Desgraciadamente
un año más comprobamos cómo a pesar de que teóricamente la violencia de género
es rechazada desde todos los ámbitos, es aún una lacra endémica que nos sigue
golpeando.
Desde
que comenzó la crisis, la violencia de género ha ido aumentando día a día. Y la
violencia institucional soterrada que se ejerce contra las mujeres a través de
los recortes presupuestario, la disminución de las pocas políticas de
prevención que ya existían, junto con la imagen discriminatoria y cosificada
que de las mujeres se sigue ofreciendo, son un caldo de cultivo que fortalece
la desigualdad y la violencia, que son elementos inseparables.
Luchar
contra la Violencia de Género requiere medidas específicas y especiales que
proporcionen a las mujeres elementos de prevención y protección reales, y a la
sociedad, conciencia y cultura política para rechazar todo tipo de violencia, y
particularmente, la violencia sexista.
Si
en muchas partes del mundo las mujeres se encuentran en una situación
insostenible de negación de derechos, que las oculta, las empobrece y que las
sitúa en continuo riesgo, incluso institucionalizado, de violencia extrema, de
explotación sexual, de agresiones, violaciones, asesinatos y ejecuciones; en
nuestro país, la deriva conservadora y patriarcal hacia posiciones políticas
regresivas, de recortes en recursos de protección social y en programas de
igualdad, sigue poniendo de manifiesto más aún, que la lucha contra la
violencia de género, es en definitiva, la lucha por la igualdad entre mujeres y
hombres.
Los
nuevos tiempos que se celebran para la política, no parecen venir cargados de
protagonismo para las políticas reales de igualdad de género; no parece que el
feminismo sea un pilar fundamental de esa agenda política. Por eso desde el
Área de la Mujer de Izquierda Unida defendemos, desde la coherencia ideológica
de nuestro programa, que sólo desde las medidas políticas realmente feministas
y transformadoras, podemos afrontar la violencia de género como una lacra
social que nos señala y nos define como una sociedad antidemocrática, injusta y
regresiva.
Por
eso este 25 de noviembre seguimos exigiendo, entre otras muchas propuestas:
•Modificación
de Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género, para incluir todas las formas de violencia de género, no sólo las
del ámbito familiar. La violencia sexual, económica, la prostitución,… deben
ser parte de esta ley. Asimismo se deben modificar los parámetros y requisitos
para ser considerada víctima de violencia de género y las forma de acceso a los
recursos institucionales.
•Dotación
presupuestaria específica para poder abordar los programas destinados a la
prevención, sensibilización y actuación contra la Violencia de Género; y
destinando estos fondos para acciones directas y estructurales.
•Presupuesto
real y efectivo para políticas de igualdad de género, no inferior al 5% del
presupuesto.
POR UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA
DE GÉNERO
POR UNA SOCIEDAD EN IGUALDAD REAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario