La crisis que ha sacudido
nuestro país en los últimos años y ha asolado las condiciones de
vida de la mayoría social ha puesto sobre la mesa la necesidad de
profundizar en la construcción de espacios unitarios en los que
trabajar con distintos actores sociales y políticos. Esa dinámica
de encuentro y colaboración se ha dado de manera natural en el seno
de Izquierda Unida, donde desde su nacimiento ya encontramos esa
vocación unitaria en torno a elementos programáticos compartidos
que han permitido generar un trabajo fructífero, así como la
materialización de políticas diferenciadas en muchos municipios.
Izquierda Unida es un
movimiento político y social de fuerte arraigo territorial en
nuestra Provincia. En torno a 66 asambleas locales activas, cientos
de activistas en el movimiento obrero, en movimientos feministas,
ecologista, en defensa de la educación, sanidad o servicios sociales
públicos, contra los desahucios, por la memoria democrática o el
republicanismo, amén de plataformas coyunturales de luchas
concretas, pensiones y territoriales.
188 concejalas y
concejales, 13 alcaldías y participación en 6 cogobiernos. Más de
190.000 malagueñas y malagueños, residen en municipios cuyos
gobiernos participa nuestra organización. En ese trabajo de
intervención social y de compromiso institucional se produce de
forma normalizada una confluencia y encuentro con otros sectores con
quienes compartimos una visión de rebeldía y contrapoder a la clase
dominante o a su representación político-electoral.
En los Ayuntamientos es
innegable que estamos atravesando una etapa muy complicada: las
decisiones adoptadas por el PP desde el gobierno central se han
concretado en una ofensiva recentralizadora sin precedentes, con
trabas y limitaciones económicas y competenciales que de facto
convierten a las corporaciones locales en meros entes gestores
subsidiarios del resto de administraciones. La autonomía local ha
disminuido como nunca antes, con una normativa que intenta expulsar
la aplicación de políticas municipales de proximidad y la inversión
pública para atender las necesidades sociales más perentorias,
elementos definitorios de nuestra acción de gobierno.
La modificación del
artículo 135 de la Constitución, ha servido de coartada para esta
contrarreforma local en el momento en que más se han deteriorado las
condiciones de vida y de trabajo de la mayoría social: aumento de la
desigualdad y la pobreza precariedad laboral en aumento y una
degradación evidente de los servicios públicos. En este escenario
en el que aún no hemos tocado suelo, nuestra organización no puede
plegarse a las disparatadas directrices que obligan a mirar para otro
lado y acumular millones de euros ociosos en las cuentas públicas
cuyo único destino autorizado es anticipar pago de deudas bancarias.
Nuestro análisis es
compartido por organizaciones y también por personas que a título
individual llegan a la misma conclusión en torno a la urgencia de
construir un bloque solvente que defienda políticas públicas al
servicio de la mayoría social, desde la transparencia, la
honestidad, la participación ciudadana y el compromiso de que el
progreso, el futuro no puede seguir viniendo de la mano de la
especulación y la explotación de las personas y los recursos de
todos. Unas administraciones, las más cercanas, que se puede y se
debe gestionar desde premisas de sobriedad en lo económico y de
sensibilidad en lo social: No robar y usar los recursos para las
necesidades sociales.
Esa confluencia, la que
nace del trabajo diario compartido y del rechazo a las imposiciones
que vacían de contenido efectivo la fuerza transformadora de la
política, es la que queremos fortalecer desde IU, poniendo a
disposición de la misma nuestra experiencia, el bagaje acumulado de
todos estos años y nuestro conocimiento de la Málaga urbana y
rural. No hay espacio más eficaz para la unidad del pueblo que el
ámbito local. Málaga ha levantado los mejores peldaños de su
historia en el impulso de los pueblos y ciudades, en el ámbito de
trabajo de la cercanía física, política y emocional. A tal fin
ponemos a disposición todos nuestros recursos, militantes y acción
política. No hay tiempo que perder.
La confluencia es ante
todo un proceso social paulatino, que debe producirse de manera
natural y fluida, consciente y progresiva, y con voluntad de
impugnación de un sistema injusto que sólo puede tumbarse con
visión de conjunto. La desigualdad, la pobreza y el mantenimiento de
privilegios de una minoría no son inmutables, y de ahí que estemos
dispuestas a derribarlas.
La humildad con que
afrontamos nuestro ofrecimiento para ser parte activa de la
confluencia no está reñida con nuestra ambición. Queremos ganar:
ganar la batalla dialéctica mediante la pedagogía política, ganar
la batalla cultural mediante una praxis coherente y ejemplificadora,
y ganar las elecciones para poner las instituciones al servicio de la
mayoría a través de nuevos asideros normativos y económicos.
Humildad y ambición a
partes iguales con el objetivo de que la unidad popular incorpore al
mayor número de actores posibles, apostando por confluir de igual a
igual, porque buscamos un espacio que nos supere y donde quepan
todos. Equipos horizontales, deliberación colectiva y con la
predominancia de valores de escucha, generosidad elaboración y
radicalidad democrática.
Porque sólo construyendo
ese espacio común de lucha y trabajo seremos útiles a la mayoría
social de nuestros pueblos y ciudades. Nos unimos porque en la lucha
conjunta somos más fuertes. Más fuertes para enfrentarnos al eje
PP-Ciudadanos-PSOE que defiende y mantiene un sistema económico,
político y social injusto y corrupto por naturaleza. Frente a ello,
IU se pone manos a la obra para ser parte con otros agentes de la
construcción del bloque de cambio que necesitan nuestros pueblos y
ciudades, nuestra provincia y por ende Andalucía.
Llamamos a todas las
organizaciones, sindicatos, plataformas, mareas, agrupaciones, redes,
asambleas o movimientos, y por supuesto a partidos políticos
dispuestos a construir ese bloque de cambio a impulsar el proceso de
unidad para CAMBIAR NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES, desterrar políticas
agotadas y conjurarnos para que la salida sea, frente al eje
centralista-conservador, una propuesta profundamente andaluza,
feminista, ecologista de izquierdas y solidaria.
Hemos de elaborar un
programa alternativo, solvente y sostenible: lo demandan las kellys,
las precarias del campo, de la hostelería o trabajadores y
trabajadoras de servicios públicos, las personas desempleadas, los
jóvenes emigrados de nuevo, los autónomos y cooperativistas, la
economía social, sindicalistas, ecologistas, activistas,
estudiantes, profesionales, mayores, también las generaciones
futuras a quienes debemos dejar un mundo mejor del que tenemos.
Las asambleas locales de
IULV-CA se ponen a disposición de todo lo que se mueve en cada
pueblo y ciudad para mejorar nuestras comunidades desde un programa
político construido colectivamente, entregan su militancia y bagaje
para construir ese polo de cambio ilusionante, desde un espíritu de
unidad para derribar las políticas que devoran las esperanzas de la
mayoría social.
Sobre esas bases
edificamos nuestro compromiso y concentramos nuestra acción política
para devolver la esperanza y la ilusión a millones de personas que
no estamos dispuestas a resignarnos a que otros gestionen la salida
de la crisis con una sociedad desigual, deteriorada y con sentimiento
de estar vencida.
Hacemos un llamamiento a
la sociedad progresista malagueña a que se incorpore a los espacios
unitarios que se vayan formando en cada pueblo o ciudad andaluzas,
invitamos al trabajo conjunto y generoso, respetuoso con las
identidades diversas y plurales, empático con el objetivo supremo y
más noble a que podamos aspirar: entregar la inteligencia y el
pensamiento colectivos a construir una Andalucía justa, democrática,
participativa, sostenible y en pie de igualdad, libre de violencias
machistas y xenófobas, impulsora de políticas públicas al servicio
del pueblo. La unidad popular, la unidad del pueblo como instrumento
de cambio.
Si pretenden tenernos
resignadas, nos van a encontrar en rebeldía; si nos pretenden
fragmentadas, nos tendrán unidas.
¡Viva la unidad del
pueblo!
Martes
10 de Abril del 2018
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