Este 8M vamos a mostrar EN TODAS LAS CALLES una nueva ofensiva a favor de los derechos de las mujeres. Una ofensiva que nos permita seguir arrinconando al patriarcado y al capital y esa alianza criminal que se esconde detrás de los avances de la extrema derecha en Europa y en el mundo.
En España, seguiremos impugnado y rebelándonos: el feminismo es una fuerza transformadora levantada desde la impugnación y rebeldía mostrada por las mujeres trabajadoras que habitamos los suelos pegajosos, las mujeres que luchan por su vida en Palestina, las del NO A LA GUERRA, las mujeres que sufren los BLOQUEOS ECONÓMICOS por el imperialismo de EE.UU, las mujeres LGTBI, las mujeres que luchan por el derecho al aborto, las mujeres árabes y africanas, las activistas medioambientales y las ecologistas, las sindicalistas, las estudiantes, las mujeres de la cultura, las mujeres con familias monomarentales, las mujeres con discapacidad, las mujeres migrantes, las mujeres mayores en situaciones de pobreza, las víctimas de las violencias machistas, las supervivientes de la prostitución, la trata y la explotación reproductiva, las mujeres de las Huelgas Feministas, las trans…
Millones de mujeres trabajadoras volveremos a por todas en TODAS LAS CALLES para señalar las alternativas a este modelo de sociedad basado en la desigualdad y la explotación de las mujeres, y señalar a los responsables.
El sistema capitalista y patriarcal desarrolla modelos económicos basados en la explotación, la violencia y el beneficio, y un modelo social donde las desigualdades económicas abocan a millones de personas, sobre todo a las mujeres, a una vida en la pobreza, la desigualdad, sin posibilidad de contar con servicios públicos y con la amenaza de las guerras.
El capitalismo imperialista ha provocado la migración de millones de mujeres de países empobrecidos, con desplazamientos forzosos o que huyen de zonas de conflicto, para atender las necesidades reproductivas y de cuidados o para ser víctimas de las redes de trata para explotación sexual. Mujeres de países empobrecidos o con situaciones de conflicto que son fruto de la colonización de sus recursos naturales y sus sistemas políticos.
El Patriarcado, aliado imprescindible del Capital, procura la subordinación de las mujeres a las necesidades de reproducción del propio capital. Si las mujeres paramos se para el mundo. El Patriarcado normaliza la violencia ejercida sobre las mujeres por el simple hecho de serlo, a las disidentes del género, a las que cuestionamos los roles sociales y económicos basados en el sexo, a las que nos organizamos para acabar con la alianza criminal desde el feminismo, el ecologismo, la cultura, la paz, la política…
También azuza la división entre las que somos golpeadas por el patriarcado y el capital, y entre nosotras y el “mundo de los hombres”. Y es que esta alianza criminal también golpea a los hombres.
Nos mantendremos unidas y diversas para superar la alianza criminal. Es imprescindible para seguir avanzando. Y es que, a pesar de los avances conseguidos, esta alianza criminal se manifiesta en los datos de pobreza de las mujeres: según la Red contra la Pobreza, EAPN, en España hay más de 5 millones de mujeres en riesgo de pobreza, el acceso a los servicios públicos, como la sanidad o la dependencia, cada vez es más difícil y con más burocracia.
La precariedad sigue teniendo rostro de mujer, como la parcialidad en las jornadas de trabajo. Las enfermedades laborales de las mujeres están menos presentes en las estadísticas y por tanto en la investigación y su tratamiento, que también ha de implicar seguridad y salud en el puesto de trabajo.
La necesidad de introducir en el sistema público educativo la educación sexual para poder hacer frente al consumo de pornografía es imprescindible e inaplazable. La pornografía no puede ser la forma en que las jóvenes generaciones se eduquen sexualmente.
Todo este caudal transformador y de propuestas tiene en los gobiernos autonómicos y locales de PP-VOX su mayor enemigo. Así, las políticas de acoso al avance las mujeres, a su derecho al aborto, a la cultura, a las relaciones sociales y a los servicios públicos, implican un claro retroceso.
El PCE en solidaridad con las mujeres palestinas exigimos parar el genocidio de Israel con el pueblo palestino, el envío de ayuda humanitaria necesaria y un Estado palestino libre.
Demandamos un sistema de cuidados público y universal que reconozca el trabajo de cuidados y que garantice que todas las personas podamos tener derecho a cuidar y ser cuidadas en igualdad y de manera corresponsable.
Exigimos también la reducción de la jornada laboral sin reducción salarial.
Urge la implementación de la Educación afectivo-sexual en el sistema educativo para promover relaciones sexuales libres e iguales que no tengan su base en la violencia. Si tanto daño está haciendo el consumo de pornografía sin formación, demos la formación necesaria desde el sistema educativo.
8M, EN TODAS LAS CALLES
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