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domingo, 11 de enero de 2015

José Gallardo, la fortaleza obrera comunista en la Málaga republicana

A Pepe Sánchez Santos, amigo y 
camarada a quien tanto recuerdo
Eduardo J. del Rosal Fernández
Memoria Histórica del PCA de Málaga
A las siete de la mañana caía abatido por las balas de un piquete de la Guardia civil el dirigente comunista de Málaga Pepe Gallardo, a pocos metros de donde hoy se erige la pirámide-monumento en memoria de las víctimas de la dictadura fascista en el tristemente célebre cementerio del “Batatá”. Hace 74 años de aquel crimen y nosotros, su Partido, sus camaradas, no lo olvidamos, pues su lucha, sus ideales, su ejemplo revolucionario forman parte indisoluble de la memoria colectiva y de la perspectiva de futuro del Partido Comunista de España.
José Gallardo Moreno era natural de Loja pero desde muy joven se traslada a Málaga con su familia, viviendo un ambiente de activismo revolucionario, en lo que constituía un prototipo de familia comunista. José, su padre era un activo sindicalista de esta localidad granadina. Su madre doña Elvira era considerada por los jóvenes comunistas malagueños la “Madre Coraje” que les acogía en su casa y les alentaba, el propio Emilio Prados le regaló, reconociendo su fuerte carácter combativo, la novela La Madre de Máximo Gorka. Así lo recordaba, hace años, Luis Abollado, uno de aquellos jóvenes que frecuentaban su casa y que era el máximo dirigente de las JSU malagueñas durante la guerra. Sus hermanos Antonio, Rafael, Manuel, Concha y Elvira eran también comunistas destacados, e incluso sus cuñados, José Sánchez Santos y Manuel Pardo Sosa eran dirigentes del Partido. Vivían en la Carrera de Capuchinos, frente al Cuartel militar, y en los prolegómenos del levantamiento militar del 18 de julio de 1936  su casa fue utilizada como lugar desde el cual vigilar los movimientos de los militares, ya que el Partido esperaba en aquellas semanas el golpe faccioso.
Pepe Gallardo, era zapatero artesano de profesión y sus primeros pasos en compromiso con su pueblo lo hace, en plena dictadura de Primo de Rivera, desde la acción sindical y los lleva a cabo desde la CNT, siguiendo la línea política del PCE de reconstruir dicho sindicato desde nuevas bases que no fueran las meramente libertarias o constituir sindicatos autónomos que en la práctica siguieran la estrategia de la Internacional Sindical Roja (ISR). Así participa en la constitución del Sindicato Único del Ramo de la Piel, del que sería su presidente hasta su integración en 1935 en la UGT, y a su vez en 1930 participa en la constitución, junto a Cayetano Bolívar, el ferroviario Sixto Díaz Romero, Andrés Rodríguez, Juan Portales,..., del Sindicato de Profesiones Liberales, de carácter autónomo con el fin de participar, especialmente junto a los sindicatos rojos sevillanos, en la creación de la Unión Regional de Sindicatos Andaluces afecto a la ISR y que, a su vez, servía como instrumento de organizarse en la clandestinidad el Partido, algo que también conseguía con otras organizaciones instrumentales. Así venía funcionando desde 1929, la Biblioteca Popular Circulante que presidía el ferroviario José Faura y de secretario el periodista Juan Rejano Porras, que tenía su centro en una casa de Bolívar en la calle Duque de la Victoria y que disponía de un servicio de préstamos de libros sociales, de difícil acceso para jóvenes y obreros.
Se tiene constancia de que dentro de la actividad clandestina del partido en los años de la dictadura primoriverista, cuando eran continuas las “caídas” de militantes y sindicalistas,  a Gallardo por su activismo político también le hace acumular numerosos antecedentes policiales desde 1927, precisamente por participar en estas reuniones clandestinas y en los denominados actos “extremistas” como eran las huelgas y boicot frente a los abusos de los patronos. Entre estas detenciones hay que destacar la ocasionada en 1929, junto a un holandés llamado Herman Menace Chaya, seguramente un enviado de La Internacional y el militante malagueño Miguel González, acusados de promover desórdenes durante el verano de aquel año, y poseer propaganda procedente de Rusia, que se le había ocupado a Miguel González en un registro de su casa en la calle Carreterías.
Los primeros años republicanos
Podríamos decir sin duda, que fue uno de los fundadores del PCE en Málaga, participando en su primer núcleo de dirección estable desde 1925, de que llegó a ser Secretario General de su Comité Provincial, aunque su responsabilidad más común en el Comité era la Secretaría Sindical. Además de como vicepresidente del primer Radio local de Málaga que se constituyó tras la proclamación de la II República, el 19 de julio de 1931, y que presidía  el periodista José Ochoa Alcázar.
Tras los sucesos de 11 y 12 de mayo de 1931 en Málaga, los denominados de “la quema de los conventos”, y por los que se declaró el “estado de guerra” en la capital malagueña  y durante los dos días de huelga general se produjeron numerosos enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, saldándose con más de 150 heridos y numerosas detenciones, entre ellos José Gallardo, el concejal Andrés Rodríguez, Cayetano Bolívar, Julio Sánchez, Agustín Campos y José Ochoa, además de numerosos militantes comunistas a los que se quería responsabilizar de los sucesos a pesar de carecer de pruebas de que participaran en tales hechos, como se demostró posteriormente teniendo que ser puestos en libertad meses después.
Desde su incesante labor sindical, organizando y constituyendo sindicatos, impulsando movimientos huelguísticos, promovió la constitución de la sección malagueña del Socorro Rojo Internacional (SRI), organización de ayuda a los presos políticos y sociales, en un periodo en la que la acción sindical reportaba con frecuencia la cárcel. Acción que culminará el 18 y 19 de septiembre con la realización en el local del partido de la calle Cerrojo nº 1 de un Congreso Regional del SRI donde asistieron diferentes delegaciones de la provincia y de los sindicatos rojos, que representaban a unos 5000 afiliados, bajo la presidencia de José Gallardo con objeto de enviar una delegación al Congreso Nacional que se estaba organizando.
La gran labor sindical del Pepe Gallardo y de la organización comunista malagueña hará que crezca rápidamente la implantación de los sindicatos rojos, tanto los autónomos, de reconstructores de la CNT o de los Grupos de Oposición Sindical. Así entre otros estaban el Sindicato de Estuchistas que dirigía Julio Sánchez, el Sindicato Autónomo Ferroviario, que dirigía Agustín Campos Roldán, y en la que se integraban los significados dirigentes comunistas Sixto Díaz, Enrique Sánchez, Antonio Sánchez Álvarez, Antonio Campos Bonilla, los hermanos Teruel, Ramón y Antonio Campos Roldán o José Faura, que se integraría en la CNT, pero que al ser dirigido por comunistas provocará que los faistas impusieran, desde órganos superiores que sí controlaban, una dirección paralela a la elegida en la asamblea por los ferroviarios para fiscalizar su acción sindical, y que posteriormente en 1932 hizo que los comunistas fueran expulsados y tuvieran que reconstituir el sindicato nuevamente de forma autónoma y que reprodujo un largo conflicto por el Centro Ferroviario de la calle Tejón y Rodríguez. También es de clara inspiración comunista la creación del Comité Local del Paro Forzoso, que se constituiría posteriormente en Sindicato de parados, para organizar a estos en defensa de un subsidio de paro, el poder viajar gratis en los transportes para que se pudieran desplazar en busca del trabajo, el no pagar la vivienda mientras se estuviera en paro y exigir inversiones en obras públicas para crear empleo y que hizo que el concejal Andrés Rodríguez desplegara una gran actividad en el Ayuntamiento a favor de ellos y por la constitución de una bolsa de trabajo que ellos mismos controlarían, para evitar abusos, que si bien en un principio los representantes del gobierno municipal republicano aceptaron, luego se desdijeron de ello. Esto ocasionó como reacción numerosas movilizaciones por los desocupados que acabaron con la detención de sus dirigentes y la definitiva desarticulación de su organización.
También durante los primeros meses del año 1932 se agudiza la polémica entre anarquistas y comunistas por la política de Frente Único por la base que impulsaban los comunistas, siguiendo las directrices de la Internacional. Son numerosos los artículos publicados en el diario Amanecer donde los sindicalistas de las diferentes organizaciones polemizan con enorme virulencia y que evidencia el nerviosismo de los libertarios ante el llamado a una Conferencia de Unidad Sindical que había realizado la Sociedad Obrera de San Sebastián y que ellos veían como un intento comunista por segregar buena parte de los afiliados confederados para la creación de un sindicato comunista. Finalmente en junio de ese año se celebró en San Sebastián el Congreso Nacional de Unidad Sindical que dio lugar a la formación de un nuevo sindicato, la Confederación General del Trabajo Unitario (CGTU) afecto a la Internacional Sindical Roja.
En junio los comunistas de Málaga reciben como un mazazo la noticia del encarcelamiento de Cayetano Bolívar, tras un movimiento huelguístico de campesinos en Villa de Don Fadrique (Toledo), localidad presidida por el alcalde comunista Luis Circuendez y a la que se había visto obligado a ir el médico comunista tras pasar grandes dificultades para subsistir, ya que la burguesía malagueña le habían hecho el boicot como médico. El Radio Comunista de Málaga en una asamblea general, el día 18, decide enviar una carta a su compañera Piedad, condenando su encarcelamiento y solidarizándose con la familia, además de constituye una Comisión compuesta por José Gallardo, Pedro Sánchez y Antonio Ruiz para recaudar fondos con destino a las víctimas de la represión en Villa de Don Fadrique.
Tras la “sanjurjada” se habían agravado las tensiones entre el grupo de Bullejos y la Internacional, siendo expulsados en octubre por “sabotear la línea política de la IC y por “sectarismo”. Posteriormente se reorganizaría el Buró Político pasando a ocupar la secretaría general José Díaz. Este hecho ocasionó en Málaga una Asamblea extraordinaria del Radio de Málaga, el día 24 de octubre, presidida por el ferroviario Antonio Sánchez Álvarez, que fue el encargado de exponer las nuevas orientaciones y las causas que habían originado el cese de la Ejecutiva Nacional del partido, y después intervendrían José Gallardo en el mismo sentido, haciendo que la organización malagueña se hiciera partícipe de la orientación de la Internacional y de la nueva dirección del PCE.
Desde el 13 al 18 de julio de 1933 celebrará el Radio Comunista de Málaga su segunda Conferencia Local, en cuatro sesiones, presidida por el estuchista Julio Sánchez y en la que intervendrá un delegado del Comité Regional que centró su intervención en la cuestión de los presos políticos y en censurar a Lerroux; un delegado del Comité Central, Vicente Oliver, que avisaba del peligro del fascismo y la necesidad de organizar el Frente Único, así como una fuerza armada para aplastarlo. También intervino en el acto Pepe Gallardo criticando el mal funcionamiento de las células, poniendo como ejemplo de ello a las de los ferroviarios y estuchistas, a pesar de ser de las más numerosas, y leyó párrafos del folleto “Tareas de organización” para señalar como se debe de funcionar correctamente. Por su parte el ferroviario Campos propuso que se organizaran grupos de pioneros y que se llamara a la afiliación a las mujeres.
Dr. Cayetano Bolívar Escribano, primer diputado del PCE
La experiencia del FUA y el “bienio negro”
El clima de represión sobre los comunistas continuaba cuando se desarrolló la campaña electoral para el Congreso, así el 11de agosto había sido detenido José Gallardo por habérsele visto por los alrededores del sitio denominado el Campillo en unión de otros varios más acusados de conspiración y pertenencia de armas. A finales de octubre también fue detenido el concejal Andrés Rodríguez y jóvenes comunistas por repartir propaganda política.
Es en condiciones de semiclandestinidad como estaba el PCE cuando comienza la campaña electoral, su sede de la calle Cerrojo había estado clausurada hasta el 25 de octubre, cuando para este día se le permitió organizar un mitin-asamblea, donde se eligieron los candidatos y se plantearía la estrategia electoral. La candidatura de Málaga la encabeza por la capital Cayetano Bolívar, que no podía realizar campaña por estar en prisión acusado de dirigir el movimiento huelguístico de Villa de Don Fadrique en Toledo, le acompañaban César Falcón y Concepción López. La candidatura por la provincia la componían: José Ochoa, Rodrigo Lara, Agustín Campos, José Cañas y Manuel Lara.
En la jornada electoral del 19 de noviembre no salió proclamado ningún diputado por Málaga, ya que nadie había alcanzado el 40% mínimo que marcaba la ley. El candidato más votado de la circunscripción de la capital había sido Bolívar.
La segunda vuelta estaba fijada para el 3 de diciembre. Las derechas formaron un "frente anti-marxista", lo que implicaba que en caso de que las izquierdas no fueran unidas ganarían con seguridad las derechas, como ya se había evidenciado en la primera vuelta. Esto mismo debieron pensar los dirigentes del PCE, así como la posibilidad de rescatar de la cárcel a Bolívar, además se evidenciaba la amenaza fascista que acechaba a nuestro país, cuando deciden intentar un proyecto de alianza con otras fuerzas republicanas de izquierdas en Málaga. Para ello interviene el propio José Díaz que se desplaza a Málaga y la permanencia en esta ciudad del fundador del Partido Comunista de Perú y periodista, César Falcón, sobre el que recae gran parte del peso de la campaña, que hacen que cristalice tal alianza, pero imponiendo buena parte de las tesis comunistas en el programa electoral y en el nombre de la coalición resultante, Frente Único Antifascista, la propia Dolores Ibarruri reivindica esta alianza como un primer intento de Frente Popular. Finalmente la segunda vuelta electoral dio lugar a un rotundo éxito del FUA, consiguiéndose los tres escaños en disputa y Cayetano Bolívar consiguió 29.898 votos, siendo el primer diputado del PCE que entraba en las Cortes Españolas.
Durante el llamado “Bienio Negro”, de gobierno de las derechas de la CEDA, desde un principio se agudiza la represión de las organizaciones obreras, multiplicándose las detenciones, clausuras de los centros obreros, cierres de los periódicos de izquierdas e incluso el paulatino desmantelamiento de los ayuntamientos democráticos, elegidos en la primavera de abril de 1931, que eran sustituidos por comisiones gestoras compuestas exclusivamente por representantes de los partidos de las derechas, ya fueran republicanas como los lerrouxistas o conservadores de ascendentes monárquicos como Gil Robles o Calvo Sotelo. En esta espiral de represión política que abren las derechas José Gallardo es detenido el 19 de abril de 1934 a la salida del Centro Comunista de la calle Cerrojo, ocupándosele dos cartas y un manifiesto de la Confederación General del Trabajo Unitario, sin pie de imprenta y dirigido por el Comité Provisional a los obreros y campesinos de todo el país y durante el movimiento huelguístico de los sucesos de octubre de 1934 fue nuevamente encarcelado por su filiación comunista. Durante el periodo siguiente la actividad de las organizaciones obreras de la provincia es nula hasta el 27 de enero de 1935 en que se levanta el estado de guerra en  la provincia de Málaga.
Andrés Rodríguez, Concejal del PCE en el Ayuntamiento de Málaga
Hacia el Frente Popular
En 1935 cuando se produce el acercamiento entre comunistas y socialistas, y la CGTU ingresa en la UGT, siendo elegido José Gallardo Secretario Local de la UGT y su hermano Antonio presidirá la Sociedad de Obreros y Empleados de la Electricidad, Andrés Rodríguez dirige el potente Sindicato de Pescadores “La Defensa del Pescador” o Agustín Campos Roldán dirige el Sindicato Ferroviario de la SNF-UGT. Así mismo este proceso unitario también se desarrolla en las organizaciones juveniles que realizan actos conjunto en pro de la unificación.
El 26 de enero de 1936 se celebró en la Casa del Pueblo, la Conferencia Provincial del PCE donde participaron numerosas delegaciones de la provincia y los tres Radios de la capital. El clima de concordia y entendimiento con los socialistas eran evidentes, el acto se celebraba la sede que compartían la UGT, y la Federación Provincial de Agrupaciones socialistas, que envían un escrito saludando y adhiriéndose al Congreso y es representada por el médico y dirigente socialista Vicente Sarmiento. El tema central de la Asamblea estuvo centrado en que no hubiera presencia comunista en las candidaturas del Bloque Popular por la provincia, tan solo se presentaba Bolívar y era por la capital. Las delegaciones de la capital, Nerja, Bobadilla y otras más evidenciaron su malestar por este hecho y tanto Rodrigo Lara como el socialista Sarmiento se tuvieron que emplear a fondo para convencer a la Asamblea de la necesidad de hacer ciertos sacrificios en aras de la victoria de las izquierdas. Por su parte José Gallardo fue el encargado exponer la orientación sindical comunista en el proceso de integración en la UGT. Finalmente esta Conferencia Provincial eligió una nueva directiva en la que  Rodrigo Lara Vallejo sería el Secretario General, Bernardo Parra en organización, Mauro Casado de administración, Antonio Blanca en propaganda y José Gallardo en la responsabilidad sindical.
Durante la campaña electoral la labor de las izquierdas fue frenética con numerosos actos públicos por toda la provincia y las barriadas malagueñas donde intervenían un representante los representantes de los partidos que componían el Frente Popular y de las juventudes en proceso de unificación, por parte del PCE son los dirigentes Cayetano Bolívar como candidato, Andrés Rodríguez, Rodrigo Lara y Bernardo Parra sobre los que recayó el peso de la campaña de mítines, junto a algunos dirigentes locales. Sin embargo la labor de Pepe Gallardo estará más centrada en su actividad como máximo dirigente local de la UGT, ante la necesidad de reconstituir los sindicatos y abrir los centros obreros clausurados en el periodo anterior y limitándose a llamar a los afiliados a participar en las votaciones a favor de las izquierdas.
Concha Gallardo, hermana de Pepe y ejemplo de miliciana en el frente
Tras la jornada electoral del 16 de febrero se alza con el triunfo el Frente Popular que vence en 63 localidades de la provincia y rotundamente en la capital. El PCE consigue en toda España 17 diputados y Cayetano Bolívar sale reelegido obteniendo 52.748 votos.
Apenas unos días después del triunfo de las izquierdas el Gobierno civil restituye a los concejales electos en 1931 y ya el 21 de febrero se lleva a cabo un Pleno Municipal del Ayuntamiento de Málaga donde los comunistas ya disponen de dos concejales, Andrés Rodríguez y José Adolfo González Oliveros que se había pasado al PCE proveniente del Partido Republicano Federal. Y en la sesión del 20 de marzo eran designados por el Gobernador civil unos concejales interinos, para ocupar el vacío dejado por los concejales monárquicos, que en el caso del PCE eran cinco sindicalistas encabezados por José Gallardo Moreno como presidente de la Federación Local de la UGT; Bernardo Parra Anaya del Sindicato de Artes Gráficas, Antonio Campos Roldán dirigente ferroviario, Juan Rosas Morales del Sindicato “La Defensa del Pescador” y Antonio Rubiales Puertas de las JSU y del Sindicato de Artes Gráficas.
Sin embargo, la doble responsabilidad de Gallardo, como dirigente sindical y nuevo concejal en el Ayuntamiento de Málaga, no implicará que dedique mucho a la labor institucional, más allá de asistir a los plenarios municipales. Toda su atención sigue siendo dedicada al sindicato y solo se le verá en actos públicos organizados por los diferentes ramos que se iban reorganizando o en los movimientos huelguísticos que se reproducen por todos lados ante la estrategia obstruccionista que las patronales en manifiesta rebeldía estaban llevando a cabo.
El 1º de mayo Pepe Gallardo presidiría un grandioso mitin en la Plaza de Toros para conmemorar dicha fecha, estando acompañado del diputado socialista Julián Borderas y el diputado comunista Daniel Ortega. El día 4 de mayo hubo una Huelga General en Málaga, frente a la intransigencia de la patronal del campo, organizada por la Federación Local de la UGT y a la que se sumaría la CNT, que dejó a Málaga paralizada y que los trabajadores consiguieron ganar.
Como preludio de la guerra el día 10 de junio es asesinado el concejal comunista Andrés Rodríguez en la calle Ancha del Carmen, con apenas 36 años, cuando se dirigía a Pescadería donde había un conflicto entre el Sindicato La Defensa del Pescador” de la UGT y la CNT. Esto provocó una espiral de atentados mutuos, donde es asesinado el Presidente de la Diputación el socialista Antonio Román e incluso hay un intento de atentado contra el propio Pepe Gallardo, pero esta confrontación se consiguió paralizar gracias al llamamiento unánime de las fuerzas del Frente Popular y de los sindicatos obreros a no caer en provocaciones y advertir frente a los pistoleros falangistas.
Portada del periódico "Vanguardia" órgano del Comité Provincial del PCE dedicada al asesinato de su concejal Andrés Rodríguez
Guerra en Málaga
Al ser radiada la noticia de la sublevación de las tropas de Marruecos, en el Gobierno Civil se dieron cita los diputados y dirigentes del Frente Popular y representantes sindicales, entre ellos Pepe Gallardo y Rodrigo Lara, acordando establecer vigilancia en los puntos estratégicos de Málaga. El Partido por su parte llevaba meses vigilando los cuarteles de Capuchinos y de Nateras, así como el propio Gobierno Civil. En esta organización de vigilancia participa el miembro del Comité Central del PCE, Martínez Cartón, que había acudido a la ciudad tras el asesinato de Andrés Rodríguez. Los militantes encargados pasaban informes detallados de todos los movimientos de los militares a la dirección del partido, donde había un Comité Militar estructurado de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC), cuyo responsable era José Sánchez Santos, cuñado de Pepe Gallardo, que contaba con la colaboración de los ex-capitanes Frias y Piaya, dos sargentos y algunos cabos, aunque carecían de armas.
Cuando a las 6 de la tarde sale del Cuartel de Capuchinos una Compañía del Regimiento de Infantería nº17 al mando del capitán Huelin, desfilan hasta la Comandancia Militar situada en la calle Casa de Campos, donde estuvo unos minutos y marchó hacia la Alameda de Pablo Iglesias junto al comandante de Estado Mayor, Jiménez, que portaba el bando del “estado de guerra”. Al final de la Alameda un joven tranviario, Rafael Ferreira, se enfrentó a los soldados y levantó el puño gritando a favor de la República. Un teniente forcejeó con él golpeándole y disparándole, quedando el joven herido en el brazo, y a partir de ese momento empezaron los primeros disparos contra la multitud reunida.
Pepe Sánchez Santos, responsable militar (MAOC) del Comité Provincial del PCE y cuñado de Pepe Gallardo, que padeció cerca de 20 años en las prisiones franquistas 
Tras se abortado el golpe en Málaga tras la gran resistencia en las calles y en el Gobierno civil de las fuerzas leales y militantes de las organizaciones obreras. En la ciudad reina el caos y grupos encolerizados por la intentona golpista incendian la sede de Acción Popular, las casas de significados derechistas de la ciudad y periódicos conservadores. A este caos respondieron las organizaciones obreras llamando a la calma y poniendo carteles en las puertas de establecimientos, comercios e industrias en los que se podía leer: “Respetad los lugares de trabajo”. Por su parte el PCE y las JSU organizan patrullas para evitar que siguieran los destrozos.
Una vez controlada la situación abortada la intentona militar en Málaga y contenida la furia popular la Federación Local de la UGT que dirige Gallardo felicita a todas las organizaciones obreras y republicanas por el triunfo y aconseja con cautela al pueblo malagueño que no se festeje la victoria, porque aún quedaba mucha lucha y pedía el cumplimiento estricto de las consignas emanadas de las centrales sindicales, del recién creado Comité Permanente de Enlace, máximo órgano de dirección política en esos momentos, y del Gobierno civil, reitera llamamientos a la calma.
Por orden del Comité Permanente de Enlace se configura una Comisión Gestora en el Ayuntamiento de Málaga, donde los comunistas cuentan con siete concejales, de los 26 del Frente Popular, y una Comisión Ejecutiva del Ayuntamiento con once miembros, y presidida por el alcalde, Eugenio Entrambasaguas, de los cuales dos eran del PCE, José Gallardo y José Adolfo González Oliveros.
Comienza el periodo de guerra y Pepe Gallardo compaginó su labor de gestor municipal con la de Comisario político de mayor grado del Batallón de Milicias "Méjico" organizado por el PCE, en honor del país que empezó a ayudar a la República tras el levantamiento militar, dejando su responsabilidad en la UGT, asumiendo otras de menor grado para dedicarse por entero a la cuestión militar.
Los numerosos comités que a partir de ahora regirán la vida malagueña dispondrán de una importante presencia comunista, así el Comité Permanente de Enlace lo encabeza el Secretario general del PCE, Rodrigo Lara; el Comité de Alojamiento lo presidiría la comunista, y miembro de las JSU, Lina Molina; el Comité de Guerra la preside Cayetano Bolívar; el hermano de Pepe Gallardo, Antonio, presidirá el Comité de Incautación y posterior Comité de Control de la Hidroeléctrica Malagueña; el Comité de Control de Ferrocarriles Andaluces será una dirección colegiada con la CNT, siendo por la UGT el comunista Agustín Campos Roldán, etc. Además de una gran implantación sindical el partido dirigía organizaciones como la Unión Local de Inquilinos, la Federación Cultural Deportiva Obrera, el Socorro Rojo Internacional, la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, la Federación Universitaria Escolar, etc. Son comunistas quienes dirigen las JSU, en la provincia Luis Abollado y en la capital Eduardo Muñoz Zafra. El PCE dispone de un periódico “Vanguardia” como órgano del Comité Provincial y una radio la EA-7-PC, además de que el diario Julio que publicaba al sección de Artes Gráficas de la UGT lo dirigía el concejal comunista Bernardo Parra, y en el diario republicano El Popular hacía lo propio el poeta y periodista comunista Juan Rejano.
Los comunistas siguiendo las directrices gubernamentales constituye, a finales de octubre, con las diferentes compañías venían actuando desde el primer momento en los frentes de la provincia un batallón de milicias, el Batallón “Méjico”, en honor a las armas donadas por aquel país y que hizo que los milicianos en su uniforme llevaran una pequeña bandera tricolor. El Batallón “Méjico” tenía un cuadro de mandos encabezado por el Comandante comunista José Recalde Vela, y como Comisario político José Gallardo Moreno. Este batallón estaba compuesto por cuatro compañías de milicianos que conservaron los nombres con que las había bautizado al constituirse y que eran: “Cayetano Bolívar”, “Andrés Rodríguez”, “Dolores Ibarruri” y “Rusia”. Si bien los mandos militares eran oficiales del ejército los responsables o comisarios eran miembros del Partido, así en la 2ª Compañía el comisario era el hermano de Pepe Gallardo, Rafael, y de la 3ª Compañía era Anita Carrillo Domínguez que era la compañera del capitán de su Compañía, el también comunista José Torrealba Ordóñez.
Con este Batallón Pepe Gallardo estuvo en diferentes frentes de la provincia como el de Guadiaro o Gobantes, siendo espectador del paulatino desmoronamiento de las resistencias en extenso frente malagueño ante el empuje del Ejército franquista, disciplinado y mejor armado. 
En los primeros días Pepe Gallardo se desplaza a Valencia para conseguir refuerzos y armamento con el fin de resistir a la ofensiva de las tropas italo-franquistas, y ya de regreso se enteró en Alicante de la trágica caída de Málaga.
Tras la caída de Málaga el 8 febrero de 1937, de Alicante marcha a Almería, donde tiene la dolorosa noticia de que durante la trayectoria del camino hacia Almería, en la denominada “desbandá”, habían sido detenidos y asesinados su hermana Elvira y su cuñado Manuel Pardo. Que en la capital malagueña su compañera y sus hermanos María Luisa y Manuel estaban detenidos, este último sería fusilado en los primeros días de febrero. 
Gallardo participó junto a Rodrigo Lara en la organización de la 52 Brigada Mixta, manteniéndose como Comisario Político, junto a José Recalde, por los diferentes frentes durante toda la guerra, así estuvo en el frente de Pozoblanco (Córdoba) y más tarde al de Levante.
Rodrigo Lara Vallejo, Secretario general del PCE de la provincia de Málaga y miembro de su Comité Central, asesinado y desaparecido en Alicante, entre Dolores Ibarruri y José Díaz
El principio del fin
El fin de la guerra le sorprende en Valencia, seguramente estaría en la desesperada espera del puerto de Alicante junto a Recalde y posteriormente sería recluido en algunos de los campos de concentración habilitados en aquella ciudad. Conociendo que su compañera estaba en la prisión decidió volver a Málaga, y durante el camino de vuelta es detenido Guadix y lo condujeron al Campo de Concentración de Benalúa y en los primeros días de julio de 1939 recibe la orden de volver a Málaga para que se presentase ante las autoridades militares. Pero Gallardo decide no entregarse inmediatamente, por lo que seguramente saltaría del tren antes de llegar a la capital para burlar a los “ojeadores” que había en la Estación para señalar a los que consideraban que por su lealtad a la República eran enemigos del régimen y, por tanto, peligrosos para la “nueva” España que estaba implantando a sangre y fuego.
El propio Pepe Gallardo en su largo y “hábil” interrogatorio en la Comisaría afirma haber llegado a esta capital el día 6 de junio de 1939, estando oculto en una casa de la Plaza  de Capuchinos nº 45, cercana a la de su familia, en el número 11, en la que vivía su madre doña Elvira. Pero apenas consigue estar oculto unos pocos días, pues una delación ocasiona que en la mañana del día 12 tres agentes de la Brigada de Investigación y Vigilancia lo detengan y lo lleven a la Comisaría.
Durante el largo interrogatorio policial apenas dice nada que ya no constara en los cargos que le hacían con anterioridad basado en los antecedentes que constaban en los archivos de la policía y lo que aparecía en la propia prensa malagueña de la época. Igual actitud mantiene cuando es interrogado por el instructor de su causa, el Teniente Provisional, Pedro Gallardo, juez del Juzgado Militar número 11 de la capital, mientras se encuentra preso en la Prisión Provincial.
La pantomima de Consejo de Guerra se celebró el día 3 de octubre de este mismo año y le imponen pena de muerte por el delito de adhesión a la rebelión, con las circunstancias agravantes de su peligrosidad social y graves trascendencias de los hechos por el reo realizados. Esta pena fue confirmada el día 6 por el Auditor de Guerra de Sevilla que a su vez considera el 6 de noviembre que es no procedente la prerrogativa de conmutación la pena a Pepe Gallardo.
Mientras tanto, su madre Elvira Moreno Rodríguez, ya viuda, apenas dos días después de la condena a muerte de su hijo José escribe una dramática carta de súplica del indulto a Franco, recordando que ya había perdido a dos hijos, Elvira y Manuel, y que José no había derramado “ni una sola gota de sangre” y que la sentencia se basaba en que había sido concejal en el Ayuntamiento de Málaga.
El 17 de febrero de 1940, nuevamente Elvira, volverá a escribir al “Caudillo” pidiendo clemencia para su hijo esta vez resalta sus valores contrarios a la violencia registrada en la retaguardia malagueña y que había salvado de muerte segura a personas de derechas o religiosas, reiterando la petición de perdón y que la pena impuesta quedara conmutada por la de reclusión perpetua.  
En otra carta a Franco, ya el 6 de abril de 1940, recuerda sus anteriores peticiones y súplicas de sus cartas reitera los cargos que pesan contra su hijo, como concejal comunista, que repudiaba la violencia y que había numerosas personas que por sus cargos estuvieron en contacto con su hijo y que podrían atestiguar lo que ella refería, poniendo como ejemplo de ello al “eminente Doctor D. José Gálvez Ginachero”.
Estas cartas como era de esperar no sirvieron de nada ante el instinto criminal del dictador.  La ola exterminadora auspiciada y alentada por los sectores conservadores, burgueses, propietarios, terratenientes, etc.,seguía su inmisericorde camino, mientras las grandes “familias” de Málaga que habían retomado el poder, “los de siempre”, católicos piadosos y de misa diaria que hacían del exterminio de miles obreros, campesinos e intelectuales republicanos un acto de ofrenda a su Dios. A esa “justicia divina” no podía dejar de intervenir la mayoría del clero y obispos, entre ellos el de Málaga, don Balbino, que no solo silenciaron el horror y los crímenes del fascismo, sino que colaboraba en la implacable tarea.
El  día 7 de enero de 1941 le notifican a Pepe Gallardo la confirmación de la sentencia en la Prisión y la confirmación del “enterado” del dictador, diligencia que se niega a firmar. Siendo seguidamente trasladado a la Capilla.
Finalmente José Gallardo, con 36 años de edad, era fusilado a las 7:00 horas del día 8 por un piquete de la Guardia civil en el Cementerio San Rafael y enterrado a las 12:00 horas en la zanja nº 43 parcela 1ª del patio civil del cementerio.
Tras el crimen de José Gallardo, la incipiente organización clandestina del PCE, dirigida por el joven comunista Joaquín Luna Nieto, se ve en la responsabilidad, ante la petición expresa de doña Elvira, su madre, de que se recogiera su cadáver. Para ello Luna se vale de su antigua amistad, con uno de los integrantes del Tribunal de la Masonería y el Comunismo, D. Carlos Álvarez Ulmo. Este era amigo de Joaquín Luna por su pertenencia al Patronato de Exploradores de Málaga durante la República, y le otorgó permiso para que, de forma particular, lo enteraran. A  Carlos Álvarez le costó el puesto y fue llamado a declarar a la Capitanía General de Sevilla.
Luna y sus camaradas, que se jugaron la vida en ello, cuenta este episodio:
“... Hube de requerir a D. Carlos Álvarez Ulmo no antes de muchas valoraciones, pros y contras, solo de ti para mí por encima de riesgos, redactó el oficio (...) La madrugada siguiente Pepe Alcaraz, Elvira, Concha y su hermano, yo y el sepulturero fuimos testigos de la extracción del cadáver y previamente adecentado de las heridas y envuelto en sábanas llevadas por su madre fue enterrado en una fosa particular (...) Como llovió torrencialmente hubimos de penetrar en la fosa llena de agua, buscar entre los cadáveres hasta dar con el de Pepe Gallardo, limpiado con aquellas aguas generosas del cielo que sirvieron de abluciones a cuerpo de persona tan querida de las clases trabajadoras de la ciudad...”
Hoy sus restos yacen junto a los miles de republicanos asesinados por la dictadura en Málaga en el Panteón de la Memoria, en recuerdo de las víctimas del fascismo, junto a sus camaradas, luchadores por la libertad, la justicia social y la democracia en España.

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