El
candidato de Unidad Popular, en la que participa Izquierda Unida, a la
Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, presentó el pasado miércoles, 4 de
noviembre, el conjunto de medidas que esta formación propone en materia
laboral, de cara a las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Además
de desgranar buena parte de las propuestas, Garzón explicó que su contenido
lleva implícita la necesidad de que “el 1% más rico de la población haga un
esfuerzo para salir de la crisis”.
Alberto
Garzón compartió el acto celebrado en Madrid con la profesora de Derecho del
Trabajo de la Universidad de Valencia Adoración Guamán y el trabajador de
Coca-Cola en lucha y número 11 de la candidatura en Madrid de Unidad Popular,
Alberto Pérez Mayoral. Centró su exposición en torno a dos principios: “ninguna
comunidad política es sostenible en el tiempo en condiciones de extrema
desigualdad” y “una mejor redistribución de la renta y capacidad de fiscalizar
del Estado permiten recuperar la economía”.
Junto
a la derogación de las dos reformas
laborales aprobadas por los ejecutivos de PP y PSOE, el candidato de la
Unidad Popular e IU planteó un cambio del modelo productivo “urgente y
necesario” bajo el que construir las iniciativas planteadas en materia laboral.
Entre
las propuestas figura la limitación del
salario máximo en las empresas. La regulación de esta medida está en
función del salario más bajo que tenga cada compañía. “El límite máximo, tanto
en la empresa pública como en la privada, será una cantidad equivalente a 10
veces las retribuciones totales que perciba la persona de salario más bajo por
una jornada ordinaria o normal según la legislación vigente o, en su caso, el
convenio aplicado”, detalló.
Esta
medida no limita los sueldos máximos, sino que plantea la necesidad de que la
empresa aumente el salario de quienes ganan menos si quiere mantener el nivel
salarial de sus altos cargos. “En casi todos los países europeos e, incluso, en
tres estados de EE.UU ya han sido planteadas propuestas en esta línea”, recordó
Garzón.
Además
de acotar la polarización de los salarios, el diputado de la Unidad Popular e
IU ha criticado el empobrecimiento al que el actual Gobierno del PP empuja a la
mayoría social que, a su vez, “condena a toda la sociedad a una merma en las
condiciones de vida”.
En
materia de derechos laborales, Izquierda Unida mantiene una de sus
reivindicaciones clásicas: la jornada de
trabajo de 35 horas. “Un país rico y con capacidades tecnológicas como
España tiene que permitir a sus ciudadanos tejer una vida digna”. Frente a esta
reclamación, la realidad social empuja a la sociedad en sentido contrario: “en
este país se están haciendo millones de horas extra sin remunerar y el Gobierno
no hace nada para atajarlo”.
Dentro
de la batería de medidas presentadas, uno de los objetivos prioritarios es aumentar el Salario Mínimo Interprofesional
(SMI) de forma progresiva hasta alcanzar los 1.176 euros mensuales al final
de la legislatura, en 2019. “Un aumento de la capacidad adquisitiva reactiva el
consumo y, en consecuencia, la economía: es una medida tanto económica como política”,
enfatizó el candidato de Unidad Popular e IU.
Además
de la conquista de estos derechos, Alberto Garzón reclamó “recuperar otros que
nos han sido arrancados en los últimos años, como la indemnización por despido
de 45 días por año trabajado”, al tiempo que tildó de “aberración” el hecho de
que “empresas con beneficios milmillonarios se puedan permitir el lujo de
despedir masivamente a sus empleados a precio de saldo”.
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