicos y laborales más firmes, y poder señalar en
qué escenario estamos. Ahora bien, tenemos que prepararnos porque van a venir
semanas muy duras y vamos a intentar que todo salga bien y que nadie quede
desprotegido.
Lo decía usted, es un panorama desolador
para un país donde el trabajo ya desde 2008 venía de la precariedad. ¿En qué
medidas está pensando el Gobierno para ir recuperando esos empleos? ¿Se va a derogar la reforma laboral,
por ejemplo, teniendo en cuenta las nuevas circunstancias del país?
La única
crisis cercana que tenemos es la financiera y tiene una enorme diferencia con
esta. La facilidad de la crisis financiera de 2008 es que era unicausal. Se
desplomaba el sector financiero y nos ha afectado a todas, pero esta crisis de
hoy no es así. Es poliédrica y además, como señalaba, con distintas
características. Los únicos datos que tenemos de comparación son las medidas
que se han adoptado en 2008. Y esas medidas dificultaron la salida de la crisis
social y económica de nuestro país; así, mientras que la media de los países
europeos salían de la crisis financiera en 12 meses, en 18 meses algún país,
nosotros tardamos diez años. Ya antes de la pandemia de la Covid-19, creía que
de la crisis no habíamos salido, que se habían recuperado sectores, pero -y me
consta por los datos- había mucha gente que no había salido de ella. La crisis
permanecía porque las medidas que se tomaron entonces fueron muy erróneas.
Ahora estamos haciendo todo lo contrario a lo que se hizo en la época pasada.
Por ejemplo,
con el despliegue de la protección pública y de protección de las empresas con
los denominados ERTEs, estamos en la vanguardia de los países de nuestro
entorno. De hecho, nos han señalado por ello como responsables de una de las
medidas más importantes. De no haber arbitrado esta medida con rapidez, los
datos de paro y los dramas sociales -porque hablamos de seres humanos- serían
dramáticos. Por tanto, hay eficacia. Lo que hay que hacer es acelerar la
inversión pública para recuperar cuanto antes la economía y arbitrar mecanismos
de protección social: por ejemplo, dando protección por desempleo a personas
que no reunieran los requisitos de cadencia; esto jamás se hizo hasta ahora en
la historia de España. Además estamos poniendo el contador a cero en el consumo
de las prestaciones en estos momentos y hemos creado nuevos subsidios. Y urge
ya la configuración y el diseño del ingreso mínimo vital que, de manera
transversal, permita incorporar a la protección social a muchas personas que
ahora mismo no están en la oficialidad del sistema.
Creo, con
humildad y consciente de que tendremos aciertos y desaciertos, que el Gobierno
de España está incorporando unas medidas de protección transversales y en todos
los Ministerios: que no se corten el agua o la luz, que prohibamos despedir y
que prohibamos desahuciar durante seis meses; que incorporemos la
obligatoriedad de que los contratos de arrendamiento se extiendan con carácter
obligado un mínimo de 6 meses, que hagamos moratorias en las hipotecas… Hay que
mejorar, sin lugar a dudas, pero me parece que estas medidas van en dirección
opuesta a lo que se ha hecho en la crisis anterior.
Sobre esos cinco millones de personas
vinculadas al sector del turismo y el comercio cuyos puestos de trabajo
desaparecen o están en duda, ¿qué va a pasar con ellas? ¿Cuál es su horizonte
de cara a la temporada de verano?
A partir del
día en que se levante el estado de alarma, hay sectores económicos que van a
continuar en fuerza mayor y el turismo es señaladamente uno de ellos. Los que
acompañan al turismo, como la navegación aérea o marítima y otros, van a
continuar en fuerza mayor. No sabemos cuánto tiempo, si dos, tres meses o hasta
cuándo. Pero en lo que ya está trabajando el Gobierno es en medidas de
transición para que esos sectores, que son claves en la economía española,
porque representan porcentajes del PIB tremendos, tengan salida. Hemos abordado
medidas, como la solución Thomas Cook, que nos mantiene a muchos trabajadores y
trabajadoras ahora en el sistema, pero también el Real Decreto 8/2020, donde
llevamos una modalidad específica de protección para fijos discontinuos. Hay
muchas personas que son trabajadores y trabajadoras de temporada, muy
vinculados al turismo, pero también a otros sectores que son de temporada
exclusivamente y a los que les reponíamos la prestación por desempleo durante
un periodo de 90 días. No obstante, me atrevo a decir que hemos de mejorar
justo en ese escenario de transición que estamos ya abordando. Y quiero señalar
que hay comunidades autónomas muy vinculadas al turismo que lo están haciendo
muy bien y con las que tenemos una coordinación estupenda. He puesto la mirada
en ese sector porque es clave, pero con él hablo de todos, porque en el sector
turismo hay centenares y centenares de empresas y asalariados, pero también hay
autónomos. Estos días he recordado que yo misma he trabajado de autónoma, como
guía turística en Santiago de Compostela mientras hacía la carrera.
Han hecho mucho hincapié en los ERTEs;
usted, por ejemplo, insistiendo en que no cuentan como despidos. Los
sindicatos, por su parte, reclaman que el gobierno extienda esos Expedientes,
que se asegure de que no hay fraude. ¿Contemplan extender los ERTEs y ampliar
las causas? ¿Cómo se puede garantizar que los ERTEs de hoy no se convierten en
los despidos de mañana tras los seis meses de mantenimiento obligatorio?
Hoy mismo
[viernes 17 de abril], mientras estamos aquí nosotros, arriba están reunidos
los agentes sociales. Llevan desde primera hora de la mañana trabajando en una
nueva batería de medidas, justamente en esta dirección. La modalidad de ERTEs
la define la Ley 35/2010 en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, pero la que
hemos emprendido nosotros diseñándola estos días es novísima y es una
protección máxima que entiendo que debe permanecer, por lo menos, en los
sectores que continúen con dificultades. También habrá sectores que no
continúen en fuerza mayor, a diferencia del turismo, pero que, por el modo de
producción y la organización de la empresa, requieran ciertas ayudas.
Trabajamos en ellas, aunque, en puridad, las otras causas de los ERTEs no
estuvieran definidas así en origen.
Ha hecho usted muchas llamadas a las
empresas para que no despidan. Creo que lo ha dicho así: "No despidan,
recurran al ERTE".
Sigo
diciéndolo: "No despidan".
¿Y qué ocurre cuando se ponen a revisar
esos ERTEs? Por el real decreto ley tienen apenas cinco días para darles luz
verde. Los sindicatos les han pedido que los revisen a posteriori. ¿Han
detectado fraude?
Sí.
¿Han hablado con empresas, sobre todo con
grandes empresas que habían optado por despedir en lugar de recurrir a los
ERTES?
Sí, y hemos
frenado a grandes empresas [que pensaban hacer ERTEs].
¿A cuáles?
No lo voy a
desvelar, no.
Díganos al menos de qué tamaño estamos
hablando, número de empleados...
Creo que soy clara.
Inditex ha frenado un ERTE previsto...
Lo que ha
hecho Inditex es una medida muy positiva. Muy positiva. Yo le doy las gracias a
esa empresa; y a otras empresas que han hecho lo mismo después. Pero quiero
explicarlo: no sé si somos conscientes del dinero público que costaría un ERTE
en Inditex, pero además, estas empresas son grandes multinacionales que tienen
enormes beneficios y tienen que solidarizarse en esta crisis. Aquí nos tenemos
que sacrificar todas, y las que más tienen, más. Así, los pequeños autónomos y
las pequeñas empresas, sectores que lo están pasando muy mal, se podrán ver
protegidos con estos recursos. Cuando se dialoga, las cosas van bien y sin dar
nombres, porque no quiero, pongo en valor lo positivo, a ver si cunde el
ejemplo.
Y desde
luego, hemos reconducido ERTEs, porque la ley llega adonde llega y siempre se
busca un recoveco para incumplir la ley. Hemos incorporado dos artículos en los
últimos reales decretos muy firmes con la advertencia de que vamos a examinar,
aunque ahora mismo no podamos. Porque un ERTE, normalmente, tiene un lapso
temporal determinado en el que se negocia, se examina... Vamos a examinar los
expedientes con la calma y la atención que se merecen, y comprobar si hay buen
uso de dinero público o no. Quiero recordar que las sanciones que conllevan
comportamientos fraudulentos serían no sólo devolver los recursos públicos
relativos a la empresa, sino todas y cada una de las prestaciones públicas,
computando por cada uno de los trabajadores de desempleo. Porque pagamos
impuestos para esto, pero no puede haber mal uso de los recursos públicos.
¿Cuántos recursos públicos se han invertido
a día de hoy?
No puedo
determinar eso a día de hoy, sí insistir en el dato de que estamos en torno a
los 500.000 ERTEs en toda España, con casi cuatro millones de trabajadores
afectados. Va a ser mucho dinero público y creo que está muy bien invertido. A
final de mes, volveré a dar datos oficiales sobre la nómina que se va a girar
relativa a las prestaciones públicas por desempleo.
Hoy [viernes 17 de abril] los autónomos van
a cobrar el paro por el cese de actividad. De 3,25 millones de autónomos que
hay en España, 900.000 han pedido la prestación. ¿Son muchos o pocos? ¿Cree que
los requisitos son equitativos? Por ejemplo, se requiere que su facturación se
desplome un 75% pero, por ir a un ejemplo concreto, el 75% de 4.000 euros son
1.000 euros y en cambio, el 66% de 1.000 euros son 333 euros. Un autónomo con
una facturación de 333 euros no cumpliría los requisitos y otro con una de
1.000, sí.
Esta no es
una competencia del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Es complejo,
porque tenemos la capacidad regulatoria sobre los autónomos y la economía
social, y esto es muy importante, pero compartimos con el ministro Escrivá
[José Luís Escrivá, titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones] la
parte que tiene que ver con el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos
(RETA), así que la materia a la que alude es del ministro Escrivá.
Efectivamente, los datos son correctos, hablaríamos de un tercio de los autónomos,
lo que indica que es un sector frágil. Tenemos 3,2 millones de autónomos en el
día de hoy y es probable que un poco más de un millón se acojan a la prestación
del cese de actividad. No me gusta nada hacer previsiones, pero quizás vayamos
hasta la mitad de los autónomos, un millón y medio... Es discutible cuánto es
el porcentaje de exoneración, pero quiero poner en valor que desde el
Ministerio de Trabajo, y antes de la pandemia, ya veníamos exigiendo el cambio
en la prestación del cese de actividad, porque tal y como estaba definida,
hacía casi imposible que un autónomo o autónoma la cobrara. Tenía que ir a los
tribunales para el reconocimiento por parte de la mutua. Ahora, con el
mecanismo que ha arbitrado Escrivá casi un millón de personas va a cobrar esa
prestación.
Las trabajadoras del hogar son un colectivo
formado muy mayoritariamente por mujeres y el BOE dice que el SEPE tiene hasta
el 1 de mayo para definir los criterios para el cobro de su prestación, un
subsidio sin precedentes, por lo que puede ser que no cobren hasta mayo o junio
¿Cuándo calcula que van a cobrar las trabajadoras del hogar? ¿Y los temporales
cuyo contrato ha finalizado? ¿Cómo están llevando el tema de las prestaciones
con las Autonomías? Porque ha habido críticas desde la Xunta presidida por
Feijóo en Galicia, su tierra...
Creo que la
oposición no está siendo todo lo cauta que debería de ser. Sobre todo, porque
el partido mayoritario de la oposición, el PP, ha gobernado este país y debería
conocer cómo funciona el sistema público de desempleo en toda España. Y tengo
que decir que por aquellas malas prácticas, con las que no voy a hacer política
ahora, han recortado en este servicio público a 2.500 personas de la plantilla.
Recordemos aquellos viernes denominados popularmente como "viernes de
dolores", en los que había que recortarlo todo y los servicios públicos no
valían para nada, en los que se quitaban las pagas extra y podría seguir así
hasta el infinito.
El sistema
público de empleo, como todas las empresas y toda administración pública, gira
nóminas y paga sus nóminas una vez al mes, y esto lo hacemos en todos los
empleos. Ya el mes pasado la nómina del SEPE se ha girado mensualmente, pero es
que además, de manera histórica, hemos adelantado el pago una semana. Y el
SEPE, como otras administraciones, paga el día 10, pero hemos adelantado el
pago al día 3. Es la primera vez en la historia, nunca se había hecho y lo
hemos conseguido a través de un acuerdo con las entidades financieras, a las
que quiero agradecer la colaboración activa que están teniendo. Han adelantado
la nómina al 3 de abril y fue por un importe de 1.215 millones de euros. Este
mes de mayo vamos a hacer lo mismo: adelantaremos la nómina del 10 al 3 de
mayo. Aunque el 1 de mayo es festivo -y el 2 y el 3, festivos en Madrid- vamos
a ir a principios de mayo, la vamos a volver a adelantar. Y quiero subrayar que
ayer mismo, entraron aproximadamente 110.000 expedientes en el Servicio Público
de Empleo, de los cuales, los trabajadores, desde sus casas -activos también
sábados, domingos y festivos- han resuelto 101.000. El día anterior entraron
124.000 expedientes, y se han resuelto 115.000. Son prestaciones, y así vamos
sumando todos los días de la semana.
Esto quiere
decir que todos estos cientos de miles de personas que entran a diario van a
recibir su nómina en mayo. Ahora bien, hay 17 autoridades laborales en España,
y por tanto tened en cuenta que lo que importa es la fecha en la que el
expediente llega al SEPE. Hay comunidades autónomas, singularmente la gallega,
de la que procedo, que, cuestionando un real decreto ley, una ley, han
modificado el plazo y han extendido el plazo de resolución del expediente hasta
10 días hábiles, que se convierten en 15 días naturales. Esto quiere decir que
vamos a retrasar todo mucho más.
Además,
vamos a hacer un mecanismo de comunicación, para que los ciudadanos y las
ciudadanas vean cómo diariamente se están resolviendo cientos de miles de
prestaciones públicas por desempleo, quiero poner esto en valor. Y otra cosa
más: yo podría hacer política, en el peor sentido de la palabra. Recordemos qué
pasó con Fátima Báñez [ministra de Empleo con Mariano Rajoy], qué pasó en el
SEPE. No lo voy a hacer. No lo voy a hacer porque no es mi estilo ni me gusta.
Me parece que no estamos aquí para hacer politiqueos, sino para resolver los
problemas de la gente. Y la gente que está esperando una prestación pública de
desempleo se merece respeto.
En un contexto donde el gasto público y la
contención o pérdida de beneficios por parte del sector privado son la única
salida para garantizar que nadie se quede atrás, como dicen ustedes, ¿están
recibiendo muchas presiones de empresarios o sus asociaciones? Han criticado
públicamente algunas de sus medidas.
Yo no me
siento presionada, sinceramente. Todo es presión, pero yo no me siento
presionada. Creo que el Gobierno, con el presidente a la cabeza, está tomando
medidas muy valientes, y creo sinceramente que estamos manteniendo una
fortaleza que nos une y que tiene que ver con no dejar a nadie atrás, como ha
dicho el presidente. Es cierto, he escuchado todo tipo de cosas, y me sorprende
mucho porque muchas de las medidas que se cuestionan se ponen en duda desde un
punto de vista ideológico. Muchas de las medidas que hemos adoptado, en nuestro
país de forma mucho más avanzada a veces, son adoptadas por gobiernos que son
conservadores o liberales, y no se cuestionan por los interlocutores esas
medidas. Quiero decir que, quizás, deberíamos estar a la altura de las
circunstancias. Lo digo sinceramente, y me parece que estas medidas que toma el
Ministerio de Trabajo en particular, con el presidente del Gobierno a la
cabeza, lo que hacen es proteger a los trabajadores y trabajadoras, al tejido
productivo, proteger en definitiva a la economía. Por puro interés deberían
estar apoyando estas medidas, y dejar la ideología. Cuando se conversó sobre la
prohibición del despido hubo diálogo, pero que no se comparta es diferente. Lo
entiendo.
Ha habido críticas por falta de diálogo.
He estado
ayer con todos los portavoces parlamentarios, he tenido una reunión por la
mañana con el diálogo social presidido por la vicepresidenta Calviño [Nadia
Calviño, responsable de Asuntos Económicos]. Durante toda esta mañana el equipo
de Trabajo está con los interlocutores sociales, ya en harina, desgranando
estas medidas. Hablo a diario con el señor Garamendi [Antonio Garamendi,
presidente de la CEOE]; con el señor Pepe Álvarez [secretario general de UGT];
con el señor Unai Sordo [líder de CCOO]; con pequeñas patronales y con
autónomos… Es cierto, lo quiero asumir porque es verdad, que hubo reales
decretos ley que no tuvimos ocasión de dialogarlos como estamos haciendo ahora.
Lo he asumido públicamente porque creo que debemos hacerlo correctamente. Y voy
a seguir discutiendo medidas con todos los portavoces parlamentarios esta
tarde.
Yo también
tengo recuerdos y sé que el Real Decreto Ley 3/2012 fue la primera medida que
adoptó el PP y no la dialogó con nadie, la impuso. Supuso enormes recortes
laborales y precariedad laboral a espuertas, que diría mi madre, y desprotección
social. Recordemos el recorte en la prestación pública de desempleo, y no pasó
nada. Y ahora, vamos, poco menos que nos dan lecciones de diálogo social. A la
pregunta: creo que no nos sentimos presionados, y de verdad vamos al unísono
tomando medidas que son valientes, y que son propias de la época que estamos
viviendo.
Volvamos al gasto público. ¿Cómo se
financia todo esto?
Con
impuestos.
¿Confían en la UE, que parece que se
resiste, y en las ayudas que va soltando a cuentagotas? ¿Qué hay de las medidas
fiscales? ¿Por qué no se valora una tasa Covid a las grandes fortunas, como
está estudiando Italia, para normalizar el gasto público? No serviría para
costearlo todo, pero sí para ayudar.
La primera
pregunta es muy relevante ¿Qué papel va a jugar la UE? Creo que se lo juega
todo. Si ya hay niveles de desafección muy importantes en la ciudadanía
respecto al papel que juega la Unión en esta crisis, como no sean capaces de
estar a la altura de las circunstancias estaremos en una situación muy
complicada. No es que lo diga yo, es que hasta coincido desde posiciones
ideológicas muy diferentes con personas de la ortodoxia económica. Se lo juega
todo. Hay medidas, se está avanzando lentamente, de manera tremenda…
Es desesperante.
Es
desesperante, lo comparto. Hablamos por ejemplo de un fondo de 100.000
millones, es insuficiente, igual que otras medidas. Quiero ser franca porque es
así. Creo que es importantísima, es la clave de la resolución de esta crisis. Y
España, con el presidente del Gobierno a la cabeza, tiene que pelear para que
consigamos el objetivo de poder salir de esta crisis en buenas condiciones.
Sobre la segunda: nosotros somos muy claros con la necesidad de que se cumpla
el mandato constitucional, me refiero al artículo 31 ["Todos contribuirán
al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo…"]. Y hay muchas entidades y muchas
personas en este país que creemos que no contribuyen a las arcas públicas como
lo deberían hacer. A la pregunta de si hay que tomar medidas en el ámbito
fiscal, no es de mi competencia, pero me consta que se están trabajando medidas
por la ministra Montero, un sinfín de medidas que abarquen estos debates. Es
cierto también que justo antes de la pandemia creo que estábamos, además de
manera muy avanzada, con el impuesto a las tecnológicas, el petróleo del siglo
XXI. En alguna entrevista yo me remití a un dato: en impuesto de sociedades una
empresa española, como es el caso Repsol, aportaba a las arcas públicas más de
1.400 millones de euros. Las grandes tecnológicas en nuestro país no llegan ni
a 70 millones de euros
Es una
enorme injusticia, de verdad, nos hace más desiguales, y ahora mismo es el
momento de lo público. Es el momento de la educación, de la sanidad, del SEPE,
de la Tesorería General de la Seguridad Social, del INS, de todos los servicios
públicos, de los medios de comunicación, de quienes giran, prestan y garantizan
nuestros derechos fundamentales. Para esto necesitamos impuestos, y obviamente
los que más tienen más aportan. La única aportación que veo por parte de la
derecha es bajar impuestos. Y la pregunta que me hago yo es, ¿con qué pagamos a
los sanitarios y sanitarias si bajamos los impuestos? ¿Con qué pagamos a
nuestras maestras y maestros? Además, me quiero solidarizar con ellas, porque
hago las tareas con mi hija Carmela, y se han visto abocados en la comunidad
educativa a trabajar telemáticamente, a no poder hacer seguimiento, aunque me
consta que lo hacen. Pongamos en valor lo público. Estos mensajes desde la
derecha, que sin rubor pide bajar impuestos a todo el mundo, o aplicar
moratorias a todo el mundo por igual, ¿pero esto qué es? De verdad, un poco de
prudencia.
Terminamos ya, ministra. Es verdad que no
es su competencia pero, como política comprometida y feminista, queremos
preguntarle por la preocupación que existe entre asociaciones feministas por
las prostitutas y víctimas de trata que están escapando a todo tipo de
controles, y están siendo obligadas igualmente a prostituirse sin ningún tipo
de control humanitario o sanitario, y también es una cuestión de salud pública.
No tienen alternativa, muchas de ellas están amenazadas. ¿Le consta si en el
Gobierno se ha pensado algún tipo de medida para intensificar los controles de
estas actividades? Aunque se ha obligado a cerrar los burdeles y barras
americanas, es verdad que continúan, y se está denunciando que muchas mujeres
están escapando al control de las asociaciones.
Éste es un
tema de máxima envergadura. A pesar de que se prohíben cosas, la economía irregular
funciona, sin lugar a dudas. No es de mi competencia pero, primero: los
derechos humanos y los derechos fundamentales hay que respetarlos con pandemia
y sin pandemia. Si decía antes que las mujeres prostitutas tienen que tener
todo tipo de derechos, sanitarios y por supuesto todo tipo de protección, lo
voy a mantener ahora mismo. No es de mi competencia, pero me consta que en el
Ministerio de Igualdad están trabajando, y hablaré con Sanidad para que desde
luego tengan en cuenta esta perspectiva. Estas son las cosas que creo que le
preocupan a nuestro país, y siento cierta tristeza porque el partido
mayoritario de la oposición, lejos de trabajar en lo que está enfocado el
Gobierno, en el futuro del país, que es lo que está en juego, en la vida de nuestra
gente, parece que están obsesionados con el futuro del Gobierno.
Yo creo que estos temas son los que realmente
importan, y que nos deben unir. Tengo la sensación de que, mientras el Gobierno
va actuando, con aciertos y con desaciertos, el PP y la extrema derecha lo
único que hacen es insultar y bloquear. Es la percepción que tengo y lo digo.
Vamos, he comparecido en la sesión de control hace dos días, y si fuera capaz
de relatar la cantidad de insultos del señor Echániz [José Ignacio Echániz,
diputado del PP]… Es poco edificante. Yo creo que nuestros hijos no se merecen
representantes públicos así. A mi me apasiona la discusión política, no
coincidiendo y con matices. Pero claro, en una pandemia de estas
características creo que los temas importantes son, por ejemplo, las mujeres
prostitutas que señalabais, y otros sectores en la economía irregular que están
desprotegidos ahora mismo.
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