El
Comité Central del PCA, reunido ayer, sábado 11 de marzo, en Málaga, ha puesto
fecha a su XII Congreso cuyo proceso comienza hoy y concluirá los días 30 de
junio, 1 y 2 de julio. El Partido Comunista de Andalucía pretende emprender con
este proceso congresual su “revolución organizativa” que debe llevar a la
sectorialización de su trabajo y que conllevará la organización de las tareas
en sectores abandonando así la forma “partido electoral” organizado por
territorios para avanzar en el “partido conflicto” y “elevar la conciencia de
los sectores en lucha y convertir la lucha económica en lucha política”.
El
XII Congreso se celebrará en Albolote (Granada) pero hasta entonces queda un
proceso congresual de varios meses. A finales del mes de abril se tendrán que
presentar los documentos a debate. Según lo aprobado por el Comité Central
serán cuatro textos a debatir: El informe de gestión del Comité Central
saliente; la propuesta de Manifiesto Político del PCA; las propuestas
Organizativas y Financieras; y la propuesta de Estatutos.
300
delegadas y delegados conformarán ese cónclave, de los que 30 serán miembros
natos y 10 de la UJCE-A. El resto serán elegidos por sus provincias: 56 de
Córdoba, 54 de Sevilla, 38 de Málaga, 31 de Granada, 30 de Cádiz, 28 de Jaén,
12 de Almería y 11 de Huelva.
En
declaraciones a los medios de comunicación, durante la reunión del máximo
órgano del PCA, el secretario general José Manuel Mariscal, ha indicado que el
Congreso se va a dar en una Andalucía que “está en la calle”, “lejos de la pax
social a la que aspiran los restauradores del régimen” cuestión que “avala
nuestra estrategia”.
“Pero
no es suficiente”, asegura Mariscal que ha defendido que el PCA “debe seguir
mejorando su capacidad de intervención en todos y cada uno de los conflictos,
para lo que debe terminar de adecuar su modelo organizativo desde el partido
electoral al partido conflicto”.
También
se ha referido Mariscal a la “Marea Andaluza” que se vio en las calles el
pasado 28 de febrero, día de Andalucía, que debe ser un espacio que, “desde
abajo”, sea capaz de “desbordar las estructuras de las organizaciones que la
impulsen convocando a la participación de los sectores en lucha, de la gente
común de nuestros barrios y pueblos que sufren en su vida cotidiana la
explotación y el engaño”.
Este
espacio, según ha explicado Mariscal, se debe configurar “en torno a un
programa, elaborado colectiva y participadamente en mesas territoriales o
sectoriales”, y que a su vez sea “fuente de conflicto y movilización”. “Un
programa de reformas, sí, pero de reformas, con contenido abiertamente
rupturista, que afecten a los puntos neurálgicos del capitalismo andaluz,
español y europeo”, ha indicado.
Mariscal
señala que el “bloque rupturista” en Andalucía debe tener “carácter andaluz y
autonomista” y en esa línea “debemos estar a la misma altura de protagonismo e
influencia social que las confluencias catalana y gallega”.
LEY DE MEMORIA
DEMOCRÁTICA
José
Manuel Mariscal se ha referido también a la previsible aprobación el próximo
miércoles por el Parlamento andaluz de la Ley de Memoria Democrática de
Andalucía. Un hecho que será posible gracias al movimiento memorialista
andaluz, “pero no podemos dejar de felicitarnos como organización”, ha
recordado.
“Sin
el PCA esta ley nunca hubiese sido aprobada de esta manera” ha asegurado
Mariscal que ha recordado que el trabajo por esta Ley se inició hace seis años
“por nuestra organización, desarrollado en la dirección general de la Memoria Democrática”.
“Un
éxito del movimiento memorialista que, ahora, nos obliga a exigir las
condiciones para la aplicación efectiva del contenido de la ley” porque, según
ha indicado, “en Andalucía no vamos a ver la vergonzosa estampa de
ayuntamientos del PP devolviendo nombres franquistas a nuestras calles y
plazas”.
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