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miércoles, 15 de abril de 2020

El PCE ante la situación actual de la pandemia y los retos del Gobierno de coalición


A la vista de la compleja situación política que atravesamos estos días en España, el PCE quiere hacer las siguientes consideraciones:
1.- El lunes día 13 abril expiró el Decreto 10/2020 sobre el “permiso retribuido recuperable” que, de facto adelantó el inicio de las vacaciones de pascua al lunes 30 de marzo. Volvemos al escenario regulado por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaró el Estado de Alarma. Ello significa que continúa el confinamiento doméstico y demás medidas de contención contempladas en este Decreto - cierre de actividades comerciales no esenciales, cierre de servicios a la ciudadanía no esenciales y continuación de todo el teletrabajo que sea posible – pero se retoma buen parte de la actividad industrial no esencial y la mayoría de la actividad en la construcción.
El PCE entiende que habría sido muy conveniente prorrogar la situación de permiso retribuido recuperable al menos una semana más, y contar con un periodo de tiempo más largo para evaluar el descenso de los contagios de la pandemia, favoreciendo así tomar la decisión más adecuada sobre el reinicio paulatino de toda la actividad económica posible.
2.- Si bien es cierto que las actividades industriales y laborales que se reinician deben desarrollarse atendiendo a estrictas medidas de seguridad laboral -utilización de equipos de protección, distancia social de seguridad en el puesto de trabajo, variación de turnos para evitar aglomeraciones, etc. -, en la práctica los sindicatos han dicho claramente que estas medidas van a ser insuficientes, porque va a ser muy difícil asegurar su cumplimiento y porque también va a ser difícil adoptar medidas para que las autoridades intervengan eficazmente para hacerlas cumplir donde no se haya observado su cumplimiento por parte de las empresas.
En esta situación, el PCE considera que es prioritario adoptar las medidas necesarias para garantizar la salud de las personas, de una forma especial en este momento la de las personas que tienen que salir de casa para trabajar. Es imprescindible hacer compatible la garantía de la salud de las personas trabajadoras con la vuelta paulatina a la actividad económica, siendo conscientes de la necesidad de ir recuperando toda la posible actividad económica para evitar que la ya evidente recesión la paguen las personas trabajadoras y los más vulnerables.
3.- Desde esta perspectiva, Unidas Podemos ha defendido la continuación de las máximas medidas de contención contra el virus, siguiendo el modelo del Decreto 10/2020. A pesar de ello, los sectores políticos y económicos que representan a la oligarquía han antepuesto, desde el primer día de la pandemia, el máximo de mantenimiento de actividad económica y la máxima obtención de beneficio económico a cualquier otra consideración y, en especial, a la salud de las personas. En esta pugna han conseguido finalmente evitar que en estos días se acordara la ampliación de la medida que imponía el permiso retribuido incluido en el Decreto 10/2020 que expiró a las 24h del domingo 12 de abril.
4.- El PCE considera que es un problema que no se hayan podido adoptar nuevas medidas que permitieran mantener la reducción de la actividad económica exclusivamente a lo esencial al menos unos días más, pero al mismo tiempo entendemos que éste no es el único conflicto de la disputa que mantenemos con las fuerzas que defienden la aplicación de medidas neoliberales. Desde el estallido de la pandemia se viene agudizando la lucha de clases en este sistema capitalista globalizado que ya se había demostrado incapaz de garantizar una forma de vida diga para la humanidad.
Son muchos los puntos de discusión abiertos que juntos integran la verdadera lucha que se está librando en estos momentos en la sociedad española -en el Consejo de Ministros/as, en las mesas de diálogo social entre sindicatos y patronal, entre las distintas fuerzas políticas y movimientos sociales, y entre los sectores que influyen en la opinión pública -, que no es otra que la definición del modelo económico y social de España en la post pandemia.
5.- Las fuerzas del régimen están poniendo en evidencia que no soportan en esta crisis la presencia en el Gobierno de Unidas Podemos, que está peleando y consiguiendo que se adopten las medidas denominadas de Escudo Social, medidas que tienen como finalidad evitar que la crisis la paguen los trabajadores y las trabajadoras y cuyo próximo objetivo es la aprobación de un Ingreso Mínimo Vital o equivalente para todas las personas que acrediten insuficiencia de recursos.
Sin duda, con una correlación de fuerzas más favorable en el Ejecutivo, en el Congreso de los Diputados y en la sociedad, habríamos aprobado medidas más eficaces y de mayor capacidad transformadora. Pero la oligarquía lo ve de otra forma y actúa en consecuencia: con 35 de 350 diputados/as, Unidas Podemos ha ido demasiado lejos consiguiendo que se aprueben medidas nunca vistas en España en una situación de crisis cíclica capitalista.
Por ello, cada día contemplamos la ofensiva desatada por la derecha política, social y mediática contra nuestra presencia en el gobierno y contra la aprobación de más medidas sociales. Esta ofensiva se concreta, entre otras actuaciones, en llamamientos a un gobierno de “concentración nacional”, en la campaña intensa de mentiras perfectamente organizada para desestabilizar las instituciones democráticas, en los llamamiento a constituir un gobierno de excepción - junta gubernamental de cuatro integrantes, siguiendo el modelo de la junta militar de Pinochet -, en la ruptura por la patronal del diálogo social, como ocurrió el viernes 10 de abril con la excusa de no haber sido consultada sobre la aprobación del Ingreso Mínimo, o en los ataques constantes a nuestras ministras y ministros por parte de los poderosos sectores económicos.
6.- El PCE llama la atención de que nos encontramos a las puertas de decisivas batallas para la determinación de un modelo de reconstrucción económica y social post Covid 19 en favor de la clase obrera y las capas populares. Un modelo que requiere la adopción de medidas estratégicas a medio plazo, pero también la adopción de medidas urgentes para el mantenimiento del máximo empleo, medidas como: garantizar la extensión de los ERTES más allá del final oficial del Estado de Alarma para evitar que se destruyan los puestos de trabajo suspendidos por estos; medidas para recuperar la soberanía industrial y revertir la deslocalización, recuperando puestos de trabajo y garantizado la soberanía productiva y energética, a cuyo fin debemos exigir la aplicación de los artículos 128 y 131 de la Constitución; medidas fiscales inmediatas para poder fortalecer el sector público o la aprobación inmediata de una medida de Ingreso Mínimo Vital o equivalente que permita que todas las personas trabajadoras dispongan cada mes de un ingreso digno de subsistencia. Y para avanzar con éxito en el anterior objetivo, sin duda es necesaria la anulación o, al menos, la disminución del poder de las distintas instituciones del Estado no controladas democráticamente.
En este marco consideramos estratégica nuestra presencia en el Consejo de Ministros para, desde esa posición, también contribuir a conseguir las anteriores medidas, porque la lucha de clases ha alcanzado una fase intensa que se está librando ahora en múltiples frentes, en los movimientos sociales y sindicales, en los distintos espacios de la vida social y cotidiana y también en el Consejo de Ministros/as. En este momento álgido de la lucha de clases no procede ni siquiera plantearse retroceder a “cuarteles de invierno” que no existen, ni procede pensar en reservarnos para batallas futuras cuando ahora se libra una confrontación política decisiva para el futuro de nuestro país y de la clase trabajadora española.
7.- El PCE es consciente de que la clase trabajadora y las capas populares de todo el planeta nos estamos jugando el futuro, por eso hacemos un llamamiento para la movilización social, sindical y política. Debemos tener claro el bloque del que formamos parte en este escenario de confrontación, conocer cuáles son los aliados con los que contamos, y disponer de una estrategia que permita ir sumando para alcanzar una salida progresista y socialmente avanzada de esta crisis.
Nuestra obligación es evitar dividir fuerzas o caer en provocaciones que solamente interesan a nuestros enemigos de clase, no confundir nunca los objetivos parciales con el objetivo final de nuestra lucha.
Madrid, 14 de abril de 2020
Secretariado del Comité Central del PCE

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