La Conferencia Andaluza del PCA,
celebrada el sábado día 19 de marzo de 2016 en Albolote (Granada), aprueba
elevar UNA NUEVA TESIS al documento político del XX Congreso del PCE:
Tesis 20 bis. Adecuar nuestra
relación con IU
Han
transcurrido 24 años desde la celebración del XIII Congreso del PCE y la III
asamblea federal de IU donde ésta dio un paso adelante superando la fórmula de
coalición electoral y adquirió, jurídicamente, la de partido político. En aquel
momento el Partido decidió ceder jurídicamente sus competencias electorales en
IU como también lo hicieron el resto de partidos que en aquel momento estaban
integrados en IU (PASOC, IR y CUT). Lamentablemente, las inercias heredadas del
pasado, las contradicciones centro/periferia (dirección federal/federaciones),
el excesivo peso del institucionalismo y la lucha por el control de los órganos
de dirección como mecanismo para la selección y reproducción de cargos públicos
llevaron a que en la práctica las novedades que se introdujeron en el modelo
organizativo (nuevas formas de hacer política, áreas de elaboración, asambleas
abiertas….) nunca llegaran a desarrollarse y se impusiera una concepción
vertical y tradicional centrada en lo institucional y en una organización
máquina electoral clásica. A partir del XVI Congreso (2002) el PCE comenzó,
desde la autocrítica por su parte de responsabilidad, a criticar esta situación
y a exigir una IU organizada como Movimiento Político y Social, desde entonces
hemos trasladado a IU nuestras propuestas para deconstruir la IU partido
político y recuperarla como movimiento político y social, especialmente en el
año 2008 con los acuerdos de nuestra conferencia política que se plasmaron en
el llamado documento de los 100 (Por una IU Anticapitalista, Republicana,
Federal y Alternativa organizada como movimiento político y social) donde
abogábamos por la recuperación de las señas de identidad fundacionales de IU.
Lamentablemente,
ocho años después hemos de reconocer que aunque ganamos el debate político
(frente a la subordinación al PSOE de Zapatero y el ciudadanismo del que hacía
gala la dirección encabezada por Gaspar Llamazares conseguimos resituar el eje
del discurso en la contradicción capital trabajo y en la autonomía y soberanía
de IU) nuestras contradicciones nos impidieron avanzar con la misma firmeza en
la transformación organizativa de IU. Creemos que no haber resuelto a tiempo
estas contradicciones, no haber sido más audaces en la aplicación de lo que
planteamos en la IX Asamblea Federal son parte de las causas del retroceso
social y electoral que hemos visto en este ciclo electoral que acaba de
concluir.
Sin
embargo, los procesos en los que hemos participado y en los que la militancia
del PCE ha jugado un papel fundamental tanto en las elecciones municipales como
en las generales, con todas sus contradicciones e insuficiencia, nos han
recordado las señas fundacionales de Izquierda Unida: radicalidad democrática
(primarias abiertas para la elección de candidatos y candidatas), asambleas
abiertas para la elaboración de los programas electorales y las alianzas en
torno al programa, otras formas de hacer política, métodos de elección
inclusivos y paritarios, etc. La realidad nos ha hecho avanzar mucho más en la
construcción de un movimiento político y social que todos los acuerdos que
hayamos podido tomar y que luego no hemos podido o sabido aplicar. Por tanto,
es el resultado de estas experiencias el que debemos trasladar a la próxima
asamblea de IU, normativizar la experiencia y no al revés.
En
estos procesos y en otros que están aún más embrionarios (sindicalistas por la
unidad popular, marchas por la dignidad, el PCE ha participado con voz propia,
unas veces junto a IU, otras, las más, supliendo la ausencia de IU
Y
en este sentido, el de hacer posible la plasmación en la práctica del
movimiento político y social nos debe llevar a revisar aquellas decisiones que
tomamos en otros tiempos y con otras realidades y que no han servido para
avanzar en las estrategias del Partido sino que han ayudado a todo lo
contrario.
Como
decimos en la siguiente tesis tenemos la firme voluntad de caminar junto a
aquellos y aquellas con los que hemos venido construyendo IU en estos años pero
estamos convencidos que lo haremos en mejores condiciones, desde nuestra propia
soberanía, sin ataduras jurídicas como ya ocurre con el resto partidos que
integran la propia IU. Es por ello que acordamos dejar sin efecto los acuerdos
del XIII Congreso y del Comité Federal de 21 de junio de 1992 sobre cesión de
competencias y trasladar este acuerdo a los Estatutos del partido mandatando al
Comité Federal a que haga la revisión necesaria de los mismos. Porque
entendemos que nuestra apuesta por la convergencia sigue con la misma fuerza
que en 1983, porque nos corresponsabilizamos de nuestra historia y nos sentimos
orgullosos de seguir formando parte de una organización como IU y de su
militancia, queremos seguir caminando junto a ellos la senda de avanzar en la
construcción del espacio de ruptura en nuestro país y hacerlo desde la
política.
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