1. Izquierda Unida
rechaza el reconocimiento irresponsable, ilegal y cómplice por parte
del gobierno español del golpista Juan Guaidó como 'presidente
encargado' de convocar próximas elecciones presidenciales en
Venezuela, y advertimos al Gobierno español de que este gravísimo
error político tendrá consecuencias muy negativas tanto para
Venezuela como para nuestras relaciones con América Latina.
A nuestro juicio, el
reconocimiento de un presidente no electo y autoproclamado es ilegal
e ilegítimo. Supone una injerencia inaceptable por parte del
Gobierno español en los asuntos internos y en la soberanía de un
país libre y democrático, violando además gravemente los mandatos
del Derecho Internacional dado que no autoriza la injerencia alguna
en la soberanía de los países sin mandato expreso del Consejo de
Seguridad de la ONU.
2. El reconocimiento que
tuvo lugar ayer aleja a España de los países que apuestan por la
paz como México, Uruguay o Bolivia, ofreciendo espacios físicos y
de mediación para la búsqueda de una salida política negociada al
conflicto. Esta salida pacífica ha sido reclamada por la mayor parte
de los países del mundo, incluido el estado Vaticano, que ha
planteado la necesidad de mediar y ayudar a ese diálogo. Dados
nuestros lazos históricos con América Latina, España estaba en
inmejorables condiciones para haber liderado junto a otras naciones
una posición de impulso al diálogo, a la paz y la negociación en
este conflicto. El presidente Sánchez, alejándose de los esfuerzos
de mediación impulsados por el ex-presidente español Rodríguez
Zapatero, podría incluso haber ofrecido nuestro país como lugar
donde oposición y gobierno venezolano se encontraran y
restablecieran el diálogo que el año pasado se desarrolló en
República Dominicana.
3. Desde IU denunciamos
que este hecho, gravísimo y sin precedentes en la diplomacia
internacional, complicará aún más las salidas políticas al
polarizado conflicto en Venezuela. En el plano internacional, permite
avanzar los tambores de guerra; y en lo interno, promoverá caos al
crearse la ficción de que existen dos presidentes en el mismo
Estado, lo que aumentará la conflictividad política. Pedro Sánchez
empuja a Guaidó a algo imposible: convocar en 30 días unas
elecciones que no son realizables en la práctica, dado que el
control del Estado está en manos del Gobierno constitucional de
Nicolás Maduro que hace apenas tres semanas inició su mandato
constitucional. Ese reconocimiento complicará la vida política
interna y se convierte en un obstáculo enorme para la paz, el
diálogo y las salidas políticas a la crisis venezolana.
4. Esta oportunidad para
empujar la paz ha sido desaprovechada por Pedro Sánchez, que ayer
sabía que EEUU no había conseguido ni en la OEA ni en la ONU una
mayoría de países suficiente y favorable al reconocimiento de
Guaidó, cuyos 'embajadores' han sido rechazados y obviamente no
asisten a sus sesiones y debates al carecer de legitimidad. En su
lugar, la ONU sí ha avalado la mediación ofrecida por México y
Uruguay. ¿Por qué no la apoya España? Además, respecto a la ayuda
humanitaria anunciada, esperamos que no sea entregada al presidente
ilegítimo Guaidó, puesto que entonces estaríamos ante un hecho sin
precedentes en la historia de la cooperación española y, además,
de dudosa legalidad.
5. IU no puede menos que
rechazar contundentemente el que España encabeza y refuerza en la
Unión Europea una política exterior dependiente de Washington y una
posición en este tema injerencista y subalterna, modificando su
posición inicial que en declaraciones del ministro Borrell el 23 de
enero sería ‘equidistante, si no se lograba una posición unánime
en la UE’, hecho que no se ha producido.
6. No olvidamos que el
presidente Sánchez, al llegar Donald Trump a la presidencia de EEUU,
afirmó el 20 de enero de 2017 que “Desde el fortalecimiento del
socialismo democrático y de las fuerzas progresistas, podremos
frenar a la ultraderecha que hoy lidera Donald Trump”. ¿Es ahora
el gobierno español un gobierno aliado de Trump? ¿Sabe que impone
el retorno de la doctrina Monroe y el intervencionismo en América
Latina? ¿Ya no es ultraderechista? ¿Ya no hay que frenarle?
Tras el día de ayer, el
Gobierno español favorece consciente o inconscientemente el
principal objetivo imperialista de los EEUU en la región: derrocar
al gobierno democrático y constitucional de Nicolás Maduro y
hacerse con el control para proceder a saquear la mayor reserva
petrolífera del mundo.
7. Desde IU denunciamos
que la enorme campaña mediática de desestabilización política y
bloqueo económico contra la Republica Bolivariana de Venezuela, a la
que el Gobierno español ha decidido sumarse y tomar parte activa
desde ayer, prepara una intervención militar en Venezuela tal y como
ha reconocido públicamente por el Gobierno de Donald Trump.
Si finalmente se produce
una intervención armada, ¿cuál será la actitud del Gobierno
español entonces? ¿Qué responsabilidad asumirá si por sus actos
irresponsables de ayer se llegara a provocar un escenario de
inestabilidad o violencia en Venezuela y toda la región? ¿Cree que
quienes enviaron un dron para asesinar a Maduro no serán capaces de
promover un conflicto bélico? ¿Cree el Gobierno español que
Izquierda Unida podrá apoyar a un Gobierno con esa política
exterior?
8. Desde IU afirmamos que
el Gobierno español cedió ayer a presiones de EEUU, increíblemente
reconocidas sin pudor en el Congreso de los Diputados por el ministro
de Asuntos Exteriores al admitir que se reunió con el embajador
norteamericano y sus palabras fueron "no ha lugar más mediación
ni más conversaciones con Maduro". De esta manera, queda claro
que, en la crisis de Venezuela, Trump ha dado las órdenes y Sánchez
ha cumplido sus instrucciones a rajatabla.
No es posible que
tengamos una política exterior española propia distinta y disonante
de la política exterior europea, ya que entonces no puede ser ni
seria, ni independiente, ni soberana ni respetuosa de los Derechos
Humanos. Aún está el Gobierno español a tiempo de cambiar,
rectificar y demostrar un poco de dignidad.
Comisión de
Internacional de Izquierda Unida
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