Camaradas:
Iniciamos
un año histórico. Conmemorar el centenario de la Revolución Soviética para un
Partido que se reivindica su heredero tiene una dimensión que trasciende la
simple celebración histórica, debe servir para realizar un análisis de la
dimensión que supuso, pero sobre todo debe servir para poner en valor lo que
hoy tienen de vigencia sus enseñanzas.
Recordemos
que la insurrección proletaria de octubre de 1917, fue la acción planificada,
organizada y dirigida por un partido revolucionario de nuevo tipo que supo
tomar la iniciativa que las circunstancias históricas exigían: el Partido
Obrero Socialdemócrata de Rusia (Bolchevique), organizado y dirigido por Lenin
y formado por la vanguardia más consciente del proletariado ruso.
La
gran obra de Lenin fue conjugar la teoría revolucionaria, el análisis de la
realidad objetiva de la Rusia Zarista, pero sobre todo fue la transformación
del Partido Bolchevique, un partido organizado en función de conseguir el
objetivo que pretendía alcanzar, dirigir al pueblo en la lucha por la
revolución socialista.
En
abril, Lenin había pronunciado sus tesis, defendiendo que había condiciones
para pasar de la revolución democrática burguesa a la revolución proletaria,
avanzando a la vez la consigna de “todo el poder a los Soviets”.
Lo
que Lenin había visto con claridad era la posibilidad de construir un poder
organizado, ejecutivo estatal, el poder soviético, como el verdadero organismo
de participación política por parte de las clases trabajadoras de la población,
como forma específica de gobierno popular.
La
Revolución Bolchevique marcó un hito en la historia de la Humanidad, al dar a
conocer a la clase trabajadora mundial los instrumentos para su liberación,
adquiriendo desde su inicio un carácter internacional.
El
esfuerzo y el triunfo de los comunistas rusos, unidos en torno al Partido
Bolchevique, dirigidos por Lenin, daría lugar al nacimiento del primer Estado
de los trabajadores de la historia, demostrando que se puede alcanzar el
objetivo de la emancipación de la clase obrera, para plantearse el fin al que
lleva el progreso de la humanidad, la construcción de una sociedad sin
explotación del hombre por el hombre, la sociedad comunista.
Por
lo tanto en este inicio de año, desde el PCE pondremos en marcha todo un
programa de actuaciones, unas se realizarán en el marco de espacios unitarios,
y otras directamente por el Partido, en todas ellas pondremos el máximo
esfuerzo, la máxima ilusión, para poner a disposición de la clase trabajadora y
las capas populares instrumentos para avanzar hacia el objetivo de su
emancipación.
Al
conjunto del Partido, sobre todo a las organizaciones de base le corresponderá
que estas incitativas tengan la máxima difusión y efectividad, para que este
año tomemos las enseñanzas de los aciertos y errores cometidos para mantener
organizado, activo e implicado en la lucha al PCE.
José Luis Centella, Secretario
General del PCE
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