En estos tres últimos días hemos hecho toda la ronda de contactos y
reuniones con las Asociaciones y Organizaciones Políticas con las que estábamos
comprometidos y que aún no habíamos tenido. No contaré el contenido completo
porque sería demasiado extenso y aburrido, aunque si señalamos algunos de los
temas más candentes repetidos en las reuniones. Las organizaciones libanesas
con las que nos hemos reunido son: el Partido Democrático Popular (comunista),
Organización de la Campaña de Boicot contra los que apoyan a Israel (BDS de
Líbano), Hizbulá (religioso-nacionalista) y el Partido Comunista Libanés. Las
organizaciones palestinas con las que nos hemos reunidos en los campos de
refugiados han sido: Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), Frente Democrático
de Liberación de Palestina (FDLP) y Partido Popular Palestino (PPP), los tres
se consideran comunistas. La última reunión la tuvimos con una organización de
mujeres del campo de Eil el-Hilweh.
Los campos palestinos de Líbano, por lo que hemos visto, son una parte
de la tierra palestina, instaladas en parcelas de 1 Km cuadrado. Sus habitantes
son una parte del pueblo palestino, expulsado de su tierra en Mayo de 1948, que
pensaban que volverían en breve a sus casas y pueblos y que cerca de 70 años después
siguen esperando su vuelta, los que son sobrevivientes aún y las siguientes
generaciones que han nacido y siguen viviendo en los campos. Piensan y sienten
como pueblo palestino, y están comprometidos y se sienten un solo pueblo con el
resto de la diáspora palestina en Jordania, Siria, Egipto, Iraq y resto del
mundo y también con quienes siguen viviendo en la Palestina histórica, tanto
los que viven en el estado sionista de Israel, como en los territorios de Gaza
y Cisjordania. Un ejemplo de ello es la concentración que vivimos y en la que
participamos en Eil el-Hilweh, el campo de Saida -Sidón en Solidaridad con las
compañeras Khalida Jarrar Khitam Saafiny apresadas bajo la figura de “detención
administrativa”, en Ramala, la capital de Cisjordania. Otro ejemplo es la
demostración de Dabke, baile popular palestino que nos hicieron un grupo de
niños y niñas entre 6 y 12 años, despidiéndonos de nuestra visita al campo.
También en los campos se sigue una evolución política similar al resto de
territorios palestinos diseminados, a grandes rasgos, los partidarios
mayoritarios son Fatah y Hamás, los partidos de izquierda siguen en la lucha,
aunque han pedido mucha fuerza con respecto al periodo de los años 80, y han
crecido los partidos extremistas religiosos, tipo al-Qaeda y DAESH.
Pero los campos de Líbano son los que están en peor situación de
pobreza y hacinamiento comparándolo con el resto de la diáspora. La prohibición
de trabajar en Líbano, salvo excepciones puntuales que hace el gobierno
otorgando permisos de trabajo para actividades y periodos concretos, (cosecha
de plátanos, por ejemplo), la prohibición de ampliar la habitabilidad en los
campos (en Eil- el-Hilweh están cercando el campo con un muro de hormigón y
torretas de vigilancia), la negativa del gobierno a dar asistencia médica o de
enseñanza, hacen muy penosa la vida de los refugiados.
En los debates políticos tenidos con los partidos palestinos hay
coincidencia en el rechazo a los Acuerdos de Oslo, que permitió la creación de
la Autoridad Nacional Palestina, pero que olvidó a los 5 millones de refugiados
y que permitió que siguieran aumentando las colonias de sionistas israelíes
arrebatando el suelo palestino de Cisjordania. Hay coincidencia también, en que
la solución del conflicto será, el de un estado palestino multiétnico, laico y
democrático, donde las personas tengan derechos iguales de ciudadanía, no por
su religión sino por su condición de ciudadanos; aun así, aceptan el mandato de
la ONU de crear dos estados a partir de las fronteras de antes de la guerra del
67, como fórmula de avanzar hacia su ideal. Todos defienden también la
necesidad de aumentar la unidad entre los partidos laicos de la izquierda
palestina, para poder jugar un papel decisivo en la liberación del pueblo
palestino. El esfuerzo por mejorar las condiciones de vida y garantizar la
educación y la sanidad a los habitantes de los campos es otra política
compartida.
De la reunión con los partidos libaneses destacamos: primero, la
coincidencia en su apoyo e identidad con el pueblo palestino y su consideración
del estado sionista de Israel como instrumento, no solo de opresión del pueblo
palestino, sino como el gendarme del imperialismo en la zona para impedir la
unidad y el progreso de la nación árabe en el conjunto del oriente medio; la
defensa de Siria frente a la agresión del imperialismo a través de distintas
bandas terrorista de fanáticos religiosos, pero también comparten la idea de
que los errores del estado sirio, (falta de democracia, políticas económicas
neoliberales…) han permitido esa agresión; es necesario hacer un esfuerzo por
la paz y por el diálogo político; el pueblo sirio tiene que decidir soberana y
democráticamente su futuro. Tercero, la simpatía e identificación con la
revolución cubana (incluyendo a Hizbulá) y todo el proceso de lucha
antiimperialista desplegado en los países del sur de América. Cuarto, la
necesidad de acabar con el régimen confesional de Líbano, escudo de defensa de
la burguesía cristiana y sunní, para ocultar la explotación y la opresión de las
clases trabajadoras por el capital. Quinto, critican como profundamente
antidemocrático el sistema electoral de Líbano basado en cuotas religiosas,
según la cual La mitad de los parlamentarios tienen que ser árabes cristianos y
la otra mitad árabes musulmanes. Además, el Presidente del País debe ser
cristiano Maronita, el primer ministro musulmán sunnita y el presidente del
parlamento musulmán chiita… y siguen el reparto en los escalones militares,
judiciales, etc.
Lo peor, lo más inconcebible, es que el censo electoral es de 1932 y
no se puede cambiar porque entonces no habría manera de cuadrar ese reparto.
Recientemente ha habido una reforma electoral que básicamente ha reducido los
distritos electorales a 15, antes estaba más atomizado, la cual ven todos como
positivo, pero muy lejos de lo que debe de ser una ley electoral democrática.
Los más beneficiados por este reparto confesional es el clan de los Hariri;
Saad Hariri es el nuevo primer ministro e hijo de Rafic Hariri, ambos
millonarios, árabes sunnitas y protegidos por los reyes de Arabia Saudí. Rafic
fue asesinado con un coche bomba en 2005 y ello generó en grandes
movilizaciones contra la presencia de tropas sirias en Líbano (que abandonó
Líbano a raíz de estas protestas), ya que acusaron a esta de estar detrás del
asesinato. Rafic se enriqueció, contando con el apoyo y la financiación de
Arabia Saudí, comprando las parcelas y los edificios destruidos por la guerra
civil en Líbano.
Es difícil diferenciar entre Hariri primer ministro entre Hariri hombre
de negocios, que compraba baratos terrenos agrícolas o devastados por la
guerra, los recalificaba y construía como suelo urbano. Para muchos libaneses
Rafic Hariri y sus descendientes, son unos grandes benefactores del pueblo y
para otros muchos en un chorizo. En honor de Rafic se construyó en el centro de
Beirut, dicen que costeada por su familia, la mezquita Mohamed al-Amín, donde
está enterrado Rafic a la que se considera la hermana menor de la mezquita azul
de Estambul. Estuvimos paseando, ya al final de la jornada del jueves en
Berirut, por la zona de centro donde está la Mezquita, el Parlamento, iglesias
cristianas maronitas etc. Pero lo que más nos gustó fue la foto de un hombre en
la calle Hamra, distrito pegado a La Corniche o paseo marítimo de Beirut. Este
hombre protagonizó el primer acto de resistencia en el Beirut ocupado por el
ejército de Israel en 1982; fue espontáneo, tres militares israelíes se
sentaron a tomar café en una terraza de la famosa calle Hamra. Llegó el
camarero y le hicieron el pedido, cuando volvió, llevaba la bandeja con los
cafés y también una pistola, les sirvió el café y le pegó un tiro a cada uno.
En el sitio donde ocurrió hay un cartel con la imagen del camarero y la fecha
celebrando su heroicidad, que los israelíes denominarán con terrorismo, pero
que el pueblo libanés considera heroísmo de la resistencia. Os adjunto la foto
del camarero resistente, de la última reunión con las mujeres del campo Eil
el-Hilweh y del campo de refugiados Mar Elias de Beirut donde tuvimos las
reuniones con el FPLP y el FDLP.
Hemos escrito esta crónica ya desde Madrid, después de descansar un
poco del viaje de 36 horas (cosas de los vuelos baratos), agradecidos a Adel y
a su familia por su hospitalidad y su esfuerzo para que pudiéramos conocer de
cerca la situación de los campos de refugiados y la situación política de
Líbano, impresionados por la difícil subsistencia del pueblo palestino en esos
campos y esperanzados, viendo su ejemplo, en la lucha de los pueblos oprimidos
que no cesan en su lucha por su soberanía y su libertad.
Saludos fraternales.
Manolo García
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