Hoy es Lunes, 10 de Julio, el proyecto de trabajo que tenemos para hoy
es reunirnos a medio día con el partido libanés OPN (Organización Popular
Nasserista) y luego viajar hasta Trípoli, en el norte de Líbano, para visitar
los campos de refugiados de Beddawi y Nahr el-Bared. Sin embargo, nos informan
de cambio de planes y después de la reunión con OPN vamos a visitar el campo de
refugiados de Ein el-Hilweh, dejando para mañana el viaje a Trípoli.
Tenemos la reunión con OPN en su sede de Saida-Sidón, en ella participan
por OPN, el Presidente, Osama Saad, y el Secretario de Internacional, Samer
Jradi. Prácticamente en todos los países árabes existen partidos nasseristas
que se identifican con el proyecto político del gran dirigente egipcio que fue
Gamal Abdel Nasser, que defendió la idea de enfrentar la debilidad y la
subordinación del mundo árabe al imperialismo, volviendo a unir a los países
árabes, proyecto político que se popularizó como Panarabismo. La victoria más
importante de Nasser fue la nacionalización del Canal de Suez.
El Sur de Líbano es la zona de mayor influencia política de la OPM,
que históricamente ha sido aliado y ha apoyado la lucha de los palestinos,
siendo uno de los partidos más importantes del Frente de Resistencia contra
Israel. También es un partido que se considera socialista y ha estado al lado
de las luchas populares. El primer Presidente del partido fue asesinado cuando
siendo diputado encabezaba una manifestación de pescadores de Saida, hace algo
más de 40 años. El segundo presidente sufrió un atentado con bomba lapa en su
coche que acabó con la vida de una de sus hijas y a él lo dejó ciego. El actual
presidente, Osama, nos manifiesta su autocrítica porque considera que la
pérdida de influencia del nasserismo en el mundo árabe en general y en Líbano
en particular se debe a graves errores políticos que han cometido. Considera un
grave error que Nasser no construyera instituciones democráticas de
participación popular; si esto se hubiera hecho, los sucesores de él a su
muerte, ocurrida repentinamente el 28 de septiembre de 1970, no hubieran podido
traicionar su legado de defensa de la nación árabe y del socialismo.
Con respecto a Líbano, algo mal habremos hecho cuando de liderar el
Frente de Resistencia, hemos sido desplazados por Hizbulá. Aunque él no lo
cuenta, sabemos que la OPM ha sido y es un ferviente admirador de la Revolución
Cubana; organizó actos de apoyo en Saida-Sidón por la libertad de los 5 presos
cubanos en EEUU y formó parte del homenaje popular que aquí se hizo a la muerte
de Fidel. El OPM está decidido a continuar la lucha y los hombres y mujeres de
aspecto humilde, que en el hall y en distintos despachos van a exponer sus
problemas, atestiguan que son un partido amigo del pueblo y de la clase
trabajadora.
Por la tarde, vamos a visitar, al haber conseguido por fin el permiso,
el campo de Ein el-Hilweh. Si consultas en la Wikipedia por este campo, se
puede leer literalmente: "zona sin leyes" y “las cuadrillas
criminales o de militantes controlan el campo”. Quizás esa expresión se deba a
que el pasado 13 de abril murieron nueve personas y más de 50 fueron heridas de
bala en un enfrentamiento entre un grupo Salafista (los “rebeldes moderados”
que combaten contra el gobierno en Siria) que quería hacerse con el control de
una zona del campo y las milicias de seguridad (compuestas por todas las
fracciones políticas palestinas) que las enfrentaron.
Entramos en el Campo de Ein el Hilweh sobre las 6:30 de la tarde,
después de esperar más de media hora en el control de entrada del Ejército libanés.
Es el mayor campo de refugiados palestinos de Líbano y también de todos los que
están fuera de Palestina, por lo que lo llaman la capital de los campos. La
media de habitantes es de 80.000 pero se calcula que habrá al menos 100.000
después de la llegada de refugiados de Siria. El perímetro del campo es de 2’5
Kilómetros cuadrados, con lo que se repite la situación asfixiante de otros
campos. Solo hay dos “avenidas”, la de arriba y la de abajo, en las cuales
caben dos coches con dificultad; además está la calle central del mercado que
tiene una anchura similar; el resto de las vías lo constituye un laberinto
infinito de callejones de algo más de un metro de anchura, que solo pueden
transitar sin perderse quienes llevan años allí viviendo a la fuerza.
El Campo data de 1948 y los primeros refugiados y sus descendientes
tienen papeles de residencia en Líbano y pueden salir y entrar en el campo a
través de los controles impuestos en los accesos por el Ejército Libanés. Sin
embargo, la ola de refugiados de la guerra del 67, la guerra del 82 con Israel
o la última guerra en Siria, ha dejado en el campo a cientos, quizás miles de
refugiados sin papeles, o de prófugos que están buscando por su participación
en acciones armadas en Siria o en Líbano. Estos refugiados no pueden salir de
ellos porque podrían ser detenidos o deportados.
Una de las barbaridades jurídicas en esta maraña de normas es que los
descendientes de padres palestinos que huyeron en el 47 de Palestina heredan la
condición de refugiados con estatutos y derechos ante la Agencia de Naciones
Unidas, pero si es hijo de madre refugiada legal y padre sin papeles, no
accederá a la condición de refugiado con estatuto porque ese derecho de
descendencia no se reconoce a las mujeres (y luego va la ONU a celebrar el día
internacional de los derechos de las mujeres)
El Campo está gobernado por un comité social y un comité de seguridad,
y en ambos participan todos los partidos políticos palestinos presentes en el
campo. El gobierno libanés y la OLP firmaron los Acuerdos de El Cairo en 1969
que autorizaban la creación de comités populares en cada campo para su
administración y la formación de una policía militar armada que se encargaría
de la seguridad dentro de los campos. En los casos de los campos del sur de
Líbano que están cerrados y tienen controles de acceso, el Ejército libanés
controla esos accesos, pero no está autorizado bajo ningún concepto a entrar en
el interior de los campos.
Lo único que nos ha asustado del Campo es la suciedad, el hacinamiento
y las carencias para una vida digna. La gente palestina, como el pueblo árabe
en general es hospitalaria, acogedora, cariñosa. Después de saludar a
compañer@s del FPLP del campo vamos a visitar el hospital Al-Nedaa, el único
que existe en el Campo y que pertenece a la Fundación Human Call Association.
Allí nos entrevistamos con su Director-Gerente Mustafá Abou Atieh. Él es un
hombre joven y extraordinariamente simpático y afable, que nos cuenta algunas
cosas del campo y del hospital. El impulso para la creación del hospital en
1986, fue iniciativa de George Habash, fundador del FPLP, pero que también era
médico (le llamaban el doctor). Él nos explica que los acuerdos de paz de Oslo
en 1993 entre Israel y la OLP fue un durísimo golpe para los refugiados, ya que
de pronto se firmaba un acuerdo en el cual ellos, 5 millones de palestinos
malviviendo en el exilio, ni eran nombrados ni existían; ni en el derecho a
volver a su casa, ni en el derecho a tener una protección social en países
extranjeros donde no tienen ciudadanía y están en un limbo administrativo.
Esta situación reforzó la idea de intentar mejorar su existencia desde
sus propios medios y por tanto de apostar por tener y mejorar su propio
hospital. Después de mucho esfuerzo, dedicación y solicitud de apoyo a asociaciones
libanesas e internacionales consiguieron tener un hospital que funciona las 24
horas del día, dispone de 19 camas, urgencias, unidad móvil, sala de
operaciones, incubadora para prematuros, laboratorio, farmacia… Aunque el
hospital es una fundación humanitaria que atiende a todo el mundo, palestino,
sirio o libanés de cualquier clase, la gente sabe que es el hospital del FPLP,
aunque en realidad la mayoría de los 100 empleados que tiene no sean del Frente
y los militantes tengan el mismo trato que cualquier enfermo cuando acuden al
hospital, aunque el equipo directivo y de gestión sin son militantes del FPLP.
El hospital es de pago, aunque los precios son simbólicos y ajustados
al nivel de pobreza que hay en el campo. Se da la circunstancia de que al ser
el único hospital, cuando se han producido enfrentamientos armados, los heridos
tanto de un bando como de otro son atendidos en el mismo hospital. Nos contó
Mustafá que en una ocasión un herido, salafista, fue atendido mientras que
militantes de Fatah que habían intentado matarlo exigían su entrega rodeando el
hospital y dispuestos a bombardear este si era preciso. Dentro, los compañeros
del herido estaban dispuestos a defenderlo como fuera. La actitud firme de los
médicos de que ellos iban a operar al paciente, pasara lo que pasara y la
mediación de la milicia del FPLP, evitó la tragedia. Se pasó un mal momento
pero el hospital tiene el reconocimiento y el respeto de todo el campo de
refugiados.
El viernes 14, nos hemos comprometido a volver para visitar el campo
con más tranquilidad.
Saludos fraternales.
Manolo García
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