Sato Díaz/cuartopoder.es
Entrevistamos al
coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo (Lucena,
Córdoba, 1966). Hace unos días, IU y Podemos lanzaban el manifiesto
Adelante Andalucía con el objetivo de reunir 50.000 firmas
defendiendo la construcción de una confluencia para las próximas
elecciones andaluzas. Primarias propias, un proceso horizontal y
participativo… Equo, Izquierda Andalucista o Primavera Andaluza ya
se han sumado al proyecto.
Las discrepancias entre
la Secretaría de Organización de Podemos estatal, capitaneada por
Pablo Echenique, y la dirección andaluza de Teresa Rodríguez se han
evidenciado. Mañana viernes mantendrán una reunión para intentar
solventarlas. De todo esto, y del vertiginoso ritmo de la actualidad
política española hablamos con este profesor de latín y griego
que, desde el año 2013, dirige la federación territorial más
importante de IU y, desde el 2015, es su portavoz en el Parlamento
andaluz.
Ya se ha anunciado que
Podemos e IU harán primarias propias de cada organización para
después hacer unas conjuntas de toda la confluencia. ¿Tiene cabida
esta propuesta dentro del acuerdo al que han llegado Podemos e IU a
nivel estatal?
Totalmente. Nuestro
acuerdo andaluz busca ser un proceso movilizador, hacemos primarias
conjuntas para apelar a que participe más gente de la que cabe en
Podemos e IU, que no está afiliada, para construir un contrapoder
que necesitamos para crear una alternativa de gobierno en Andalucía.
Esto tiene cabida en el acuerdo que han firmado las organizaciones a
nivel estatal.
Un paso más allá. En
esas primarias conjuntas, ¿se plantean Teresa Rodríguez y usted
participar en una misma lista?
Ahora estamos abordando
el qué hacer para que sea un proceso de acumulación de fuerzas. Las
primarias conjuntas las planteamos para centrarnos en la política y
el debate, no hacemos primarias para generar un proceso de colisión,
sino para sumar fuerzas con más complicidades. Las complicidades, a
parte de las que las que nosotros dos tenemos, son las de las
organizaciones que están en la construcción de poder popular y no
en los egos de los dirigentes a los que nos toque encabezar esto.
Mandaba una carta que
animaba a las direcciones estatales a que “se animen a conocer de
primera mano la confluencia andaluza y se impregnen de la ilusión
capaz de disputar el gobierno de esta región y de sus más de 800
municipios”. De alguna manera, ¿se intenta controlar desde Madrid
demasiado a los territorios?
Lo que decíamos es que
en este espacio la fraternidad tiene que ser fundamental. La
fraternidad se construye desde la empatía y el reconocimiento mutuo.
Creo que es muy importante que nuestros dirigentes federales, Pablo
Iglesias y Alberto Garzón, se impregnen de Andalucía y vengan. Para
ganar el país hay que ganar Andalucía, sus visitas siempre serán
muy bienvenidas y van a crear grandes complicidades emocionales con
la gente.
En Andalucía, las gentes
somos muy emocionales y generosos en cuidar a quien empatiza con
nosotros. En ese contexto, decía que este acuerdo andaluz se enmarca
dentro del acuerdo federal. Afortunadamente, nadie lo ha cuestionado.
Pablo Echenique ha cuestionado un elemento del reglamento en la clave
interna de Podemos, pero el acuerdo andaluz nadie ha cuestionado que
esté fuera del acuerdo federal. Hubo alguien que hizo una reflexión
sobre el papel de IU en una supuesta operación de crear un partido
nuevo y no íbamos a aceptar esa reflexión que no correspondía a la
verdad. Era necesario ese comunicado para tranquilizar a gente que
podría interpretar que nuestro silencio era dar por válida esa
afirmación que hacía una compañera diputada de Podemos.
Otro tema conflictivo
es el nombre. El acuerdo estatal dice que se llamará “Unidas
Podemos Izquierda Unida Equo”. ¿Es un problema para la confluencia
andaluza?
No es ningún problema
porque irá ese nombre. Lo que pasa es que también dice el acuerdo
que se incorporarán especificidades en los nombres en las
comunidades autónomas. Por nuestra parte, queremos incorporar un
componente netamente andaluz y que creo que es un proceso de
empoderamiento de esta candidatura. Todo es compatible. Yo he estado
en permanente contacto con Garzón para que todo encajara bien. Hemos
dado mucha importancia, eso sí, a crear la confluencia con
horizontalidad, que no implica ser iguales aritméticamente en todo,
sino crear espacios de comodidad donde se respete cada realidad.
Desde esa perspectiva, creemos que la confluencia andaluza será un
referente, será referencial para otras comunidades autónomas y
territorios.
La plataforma Adelante
Andalucía…
Adelante Andalucía es
una carta abierta a la sociedad andaluza para que se incorpore a este
proyecto. IU y Podemos hemos dicho que queremos que se incorporen más
organizaciones políticas, plataformas entidades sociales… Queremos
un proceso de empoderamiento, en esa adhesión estaría la
disposición de todos esos colectivos y personas a participar en un
proceso conjunto. No es, en ningún caso, un censo para crear una
nueva organización. La gente no se adhiere a Adelante Andalucía
para formar un partido nuevo, la gente milita ya en sus
organizaciones, sea Podemos, IU, Equo, una organización andalucista…
Se adhieren a un manifiesto, a participar en unas primarias y
elaborar colectivamente un programa que mejore las condiciones
materiales de vida de la gente.
Querían llegar a
50.000 firmas. ¿Cómo va de firmas?
Llevamos ya unas 10.000
firmas en pocos días. Me entusiasma esa apelación a la unidad que
nos hace la gente de la calle, que lo pasa mal en su situación de
precariedad laboral, que se sienten explotadas en su trabajo y nos
dicen que nos unamos para echar a esta gente. Eso es más importante
que cualquier porcentaje en un proceso de primarias, es el impulso
popular lo que hará exitoso este proyecto y no mirarnos al ombligo
cada uno en su organización.
Mañana, Rodríguez se
reúne con la dirección estatal de Podemos. ¿Qué sensación tiene?
¿Se solventarán las diferencias?
Confío y estoy
convencido de que sí. Cuando hay dificultades pensamos en la gente,
en a quién servimos. Eso desatasca cualquier diferencia de criterio.
Estamos construyendo algo tan hermoso como un país más decente,
justo e igualitario. Esa fuerza hará que se llegue a un acuerdo que
empodere Andalucía y empodere el acuerdo en el resto del Estado.
En Catalunya, Podemos,
EUiA y otras formaciones crearon un nuevo sujeto político, Catalunya
En Comú. ¿Podría ser un referente para lo que quieren construir en
Andalucía?
En Andalucía estamos
haciendo algo novedoso. Nuestro referente es conseguir la adecuación
exacta en la que la gente se sienta empoderada, esa es la clave.
Hemos sacado Adelante Andalucía en la que de una manera sosegada
surge una apelación a la que se incorporan organizaciones
andalucistas, movimientos ecologistas… La experiencia catalana es
digna de aprendizaje, pero a diferencia de la catalana, en la nuestra
nos encontramos a dos organizaciones no sólo profundamente
arraigadas, sino que somos complementarias en esos arraigos y
alianzas sociales. Cada una aporta un patrimonio muy importante. IU,
en el sector sindical y trabajadores politizados en el campo de la
izquierda. Podemos, sectores politizados novedosos. En esa
complementariedad hay una experiencia que no se da en Catalunya ni en
Galicia de la misma manera. Además, nos damos espacios de
horizontalidad e igualdad que creo que es un ejemplo positivo.
Este proceso de
unidad, más allá del ámbito autonómico, ¿se ha trabajado en lo
municipal?
Este acuerdo no ha salido
hasta que no asumimos que un proyecto de unidad andaluz no sería
entendible si no es extensible a los municipios. En España, son los
municipios los que empujan a la II República, pero en Andalucía son
los municipios los que empujan, también, al referéndum del 28 de
febrero que UCD nos quería negar. Los municipios son la base del
autogobierno, aquí un acuerdo sin el componente local sería un
matrimonio de conveniencia que ni Teresa ni yo queremos.
Antes me hablaba de la
incorporación de organizaciones andalucistas a la confluencia. ¿Cómo
está el pensamiento andalucista y el andalucismo político hoy en
día?
IU siempre ha
reivindicado un andalucismo de izquierdas. Tenemos organizaciones
nacionalistas dentro de IU como la CUT. El PCA surge con el impulso
autonomista y fue un empuje federalizante para el resto del país, un
partido comunista con un gran sentimiento andalucista. Podemos
concluir que el andalucismo es un pensamiento que ha impregnado a
diferentes organizaciones, algunas por conveniencia práctica, como
puede ser el PP, y otras lo han usado para diluirlo y neutralizarlo,
como ha hecho el PSOE. El andalucismo del que nos impregnamos viene
desde las corrientes de pensamiento más progresistas dentro del
socialismo andaluz y del Partido Andalucista y de las propias
corrientes andalucistas que hemos tenido en IU siempre: un
andalucismo transversal, de clase, arraigado a las aspiraciones
sociales, no identitario en términos de exclusión o territorio, sí
en términos de debate social y cultural.
Cambio de tema. Susana
Díaz pedía una reforma de las políticas migratorias en la Unión
Europea tras el caso del Aquarius. ¿Cómo se vive el fenómeno de la
inmigración y este caso concreto en un territorio con tanta presión
migratoria como Andalucía?
Hemos solicitado a Susana
Díaz que ofrezca Andalucía para que asuma la parte proporcional en
la acogida de estas personas. Creo que el Gobierno de España ha
hecho muy bien en asumir la acogida de este barco. Comparto con Díaz
que hay que cambiar las políticas migratorias y que Andalucía asume
una presión importante migratoria al ser frontera sur, pero le ha
faltado el relato coherente de haber empezado ofreciendo Andalucía
para acoger como han hecho los gobiernos vasco, valenciano… Hay que
abordar una planificación de acogimiento en las zonas de frontera
sur y, desde luego, desmontar este episodio de fortaleza cerrada y
sitiada que tenemos en Europa y va en contra del proyecto europeo,
una tierra que ha sufrido los desplazamientos por huida de las
guerras como ninguno. Hay que combatir este tipo de acciones
xenófobas y de componente fascista.
Esta ha sido una de
las primeras decisiones de calado del Gobierno de Pedro Sánchez.
¿Cómo valora el cambio de Gobierno de las últimas semanas?
Hemos vivido con
entusiasmo el echar a Rajoy de la Moncloa, el PP no podía sostenerse
ni un día más en el Gobierno tras conocerse la sentencia Gürtel.
En segundo lugar, Sánchez ha dado una demostración de cambio con un
nombramiento de una proporción tan grande de mujeres ministras y
dándoles carteras tan importantes. También es verdad que ha dado
mensajes de tranquilidad a Bruselas en cuanto a la disciplina
económica y financiera que está asolando la economía de nuestro
país y es la causa de la desigualdad y precariedad que vivimos. Ha
metido a Calviño como ministra, ha metido a la Comisión Europea en
el Gobierno.
Está abierto el
debate en Unidos Podemos de cómo hacer oposición al PSOE. Acompañar
al Gobierno, ser contundente en las críticas… ¿Cómo cree que se
debe hacer?
Una oposición
dialéctica, desde la izquierda, sin estridencias pero con
contundencia y sin prejuicios, sobre hechos concretos. Evidentemente
este Gobierno ha tomado una medida muy preocupante, una ministra que
es pura ortodoxia neoliberal. También es preocupante saber qué hará
en materia presupuestaria, conocemos a la ministra de Hacienda,
Montero, muy bien en Andalucía. Sabemos que tiene una gran capacidad
para envolver de palabras progresistas las políticas de Ciudadanos,
que es lo que ha hecho en los últimos tres años.
Nuestra oposición debe
ser muy propositiva, hay que situar en el centro del debate la agenda
social, obligar a posicionarse a Pedro Sánchez y hacer un calendario
de deconstrucción de las leyes más represivas y reaccionarias del
PP, como las leyes mordaza, LOMCE… Hay que recuperar derechos
sociales, económicos y políticos. El buen termómetro de la
oposición será si se hacen estas propuestas políticas en el grupo
del Congreso de los Diputados con una convicción, que es a lo que yo
aspiro, que Iglesias, Garzón o Irene Montero no aspiren a ser
vicepresidentes de ningún gobierno del PSOE, que aspiren a ser
presidentes del Gobierno de España. Eso se construye con mentalidad
de gobierno, pensando en grande.
En Andalucía ya hacen
oposición al PSOE…
Susana Díaz se ha
cargado el sistema fiscal andaluz para acceder a las posiciones de
Ciudadanos. Ha mantenido un discurso de quejío ante el PP, pero
cuando había que hacerlo corresponder con políticas se ha opuesto
con la ayuda del PP y Ciudadanos. El ejemplo más reciente es la
proposición de ley de Podemos e IU para que hubiera un suelo de
inversión del 5% del PIB en Educación. El PSOE votó en contra, con
PP y Ciudadanos. El PSOE, que se sale del Pacto de Estado de
Educación por negarse el Gobierno del PP a invertir un 5% del PIB,
cuando toca legislarlo a nivel andaluz, vota en contra. Hemos puesto
en evidencia el doble discurso de Susana Díaz que intenta ganarse
con su discurso a sectores bienintencionados y progresistas de
Andalucía pero que lleva a cabo políticas conservadoras.
Ayer veíamos a Iñaki
Urdangarin recogiendo el requerimiento para entrar en prisión en
Palma de Mallorca. ¿Vuelve a tener la Monarquía un problema?
La III República vendrá
como fruta madura caída de manera natural de un árbol. Vemos pasos
hacia una desconexión de la sociedad cada vez mayor, sobre todo en
los sectores más jóvenes, en relación a esta institución. Las
prácticas corruptas de Undargarin, con una complicidad evidente del
anterior jefe de estado que le llevó a abdicar, ha desgastado a la
Monarquía. La actitud de Felipe VI en el conflicto catalán ha
desgastado a la Monarquía, ya no es árbitro, ha tomado parte. Creo
que ya se ha producido una desconexión emocional y vendrá un
proceso constituyente que no debemos olvidar. Tengo la sensación de
que algunos compañeros y compañeras muy centrados en la coyuntura
olvidan objetivos fundamentales en la construcción de poder popular
y contrapoder para generar un proceso constituyente, para construir
un nuevo país.