El
Comité Federal del PCE, reunido el domingo 5 de marzo, ha aprobado la
celebración de la segunda fase de su XX Congreso para el último fin de semana
de noviembre. Aprobación que ha ido acompañada de un calendario para todo el
proceso congresual y de los ejes de trabajo para preparar los materiales, entre
los que se incluye la elaboración de un manifiesto programa de PCE como “una
contribución a la necesaria realidad del comunismo en el momento actual”.
El
informe político presentado por el Secretario General, José Luis Centella, que
llevaba por título “Propuesta política para situar al PCE a la ofensiva en la
actual coyuntura”, se centraba en cómo volcar al Partido en la lucha en las calles
y en cómo profundizar en la construcción de la Unidad Popular, fue aprobado con
el voto de 53 miembros y la abstención de otros 14.
Centella
expuso la actuación del PCE a dos niveles: en el plano social y en el político.
En el primero, el social, abogó por la globalización de las luchas, agudizando
las contradicciones que tiene el sistema y activando los conflictos-laborales
existentes. Y habló en concreto de situar las pensiones como elemento
aglutinador de una movilización general, como se hizo también en las Marchas de
la Dignidad de los pasados 25 y 28 de febrero. Otras movilizaciones en las que
el Partido se volcará serán en la Huelga General de la Educación, del 9 de
marzo, en la rebelión contra el avance de las políticas patriarcales y la violencia
machista, y en concreto en la Marcha de Mujeres que la Secretaría de la Mujer
va a impulsar para el 7 de octubre en defensa del trabajo digno. Otra de las
fechas señaladas fue la de las Marchas de la Dignidad del próximo 27 de mayo,
que ofrecen “un buen marco para ampliar el espacio y sumar en la correlación de
fuerzas contra las instituciones y gobiernos que con la excusa de la austeridad
nos roban los derechos”.
En
el plano político, el objetivo es buscar la más amplia unidad popular en torno
a un programa de mínimos que agrupe a quienes no asumen las políticas de
recortes y austeridad, de reformas antisociales y autoritarias. Y hacerlo “en
un espacio común en el que confluyamos quienes estamos dispuestos a dar la
batalla por un proyecto de Nueva Sociedad más social, igualitaria, democrática
y justa, un espacio en el que ecologistas, sindicalistas, activistas sociales,
luchemos conjuntamente en la calle y construyamos un referente electoral con
voluntad ganadora”.
El
PCE, en colaboración con IU, dijo Centella, “tenemos que contribuir a organizar
la convergencia desde la base, desde plataformas y colectivos sociales”,
situando la lucha como una globalidad que se afronte de forma cooperativa.
También habló de preparar las próximas batallas electorales sin prisas y sin
improvisaciones y de la celebración de una reunión monográfica sobre cómo
afrontar en cada territorio desde el Partido la política de convergencia.
Durante
la reunión del Comité Federal también se presentó la campaña del 8 de marzo de
la Secretaría de la Mujer y el plan de acción del PCE en el centenario de la
Revolución de Octubre. Los miembros del Comité Federal aprobaron, con una única
abstención, una resolución sobre la guerra en Siria, en la que además de
analizar la situación se expresa la solidaridad del PCE con el pueblo sirio y
con todos los pueblos de Oriente Medio y condena el papel desempeñado por EEUU,
las monarquías whabíes del Golfo Pérsico, Turquía, Israel y también el de la UE
por su rol de escudero de EEUU. La resolución aboga por el diálogo, que excluya
a los terroristas, como única vía de alcanzar una paz justa y duradera y pide a
la comunidad internacional que levante las sanciones como forma de presión y
que reanuden las relaciones con las instituciones legítimas de Siria.
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