Asegura Garzón
durante la exposición de su informe político en la reunión de la
Coordinadora Federal que “ha habido gestos importantes pero por sí
solos no pueden sacar a un país adelante, saludamos esos gestos pero
deben venir acompañados de políticas estructurales” con las que
enfrentar realmente los problemas.
El Coordinador federal de
Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha dejado claro hoy que esta
formación hará una “oposición de izquierdas comprometida” al
Gobierno socialista de Pedro Sánchez, sin ninguna concesión a
posibles aventuras neoliberales de ningún tipo. “Cada vez que haya
propuestas que vayan en beneficio de las familias trabajadoras las
apoyaremos, pero estaremos enfrente cuando el PSOE o el Parlamento
hagan continuismo del Partido Popular”, señaló.
Garzón realizó esta
valoración durante la exposición de su informe de coyuntura
política ante la Coordinadora Federal de Izquierda Unida, reunida el
sábado 30 de junio en su sede federal de Madrid. Esta era la primera
vez que los/as miembros del máximo órgano de debate podían debatir
desde que salió adelante la moción de censura que desalojó a
Mariano Rajoy y a su Ejecutivo de La Moncloa.
El máximo responsable de
IU recordó esta circunstancia y señaló la importancia y
“necesidad” de fijar bien el rumbo “ante el momento que se
deriva” de las políticas que debe acometer necesariamente el
Gobierno socialista. Frente a ello, Garzón puso sobre la mesa una
propuesta específica: “estamos muy satisfechos de haber
contribuido a echar a Rajoy junto a otras formaciones, pero somos muy
cautelosos y prudentes frente a la nueva realidad”.
Para el Coordinador
federal de Izquierda Unida, ni Sánchez ni sus ministros/as “han
definido hasta ahora cuál es su programa de gobierno”. Apuntó que
hubo una moción de censura, pero que no sustituye a las
explicaciones que se podían derivar de un debate de investidura, que
siguen aún pendientes.
“Ha habido gestos
importantes -reconoció- pero por sí solos no pueden sacar a un país
adelante. Saludamos esos gestos, como la mayor presencia de mujeres
en el Gobierno o actuaciones como la del barco ‘Aquarius’, pero
deben venir acompañados de políticas estructurales” con las que
enfrentar realmente y con garantías los muchos problemas que
existen.
Avisó de que “la
principal preocupación de Izquierda Unida es que este Gobierno
parece que mantiene la misma política económica del PP marcada
desde Bruselas”, lo que lleva necesariamente a que “el PSOE nos
empuja a pensar que está comprometido con la línea neoliberal y el
programa a medio plazo del PP”.
De ahí que este recelo
se extienda a lo “peligroso y contradictorio que resulta hacer todo
eso compatible con algunas de las promesas lanzadas” y puso el
ejemplo de la subida de las pensiones, de la mejora de los servicios,
la correcta atención a los más desfavorecidos o la liberalización
de determinadas autopistas hasta ahora de pago.
Las últimas medidas
de los gobiernos de la UE en materia de inmigración son el mejor
acuerdo posible para la extrema derecha europea
Alberto Garzón dedicó
la otra parte destacada de su intervención a detallar también las
“cosas preocupantes que vemos” en cuanto a las últimas
decisiones tomadas por los gobiernos de la Unión Europea (UE)
Denunció que las últimas medidas adoptadas en materia de
inmigración “sí son el mejor acuerdo posible, pero para la
extrema derecha europea. Sus gobiernos son los que han salido más
satisfechos, principalmente porque lo decidido no les compromete a
ellos a nada”.
El máximo dirigente
federal de IU reconoció su decepción porque, frente a las buenas
intenciones y las grandes palabras, en realidad no se haya
consensuado “la respuesta contundente que necesita el drama que se
vive en el Mediterráneo”, que ha tenido en las últimas horas su
último capítulo “con las más de 100 personas migrantes que se
acaban de ahogar con la complicidad de algunos de esos países” que
boicotean poder llegar a acuerdos más profundos que hagan frente con
decisión a este reto.
En esta misma línea,
denunció que las altas instancias europeas muestren una vez más que
“reaccionan de forma más contundente sobre quienes tratan de
aplicar políticas diferentes que frente a gobiernos con políticas
fascistas” y puso los ejemplos de lo ocurrido hace cerca de tres
años contra el gobierno griego de Alexis Tsipras o más
recientemente con el anterior ejecutivo de Italia, frente a lo que
pasa ahora con los gobiernos de Hungría, Polonia, Eslovaquia o el
actual italiano.
Tal y como dijo también
en su intervención en el Congreso del jueves en el último debate
para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, Alberto Garzón
reiteró que “hay margen” para que el Gobierno de Sánchez “haga
cosas y no sólo en materia de derechos civiles, de Memoria
Democrática o en temas como la eutanasia”, sino poniendo en
práctica una política económica ambiciosa que ayude a quienes más
han sufrido la crisis en los últimos años.
“Es difícil realizar
una política de avances sociales si no existe una política
económica absolutamente diferente a las impuestas antes por el
Gobierno del PP”, sentenció.
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