Alberto Garzón, Eva
García Sempere y Carlos Sánchez Mato presentan la proposición de
ley en dependencias parlamentarias arropados por portavoces de
distintas asociaciones, grupos y colectivos representantes de la
sociedad civil que han contribuido a su redacción final en los
últimos ocho meses de intenso trabajo por todo el Estado
Izquierda Unida ha
registrado hoy en el Congreso su Proposición de Ley Integral contra
la Pobreza y la Exclusión Social, una ambiciosa iniciativa plasmada
en 33 artículos y varias disposiciones, organizados en siete
títulos, que desarrollan actuaciones concretas en materia de empleo,
sanidad, educación, prestaciones sociales, vivienda, suministros
mínimos vitales, vivienda o contra la exclusión en el ámbito
rural.
El portavoz parlamentario
de Izquierda Unida, Alberto Garzón, junto a la diputada y
coordinadora de la iniciativa, Eva García Sempere, y el responsable
federal de Políticas Económicas de esta misma formación, Carlos
Sánchez Mato, se han encargado de presentar esta mañana en la
Cámara Baja la que ya es la propuesta más amplia registrada hasta
ahora por cualquier formación en este ámbito de actuación.
Asistieron e
intervinieron también portavoces de distintas asociaciones, grupos y
colectivos que representan a la sociedad civil y que han contribuido
a la redacción final de la proposición en los últimos ocho meses
de intenso trabajo por todo el Estado. Por ello, Garzón y García
Sempere coincidieron en señalar que “esta no es una propuesta de
IU, sino de todos y todas quienes han contribuido a su elaboración”.
“En Izquierda Unida
-especificó su coordinador federal- trabajamos las leyes de forma
muy intensa y a partir de la mejor base posible. Sólo de esta forma,
viajando por todo el Estado y con la imprescindible colaboración
recibida, hemos podido enriquecer con una perspectiva muy concreta
una ley en principio mucho más abstracta”.
Alberto Garzón señaló
que “no hay democracia sin libertad y no puede desarrollarse la
libertad en la pobreza”, y apostilló que “un país como España
no puede mantener una laguna” en una cuestión tan importante como
ésta. Ilustró su indiscutible gravedad con dos simples pinceladas:
“los 12 millones de personas que hay en nuestro país en riesgo de
pobreza, que incluyen a 1 de cada 3 menores y jóvenes”.
Denunció que esto ocurre
en un contexto de “crecimiento económico desigual e injusto”,
que resulta mucho más doloroso sabiendo que “se podría cambiar,
ya que hay recursos y posibilidades técnicas para hacerlo, aunque el
problema es de voluntad política. Es así de sencillo”.
El máximo responsable de
IU reconoció que “estamos esperanzados de que esta ley pueda salir
adelante” con un apoyo mayoritario de los grupos, para lo cual
explicó también que “ya se la hemos hecho llegar al Gobierno para
que la conozca” y facilitar así el debate y la negociación.
Eva García Sempere
centró su intervención, principalmente, en explicar cómo se había
llevado a cabo este proyecto “durante ocho meses de duro trabajo”.
Ella y un equipo multidisciplinar de técnicos de IU recorrieron
buena parte de las comunidades autónomas para llegar al fondo de
distintas formas de exclusión y “tratar de que se puedan
visibilizar todas las caras de la pobreza, que se visibilice lo más
invisible”.
Todo ello llevó a
contactar con menores no acompañados llegados a Melilla, personas
que viven en infraviviendas sociales en Castilla-La Mancha, familias
en clara exclusión social en zonas urbanas concretas de capitales
andaluzas o la posibilidad de ver en toda su dimensión la
“despoblación en el mundo rural, pero también cómo se le hace
frente con éxito”, porque “no es posible combatir igual la
pobreza en todos los sitios, en el ámbito rural o el urbano”.
La proposición de ley
regula, por ejemplo, la garantía del derecho al acceso a los
suministros básicos de agua potable, gas o electricidad a personas y
unidades familiares en situación de pobreza o exclusión social.
Fija unos mínimos de consumo vitales y un sistema público de precio
social, mandatando al Gobierno para hacer un Plan concreto contra la
pobreza energética.
“Estos mínimos
-explica Eva García Sempere- están regulados en algunas comunidades
autónomas, pero no queda demasiado claro y hay casos en que se ha
tenido que llevar al Tribunal Constitucional”, por lo que apuesta
por que “se especifique” bien a sus beneficiarios.
La diputada de IU cifró
también en cerca de 40.000 las personas sin hogar en todo el Estado.
Desde una óptica distinta denunció también la situación que
sufren “las personas trabajadoras pobres, que van a diario a
trabajar pero que viven en plazas y parques porque no les da para
acceder a una vivienda”. Aseguró que ahora se podía observar esta
situación con nitidez en personas que, por ejemplo, acuden a ocupar
empleos temporales en las Illes Balears y que forman parte de una
pobreza “invisibilizada”.
El responsable federal de
Políticas Económicas de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato,
desgranó algunos de los puntos de los “siete ejes fundamentales y
significativos” de los que consta la ley. Apuntó así a la
importancia de “crear empleo desde lo público para poder blindar
un salario mínimo en lo privado” o de, como propugna la Unión
Europea, “invertir de forma decidida en la infancia para romper con
la desigualdad de manera efectiva”.
Sánchez Mato señaló
también la obligatoriedad de “eliminar el factor de sostenibilidad
de las pensiones” o de hacer frente a “las claras desventajas
existentes en educación, en temas como la gratuidad del transporte,
los comedores o el acceso a los materiales escolares”.
Reconoció que habrá
quien “tilde esta proposición de ley de voluntarista”, aunque
señaló que “pese a que supone un aumento del gasto público, es
perfectamente posible afrontarlo sólo igualando el nivel de ingresos
medio de la Unión Europea, del que ahora estamos nueve puntos por
debajo”.
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