El PCE saluda y agradece
el trabajo realizado por todos y todas los militantes y simpatizantes
de nuestro Partido, de Izquierda Unida y de Unidas Podemos que han
sacado adelante una difícil campaña en la que hemos confrontado con
todas las fuerzas políticas para evitar un cierre de la crisis del
régimen.
Estamos ante la
constatación de una gran irresponsabilidad, una convocatoria
electoral fruto de un cálculo electoralista, agitando además el
avispero de la confrontación con Cataluña como un arma arrojadiza
porque creían que les iba a beneficiar en número de votos,
anteponiendo sus intereses personales a los intereses del país. Pero
el problema no es que Pedro Sánchez antepusiera sus supuestos
intereses personales, sino que el precio de su mal cálculo lo pueden
pagar las clases populares. Además, el PSOE al provocar el adelanto
electoral ha dado alas a la extrema derecha, que ha duplicado su
resultado. Un error histórico con el que Vox se convierte en una de
las extremas derechas más fuerte de Europa. Un error del que
Ciudadanos y el Partido Popular también son responsables por
blanquear a Vox con sus pactos en Madrid o Andalucía.
Vamos a ser el dique de
contención de la extrema derecha no solo en las instituciones, sino
también en la calle, en los movimientos sociales y en los
tribunales, combatiendo sus discursos de odio y defendiendo los
derechos humanos y los valores de igualdad, justicia social y
solidaridad que siempre han caracterizado a nuestro pueblo. Parar a
la extrema derecha es responsabilidad de todos.
El espacio de Unidas
Podemos ha resistido en un escenario difícil. Hemos perdido escaños
y somos conscientes de ello, pero creemos que tenemos que estar
satisfechos por haber resistido en unas condiciones tan hostiles,
donde se ha intentado responsabilizar a Unidas Podemos de la falta de
estabilidad en España, se ha exacerbado la situación en Cataluña
para conseguir réditos electorales, tanto por la derecha como por el
PSOE, y se ha estimulado una ruptura del espacio de Unidas Podemos
para intentar acabar con este proyecto. Pero no lo han conseguido, a
pesar de que han intentado barrernos del escenario político,
volvemos a ser imprescindibles para darle una salida democrática a
la actual coyuntura de nuestro país. Ahora nos queda trabajar para
poder recuperar el espacio perdido en los últimos años, afrontando
los retos políticos y organizativos que con carácter estratégico
exige el próximo ciclo.
Desbloqueo y acuerdos
Ante el avance de las
derechas, lo que en junio era una oportunidad, un acuerdo de
gobierno, hoy es una necesidad. El PSOE de Pedro Sánchez, con una
victoria decepcionante para sus propias expectativas, no consigue ni
hundir a Unidas Podemos ni avanzar un nuevo escenario que le permita
una política de alianzas mucho más cómoda.
Tenemos que estar a la
altura del momento. En este escenario, teniendo en cuenta los
resultados, es imprescindible impedir un gobierno de la derecha o del
PSOE con la derecha. Tenemos que hacer lo posible para que haya un
gobierno fruto del acuerdo amplio del bloque que posibilitó la
moción de censura, reflejo de un país plural y diverso, que sea una
respuesta ante la emergencia social y el auge de la extrema derecha.
El PSOE, seis meses después, vuelve a tener que decidir si quiere
conformar un gobierno democrático, para que puedan dormir tranquila
la gente sencilla y trabajadora de nuestro país, o conformar un
gobierno al gusto de Ana Patricia Botín y Amancio Ortega.
Pero como dijimos en
abril, este programa no puede confeccionarse en los despachos sino
que debe ser el resultado de la participación de todas las personas
que han peleado en la calle durante estos años contra los recortes,
reivindicando el cumplimiento de derechos constitucionales. El pueblo
organizado, sus demandas y reivindicaciones, tienen que ser el núcleo
de este proceso. A la extrema derecha no se la para con grandes
discursos, sino con políticas sociales que blinden los derechos de
las clases populares en un contexto de incertidumbre, desamparo e
indefensión. Tenemos la obligación histórica de demostrar en la
práctica que la alternativa en una situación de crisis pasa por la
izquierda, por nuestra presencia en el conflicto social y por
políticas que mejoren las condiciones de vida de las familias
trabajadoras.
Desde hoy nuestros
diputados y diputadas trabajarán para poner en marcha un programa de
emergencia democrática que mejore las condiciones de vida de las
familias trabajadoras. No hay tiempo que perder y desde hoy mismo
ponemos los más de tres millones de votos a UP a trabajar por un
país más justo, más democrático y más igualitario. Los diputados
y diputadas del PCE, así como el conjunto de 35 diputados y
diputadas de UP, se ponen hoy mismo a trabajar demostrando que somos
un instrumento útil para las familias trabajadoras.
Unidad
Ha quedado demostrado
también que la división en la izquierda es un error y una
irresponsabilidad y por eso apostamos por la unidad. Unidad es
sinónimo de responsabilidad con las clases populares. Fragmentar la
izquierda es una muy mala idea, no solo perjudica a la izquierda sino
que perjudica al país. En muchas provincias nos disputábamos el
último diputado con el bloque de la derecha y nos han faltado
algunas décimas fundamentales que podrían haber sido posibles con
generosidad y altura de miras y que se han perdido porque opciones
como Más País ha dispersado el voto sin conseguir representación.
Esta dispersión ha regalado a Vox y al PP un puñado de diputados
que desde hoy mismo trabajarán sin descanso para blindar los
privilegios de las oligarquías y deteriorar los derechos de la
mayoría social.
Tenemos que seguir
perseverando en la unidad que representa Unidas Podemos para poder
ser una barrera de contención eficaz y útil para las políticas
neoliberales y la extrema derecha. Asimismo, asumimos nuestra bajada
de representación como la necesidad de reforzar un proyecto de
izquierdas, democrático y popular con arraigo en la sociedad civil y
capacidad para construir una alternativa de mayorías que garantice
protección, certezas y perspectivas de futuro para las familias
trabajadoras. Es necesario iniciar un proceso de reflexión y
reorganización del espacio alternativo al Régimen del 78, con un
impulso en términos políticos y organizativos que nos permita
abordar la defensa de la clase trabajadora ante la crisis capitalista
desde el conflicto social. Así mismo, al PCE le toca analizar el
diferente grado de implicación de sus estructuras para sacar
adelante esta campaña, conforme a los acuerdos tomados en nuestros
Comité Central, y establecer mecanismos para corregir los errores
derivados de dicha situación.
11 de Noviembre de 2019
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