El
Partido Comunista de España celebra este sábado 9 de abril, coincidiendo con el
39 aniversario de su legalización, la 1ª fase del XX Congreso del PCE, en este
Congreso -que no se elegirá dirección- el objetivo es dar respuesta a los retos
que tiene el Partido Comunista en el estado español en este Siglo XXI, retos
que requieren la elaboración de un Manifiesto Programa que plantee una
propuesta para avanzar hacia el socialismo y el comunismo haciéndolo desde la
realidad en la que vivimos y luchamos.
Los
grandes ejes del debate serán los siguientes:
Revolución democrática para la
construcción de un nuevo país
La
construcción de un nuevo país pasa, para el PCE, por el cambio de estructura
social y la derrota del bloque de poder responsable de la actual crisis, un
bloque formado por la alianza del capital financiero internacional con la clase
empresarial de nuestro país. Por ello los comunistas plantean que sin la
derrota de este bloque de poder es imposible la construcción de un nuevo país.
La propuesta del PCE es incompatible con el proyecto de “reforma
constitucional”, para ello plantean un proceso constituyente que haga posible
el programa de la revolución democrática en nuestro país.
Por
tanto, la cuestión social y condición periférica del estado español marcan las
tareas prioritarias de la revolución democrática que se pueden resumir en
impulsar un proceso constituyente para la construcción de un nuevo país en
torno a tres pilares básicos: soberanía, derechos y trabajo garantizado,
remarcan desde el PCE.
Centrar la acción en el conflicto,
confrontación entre reforma y ruptura
El
análisis realizado por los comunistas se plantea que los resultados del 20-D
parecen dejar la confrontación entre los proyectos de reforma y ruptura, ya que
la simple continuidad del sistema parece imposible. A partir de este análisis,
señalan, es fundamental tomar en cuenta los profundos problemas derivados de la
construcción de una sociedad basada en la precariedad y desigualdad como
realidad estructural, una realidad que abre la posibilidad de la reconstrucción
del proyecto del partido en torno a un nuevo asalariado urbano, con una
realidad muy diversa y diferenciada según sexo y origen, resultado de una
década de crisis, de retroceso de derechos y de políticas de recortes.
En
este sentido, desde el PCE se plantea que, para ganar posiciones en la
confrontación entre Reforma y Ruptura, centrar el eje de gravedad de la
actividad en la calle, en el conflicto, en la lucha y en la realidad cotidiana
de la vida de la gente para desde ahí?, construir un proceso de Unidad Popular
en torno a un proyecto rupturista y de revolución democrática y social para
confrontar con la ofensiva del sistema que busca su propia regeneración
mediante la construcción de una nueva forma de representación política y social
que se expresa bajo la idea de una segunda transición.
Tres proyectos de clase
En
los textos a debate se caracterizan tres proyectos de clase en la actualidad,
un primer proyecto de carácter continuista, donde cabria incluir al
empresariado tradicional español de sectores como el inmobiliario, el turístico
o de restauración, proyecto para el cual la prioridad política es
constitucionalizar las políticas de austeridad, y en especial, la adopción de
una reforma electoral de carácter mayoritario. Un segundo proyecto de carácter
regeneracionista definido como la necesidad de asumir cambios
superestructurales sin modificaciones en la estructura económica y laboral del
país. El elemento central de dicho proyecto es la reforma constitucional. Los dos
primeros, el continuista y el reformista son complementarios, aunque todavía no
han llegado a un acuerdo lo que les ha impedido formar gobierno.
Y
un tercer proyecto, donde se sitúan los comunistas, que vendría definido por la
defensa de la ruptura democrática bajo la forma de proceso constituyente y en
el cual su más genuina expresión política es IU-UP con algunos sectores de la
izquierda nacionalista y que se identifica con las zonas de las periferias
urbanas más afectadas por la precariedad laboral, sectores que son la base de
una nueva expresión del conflicto social como por ejemplo los casos de Coca
Cola en Lucha o Movistar.
Para
el PCE, las fuerzas políticas mayoritarias se sitúan entre el primer y segundo
proyecto, buscando la síntesis entre ambos, y plantean que el reto es saber ver
las contradicciones que estos posicionamiento pueden producir entre sus bases
sociales para conseguir variar la correlación de fuerzas desde la presión
social y el trabajo político.
Actualizar la política de
convergencia del PCE
En
este Congreso el PCE reafirmara su voluntad de trabajar para que IU avance en
la configuración de un Movimiento Político y Social que dé respuesta a la
necesidad de construir la más amplia unidad popular en torno a la propuesta de
ruptura democrática y social.
El
Congreso planteará cómo organizar la estrategia para recuperar los objetivos
del PCE cuando en 1983 planteó la Convergencia Social y Política y que dio
lugar a la fundación de Izquierda Unida, en este sentido la propuesta es
impulsar una formación de nuevo tipo, con nuevos métodos, que superase la forma
de partido clásico y se configure como un movimiento político y social,
organizado en torno a la elaboración colectiva de un programa común, una organización
en la que sobran por tanto, la mayoría de las estructuras, la mayoría de los
aparatos internos y falta la organización real de las asambleas locales y
sectoriales, las de las áreas de elaboración y acción política, para ser un
actor importante, que no único, en la transformación social de izquierdas.
Soberanía y ruptura con la Europa
del Euro
Para
el PCE es imprescindible tener claro que en el marco de la Europa del Euro, es
imposible una salida social de la crisis, es imposible avanzar hacia el menor
grado de justicia social, de distribución justa de la riqueza en un marco que
no solo consolida el neoliberalismo, sino que pretende entregarse a los EEUU
mediante un Tratado de Libre Comercio que acabaría definitivamente con la
posibilidad de construir un espacio social en Europa. Y por lo tanto, según el
texto, se trata por tanto de plantear las forma de romper esta Europa del Euro
y construir con otras fuerzas y colectivos una alternativa para plantear una
integración europea desde la horizontalidad, la solidaridad y la justicia
social, la cuestión es plantear la puesta de los recursos de Europa al servicio
de conseguir mejoras sociales, económicas y de todo tipo para la mayoría
social, y conseguir la hegemonía de la clase obrera y sectores populares de la
sociedad en la construcción de una Europa de los pueblos.
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