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sábado, 30 de junio de 2018

Alberto Garzón se muestra “cauteloso” ante algunas actuaciones del Gobierno de Pedro Sánchez y advierte de que “tendrá enfrente a IU cuando haga continuismo del PP”

Asegura Garzón durante la exposición de su informe político en la reunión de la Coordinadora Federal que “ha habido gestos importantes pero por sí solos no pueden sacar a un país adelante, saludamos esos gestos pero deben venir acompañados de políticas estructurales” con las que enfrentar realmente los problemas.
El Coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha dejado claro hoy que esta formación hará una “oposición de izquierdas comprometida” al Gobierno socialista de Pedro Sánchez, sin ninguna concesión a posibles aventuras neoliberales de ningún tipo. “Cada vez que haya propuestas que vayan en beneficio de las familias trabajadoras las apoyaremos, pero estaremos enfrente cuando el PSOE o el Parlamento hagan continuismo del Partido Popular”, señaló.
Garzón realizó esta valoración durante la exposición de su informe de coyuntura política ante la Coordinadora Federal de Izquierda Unida, reunida el sábado 30 de junio en su sede federal de Madrid. Esta era la primera vez que los/as miembros del máximo órgano de debate podían debatir desde que salió adelante la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy y a su Ejecutivo de La Moncloa.
El máximo responsable de IU recordó esta circunstancia y señaló la importancia y “necesidad” de fijar bien el rumbo “ante el momento que se deriva” de las políticas que debe acometer necesariamente el Gobierno socialista. Frente a ello, Garzón puso sobre la mesa una propuesta específica: “estamos muy satisfechos de haber contribuido a echar a Rajoy junto a otras formaciones, pero somos muy cautelosos y prudentes frente a la nueva realidad”.
Para el Coordinador federal de Izquierda Unida, ni Sánchez ni sus ministros/as “han definido hasta ahora cuál es su programa de gobierno”. Apuntó que hubo una moción de censura, pero que no sustituye a las explicaciones que se podían derivar de un debate de investidura, que siguen aún pendientes.
“Ha habido gestos importantes -reconoció- pero por sí solos no pueden sacar a un país adelante. Saludamos esos gestos, como la mayor presencia de mujeres en el Gobierno o actuaciones como la del barco ‘Aquarius’, pero deben venir acompañados de políticas estructurales” con las que enfrentar realmente y con garantías los muchos problemas que existen.
Avisó de que “la principal preocupación de Izquierda Unida es que este Gobierno parece que mantiene la misma política económica del PP marcada desde Bruselas”, lo que lleva necesariamente a que “el PSOE nos empuja a pensar que está comprometido con la línea neoliberal y el programa a medio plazo del PP”.
De ahí que este recelo se extienda a lo “peligroso y contradictorio que resulta hacer todo eso compatible con algunas de las promesas lanzadas” y puso el ejemplo de la subida de las pensiones, de la mejora de los servicios, la correcta atención a los más desfavorecidos o la liberalización de determinadas autopistas hasta ahora de pago.
Las últimas medidas de los gobiernos de la UE en materia de inmigración son el mejor acuerdo posible para la extrema derecha europea
Alberto Garzón dedicó la otra parte destacada de su intervención a detallar también las “cosas preocupantes que vemos” en cuanto a las últimas decisiones tomadas por los gobiernos de la Unión Europea (UE) Denunció que las últimas medidas adoptadas en materia de inmigración “sí son el mejor acuerdo posible, pero para la extrema derecha europea. Sus gobiernos son los que han salido más satisfechos, principalmente porque lo decidido no les compromete a ellos a nada”.
El máximo dirigente federal de IU reconoció su decepción porque, frente a las buenas intenciones y las grandes palabras, en realidad no se haya consensuado “la respuesta contundente que necesita el drama que se vive en el Mediterráneo”, que ha tenido en las últimas horas su último capítulo “con las más de 100 personas migrantes que se acaban de ahogar con la complicidad de algunos de esos países” que boicotean poder llegar a acuerdos más profundos que hagan frente con decisión a este reto.
En esta misma línea, denunció que las altas instancias europeas muestren una vez más que “reaccionan de forma más contundente sobre quienes tratan de aplicar políticas diferentes que frente a gobiernos con políticas fascistas” y puso los ejemplos de lo ocurrido hace cerca de tres años contra el gobierno griego de Alexis Tsipras o más recientemente con el anterior ejecutivo de Italia, frente a lo que pasa ahora con los gobiernos de Hungría, Polonia, Eslovaquia o el actual italiano.
Tal y como dijo también en su intervención en el Congreso del jueves en el último debate para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, Alberto Garzón reiteró que “hay margen” para que el Gobierno de Sánchez “haga cosas y no sólo en materia de derechos civiles, de Memoria Democrática o en temas como la eutanasia”, sino poniendo en práctica una política económica ambiciosa que ayude a quienes más han sufrido la crisis en los últimos años.
“Es difícil realizar una política de avances sociales si no existe una política económica absolutamente diferente a las impuestas antes por el Gobierno del PP”, sentenció.

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