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martes, 5 de febrero de 2019

Izquierda Unida rechaza el reconocimiento ilegal y contrario al derecho internacional de Juan Guaidó y denuncia que favorece el intervencionismo militar de EEUU en la región

1. Izquierda Unida rechaza el reconocimiento irresponsable, ilegal y cómplice por parte del gobierno español del golpista Juan Guaidó como 'presidente encargado' de convocar próximas elecciones presidenciales en Venezuela, y advertimos al Gobierno español de que este gravísimo error político tendrá consecuencias muy negativas tanto para Venezuela como para nuestras relaciones con América Latina.
A nuestro juicio, el reconocimiento de un presidente no electo y autoproclamado es ilegal e ilegítimo. Supone una injerencia inaceptable por parte del Gobierno español en los asuntos internos y en la soberanía de un país libre y democrático, violando además gravemente los mandatos del Derecho Internacional dado que no autoriza la injerencia alguna en la soberanía de los países sin mandato expreso del Consejo de Seguridad de la ONU.
2. El reconocimiento que tuvo lugar ayer aleja a España de los países que apuestan por la paz como México, Uruguay o Bolivia, ofreciendo espacios físicos y de mediación para la búsqueda de una salida política negociada al conflicto. Esta salida pacífica ha sido reclamada por la mayor parte de los países del mundo, incluido el estado Vaticano, que ha planteado la necesidad de mediar y ayudar a ese diálogo. Dados nuestros lazos históricos con América Latina, España estaba en inmejorables condiciones para haber liderado junto a otras naciones una posición de impulso al diálogo, a la paz y la negociación en este conflicto. El presidente Sánchez, alejándose de los esfuerzos de mediación impulsados por el ex-presidente español Rodríguez Zapatero, podría incluso haber ofrecido nuestro país como lugar donde oposición y gobierno venezolano se encontraran y restablecieran el diálogo que el año pasado se desarrolló en República Dominicana.
3. Desde IU denunciamos que este hecho, gravísimo y sin precedentes en la diplomacia internacional, complicará aún más las salidas políticas al polarizado conflicto en Venezuela. En el plano internacional, permite avanzar los tambores de guerra; y en lo interno, promoverá caos al crearse la ficción de que existen dos presidentes en el mismo Estado, lo que aumentará la conflictividad política. Pedro Sánchez empuja a Guaidó a algo imposible: convocar en 30 días unas elecciones que no son realizables en la práctica, dado que el control del Estado está en manos del Gobierno constitucional de Nicolás Maduro que hace apenas tres semanas inició su mandato constitucional. Ese reconocimiento complicará la vida política interna y se convierte en un obstáculo enorme para la paz, el diálogo y las salidas políticas a la crisis venezolana.
4. Esta oportunidad para empujar la paz ha sido desaprovechada por Pedro Sánchez, que ayer sabía que EEUU no había conseguido ni en la OEA ni en la ONU una mayoría de países suficiente y favorable al reconocimiento de Guaidó, cuyos 'embajadores' han sido rechazados y obviamente no asisten a sus sesiones y debates al carecer de legitimidad. En su lugar, la ONU sí ha avalado la mediación ofrecida por México y Uruguay. ¿Por qué no la apoya España? Además, respecto a la ayuda humanitaria anunciada, esperamos que no sea entregada al presidente ilegítimo Guaidó, puesto que entonces estaríamos ante un hecho sin precedentes en la historia de la cooperación española y, además, de dudosa legalidad.
5. IU no puede menos que rechazar contundentemente el que España encabeza y refuerza en la Unión Europea una política exterior dependiente de Washington y una posición en este tema injerencista y subalterna, modificando su posición inicial que en declaraciones del ministro Borrell el 23 de enero sería ‘equidistante, si no se lograba una posición unánime en la UE’, hecho que no se ha producido.
6. No olvidamos que el presidente Sánchez, al llegar Donald Trump a la presidencia de EEUU, afirmó el 20 de enero de 2017 que “Desde el fortalecimiento del socialismo democrático y de las fuerzas progresistas, podremos frenar a la ultraderecha que hoy lidera Donald Trump”. ¿Es ahora el gobierno español un gobierno aliado de Trump? ¿Sabe que impone el retorno de la doctrina Monroe y el intervencionismo en América Latina? ¿Ya no es ultraderechista? ¿Ya no hay que frenarle?
Tras el día de ayer, el Gobierno español favorece consciente o inconscientemente el principal objetivo imperialista de los EEUU en la región: derrocar al gobierno democrático y constitucional de Nicolás Maduro y hacerse con el control para proceder a saquear la mayor reserva petrolífera del mundo.
7. Desde IU denunciamos que la enorme campaña mediática de desestabilización política y bloqueo económico contra la Republica Bolivariana de Venezuela, a la que el Gobierno español ha decidido sumarse y tomar parte activa desde ayer, prepara una intervención militar en Venezuela tal y como ha reconocido públicamente por el Gobierno de Donald Trump.
Si finalmente se produce una intervención armada, ¿cuál será la actitud del Gobierno español entonces? ¿Qué responsabilidad asumirá si por sus actos irresponsables de ayer se llegara a provocar un escenario de inestabilidad o violencia en Venezuela y toda la región? ¿Cree que quienes enviaron un dron para asesinar a Maduro no serán capaces de promover un conflicto bélico? ¿Cree el Gobierno español que Izquierda Unida podrá apoyar a un Gobierno con esa política exterior?
8. Desde IU afirmamos que el Gobierno español cedió ayer a presiones de EEUU, increíblemente reconocidas sin pudor en el Congreso de los Diputados por el ministro de Asuntos Exteriores al admitir que se reunió con el embajador norteamericano y sus palabras fueron "no ha lugar más mediación ni más conversaciones con Maduro". De esta manera, queda claro que, en la crisis de Venezuela, Trump ha dado las órdenes y Sánchez ha cumplido sus instrucciones a rajatabla.
No es posible que tengamos una política exterior española propia distinta y disonante de la política exterior europea, ya que entonces no puede ser ni seria, ni independiente, ni soberana ni respetuosa de los Derechos Humanos. Aún está el Gobierno español a tiempo de cambiar, rectificar y demostrar un poco de dignidad.
Comisión de Internacional de Izquierda Unida

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