En este Primero de mayo, día internacional de la clase obrera, el Partido Comunista de España y la Unión de Juventudes Comunistas de España, mostramos nuestro rechazo más contundente contra la utilización política de la justicia que están haciendo la derecha y la ultraderecha, dirigidas por el PP. La derecha controla el poder económico, el poder mediático, altas instituciones del Estado, la mayoría de las Comunidades Autónomas y necesitan desestabilizar la democracia, hasta hacer caer, como sea, el gobierno de coalición progresista y controlar el BOE, todo en beneficio de la oligarquía.
Denunciamos esta peligrosa estrategia desestabilizadora de la derecha, que hoy ataca al gobierno de coalición, como desde hace tiempo ha atacado y deslegitimado a otras y otros líderes sociales y políticos. La guerra jurídica y la deslegitimación, lleva fraguándose desde hace años contra movimientos sociales, sindicalistas, antifascistas y dirigentes de la izquierda (e incluso con ministros y ministras del anterior gobierno), calificando al gobierno de ilegítimo e ilegal, a través de campañas de acoso y derribo, que ha ido intensificándose hasta poner en peligro la continuidad misma del gobierno.
Este Primero de Mayo, el PCE y la UJCE hacemos un llamamiento a salir masivamente a la calle a defender la democracia contra las injerencias y desestabilización de la derecha y la ultraderecha, para acabar con el secuestro por el PP del Consejo General del Poder Judicial. También hace falta que el PSOE asuma medidas valientes contra la utilización de la justicia como arma política de la derecha.
La desestabilización del Gobierno por el PP y VOX buscan impedir que el programa del gobierno de coalición pueda llevarse adelante, quieren impedir su cumplimiento para evitar que se hagan políticas sociales, laborales y económicas a favor de la mayoría social trabajadora.
Los ataques a la democracia se producen cuando el mundo esta al borde de una guerra de consecuencias impredecibles. El imperialismo trata nuevamente de salvar su decadencia económica y hegemonía mundial recurriendo temerariamente a la economía de guerra y la carrera armamentista, agravando las tensiones geopolíticas y el sufrimiento de los pueblos, alargando el conflicto entre Ucrania y Rusia, el genocidio sionista contra el pueblo palestino y buscando una guerra contra la República Popular de China.
Ante los ojos atónitos de toda la humanidad, asistimos en directo un genocidio contra el pueblo palestino, practicado por el criminal Estado de Israel, que también bombardea a sus países vecinos (Líbano, Siria, Irán e Irak) para arrastrar a sus aliados occidentales a una guerra regional de imprevisibles consecuencias. Y lo lleva a cabo gracias a la impunidad que le brindan los Estados Unidos, el Reino Unido y, en mayor o menor medida, los distintos países de la Unión Europea, en lo que supone una nueva página de la historia de la infamia. El mundo se conmueve ante la heroica resistencia palestina.
La clase trabajadora debe organizar un masivo movimiento por la paz, contra la guerra y de solidaridad con el pueblo palestino
En vez de buscar una solución diplomática y la paz, los dirigentes europeos se lanzan a hacer declaraciones incendiarias en una carrera por ver quién clama más alto por establecer una economía de guerra, mandar más armas, e incluso, llamando a enviar tropas de la OTAN a Ucrania para combatir a Rusia, trivializando con una escalada que nos podría conducir hasta a un conflicto nuclear.
A la vez, y para seguir aumentando los beneficios de las grandes empresas, de la banca y de la industria militar, el capital europeo y sus representantes políticos de la ultraderecha, la derecha, la socialdemocracia y los verdes europeos se abalanzan de nuevo hacia la austeridad para aumentar los presupuestos para la guerra sacrificando las partidas sociales, atacando los derechos laborales y recortando las libertades democráticas. Frente a la ola reaccionaria, militarista y austericida, y también ante las elecciones europeas, es preciso explicar a la clase obrera y el pueblo que las consecuencias del deterioro de sus condiciones de vida y sus derechos laborales, sociales y políticos están ligadas al incremento de los beneficios empresariales y a pagar la enorme factura de la guerra, hay que levantar de nuevo la consigna: ¡No a la Europa del capital y la guerra!
La lucha por la paz y contra la guerra imperialista es uno de nuestros principios fundacionales y hoy lo son la lucha contra la OTAN y por el fin de la carrera armamentista. Frente a esta peligrosa escalada belicista y austericida, el Partido Comunista de España llamamos a todas las fuerzas de la izquierda y progresistas, a los sindicatos de clase y a los movimientos sociales y culturales, al feminismo y la juventud, en los barrios populares y centros de trabajo y estudio, a organizar un amplio y potente movimiento para movilizarnos contra la guerra, por la paz, el desarme, la solidaridad internacionalista y el socialismo.
Nuestro país no está exento de esta deriva reaccionaria, belicista y neoliberal. Gracias a la presencia de la izquierda en la coalición de gobierno, España conjuntamente con Irlanda van a plantear a la UE que suspenda el acuerdo de asociación preferente con Israel, ha aumentado los fondos de la UNRWA o ha renunciado a participar en la coalición de EEUU y Reino Unido y otros países contra el Yemen. Y desde el PCE vamos a ir más allá, para reconocer a la mayor brevedad el Estado Palestino, reclamando sanciones comerciales a Israel, la ruptura de relaciones diplomáticas y de toda relación o comercio con Israel hasta que se detenga el genocidio contra el pueblo Palestino.
El PCE y la UJCE, siempre hemos reivindicado la neutralidad activa, la salida de la OTAN y de las bases de EEUU en España. Nos oponemos al envío de armas o tropas a Ucrania y a la utilización de la base naval de Menorca por la OTAN,
En los últimos cinco años los márgenes y beneficios empresariales están en máximos históricos y han crecido el doble que los salarios. Solo las luchas y movilizaciones obreras y sindicales, aprovechando las políticas del gobierno progresista con las subidas del SMI o con la prevalencia salarial de los convenios sectoriales que estableció la reforma laboral, así como los incrementos y cláusulas de garantía salarial logrados por los sindicatos en la negociación colectiva y el último AENC, han conseguido que se recupere una parte importante del poder adquisitivo perdido por los salarios por la elevada inflación, causados por el aumento de los beneficios y por la escandalosa especulación, especialmente de las grandes empresas y de la banca. El PCE y la UJCE trabajamos en el conflicto social confrontando con la patronal y reivindicando unos salarios justos para tener una vida digna.
Aunque las políticas del gobierno expresan números de empleo históricos con 21 millones de trabajadores/as en activo, casi la mitad son mujeres, un nivel de contratación indefinida del 87,3% y una temporalidad que se ha reducido a mínimos históricos a un 12,7%, y además, con un importante descenso de la tasa de desempleo juvenil, aún nos queda mucho por hacer. Los datos del paro siguen siendo de los mayores de la UE afectando a 2,7 millones de personas (un 11,5%), la precariedad laboral sigue expresándose de múltiples formas y se continúa cebando en los sectores más vulnerables de la clase trabajadora: mujeres, juventud y migrantes.
Para el PCE y la UJCE es de interés estratégico reforzar a los sindicatos de clase, incrementar su afiliación, principal herramienta de la clase obrera para avanzar en conquistas sociales y políticas.
Aspiramos al pleno empleo, acabar con la precariedad y avanzar hacia la contratación indefinida con más garantías. Es por ello hacemos nuestra la principal reivindicación de CCOO y UGT para este primero de mayo, que es clave para hacer frente a la patronal ante los cambios tecnológicos y contribuye decisivamente a unificar al conjunto de la clase trabajadora: por el pleno empleo, reducir jornada, mejorar salarios.
Por la restricción de las causas del despido, el aumento de la indemnización por despido improcedente y prohibiendo el despido por incapacidad sobrevenida o permanente; por la mejora de las condiciones del trabajo a tiempo parcial, que en la mayoría de los casos se hace de forma impuesta y sobre todo afecta a las mujeres (el 72%); la mejora de los subsidios de desempleo, una regulación en la introducción de algoritmos y de la inteligencia artificial en el mundo del trabajo, haciendo frente a las cláusulas de descuelgue salarial que utiliza la patronal, por cambios sustanciales en la Ley de prevención de riesgos laborales para acabar con la lacre de la siniestralidad, etc. Por la profundización en los derechos de representación, negociación colectiva e intervención sindical y la mejora de la inspección de trabajo.
Es fundamental un cambio de modelo productivo, que recupere soberanía, detenga la fuerte dependencia del capital foráneo, desde la intervención pública, basado en un potente sector industrial, avanzado tecnológicamente, sostenible medioambientalmente y justo socialmente, limitando y regulando los precios de la energía y los productos esenciales, formando nuevas empresas públicas, nacionalizando la banca y los sectores estratégicos, mejorando los servicios y prestaciones públicas (sanidad, educación, pensiones, prestaciones, vivienda, etc.), e implantando una fiscalidad justa, progresiva e impuestos a las grandes empresas y fortunas.
El Partido Comunista de España y la Unión de Juventudes Comunistas de España hacemos un llamamiento a la unidad y la movilización de la clase obrera, así como también a las fuerzas de izquierdas a reforzar a los sindicatos de clase y su papel sociopolítico, frente al peligro de la ola reaccionaria y la desestabilización de la derecha.
¡En defensa de la democracia, paremos la desestabilización de la derecha!
¡Por la paz, contra la guerra y la OTAN! ¡Ningún recorte por la guerra! ¡Paz, trabajo, vivienda, pensiones, sanidad, educación y vida digna!
Llamamos a participar a las manifestaciones convocadas por CCOO y UGT
¡Viva el 1º de Mayo!
https://pce.es/manifiesto-primero-mayo-pce-democracia-paz/