Por Sato
Díaz/cuartopoder.es
Eva García Sempere
(1976) es la actual portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los
Diputados mientras que Alberto Garzón se encuentra de baja por
paternidad. Esta diputada de Unidos Podemos por Málaga es licenciada
en Biología y experta universitaria en Desarrollo Local y
Cooperación Multilateral. Militante veterana del PCE y de IU, ahora
asume esta responsabilidad en un momento político de trascendencia e
inestabilidad en el panorama político español. El Gobierno del PSOE
reconoce su debilidad parlamentaria, tan sólo 84 diputados, y la
legislatura depende de los acuerdos que los socialistas y Unidos
Podemos puedan labrar durante los próximos meses.
Mientras el debate se
centra en los engaños que, al parecer, algunos políticos han
incluido en sus currículums, la situación catalana y un nuevo otoño
caliente asoman por la puerta, García Sempere conversa con
cuartopoder.es en su despacho del Congreso.
– Es la portavoz en
el Congreso de IU, ¿qué supone para usted esta responsabilidad?
– Es como el ‘Cuento
de Navidad’ en el que aparecen los fantasmas de navidades pasadas,
a mí me aparecen los fantasmas de portavoces pasados dándome
vueltas en la memoria. Para mí es mucha responsabilidad, porque mi
organización siempre ha estado en el Congreso, como PCE y como IU.
Tomar el relevo de una figura tan relevante como Alberto Garzón es
mucha responsabilidad. Pero es muy bonito y gratificante.
– Ya se han cumplido
los 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez. ¿Qué valoración hace?
– Es el Gobierno de las
rectificaciones y bandazos. No ha concretado ninguna de las medidas
que más ilusión generaron en los primeros días y, en muchas
ocasiones, está haciendo lo contrario, como no poner en marcha el
impuesto a la banca, no publicar las listas de los amnistiados por
Montoro, empezar con el Aquarius bien pero luego aplicar la misma
doctrina de fronteras del PP… Son cuestiones que nos cuesta
digerir. La venta de armas a Arabia Saudí tampoco ayuda. Por parte
de IU nos quedamos con el que se hayan abierto las mesas de trabajo
con Unidos Podemos y con el trabajo que en ellas está haciendo
Carlos Sánchez Mato. Por lo menos, no es un Gobierno refractario a
escuchar a la oposición, se le pueden plantear las cuestiones,
esperamos que ese trabajo en común lleve a buen puerto.
– IU siempre ha
apostado por un proceso constituyente. Ahora Sánchez plantea una
reforma constitucional que aborde el tema de los aforamientos de
políticos. ¿Es suficiente para IU?
– Hay dos cuestiones en
este asunto: el tema del aforamiento y el de la reforma
constitucional. Reformar la Constitución para esta cuestión
concreta nos parece poco serio. Es una postura muy del PSOE, que es
capaz de reformar la Constitución para poner en práctica el
artículo 135, pero no para blindar los derechos sociales. Por otro
lado, en la cuestión de los aforamientos, para nosotras es muy
importante la eliminación, por ejemplo, del aforamiento del rey. Hay
matices en qué debe entrar dentro del aforamiento de los diputados,
a un diputado que miente o roba no debería salvarlo nadie. Incluso
en el ejercicio de sus funciones, ¿cuáles son los límites? Vamos a
hablarlo. Pero si abrimos la reforma de la Constitución, hay que
hablar de salvaguardar derechos y hablar de cómo elegimos al jefe
del Estado. Ya basta de que la Jefatura del Estado se decida por un
modelo Disney.
– Si se abre el
melón de la reforma constitucional y el PSOE se mantiene en que
únicamente es para este caso de los aforamientos, ¿IU qué hará?
– No creo que haya una
oposición frontal, pero no será el escenario que a nosotras nos
gustaría y, desde luego, que vamos a intentar que sea más amplia.
No tendría sentido tampoco, hay que poner al PSOE frente al espejo.
¿De verdad este es el problema del país? Hay que abrir esta reforma
a la mayoría social, ahí es donde nos van a encontrar.
– La mayoría de los
aforados son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ¿IU
quiere revisar también estos aforamientos?
– El tema del
aforamiento lo estamos hablando en IU, es una cuestión que tenemos
que valorar en toda su dimensión. Tenemos que ver hasta dónde
tienen que llegar los aforamientos, para qué sirven y hasta dónde
llegamos.
– En asuntos
relacionados con la monarquía, como en la comisión de investigación
sobre las cintas de Corinna, el PSOE cierra filas con PP y
Ciudadanos. ¿Tiene alguna esperanza de que cambie esta postura?
– Desde luego, hasta
ahora nos muestran que no tienen interés, los del PSOE son
republicanos juancarlistas. Lo veo difícil, sinceramente. Incluso en
esta legislatura, en la que el PSOE se ha puesto el perfil más rojo,
cierra filas con PP y Ciudadanos hasta para lo más mínimo, una
comisión parlamentaria. No lo entiendo, ya no es hablar de la
existencia de una Casa Real, es abrir las ventanas de casos turbios
que están relacionados. Lo veo difícil, en estos temas veo difícil
un acuerdo con el PSOE.
– ¿Quizás se
siente demasiado cómodo el PSOE con esta oposición de izquierdas y
no les ve capaces de tumbar el Gobierno? No ya la monarquía, pero
que se pueda investigar su posible corrupción, ¿no es una línea
roja para IU y Unidos Podemos?
– Es una de las líneas
que el PSOE tiene constantemente encima de la mesa, no sé si es
roja, me refiero al tema de la corrupción. En mayor o menor grado,
sea corrupción económica o de figuras del Estado, siempre la
tenemos encima de la mesa. Creo que va más allá, el caso de la Casa
Real es ideológico para el PSOE. El sentirse herederos de esos
grandes consensos que se llaman de Estado les hace decidir no tocar
mucho estas cosas. Nosotros creemos que sí hay que tocarlas, ya han
pasado 40 años. El PSOE está cómodo no modificando la Ley de
Secretos Oficiales, no desclasificando documentos… En el caso de la
corrupción, tiene problemas en destapar ciertas cuestiones, el caso
de Andalucía es el más claro.
– Ayer, el relator
especial de Naciones Unidas, Fabián Salvioli, hablaba de la
idoneidad de acabar con la Ley de Amnistía. El PSOE parece que
tampoco está por la labor…
– La intervención del
relator de la ONU ha sido maravillosa. Ha señalado un tema crucial:
¿de qué sirve exhumar al dictador, siendo el gesto muy positivo, si
no van a modificar más cosas? La Ley de Amnistía hay que
modificarla; si no la quieren derogar entera, podemos sentarnos a
hablar qué partes podemos. Que no se juzguen como crímenes de lesa
humanidad los crímenes del franquismo no se sostiene por ningún
lado. El propio relator de la ONU lo ha explicado claramente.
Seguiremos presionando.
– En diferentes
momentos, sentimos que la legislatura pende de un hilo. ¿Qué
recorrido le augura?
– Si los socialistas
permiten que hayan espacios de encuentros y que estos sirvan para
sacar medidas en favor de la mayoría social y rescatar a la
ciudadanía después de 10 años de crisis y estafa, auguro una
legislatura larga. Si no hacen eso, estarían demostrando que no
tienen ningún interés en poner sobre la mesa medidas sociales y
económicas favorables para la justicia social, ahí no nos van a
encontrar y, en ese caso, la legislatura será corta.
– ¿Hasta qué punto
el tema de los másteres está tapando otros debates de mayor
relevancia?
– Lo de los másteres
es algo que viene de lejos, tiene que ver con la crisis de confianza
que tiene la mayor parte de la población con la clase política. A
la gente esto le importa porque en muchas casas han habido verdaderos
esfuerzos para que sus hijos e hijas tuvieran la oportunidad de
estudiar un máster para labrarse su futuro. Otros temas parecen más
lejanos, aunque sean más importantes, pero esto se siente muy
cercano. También es cierto que esto permite un escenario en el que
están cómodos PP, PSOE y Ciudadanos, el ‘y tú más’. El ‘y
tú más’ significa que todos somos iguales, y no, ni mucho menos
somos todos iguales.
Eva García
Sempere./M.F.S.
– En IU han hecho
mucho hincapié en la necesidad de relacionar la movilización social
con la labor institucional. Siempre han teorizado lo del partido
movimiento. Mi impresión es que la movilización social ha caído y
que el debate político lleva meses centrado en las instituciones…
– Creo que la pelea y
la lucha en la calle está, quizás no sea el momento de desborde de
otros momentos en el que las movilizaciones copaban portadas porque
eran gigantes, salvo el movimiento feminista. El movimiento feminista
nos ha dado este año una grandísima lección y, en este aspecto, la
calle está más viva que nunca. Quizás, no ha habido algo como en
años anteriores que aglutine todas las luchas, espacios compartidos,
pero hemos visto también muchas luchas laborales que han tenido
mucha importancia.
Creo que el gran reto es,
si hay luchas en las calles, ¿cómo las vinculamos a la institución
y al debate político? ¿Qué nos une a todos? ¿Eso que nos une a
todos tiene un nombre político? Ese es uno de los grandes retos de
IU hoy.
– Estamos viendo
casos graves en los que se pone en duda un pilar de la democracia
como la libertad de expresión. El de Valtonyc, el último, ¿está
la sociedad concienciada con este asunto?
– Creo que, cada vez
más, cala ese discurso. Esto es porque tenemos un Código Penal con
artículos medievales que no deberían estar, como injurias a la
Corona o la blasfemia. Todo esto estaba durmiente y se empezó a
reactivar, con mucha fuerza mediática, hace relativamente poco
tiempo. Recuerdo el caso de los titiriteros que planteó eso de una
manera muy potente. Al principio, la gente justificaba esto, decía
que no se podía permitir que se dijera todo. Pero ya la gente está
empezando a despertar, la gente se pregunta cómo por cantar algo un
rapero puede entrar en la cárcel. Es difícil de convencer y de
decirle a gente que lleva 40 años escuchando que por fin tenemos
democracia, decirles ahora que no hay, que no tenemos una democracia
de alta intensidad. Es muy difícil, sobre todo para la gente mayor
que lleva toda la vida peleando, despertarle de ese engaño.
– Hace unos meses,
Unidos Podemos presentaba la proposición de ley de Protección
Integral de la Libertad Sexual y para la Erradicación de las
Violencias Sexuales. ¿Se ha avanzado algo sobre ella con el
Gobierno?
– En un alarde del
PSOE, Carmen Calvo hizo un tweet de la necesidad de modificar partes
del Código Penal en la dirección acertada, en vez de hablar tanto
de penas, ver qué cambios necesitamos para que se juzguen mejor los
casos. Después de eso, pocos avances. Sí es cierto que hay una
mejor predisposición, el PSOE no es el PP en temas de género. Hace
falta algo fundamental, la voluntad política, la mejor forma de
plasmarla es en los Presupuestos Generales del Estado. Esa es la
batalla que tenemos con el PSOE y ahí es donde tienen que demostrar
sus intenciones, verdaderamente.
– Las mesas de
trabajo en materia económica entre Gobierno y Unidos Podemos. ¿En
qué situación se encuentran? ¿Frío, templado, caliente?
– Templado. Las mesas
están, se están llevando propuestas para llegar a acuerdos en los
grandes temas, como el techo de gasto, todo lo que tenga que ver con
fiscalización a grandes fortunas. En esa pelea estamos, intentando
hacer un marcaje importante, pero más allá de “lo hemos recibido”
y “lo vamos a intentar” no tenemos nada cerrado.
– En resumen, con el
Gobierno, diálogo y poco más…
– De momento hay
diálogo, teniendo en cuenta de lo que venimos es bastante. Pero, a
parte de los gestos, es necesario que el PSOE aterrice mucho más.
Por nuestra parte, voluntad de llegar a acuerdos hay, pero los
acuerdos tienen que tener concreción presupuestaria y legislativa.
Pongo un ejemplo de lo que estábamos hablando anteriormente, de las
leyes por la libertad de expresión. Nosotros presentamos una
proposición y eso no cuesta, no pueden decir que tienen un límite
en los presupuestos que viene desde Europa. Eso se puede poner en
marcha mañana. No sirve de nada que un ministro salga diciendo que
algo es intolerable si no va a llegar más allá, si no se va a hacer
reformas para derogar las injurias a la Corona o las blasfemias…
Eso también es hacer camino.
En la parte económica se
tienen que decidir, hay cuestiones como los impuestos a la banca que
son fáciles de abordar. Ahí conseguiremos un porcentaje económico
interesante para abordar otra serie de medidas. Ahí vamos a estar, y
quien tiene que decidir con quien hacer las alianzas es el PSOE, y
las alianzas no se hacen a golpe de titular.
– Como andaluza,
¿cómo ha vivido el conflicto de la venta de armas a Arabia Saudí
de escoger entre derechos humanos o trabajo?
– Cádiz tiene un
problema estructural de paro altísimo. Es una provincia a la que hay
que dar una respuesta. Hay una cuestión fundamental, no hay pan sin
paz, ni al revés. Además, hay que tener en cuenta el componente
ambiental, con el tema del cambio climático tenemos el mismo debate.
Nunca en este país se ha tenido la intención de hacer una
reconversión industrial decente, nunca. No se hizo en la cuenca
minera, en el sector naval, ni en el sector primario. Tenemos que
sentarnos a hacer un plan de verdad para el sector productivo. A este
país han llegado cantidades ingentes de dinero para hacer la
reconversión, no sabemos dónde está ese dinero y el PP y PSOE se
ponen siempre de acuerdo en que, cuando hacemos esa petición al
Tribunal de Cuentas, no quieren que se sepa. Eso es otra forma de
corrupción, aunque sea legal. Ese dinero ya no lo tenemos, lo
reclamaremos, pero tenemos que sentarnos y hacer un plan.
Para Andalucía, el
sector turístico es muy fuerte, pero es estacional. Tenemos la
posibilidad de reconvertir el sector productivo. Casi toda la fruta y
verdura que se produce en Andalucía es para exportación, no tenemos
las infraestructuras en conexiones ferroviarias para que Cádiz esté
unida a Almería, necesitamos electrificar una trozo de línea.
Queremos darle una solución, queremos que el puerto de Algeciras
tenga mayor carga de trabajo y productividad, después unirla con
Almería y con el resto del arco mediterráneo. Igual con el puerto
de Málaga. Cádiz tiene una parte de patrimonio natural fortísima,
el problema es de infraestructuras, hay que pontenciarlo. El corcho
es otro ejemplo, tienen el parque de alcornocales y no tienen
industria propia.
– Andalucía parece
que abrirá un nuevo ciclo electoral. ¿Será clave para saber las
intenciones del PSOE de girar hacia la izquierda o mirar a la
derecha, como hasta ahora, que gobierna con el apoyo de Ciudadanos?
– Si el futuro del PSOE
a nivel estatal pasa por Andalucía, que Lenin nos coja confesados.
Es el paradigma de un PSOE casi nada interesado en la izquierda.
Sería sorprendente que Susana Díaz hiciera ese viraje, más allá
de que en campaña electoral saque la chaqueta de pana y sea la
persona más roja de la historia. Cuando pactó con IU, nos echó del
gobierno y no nos permitía hacer políticas de izquierdas. Con
Ciudadanos es con quien ella se siente cómoda, más allá que ahora
hayan escenificado esta ruptura a lo Pimpinela. El PSOE tendrá que
valorar qué clase de giro quiere darle a su política de gestos, no
creo que quieran pactar con Ciudadanos en Andalucía para ese giro a
la izquierda que intentan hacer ver en el resto del Estado. Quizás
los aforamientos sea un guiño a Ciudadanos en el resto del Estado,
más allá de Andalucía.
Lo importante es el
cambio de ciclo político que necesita Andalucía. Los últimos años
de Susana Díaz ya no dan más de sí. Hay que acometer reformas
importantes y eso no lo puede hacer alguien con síntomas de
agotamiento y casos de corrupción, y el PSOE en Andalucía
representa esto.
miércoles, 19 de
septiembre de 2018
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