El Coordinador federal de
Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha advertido en la mañana de ayer,
sábado 8 de junio, a los/as integrantes de la Asamblea Político y
Social de IU (ApyS) reunida en Madrid sobre la “propuesta
reformadora” del PSOE, que “está inclinado a buscar el apoyo de
la derecha de este país” para conseguir un gobierno estable
durante toda la legislatura. Frente a ello instó, entre otras
cuestiones, a “centrar el debate en las cuestiones programáticas,
con un acuerdo de gobierno que, sin duda, debe ser con la izquierda y
siempre con el programa por delante”.
Alberto Garzón realizó
este análisis en la presentación de su informe al comienzo de la
reunión de la máxima instancia de dirección de IU entre congresos
que se desarrolla hoy en su sede federal de Madrid, en la que se
valoran los resultados de los pasados comicios y se analizan
distintos escenarios postelectorales para los próximos meses. En
este marco, advirtió sobre la intención de la dirección socialista
de aprovechar los malos resultados electorales a su izquierda para
“concretar una propuesta que pivote sobre la derecha política”.
Esto confirma las reiteradas denuncias hechas en la campaña de que
el PSOE ‘se pone rojo antes de las elecciones y se anaranja cuando
éstas pasan’.
De la misma forma, apuntó
de forma crítica “que el PSOE copie ahora la estrategia de Mariano
Rajoy de dejar correr el tiempo y prolongar los márgenes para no
hablar con nadie”.
El máximo responsable de
IU criticó directamente que desde las elecciones del 28 de abril
hasta hace apenas unos días “se ha dejado aparcado poder hablar
del próximo gobierno. Hasta el próximo martes no habrá la primera
cita y la invitación a ella se ha hecho a través de los medios, ni
siquiera de una forma más directa como las redes y, además, el
mismo día que otras fuerzas de la derecha”.
Alberto Garzón había
iniciado su intervención “agradeciendo a la militancia, tanto a
afiliados/as como simpatizantes, su participación intensa y su
capacidad para volcarse en el trabajo cotidiano de estos últimos e
intensos meses”.
Consideró que su informe
político presentado a la APyS de IU es “un buen punto de partida
para abrir un debate sosegado que seguro que no agotaremos hoy”.
Resumió cómo este ciclo electoral suponía la culminación en los
resultados de una “triple pulsión”, por un lado la “pulsión
de la ruptura democrática, de regeneración, la que hemos defendido
en todo este tiempo a través de nuestros espacios de confluencia,
que ha retrocedido”.
Están ahí también la
“pulsión de naturaleza reformista, esa que se reflejó en el
intento de PSOE y Ciudadanos de formar gobierno en 2016, que consiste
en dar la sensación de cambiar todo para que nada cambie” y, por
último, la “pulsión reaccionaria, impulsada a partir de lo
ocurrido en Cataluña en 2017, que pretende que volvamos a estadios
incluso anteriores de los de 1978”.
Garzón reconoció sin
rodeos que “el espacio político a la izquierda del PSOE ha ido
perdiendo en este tiempo apoyo político, pero también electoral”,
que se ha plasmado en un “descenso notable en las elecciones
generales, pero aún más notable en las últimas elecciones de mayo,
teniendo en cuenta la heterogeneidad de los resultados de mayo”,
concretado a modo de resumen en “un descenso de cuatro puntos en
mayo, frente a los de abril”.
Para Alberto Garzón, es
el momento de analizar y decidir “qué debemos hacer, sabiendo que
vamos a escenarios muy volátiles” y que ninguna de las dos últimas
pulsiones mencionadas “ha crecido para el futuro”. Todo ello de
sebe hacer “dentro de una crisis territorial y una crisis social,
con una situación económica peor a la ya mala de 2011”.
Analizó que “la unidad
política no es suficiente para lograr todos los objetivos, pero
fuera de ella es aún peor”, y puso el ejemplo de aquellos
territorios donde IU había logrado recuperar presencia en sus
parlamentos, como Extremadura, La Rioja, el País Valencià, Madrid o
Baleares”. Reiteró la idea expresada en los últimos días de que
“a pesar de que el espacio se ha reducido, la unidad ha permitido
resistir mejor esta situación”.
Garzón animó a los
miembros de la Asamblea Político y Social y a sus respectivas
federaciones a “utilizar la presencia institucional lograda para
mejorar las experiencias de colaboración con otras fuerzas
políticas, pero también con la sociedad civil organizada y, lo que
debe ser uno de nuestros papeles, ayudar a que se organice la que aún
no lo está”.
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