En la última etapa de la VII Marcha de la Desbandá, que hacemos desde Aguadulce hasta Almería, participan 132 mujeres y 111 hombres. Al llegar a la entrada de la ciudad, a la altura de la Chanca, el barrio de Pescadería, se nos une otro gran grupo de personas. Vemos caras conocidas que no faltan a la cita anual del recibimiento a la marcha de la Desbandá. Está la banda de música, que ameniza nuestra manifestación por el centro de Almería, están militantes históri@s de la izquierda de Almería, están también, compañer@s de Málaga y Granada que han venido en autobús a recibirnos. Siento también la ausencia de mis dos hermanas, que sé, que les gustaría estar aquí, pero no han podido venir, impedidas por su enfermedad, pero por otra parte, con la alegría de que José Antonio Berenguer, el compañero que sufrió un infarto de corazón a mitad de la marcha, vuelve ya a estar con nosotr@s, estrenando un marcapasos nuevo. Finalmente, desde la entrada del puerto pesquero, salimos más de 400 personas, encabezadas por el grueso de las mujeres que han participado en toda la Marcha.
Para comprender la necesidad de nuestro esfuerzo, que es necesario ampliar y redoblar, bastan dos ejemplos. Primero el de ayer, en la parada que hicimos en el centro de Roquetas, en el Castillo de Santa Ana, una chica y un chico, de unos 18 años aproximadamente, nos preguntaron si la bandera que llevábamos era la de Rumanía. Acertaron en los colores, que son los mismos que los de nuestra bandera republicana, solo que los nuestros son horizontales y los de Rumanía verticales. El problema es que no sabían que en España, en 1936, hubo un golpe de estado contra el legítimo gobierno de la República y después una guerra de 3 años. Por supuesto, no sabían nada de la Desbandá, ni de los crímenes de la guerra, ni de la represión de la postguerra. El segundo, complementario de la ignorancia histórica del primero, es que la presidenta del antiguo comisionado de Memoria Histórica de Madrid, y dirigente del PSOE, Paquita Sauquillo, en un acto dedicado al Barco Sinaia (que evacuó refugiados de la República) y refiriéndose al Crucero Baleares, dijo que este último fue hundido por la marina Republicana llevando turistas en él. No sabía la responsable de Memoria Histórica que el Crucero Baleares, no era un crucero de placer, sino un barco de guerra, un destructor que bombardeó a las columnas de civiles que huían de Málaga, y que fue hundido en la batalla naval de la noche del 5 al 6 de marzo de 1938. Es difícil de creer tamaña ignorancia si no fuera porque estaba presente el compañero Luis, militante memorialista del Distrito de Latina de Madrid, que interpeló a Paquita Sauquillo sobre la barbaridad que estaba diciendo. La ignorancia de nuestra historia y la responsabilidad en esta ignorancia, de la izquierda que ha gobernado en España, pone alfombras en el avance político del neo-franquismo en España.
En la marcha, en esta y en las anteriores, las personas que van, suelen tener alguna vinculación histórica, o directamente familiar con las personas que fueron perseguidas en 1.937. Pero también hay personas que vienen por convicciones políticas y morales. Porque aunque sean descendientes de quienes masacraron al pueblo desde su poder político y militar, han ido descubriendo que la versión franquista de la historia, por la cual el golpe de estado fascista salvaba a España de la anarquía y el caos, no es más que una tapadera del verdadero objetivo que era restablecer el poder de la España negra, de nobles, caciques y clérigos, que chupaban la sangre al pueblo bajo el manto de la monarquía.
Unos de los compañeros que hace la marcha es Miguel Angel. Sus abuelos maternos, gente adinerada de la comarca de Osona en Cataluña, eran de ideología carlista. Al comenzar el golpe de estado, su abuelo, que pilotaba avionetas, se va a Francia y desde allí se pasa a la zona franquista, o sea el viaje inverso que hacía quienes defendían la República. El hecho de que además hablara idiomas, el alemán entre ellos, le sirvió para terminar sirviendo como cabo mecánico en un bombardero Heinkel 111. El avión bombardeó regularmente zonas de Cataluña solo cuando tuvo que bombardear la población de Amer, donde tenía familiares refugiados, “erraron” el objetivo del bombardeo y soltaron las bombas en la presa y la central eléctrica del pueblo cercano de Anglés. Además como fueron soltando bombas por aquí y por allá, bombardearon una masía. Hace poco tiempo, unos 5 años, le citaron a un encuentro de Memoria Histórica y una de las personas que acudió al encuentro, le espetó: "Tu abuelo estuvo a punto de matar a mi madre porque ella resultó herida grave en la masía donde impactó la bomba que lanzó el avión". Él le explicó a aquel hombre, que lo sentía mucho, pero que él no era responsable, ni compartía lo que hizo, ni las compartía las ideas de su abuelo.
Otro caso es el de una pareja, que ha participado en varias marchas. Él, con un abuelo materno perteneciente a la Guardia de Franco y con el abuelo paterno, mando del ejército franquista. Ella, con abuelo dirigente de Falange. Estas dos personas también fueron descubriendo, más allá de lo que le trasmitía su familia, que la República fue asesinada, por lo que tenía de progreso, de democracia y de eliminación de los privilegios de los ricos y comparten la condena de los genocidios cometidos en España y se suman a la demanda de Verdad, Justicia y Reparación.
Pero quizás la cosa más importante e inédita que ha hecho este año la VII Marcha de la Desbandá, ha sido el periplo de visitas, de personas sobrevivientes, que al paso de la marcha han estado visitando institutos y dialogando, en clases magistrales con el alumnado. Ana Pomares Ruiz, Manuel Triano Simón, María Hidalgo Guerrero, Amparo Sánchez Monroy y Carmen Negrín Fetter, personas que en su infancia sufrieron el horror de la huida, o nacieron inmediatamente en el exilio hHan visitado 12 Institutos de Enseñanza Secundaria, de Málaga, Granada y Almería, y han contado los hechos históricos que vivieron en primera persona a cerca de 2.000 personas jóvenes de estos Institutos. Para ello han contado con el entusiasmo espectacular del profesorado, que preparaba actividades y materiales que complementaban las charlas. Además, el proyecto ha ido en paralelo a la marcha. Diez jóvenes menores de 30 años, mujeres y hombres, becados por la Asociación de la Desbandá, han ido acompañando a l@s supervivientes a estos Institutos y ell@s mismas han participado también en los debates con el alumnado. En el marco de la marcha, también se dedicó un día, en las actividades culturales de la tarde, a realizar un debate entre las personas, supervivientes, l@s jóvenes becari@s y l@s participantes en la marcha.
La despedida de la marcha en Almería, se realiza, junto al monumento dedicado a l@s almerienses que murieron en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Entre otras personas interviene Sensi Falan, cantante y artista de Almería, la popular periodista Nieves Concostrina, Fernando Martínez (Secretario Estado de Memoria) y Silvia Delgado, extraordinaria poetisa y declamadora, habitual participante en la marcha, así como representantes de la Junta Directiva de la Desbandá. En el momento de la despedida se desatan las emociones y la mayoría se conjura a continuar haciendo marchas hasta que el cuerpo aguante. Nos despedimos con un escrito que elaboró José Antonio Berenguer, antes de iniciar la marcha y antes de que le diera el infarto:
Febrero del 37 del siglo XX, Andalucía. Pedrera, Montellano... Algodonales, Ubrique..., Casares, Ardales..., Málaga..., van sumando uno más otra, maestra y bracero, familia a familia, la tía, la prima, la abuela y la nieta..., enrecian la fila. De dolor y tormento el aire está lleno, la incomprensión en sus ojos, beben a sorbos pesares ajenos, juntos caminan, solos se encuentran, Salar..., Alhama..., Vélez..., Torrox..., Nerja..., avanzan deprisa, no te detengas, coge mi mano, nunca la sueltes, no puedo más, me sangra tu miedo, me corta el aliento el ruido del cielo, me inunda la nuca el fuego del mar, mamá tengo hambre, señor de la venta..., le cambio mi anillo por cuatro patatas, le doy mi cadena si al cambio me llevo un cuarto de aceite y cinco o seis huevos. La cuesta se empina, los pies ya no pueden, las llagas supuran pus y desespero, el cuerpo no quiere, se quedó sin resuello. Avanza deprisa, no te detengas, coge mi mano, nunca la sueltes, Salobreña..., Motril..., Castell..., Adra..., ¡No entiendo nada!, ¿Por qué este tormento? Cuidamos ganado, cogemos la hoz, abrimos la tierra con nuestros arados, cada mañana abrimos la escuela, amasamos cemento y arena para nuestros terrados, mesas, ventanas..., hace el carpintero, trabajar ocho horas, mejoras de sueldo..., pide el jornalero, en la casa del pueblo más libros queremos, conocimiento y saberes..., aquellos que se les negaron a nuestros abuelos !No entiendo nada! ¿Por qué este tormento?
Almería...