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domingo, 12 de febrero de 2023

"Almeria, andamos para recuperar la memoria histórica". 11ª Etapa y última de la Desbandá 2023, Crónicas del camarada Manolo "Teniente". 11 de febrero


En la última etapa de la VII Marcha de la Desbandá, que hacemos desde Aguadulce hasta Almería, participan 132 mujeres y 111 hombres. Al llegar a la entrada de la ciudad, a la altura de la Chanca, el barrio de Pescadería, se nos une otro gran grupo de personas. Vemos caras conocidas que no faltan a la cita anual del recibimiento a la marcha de la Desbandá. Está la banda de música, que ameniza nuestra manifestación por el centro de Almería, están militantes históri@s de la izquierda de Almería, están también, compañer@s de Málaga y Granada que han venido en autobús a recibirnos. Siento también la ausencia de mis dos hermanas, que sé, que les gustaría estar aquí, pero no han podido venir, impedidas por su enfermedad, pero por otra parte, con la alegría de que José Antonio Berenguer, el compañero que sufrió un infarto de corazón a mitad de la marcha, vuelve ya a estar con nosotr@s, estrenando un marcapasos nuevo. Finalmente, desde la entrada del puerto pesquero, salimos más de 400 personas, encabezadas por el grueso de las mujeres que han participado en toda la Marcha.

Para comprender la necesidad de nuestro esfuerzo, que es necesario ampliar y redoblar, bastan dos ejemplos. Primero el de ayer, en la parada que hicimos en el centro de Roquetas, en el Castillo de Santa Ana, una chica y un chico, de unos 18 años aproximadamente, nos preguntaron si la bandera que llevábamos era la de Rumanía. Acertaron en los colores, que son los mismos que los de nuestra bandera republicana, solo que los nuestros son horizontales y los de Rumanía verticales. El problema es que no sabían que en España, en 1936, hubo un golpe de estado contra el legítimo gobierno de la República y después una guerra de 3 años. Por supuesto, no sabían nada de la Desbandá, ni de los crímenes de la guerra, ni de la represión de la postguerra. El segundo, complementario de la ignorancia histórica del primero, es que la presidenta del antiguo comisionado de Memoria Histórica de Madrid, y dirigente del PSOE, Paquita Sauquillo, en un acto dedicado al Barco Sinaia (que evacuó refugiados de la República) y refiriéndose al Crucero Baleares, dijo que este último fue hundido por la marina Republicana llevando turistas en él. No sabía la responsable de Memoria Histórica que el Crucero Baleares, no era un crucero de placer, sino un barco de guerra, un destructor que bombardeó a las columnas de civiles que huían de Málaga, y que fue hundido en la batalla naval de la noche del 5 al 6 de marzo de 1938. Es difícil de creer tamaña ignorancia si no fuera porque estaba presente el compañero Luis, militante memorialista del Distrito de Latina de Madrid, que interpeló a Paquita Sauquillo sobre la barbaridad que estaba diciendo. La ignorancia de nuestra historia y la responsabilidad en esta ignorancia, de la izquierda que ha gobernado en España, pone alfombras en el avance político del neo-franquismo en España.

En la marcha, en esta y en las anteriores, las personas que van, suelen tener alguna vinculación histórica, o directamente familiar con las personas que fueron perseguidas en 1.937. Pero también hay personas que vienen por convicciones políticas y morales. Porque aunque sean descendientes de quienes masacraron al pueblo desde su poder político y militar, han ido descubriendo que la versión franquista de la historia, por la cual el golpe de estado fascista salvaba a España de la anarquía y el caos, no es más que una tapadera del verdadero objetivo que era restablecer el poder de la España negra, de nobles, caciques y clérigos, que chupaban la sangre al pueblo bajo el manto de la monarquía.
Unos de los compañeros que hace la marcha es Miguel Angel. Sus abuelos maternos, gente adinerada de la comarca de Osona en Cataluña, eran de ideología carlista. Al comenzar el golpe de estado, su abuelo, que pilotaba avionetas, se va a Francia y desde allí se pasa a la zona franquista, o sea el viaje inverso que hacía quienes defendían la República. El hecho de que además hablara idiomas, el alemán entre ellos, le sirvió para terminar sirviendo como cabo mecánico en un bombardero Heinkel 111. El avión bombardeó regularmente zonas de Cataluña solo cuando tuvo que bombardear la población de Amer, donde tenía familiares refugiados, “erraron” el objetivo del bombardeo y soltaron las bombas en la presa y la central eléctrica del pueblo cercano de Anglés. Además como fueron soltando bombas por aquí y por allá, bombardearon una masía. Hace poco tiempo, unos 5 años, le citaron a un encuentro de Memoria Histórica y una de las personas que acudió al encuentro, le espetó: "Tu abuelo estuvo a punto de matar a mi madre porque ella resultó herida grave en la masía donde impactó la bomba que lanzó el avión". Él le explicó a aquel hombre, que lo sentía mucho, pero que él no era responsable, ni compartía lo que hizo, ni las compartía las ideas de su abuelo.

Otro caso es el de una pareja, que ha participado en varias marchas. Él, con un abuelo materno perteneciente a la Guardia de Franco y con el abuelo paterno, mando del ejército franquista. Ella, con abuelo dirigente de Falange. Estas dos personas también fueron descubriendo, más allá de lo que le trasmitía su familia, que la República fue asesinada, por lo que tenía de progreso, de democracia y de eliminación de los privilegios de los ricos y comparten la condena de los genocidios cometidos en España y se suman a la demanda de Verdad, Justicia y Reparación.
Pero quizás la cosa más importante e inédita que ha hecho este año la VII Marcha de la Desbandá, ha sido el periplo de visitas, de personas sobrevivientes, que al paso de la marcha han estado visitando institutos y dialogando, en clases magistrales con el alumnado. Ana Pomares Ruiz, Manuel Triano Simón, María Hidalgo Guerrero, Amparo Sánchez Monroy y Carmen Negrín Fetter, personas que en su infancia sufrieron el horror de la huida, o nacieron inmediatamente en el exilio hHan visitado 12 Institutos de Enseñanza Secundaria, de Málaga, Granada y Almería, y han contado los hechos históricos que vivieron en primera persona a cerca de 2.000 personas jóvenes de estos Institutos. Para ello han contado con el entusiasmo espectacular del profesorado, que preparaba actividades y materiales que complementaban las charlas. Además, el proyecto ha ido en paralelo a la marcha. Diez jóvenes menores de 30 años, mujeres y hombres, becados por la Asociación de la Desbandá, han ido acompañando a l@s supervivientes a estos Institutos y ell@s mismas han participado también en los debates con el alumnado. En el marco de la marcha, también se dedicó un día, en las actividades culturales de la tarde, a realizar un debate entre las personas, supervivientes, l@s jóvenes becari@s y l@s participantes en la marcha.

La despedida de la marcha en Almería, se realiza, junto al monumento dedicado a l@s almerienses que murieron en el campo de concentración nazi de Mauthausen. Entre otras personas interviene Sensi Falan, cantante y artista de Almería, la popular periodista Nieves Concostrina, Fernando Martínez (Secretario Estado de Memoria) y Silvia Delgado, extraordinaria poetisa y declamadora, habitual participante en la marcha, así como representantes de la Junta Directiva de la Desbandá. En el momento de la despedida se desatan las emociones y la mayoría se conjura a continuar haciendo marchas hasta que el cuerpo aguante. Nos despedimos con un escrito que elaboró José Antonio Berenguer, antes de iniciar la marcha y antes de que le diera el infarto:
Febrero del 37 del siglo XX, Andalucía. Pedrera, Montellano... Algodonales, Ubrique..., Casares, Ardales..., Málaga..., van sumando uno más otra, maestra y bracero, familia a familia, la tía, la prima, la abuela y la nieta..., enrecian la fila. De dolor y tormento el aire está lleno, la incomprensión en sus ojos, beben a sorbos pesares ajenos, juntos caminan, solos se encuentran, Salar..., Alhama..., Vélez..., Torrox..., Nerja..., avanzan deprisa, no te detengas, coge mi mano, nunca la sueltes, no puedo más, me sangra tu miedo, me corta el aliento el ruido del cielo, me inunda la nuca el fuego del mar, mamá tengo hambre, señor de la venta..., le cambio mi anillo por cuatro patatas, le doy mi cadena si al cambio me llevo un cuarto de aceite y cinco o seis huevos. La cuesta se empina, los pies ya no pueden, las llagas supuran pus y desespero, el cuerpo no quiere, se quedó sin resuello. Avanza deprisa, no te detengas, coge mi mano, nunca la sueltes, Salobreña..., Motril..., Castell..., Adra..., ¡No entiendo nada!, ¿Por qué este tormento? Cuidamos ganado, cogemos la hoz, abrimos la tierra con nuestros arados, cada mañana abrimos la escuela, amasamos cemento y arena para nuestros terrados, mesas, ventanas..., hace el carpintero, trabajar ocho horas, mejoras de sueldo..., pide el jornalero, en la casa del pueblo más libros queremos, conocimiento y saberes..., aquellos que se les negaron a nuestros abuelos !No entiendo nada! ¿Por qué este tormento?
Almería...


Siguen saliendo los testimonios directosde la masacre de la carretera de la muerte. 9ª Etapa de la Desbandá. Crónica del camarada Manolo "Teniente". 10 de febrero


Hoy, con un número similar al de ayer, con algunas incorporaciones más, hemos hecho el recorrido desde el final del Ejido en el Paraje Natural Entinas Sabinar, y hemos recorrido todo el paseo de Roquetas de Mar, hasta llegar al comienzo de Aguadulce, donde mañana comenzaremos otra vez la marcha, hasta llegar a Almería. El camino ha sido duro, con un viento de levante muy fuerte, que nos daba de cara y nos hacía muy difícil avanzar.
Durante el trayecto, Claudine, otra de las mujeres francesas, descendiente del exilio republicano, que nos acompaña en la Desbandá, nos cuenta su pequeña historia. Su abuela Juliana era de Irún, se marchó hacia Francia antes de que el ejército fascista ocupara la ciudad el 5 de septiembre de 1936. Se llevó consigo a sus dos hijos, Luis el mayor de 13 años y el menor de 11 años. Se instalan en Ciboure, ciudad costera del País Vasco francés, apenas a 8 km de Irún. Pensaba que sus hijos se podrían ganar la vida como pescadores mientras acababa la guerra en España. Sin embargo, la Alemania nazi invade Francia, y con la rendición firmada por Francia el 22 de junio de 1940, ocupa todo el norte, más toda la franja cantábrica. Ciboure queda bajo control alemán.
Cuando su hijo Luis tiene 19 años en 1942, los nazis pretenden movilizarlo para la guerra y Luis sale huyendo. Intenta embarcarse hacia Inglaterra, pero es detenido e internado en el campo de concentración alemán de Buchenwald, uno de los campos de concentración más grandes construidos por los nazis. En ese campo se hicieron experimentos médicos con los presos, virus contagiosos para estudiar los tratamientos, también experimentaron con personas homosexuales para “curarlos”. También funcionó como un gigantesco campo de trabajos forzados, con la instalación de varias fábricas en el campo. Las personas más débiles a las que no veían con fuerza para trabajar, eran directamente gaseadas. Ernst Thaelmann, dirigente del Partido Comunista de Alemania, fue asesinado allí en agosto de 1944.
El 11 de abril de 1945, con el ejército alemán en retirada, el campo se rebeló, asaltaron la guardia del campo y se hicieron con el control del mismo. Aproximadamente, 56.000 personas murieron durante el funcionamiento del campo, unas 20.000 lograron sobrevivir. Luis, el abuelo de Claudine, contó pocas cosas de los horrores del campo, pero una que no se le olvida, era la frase, de que nunca lograba quitarse del olfato el olor a muerte.

Rodolfo Moreno y Alla Lazhorska son dos participantes de la marcha, con la peculiaridad de que van en bicicleta. Pedalean un rato, descansan, nos esperan y luego pedalean otro rato. Rodolfo nos cuenta que era la única forma de acompañarnos en la marcha de la Desbandá y es que además de tener 82 años, tiene una rodilla bastante fastidiada. Lleva con su pareja, Alla, ucraniana de 65 años, que también hace la marcha, desde hace 20 años, cuando la conoció como turista en una discoteca, y es que ambos son muy bailones, y él es malagueño de Estepona, en plena Costa del Sol.
Pero Rodolfo, viene a la Desbandá también por sus raíces históricas. Los abuelos de Rodolfo huyeron de Málaga en La Desbandá, solo que en vez de marchar hacia Almería se dirigieron hacia Córdoba, donde lograron sobrevivir. El padre de Rodolfo, Miguel, delegado sindical de la UGT en el servicio de correos en Ceuta, donde vivía con su mujer Francisca, también se salvó sin tener que huir, quizás porque sirvió como sargento en la guerra de Marruecos. A Rodolfo, una persona muy vitalista, comunista y sindicalista convencido, aún le parece mentira que haya llegado a la edad de 82 años, casi en un suspiro. Quizás su implicación en la lucha por la vida explique su longevidad.
Tenemos otro testimonio vivo, de Josefa Corpas Fernández, grabado por su hijo Manuel Lloret, el historiador de Mijas, ya que Josefa falleció en 2019. Ella tenía 8 años cuando su familia, que vivía en Calle Agua nº 17-19 de Málaga, decidió sumarse a la huida. Cuenta que huyeron por el Camino Nuevo y que iba mucha gente portando de todo, colchones, máquinas de coser, ajuares… Recuerda que su único alimento en el camino fue la cañadú (caña de azúcar en Málaga) que pelaba con los dientes. Los bombardeos de los barcos le daban mucho miedo pero cree que los aviones mataron a mucha más gente. Antes de llegar a Nerja, su tía Rosa fue alcanzada por el trozo de una bomba que le dio en la cara, un hombre que iba junto a ellos, la curó, pero ya se le quedó la boca torcida para toda la vida. En Nerja, los hombres, su padre, su tío Antonio, y su tío Plácido se fueron dejando allí a las mujeres, pensando en que no alcanzarían las líneas republicanas con las mujeres y que estas no tenían nada que temer.

Solo logró pasar el Guadalfeo, su tio Antonio. En Nerja los fascistas las llevaron, un tramo andando y otro en camiones a Torre del Mar, y de allí se volvieron a Málaga en el tren de la Cochinita. Recuerda que un soldado italiano les dio unas naranjas de las que se comieron hasta las cáscaras.
Su padre, y su tío Placido, que volvieron a los pocos días, fueron detenidos, Placido fue condenado a treinta años que pasó en el penal de Santoña, y José, su padre, lo tuvieron casi un mes detenido. Salió en tan mal estado, cuando lo soltaron, que le tuvieron que amputar una pierna. El tío Antonio, que logró pasar a zona republicana acabó preso, y fue fusilado en las tapias del cementerio de San Rafael, donde miles de personas antifascistas fueron fusiladas.
A las 6 de la tarde hemos asistido en el teatro municipal a la representación de la obra “¡¡Ay Carmela!!” de la compañía almeriense “Tinglao Teatro” dirigida por Adán Torres y protagonizada por la cantante y actriz Sensi Falán y José Antonio Montero. Al acabar la obra, se han entregado diplomas de reconocimiento de la realización de la marcha a todas las personas participantes. Mañana es la última etapa, y el estado de ánimo es exultante. La gente ha disfrutado mucho con la marcha, y sobre todo las personas que no la conocían han aprendido y han visto cosas que no esperaban. Como dijo una compañera de Málaga, cada día de marcha es como una caja de sorpresa. Mañana llegamos a Almería.


viernes, 10 de febrero de 2023

"Más mujeres del Socorro Rojo. 8ª Etapa de la Desbandá 2023. Crónicas del camarada Manolo "Teniente". 9 de febrero


Salimos desde Adra, con un número similar de marchistas que ayer, aunque anoche se nos unió, una joven pareja, que viene desde Málaga y que participan por primera vez en la marcha. Esta discurre entre invernaderos durante un gran trecho del camino, hasta que ya en el término municipal de El Ejido, atravesamos los núcleos urbanos de Bala Negra, Balerma y Guardias Viejas, donde acabamos el trayecto de hoy de 21 km y nos vamos en autobús al polideportivo de Vícar, el único municipio de la zona, gobernado por el PSOE, que ve con simpatía nuestra lucha y nos brinda las instalaciones de las que dispone.
Durante el transcurso de la marcha por los invernaderos, asombra la cantidad de restos de basuras que hay por muchos sitios. Plásticos desechados de los invernaderos, montañas de desbroce de las plantas ya recogidas o montones de verduras tiradas en las calles que forman los invernaderos. Más allá del sistema técnico de producción de invernaderos, no es de recibo que carguen el costo de la limpieza al sistema público de recogidas de basura o a la contaminación del medio ambiente. Vemos también algunos trabajadores africanos, negros o magrebíes. Más allá del tema del racismo o el tema de la falta de papeles, lo que es innegable es que habitualmente están sobre explotados. Básicamente porque no les pagan el salario mínimo y trabajan una media de 50 horas a la semana, sin mencionar la falta de medidas de salud laboral.

La pareja malagueña que se incorporó anoche en la marcha, ha tenido la experiencia, habitual en la marcha de la Desbandá, de que alguien se le acerque y les cuente que también está relacionada con la tragedia de la Desbandá de 1937. Se trata de una mujer que les cuenta que su abuela salió huyendo de Ronda con dos niñas pequeñas, a las que disfrazó de niños, por si llegaban los fascistas y querían violarlas. Tuvo la suerte, que en el inicio de la Desbandá en la propia Málaga, a la altura del Paseo Reding, una zona de gente rica, por donde se pasa camino de la carretera de Almería, una mujer los acogió en su casa y les libró de la huida y la posterior represión. Esta nieta, acabó viendo en Adra, pero por otros azares de la vida.
Tina Modotti
Después de que ayer tuviéramos una Conferencia sobre la figura de Tina Modotti y su trabajo en Socorro Rojo, además de la anterior de Matilde Landa, dos mujeres que hemos puesto de ejemplo en esta Desbandá, vamos a contar la historia de otra mujer, menos conocida, pero también militante de Socorro Rojo. Se trata de Rosalía Gambero Rodríguez, la Chiquita. Antes de ser ocupada Fuengirola, huyó con su marido Juan Merino Ruiz, con la Desbandá en dirección a Almería. De Almería pasó a Chester (Valencia) y de aquí a la localidad de Puigcerdá (Girona), donde no pudo huir a Francia. Tuvo que volver a Fuengirola donde la detuvieron el día 3 de mayo de 1939. Pero ya antes, había perdido a sus dos hermanos y a su marido. A Lázaro, de 46 años, hermano mayor de Rosalía, lo fusilaron el 29 de marzo de 1937, poco tiempo después de ser ocupadas Mijas y Fuengirola. Su segundo hermano, Cristóbal, que también volvió al acabar la guerra a Fuengirola, fue detenido el 24 de abril de 1939 y condenado a pena de muerte. Lo fusilaron el 7 de febrero de 1940. en las tapias del cementerio de San Rafael de Málaga. Finalmente, su marido, Juan Merino Ruíz, que estuvo defendiendo la República en distintos frentes, fue detenido en Córdoba al finalizar la guerra será detenido en Córdoba, llevado a Fuengirola y condenado a muerte por un Consejo de Guerra.

La Chiquita es detenida por su afiliación a las Juventudes Socialistas Unificadas, por ser miembro activo del Socorro Rojo Internacional y dirigente de la Unión General de Trabajadores, en la sección de empleadas domésticas. Fue denunciada por ser una exaltada extremista roja durante la dominación roja” y participar “en el saqueo de las casas de personas de orden, llevándose ropa de hombre y de mujer, utensilios de las viviendas, todo aquello que componen el mobiliario de una casa.
Lo cierto es que la Chiquita, era una persona reconocida entre las mujeres y especialmente importante entre las empleadas domésticas, donde realizaba su actividad sindical y fomentaba “la huelga de empleadas domésticas, sacándolas de las casas donde servían a personas de orden, para que se sumaran a la huelga”. Organizando además las manifestaciones de mujeres durante los días de huelga. También organizaba actos de solidaridad del Socorro Rojo Internacional, para quien recaudaba dinero y utensilios diversos, y “solía vestir de miliciana, llevando un pañuelo rojo con la hoz y el martillo, y una pistola colgada del pecho”.
La Chiquita fue condenada a pena de reclusión perpetua por el delito de “adhesión a la rebelión”, siendo sustituida la condena por 30 años de reclusión. Estuvo presa en Amorebieta (Vizcaya) y posteriormente a Pamplona. Por reducción de penas, en 1944, le dan libertad provisional, teniendo que presentarse periódicamente a las autoridades. Sólo consiguió la libertad plena el 5 de marzo de 1951. Todos estos datos nos lo ha facilitado Manuel Lloret, uno de los historiadores de la zona de Mijas, habitual colaborador de la Desbandá.
La memoria de Rosalía Gambero, la Chiquita, se mantiene en La Cala de Mijas, donde quienes la conocieron, dan fe de la entereza, de la indignación que sentía ante toda injusticia y, en contraste con su baja estatura, su gran altura ética y la coherencia en sus ideas, valores que hicieron que se ganara el respeto y admiración de sus vecinos.

Por la tarde, ya en el polideportivo de Vícar, se nos unen vari@s compañer@s de Concentaina, un pueblo de Alicante. Entre ellos está Miguel, que es de origen andaluz, de Jaén. Ha participado otras veces en la Desbandá, siempre con su bandera andaluza y siempre a la cabeza de la marcha. Viene esta vez con su esposa, que también ha participado activamente en la marcha de la Desbandá y con dos hijas. Miguel es el más veterano de la Desbandá, ya que la semana que viene cumplirá 85 años, y a su edad sigue haciendo marchas con mucho más soltura que muchas personas mucho más jóvenes.
El programa cultural de hoy es la proyección del Documental: “El Silencio de Otros”. Trata de la lucha de las familias de las personas asesinadas por el fascismo, que quieren recuperar los restos de sus familiares de las fosas comunes donde los tiraron como perros. El Ministerio de Justicia cifra en más de 2.500 las fosas halladas en todo el territorio español que guardan en su interior los restos de las más de 130.000 víctimas del fascismo. En los últimos 19 años se han abierto tan solo 740 fosas en España, de las que se han logrado recuperar los cuerpos de 9.000 víctimas. El documental también habla de los esfuerzos por aplicaren España la justicia contra los delitos de lesa humanidad, que nunca prescriben a pesar de las leyes de impunidad de la que se dotan las dictaduras para no rendir cuentas. Después de la proyección se celebra un coloquio muy animado en la que participan como expertos, Pablo Mayoral y Luis Suarez de la Asociación La Comuna de ex-presos políticos.
Mañana, hacemos una etapa más corta, unos 15 km, donde bajaremos otra vez en autobús al Ejido y desde allí pasaremos a Roquetas, en la penúltima jornada de la marcha.

jueves, 9 de febrero de 2023

"Estamos ya en Almería y nos siguen bombardeando". 7ª Etapa de la Desbandá. Crónica del camarada Manolo "Teniente". 8 de febrero


Salimos en autobús hacia la Rábita, desde el Centro Cultural “La era del gitano” de Albuñol donde hemos pernoctado. Llevamos prácticamente el mismo número de personas que ayer. Ya en la Rábita, como en años anteriores, Mercedes, una mujer mayor, que cumple 81 años el próximo 15 de mayo, y miembro del Ateneo Republicano, nos prepara un desayuno, del que ella ya ha hecho una tradición; unos riquísimos buñuelos, parecidos a los tejeringos malagueños, pero más gruesos y de rosca más pequeña y una chocolatada para desayunar. Para ello se levanta a las 4 de la mañana para preparar la masa, y tenerlo todo a punto para las 9 de la mañana, donde desayunamos más de 150 personas. Desde 2018, que empezamos a parar en la Rábita, ella los prepara, según dice, como una manera de participar en nuestra causa y nos asegura que mientras ella tenga fuerzas tendremos desayuno a nuestro paso por la Rábita.
En la marcha nos acompaña también una mujer francesa, Sylvie, que desciende de otra Desbandá, la de la caída de Asturias y al mismo tiempo tiene mucho que ver con la Desbandá de Andalucía. La ofensiva sobre Asturias comenzó desde Cantabria el 1 de septiembre de 1937. Se repitió allí, lo que en otros frentes de guerra. No se pudo resistir porque tenían armamento inferior, le faltaban municiones y fueron machacados por la aviación alemana. Hasta el 22 de septiembre, un puñado de infantes de marina mantuvo la bandera republicana en lo alto de Peña Blanca. Los propios mandos franquistas reconocieron que la batalla había sido una pesadilla. El 20 de octubre el ejército fascista tomó el último reducto republicano en Gijón.

La abuela de Sylvie era una enfermera de CNT llamada Aurora. Huyó como muchas personas civiles a Francia, para volver a reintegrarse en territorio republicano por Cataluña. Dejó en Asturias una hija llamada Aurora, como ella, al cuidado de su madre y su padre, los cuales, presentaron a esa niña como su propia hija. El padre de familia adinerada no quiso saber nada de la niña. Pero cuando Aurora madre huye a Barcelona, va también embarazada, ya que dio luz a otra niña en la capital catalana el 30 de abril de 1938 y cuando tuvo oportunidad declaró que el padre de esa nueva criatura a la que llamaron Libertad, se llamaba Ángel García, por lo que la niña se llamó Libertad García Fernández.
El 26 de enero de 1939 cae Barcelona, así que, cuando la niña tiene apenas 8 meses, su madre, con ella en brazos, se marcha a Francia en la retirada de Cataluña, en la que participaron más de medio millón de personas. Una vez en Francia, son trasladadas como refugiadas al Centro de Perone en el norte de Francia, donde son acogidas, como protegidas por la familia López. Un matrimonio originario de Jimena de la Frontera, de Cádiz, y que estaban allí refugiados con 5 hijos, teniendo otros dos luchando por la República. La familia López salió huyendo desde Algeciras hasta Málaga y allí se unieron a la Desbandá, de modo, que como otros miles de personas, al final acabaron en Francia. Aurora madre, su hija Libertad y la familia López no estuvieron mucho tiempo en Perone.
El 25 de junio de 1940 el ejército francés se rinde ante la Alemania nazi y esta ocupa gran parte del norte y el oeste de Francia, dejando el resto para un estado títere, teóricamente independiente que fue la Francia de Vichy. La nueva autoridad francesa trasladó a las personas refugiadas en Perone al campo de concentración de Bram en el sur de Francia. Una vez en ese campo, Aurora madre muere de Tifus, y la niña queda al cuidado de la familia López. Una noche, un gendarme francés de los que hacían guardia escuchó ruidos donde se depositaba la basura y sorprendió a la pequeña Libertad rebuscando comida entre la basura. Al día siguiente preguntó quiénes eran sus padres y le dijeron que era huérfana. La familia López no se atrevió a decir que estaba bajo su cuidado. Desde entonces el gendarme daba todas las noches de comer a Libertad en la cantina del campo. La familia López decidió, antes las opciones que le daban las autoridades francesas volver a España, y se volvieron a Andalucía pensando gestionar la adopción de la niña desde allí. No tuvieron ninguna opción.

Finalmente, fue el gendarme francés quien adoptó a la niña Libertad, concediéndole otro nombre y apellidos, pero siempre le hizo saber que era adoptada y española. Libertad, convertida en francesa, se casó tuvo 4 hij@s, una de ell@s fue Sylvie Fabia. Ella a partir de que tenía unos 18 años comenzó a insistirle a su madre que era necesario conocer el paradero de sus parientes españoles. Libertad siempre se negó, pero cuando murieron sus padres adoptivos franceses aceptó la recomendación de su hija y le facilitó un papel que le había dejado su padre adoptivo francés. En el papel venía su nombre español de Libertad, el nombre de su padre, Ángel García y el sitio de donde eran originarios, Villaviciosa, un pueblo de la cuenca minera de Oviedo. Sylvie hizo gestiones por teléfono y le dijeron que efectivamente allí vivía Aurora hija.
Finalmente Sylvie y su madre Libertad viajaron a Asturias y pudieron reencontrarse con su familia española. Pero Sylvie quería ir más allá, quería conocer el paradero de su abuelo Ángel García y por ello hicieron gestiones en los archivos del campo de concentración de Bram, donde murió Aurora madre y donde convivió con la familia López. Ella quería conocer el paradero de los López y en los archivos encontraron los nombres de los padres y de los hijos. Sylvie, utilizando un sistema francés que localiza por internet los números de teléfonos por los nombres de sus propietarios, empezó a llamar a l@s hij@s de la familia López. Hizo infinidad de llamadas hasta que por fin, alguien , al otro lado del teléfono le respondió, que sí, que era de la familia López que estuvo internada en campos franceses y que vivían en Jimena de la Frontera y que además, Libertad estaba siempre presente en las conversaciones de la familia. Sylvie y su madre Libertad viajaron a Jimena de la Frontera y se reencontraron con la que también era su familia adoptiva, l@s López, que además conservaba distintas fotos de Aurora madre y Libertad en los campos de concentración franceses

Sylvie nos acompaña en la marcha hasta Almería porque se identifica con la causa de las personas que defendieron la legalidad republicana y fueron presas, exiliadas, torturadas o asesinadas por el fascismo. Lleva en su mochila una foto de la familia López, que hizo la Desbandá en 1937 y en agradecimiento a la protección que hicieron de su madre Libertad y su abuela Aurora. Sylvie no renuncia a conocer el paradero de su abuelo Ángel García y seguirá andando hasta encontrarlo.
La marcha acaba en Adra, donde se estableció el primer campo de refugiados de la gente que huía en la Desbandá. Parecía que el peligro había pasado y que ya podían descansar y continuar con las fuerzas repuestas, sin embargo, el 13 de febrero de 1937, la aviación franquista bombardeó el campamento, creando tal pánico, que el pueblo pensó que el bombardeo era el comienzo de una nueva ofensiva fascista por tierra, por lo que, volvieron a huir los que ya venían en la Desbandá y además casi todo el pueblo de Adra en la dirección de Almería. Poco después se pudo saber que los bombardeos solo obedecían a la saña asesina de los fascistas y no a ninguna ofensiva, por lo que la gente volvió hacia Adra.
Por la tarde, a las 19:30 hemos tenido una Conferencia sobre la Brigadista Tina Modotti, revolucionaria italiana que se dejó la piel en el Socorro Rojo, organizando evacuaciones, alimento para la población y organizando la atención a personas heridas y enfermas. España tiene una deuda con ella, así como con tod@s las personas que de todo el mundo vinieron a defender la libertad y a combatir el fascismo en España.
Mañana salimos desde Adra y caminamos hasta el Castillo de Guardias Viejas, ya en el municipio del Ejido, algo más de 20 km de distancia.


"El esfuerzo nos pasa factura". 6ª Etapa de la Desbandá del 2023. Crónica del camarada Manolo "Teniente". 7 de febrero

Salimos de Castell de Ferro haciendo la marcha memorialista, 79 mujeres y 72 hombres, un total de 151 personas. Pero estas son las que marchan, además va un equipo de apoyo siguiendo la marcha permanentemente.
Hay cuatro personas en cocina, tres hombres y una mujer. Hay dos hombres que se encargan del avituallamiento. Hay otro hombre que se encarga de transportar el equipaje y de alimentar las redes sociales con las noticias de la Desbandá, hay dos hombres en coches de apoyo para aquellas personas que tienen algún problema en la marcha y no pueden continuar, hay dos mujeres que están pendientes del alojamiento de los participantes de la Desbandá y de coordinar sus charlas en Institutos por donde vamos pasando, hay otro hombre que se encarga de trasportar a personas que vienen invitadas a los actos de la Desbandá, hay otro hombre y otra mujer que también ayudan en la gestión de las infraestructuras, hay otras cuatro personas que coordinan alojamientos y contactos con las autoridades y la gestión de compras, es decir, y si no me olvida de nadie, al menos 16 personas que no están andando, aunque a ratos si, que están procurando que la marcha cuente con la estructura necesaria para que sea posible.
Una de ellas, José Antonio Berenguer, natural de esta zona, vive cerca de La Rábida, y que además interviene activamente en la organización de la marcha y de los actos cuando pasa por su tierra, sufrió anoche un infarto en el corazón. Está hospitalizado y parece fuera de peligro, aunque le van a implantar un marcapasos. José Antonio es un hombre tranquilo, afable, muy comprometido con la causa republicana, y un maestro ya jubilado, a quienes los jóvenes del pueblo saludan con mucho cariño constantemente, cuando paseamos por sus calles. Quizá es casualidad, pero creo que todo el equipo de organización está sometido a una fuerte tensión, para que todo salga bien en la marcha, que acaba pasando factura.
En el trayecto de Castell de Ferro hacia La Rábita, seguimos recibiendo muestras de apoyo por la carretera. Realmente nos causa sorpresa. Creo que es la marcha donde más veces estamos escuchando el grito de ¡¡Viva la República a nuestro paso!! A la altura de Castillo de Baños, pasó un coche con un hombre ya mayor al volante, y nos saludó con el viva la República, siguió rodando, pero de pronto frenó el coche, paró en mitad de la carretera, se bajó, y empezó a tirarnos besos con la mano. Debía estar realmente emocionado.

Cuando hemos salido de Castell de Ferro, al comienzo del pueblo, en un edificio ha aparecido una bandera republicana, a la que estamos acostumbrados, ya que todos los años, cuando pasa la Desbandá aparece en la terraza, este año, además, casi al final del pueblo ha aparecido otra en un balcón, donde una mujer y un hombre nos animaban a la marcha.
Con la marcha vienen bastantes mujeres francesas, también algún hombre francés. Pero a pesar del apelativo de francés, son las que más sienten la Desbandá porque son las descendientes de las personas que, derrotadas, perseguidas y exiliadas, acabaron rehaciendo su vida en Francia. Muchas son de raíces andaluzas, pero otras de diferentes partes del estado. Es el caso de Bea, su abuelo José Mur Cascarra, era originario del valle de Gistau, de la zona pirenaica de Huesca. Combatió con el ejército de la monarquía en Cuba y en Marruecos. Su padre, José Mur Mur, hizo la mili en Marruecos y combatió con el ejército republicano en la 43 División, participando en la batalla de la bolsa de Bielsa que se desarrolló entre el 14 de abril y el 15 de junio de 1938. Durante esos dos meses, el ejército republicano que había venido retrocediendo hacia el alto Aragón, se hicieron fuertes en Bielsa, a los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Contaba con algo más de 7.000 soldados y solo cuatro cañones, frente al asedio de 14.000 soldados, 30 cañones y el apoyo aéreo de la aviación alemana e italiana. Bielsa fue reducida a escombros, y la noche del 16 de junio, los soldados y más 4.000 civiles cruzaron la frontera hacia Francia. La mayoría de los soldados, 6.889, regresaron a Cataluña por Francia para seguir defendiendo la República, uno de ellos el padre de Bea. Después cayó prisionero en 1939, juzgado y condenado a 12 años de cárcel y un día. Pasó sólo 4 años en la cárcel y le dieron la libertad condicional, con la obligación de presentarse periódicamente ante la autoridad franquista. Entonces vivía en un pueblo de Cataluña cerca de la frontera francesa. Tenía un hermano más joven que alistaron para hacer el servicio militar en el nuevo ejército franquista. En un permiso que le dieron en la mili, se fue a ver a su hermano y decidieron juntos pasar clandestinamente la frontera hacia Francia. Así se refugiaron en casa de un amigo del padre de Bea, que era de María, una localidad de Almería y que vivía en el sur de Francia. Los nazis todavía ocupaban Francia en alianza con el gobierno colaboracionista de Vichy. Ocurrió entonces que, por un chivatazo, el amigo almeriense del padre de Bea fue detenido por colaboracionista con los comunistas, pero a su padre y a su tío no lo encontraron en el registro de la casa, así de bien escondidos estaban. Poco después Alemania abandonaba derrotada Francia, el almeriense puesto en libertad y los hermanos Mur rehicieron su vida en la Francia libre.

Durante toda la marcha de hoy hemos tenido riesgo de lluvia. A la izquierda de la marcha, llena de nubes oscuras, estaba la Sierra de la Contraviesa, y más arriba la Sierra Nevada. A nuestra derecha el mar donde, al fondo, hacia Almería se veía el cielo despejado. El viento de levante que venía de Almería, soplaba fuerte. Así que Antonio, un hombre de 75 años que viene realizando la marcha de la Desbandá desde el primer año, y que es vecino de Balerma, una pedanía del Ejido a la que llamaron Rusia la Chica (un mote destinado en Andalucía a los pueblos de izquierdas) nos dio su pronóstico, no va a llover, porque las nubes, el levante las mueve y el poniente las llueve. Y sopla fuerte de levante. Acertó al 98%, en el descanso que hicimos en el pueblo de la Mamola, llovió ligeramente, pero cuando nos pusimos los chubasqueros y reemprendimos la marcha, cesó la lluvia.
Antes de llegar a la Rábita, recordamos un sitio de la Memoria que está relacionada con la playa del ruso, que está debajo de unos acantilados antes de llegar al pueblo. Se llama así, porque en 1921, un marino ruso llamado Basilio Lukianov, que desertó de un buque soviético, en el puerto de Málaga junto con dos compañeros, y que iban andando camino de Valencia, al pasar por aquella playa, decidió quedarse a vivir en una cueva del acantilado que cae en la playa y que tiene un pequeño manantial de agua dulce. Efectivamente allí vivió hasta su muerte siendo considerado en el pueblo como un vecino más, tanto, que decidieron darle el nombre a la playa.

Pero hay otra historia más trágica que la del ruso. Al paso de la huida de la Desbandá, una mujer se puso a parir de noche, lo cual no fue un caso aislado, mientras la riada de gente seguía la marcha; pero este caso acabó en tragedia, ya que nada más tener al niñ@, ella lo arropó como pudo y se echó otra vez a andar, pero enseguida se dio cuenta que no lo llevaba, que se le había escurrido; desesperada volvió sobre sus pasos y encontró al bebé muerto, pisado sin querer por la gente. Destrozada y desesperada se tiró por el barranco y se mató ella también; a madre e hija no las mataron las balas ni las bombas, pero fueron también víctimas del terrorismo fascista.
Desde la Rábita salimos en autobuses hasta Albuñol donde nos han cedido un local cultural llamado “La era del gitano”. Es una nave amplia con un escenario de teatro. Ahí, después de comer, celebramos Asamblea General de la Asociación de la Desbandá donde se aprueba el informe de actividades de 2022 y el plan de trabajo para 2023.
Mañana volvemos en autobús a la Rábita desde donde se iniciará la marcha hacia Adra.

martes, 7 de febrero de 2023

"La miliciana de Calahonda". 5ª Etapa de la Desbandá. Crónicas del camarada Manolo "Teniente". 6 de febrero.


Salimos de Salobreña hacia Castell de Ferro sobre las 8:15 horas, la columna se ha reducido hoy a unas 165 personas, entre las cuales hay 85 mujeres y 75 hombres. La zona de Motril la pasamos en autobús y nos dejan en Torrenueva, un pequeño municipio que era pedanía de Motril y consiguió su independencia en 2018. En Torrenueva, recorremos un sendero pegado a los acantilados de la zona, atravesando un puente colgante que ha construido el nuevo ayuntamiento. El sendero es precioso y al final de ella y antes de girar a la izquierda para coger la carretera, hay, bajando una larga escalera por el acantilado una preciosa playa nudista.
El territorio, entre Motril y Castell de Ferro, donde nos alojamos esta noche, fue una zona de disputa durante unos días, después del paso de la Desbandá. Mussolini había prometido que tomaría Málaga y Almería en una semana; llegaron a tomar Castell de Ferro, prácticamente otro pueblo vacío que se sumó a la Desbandá, pero de allí no pasaron. La XIII Brigada Internacional con los batallones Tchapaiev y Henri Viullemin, frenaron la ofensiva fascista italiana y los hicieron retroceder nuevamente hasta Motril. De hecho, podrían haber tomado Motril si no hubieran sido requeridos para frenar el avance fascista en las cumbres de Sierra Nevada que amenazaba con envolver Almería (y amenazando a Murcia) bajando por la Sierra; también allí se establecería un frente permanente con los fascistas controlando el pico del Veleta y los republicanos el Mulhacen. Mussolini, que se había jactado ante el mundo sobre como su ejército había tomado Málaga, sufrió una estrepitosa derrota, un mes después en la batalla de Guadalajara, (8-23 de marzo) cuando se enfrentó a un ejército de la república más organizado y mejor armado, prácticamente, 5 tanques soviéticos, acabaron con toda la división acorazada italiana. La gente de Castell pudo volver a sus casas que habían sido saqueadas en su mayoría.

Previamente a la toma de Motril, el 9 de febrero de 1937, una columna de soldados al mando del comandante de carabineros Federico Angulo Vázquez, llegó procedente de Valencia al mando de un convoy de 27 camiones. Su misión era llegar a Málaga y trasladar 80 toneladas de plata de la sucursal del Banco de España en la capital.
Al igual que Norman Bethune, que también se dirigió a Málaga y nunca llegó, al encontrarse a la Desbandá por el camino, el comandante Angulo se topó con la huida desde Málaga, describiéndola de la siguiente forma:“El espectáculo de la carretera desde Almería hasta Adra es algo que no encuentro palabras con que explicarlo,…cerca de 200.000 personas… a pie, es algo que no tiene precedentes en la historia. Hombres muertos por la carretera del frío, hambre y cansancio. Mujeres con niños en brazos y con los pies enormemente desfigurados y llenos de llagas, caras famélicas”.
Angulo se puso a las órdenes de las autoridades que en ese momento estaban en Motril, Cayetano Bolívar y el coronel Villalba, Jefe del Ejército del Sur, el que había abandonado Málaga apresuradamente, e inmediatamente lo nombraron comandante militar de Motril. El ministro Julián Zugazagoitia, recoge en sus memorias que Villalba le dijo a Federico Angulo: “No sirvo, véame usted, no sirvo. Estoy derrumbado. Encárguese usted de organizar esta derrota y de ver dónde rehace la línea si puede recuperar a los hombres”.
Angulo Destinó todos los camiones que disponía para transportar a las personas refugiadas que huían y en la mañana del 10 de febrero hizo frente al enemigo con los escasos efectivos de que disponía. Contuvo, junto a un puñado de hombres y mujeres, a la potente columna italiana al mando del coronel Guassardo, en el cauce del río Guadalfeo durante unas horas de aquella mañana, que fueron preciosas para poner a salvo a la población refugiada que huía desde Motril.

Angulo fue el último mando que abandonó la ciudad, volando el polvorín situado en las naves de la azucarera “La Fabriquilla” y cediendo su vehículo personal para el transporte de los refugiados. Fue detenido luchando en Santander el 25 de agosto de 1937. Tras su detención fue juzgado y condenado a muerte. El declaró: “Os he combatido, y devuelto a la libertad, os volvería a combatir. Soy socialista y mi vida, militar o civil, sólo tiene un sentido: venceros”.
Antes de llegar a Calahonda, hacemos parada de Memoria Histórica en el fuerte de Carchuna. Una vez establecido el frente de manera permanente entre Calahonda y Castell de Ferro, este fuerte defensivo, de tiempos de Carlos III, se dedicó a prisión. En ella encerraron a unos 300 prisioneros asturianos, trasladados expresamente para trabajar en la construcción de caminos y de un aeródromo. De la prisión se escaparon tres tenientes que consiguieron llegar hasta las filas republicanas, mandadas casualmente por un asturiano que conocía a sus paisanos, por lo que no dudó en el relato de que a pocos km de allí estaban prisioneros 300 asturianos usados para trabajos forzosos. En pocos días se organizó un comando nocturno, que por mar y con dos embarcaciones, después de un intento fallido que fracasó por desorientación, consiguieron tomar el fuerte, liberar a los prisioneros y atravesar, desde atrás las líneas franquistas, restableciendo el contacto con las líneas republicanas. Uno de estos presos que consiguió huir, le contó muchas veces a un amigo de su hijo el relato de la fuga del fuerte. Este chico se llama Hipólito Zapico, y actualmente es el concejal del PSOE del Ayuntamiento de Mijas que recibió a nuestra marcha, en la etapa previa a la marcha que hicimos por la Sierra de Mijas.

Con una Desbandá dedicada a las mujeres, tenemos que destacar, después de que la marcha por Calahonda, a Gerda Taro, la famosa fotógrafa que trabajó con Cappa (el cual se adjudicó parte del trabajo de ella) y a su miliciana de Calahonda. Gerda hizo una foto maravillosa de una miliciana a caballo. Su porte erguido y orgulloso da otra imagen distinta a las madres que vienen huyendo en la Desbandá, estas son mujeres abnegadas y a la vez aterrorizadas defendiendo la vida de sus hijos e hijas con la huida. La otra, es una mujer que parece no tener obligaciones familiares y por tanto, es tan capaz como cualquier hombre de defender a la República. Gerda, que retrató a muchas milicianas, murió desgraciadamente, varios meses después, el 25 de julio en la batalla de Brunete, fruto de un desgraciado accidente al ser atropellada por un tanque republicano. Tenía 26 años, era judía alemana y había venido a ayudar a la República huyendo de los nazis de Hitler.
Desde Calahonda, nos dividimos en dos grupos. Uno, más pequeño toma el autobús hasta Castell de Ferro, el otro subimos a la Sierra, para llegar a Castell desde arriba. Se trata, de dar una pequeña charla, en la visita a las trincheras que se conservan en la sierra, las franquistas en la línea de subida de Calahonda y las republicanas más cerca de Castell. La subida es dura, y el trayecto con muchas subidas y bajadas también.
Finalmente, en Castell, culminamos el día, con la proyección de la Película “Las Cartas Perdidas”, con debate posterior con su directora Amparo Climent y su productora Pilar Sancho. La película son cartas de mujeres en distintos periodos dela República y de la Guerra, del exilio y de la muerte. Escritas con el corazón y la pasión y narradas magistralmente por distintas actrices españolas, es una maravilla que emociona y hace llorar a la mayoría.
Mañana salimos, con 22 km por delante, hacia la Rábita.

lunes, 6 de febrero de 2023

"Pasamos el Guadalfeo". 4ª Etapa de La Desbandá. Crónicas del camarada Manolo "Teniente"


Antes de salir hoy de marcha, en la etapa Almuñécar-Salobreña, y en la cola del café, que es bastante larga y da tiempo de hacer amistades para toda la vida, converso con Alex Díaz Rey, un joven de 28 años que viene acompañando a la Desbandá en calidad de becados. Son unas diez personas jóvenes, chicos y chicas cuya función es visitar Institutos acompañando a sobrevivientes de la Desbandá, personas con más de 80 o 90 años, que en esta 7ª marcha y por primera vez como experiencia, se están dando charlas por los institutos por donde pasamos, y esas charlas, a su manera, la dan las personas sobrevivientes y las personas jóvenes, ayudan a su traslado y también pueden intervenir en los debates.
El caso es que Alex me cuenta su implicación personal en la Desbandá porque su abuela Brígida, salió huyendo de Los Boliches, una pedanía de Fuengirola, con la Desbandá a la edad de 6 años, junto a su madre, la bisabuela de Alex. Él cuya ocupación es la de rodar documentales de ficción, tiene el proyecto de hacer un documental real sobre la historia de la Desbandá, aprovechando que su abuela aún está viva. Pero quiere darle una proyección al documental de la Desbandá de los niños y niñas que la hicieron, porque su abuela era una niña, y niños o niñas son todos los supervivientes que quedan, pero es que además por simple cálculo sencillo de matemáticas, el mayor número de personas de las que iban en la Desbandá eran personitas, ya que las familias de la época eran jóvenes y solían tener bastante descendencia.
Más allá de su proyecto cuenta lo habitual de la Desbandá, que Brígida y su familia sobrevivieron comiendo caña de azúcar e higos secos, que cuando volvieron al pueblo después de la guerra, a su bisabuela la raparon y la pasearon para escarnio público y como particularidad especial, que su bisabuela fue recovera. Las recoveras que operaron cerca del campo de Gibraltar, eran mujeres “rojas”, cuyos maridos, o habían muerto en la guerra, o estaban exiliados o encarcelados. Ellas además tenían ese estigma y solían ser discriminadas a la hora de darle trabajo, para ver si las podían matar de hambre a ella y a sus criaturas. La opción para sobrevivir fue la del contrabando o estraperlo, fundamentalmente con productos de Gibraltar. La característica de la bisabuela de Alex es que era una mujer, por herencia genética, repetida en la familia, muy velluda, a la que le crecía el bigote, y ella lo que hacía es procurar que le creciera mucho. Cuando iban en la ruta del estraperlo, se vestía de hombre y daba el pego con el bigote, así el grupo de mujeres, que siempre eran varias, daban la impresión, hacia posibles extraños, de ir protegidas por un hombre.

La marcha sale del Parque del Mediterráneo donde hay una placa, que todos los años es destruida y todos los años repuesta, en honor a la Desbandá que pasó por allí. Antiguamente este parque era conocido como la Galera, y en su cercanía hubo un edificio, donde se torturó y se fusiló a personas que defendían la legalidad republicana.
Participan en la marcha de hoy, a la que damos todos los años el carácter de marcha central de la Desbandá, 558 personas, entre las cuales hay 329 mujeres (de ellas 5 niñas) y 229 hombres (de ellos 3 niños). Estos datos son del inicio de la marcha, a lo largo del trayecto se han sumado algunas personas más. La columna de a una, porque íbamos por un arcén estrecho de la carretera, tenía en torno a 1 km de largo.
Una vez en Salobreña, desde la plaza del Ayuntamiento, la marcha ya se convierte en una manifestación compacta, con las mujeres al frente, que camina hacia la desembocadura del Guadalfeo, el río donde muchas personas de la Desbandá se ahogaron al intentar cruzarlo, por el gran caudal que traía y que supuso la vuelta atrás de otras personas, e incluso la separación de familias, como hemos relatado algún caso, que una parte pasó y otra se quedó sin pasar, produciéndose una larga separación en algunos casos de por vida.

En la manifestación, un hombre llamado Toni Esparrell, que lleva una foto bastante visible de su bisabuelo, nos cuenta su historia. Que es la del asesinato de su bisabuelo José Esparrell y el hermano de éste, Juan Esparrell. Ellos vieron pasar la Desbandá y sabían que las tropas fascistas venían detrás. Sin embargo no se sumaron a la huida porque no consideraban que hubieran cometido ningún delito. Sin embargo a las 2 de la mañana del 10 de febrero, aporrearon la puerta de su casa, y se los llevaron con el pijama puesto. Una vecina los había denunciado por tener una bandera republicana escondida en un baúl. La bandera no apareció en el registro, pero de todas maneras golpearon a los dos hermanos, los ataron y se los llevaron al cementerio de Salobreña. Allí cavaron su propia fosa y los fusilaron. José, el bisabuelo de Toni, tenía 49 años y su hermano Juan 38.
El caso de José Esparrell el bisabuelo, es particularmente sangrante. Nacido en 1888, huyó de España en 1922, para no ser reclutado en la guerra de Marruecos. Se fue con su mujer y cuatro hijos a Brasil y su hermano Juan, once años más joven se quedó en Salobreña. Pero en Brasil, donde José tuvo dos hijas más, estalló la revolución en 1930 y José nuevamente huyendo de la guerra, se volvió a España con toda la familia, excepto la suegra, que se quedó cuidando la casa de la familia en Brasil. Llegaron a España antes de la proclamación de la República, y cuando se produjo el golpe de estado fascista y la guerra, decidió no huir otra vez. Debió hacerlo, porque, aunque la Carretera hacia Almería la bautizó Bethune como "la carretera de la muerte", por la gente que murió y el sufrimiento que se pasó, también se puede decir que fue la carretera de la vida, porque permitió que muchos más miles de personas sobrevivieran y además que se libraran del yugo opresor de la sangrienta dictadura franquista.
Aunque no se ha encontrado fosa donde asesinaron a los hermanos Esparrell, su familia ha grabado sus nombres en un nicho del cementerio de Salobreña donde les depositan flores con los colores de la bandera republicana.

La manifestación acaba junto la desembocadura del Guadalfeo, al lado de la estatua que inauguramos el año pasado en honor a las personas que murieron en la Desbandá, estatua que se mantiene erguida, bella y majestuosa, lo que indica que las bandas fascistas saboteadoras de monumentos y placas de Memoria Histórica no han podido con ella. En el acto institucional que se celebra junto a la estatua, cabe destacar la intervención de la Vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea, Maite Mola, la intervención de la nieta de Juan Negrín, el último presidente de la República de España, y la intervención de la sobreviviente Ana Pomares, a la que se le ha cantado cumpleaños feliz, con sus 95 años que ha cumplido hoy, y ha manifestado que esta Desbandá la va a hacer completa y piensa llegar a Almería con toda la gente de la Desbandá. Ciertamente ella no anda, va en coche y se va alojando en hotelitos, pero parece ya un esfuerzo extraordinario el que esta mujer hace a su edad, interviniendo en coloquios activamente o en actos públicos. El acto acaba con el cante de Carmen Agredano, que ha compuesto la canción “Alpargatas de Sangre”, con numerosas referencias a la Desbandá.
El día culmina con la representación, en el anfiteatro de la Casa de la Cultura de Salobreña, de la obra “Nacional 340” de la compañía murciana Physical Collage & Sforza Producciones, que evidentemente trata sobre la huida masiva de la población por esa carretera.
Mañana atravesamos el frente establecido en febrero de 1937, ya que llegamos a Castell de Ferro, donde se frenó el avance del ejército fascista italiano y se les obligó a retroceder hasta Motril.


domingo, 5 de febrero de 2023

Homenaje a Matilde Landa. 3ª Etapa de la Desbandá. Crónicas del camarada Manolo "Teniente". 4 de febrero


La Marcha sale hoy del polideportivo de Nerja, un poquito retrasada, igual que ayer, pero con más gente. Somos 265 personas, entre las cuales hay 147 mujeres, dos de ellas, tienen aproximadamente 5 años, pero con la ayuda de mamá y papá van como dos jabatas; el resto son 118 hombres. Hay gran satisfacción en la marcha, porque el llamamiento a una Desbandá en honor a las mujeres que soportaron el peso terrible de la huida en 1937, ha surtido efecto y muchas mujeres han respondido al llamamiento.
La primera parada de la Memoria la hacemos en el Puente Viejo del Barranco de Maro. La compañera Teresa Acuña, explica muy bien, como en un barranco estrecho en el fondo, pero abierto al mar, con altos acantilados, sin posibilidad de paso por ningún otro sitio, que no fuera el puente, fueron bombardeadas por los barcos de guerra franquistas, Baleares, Canarias y Almirante Cervera las personas que venían huyendo desde Málaga. Después David Franco ha explicado que el Puente Viejo y todo su entorno, va a ser adecentado y caracterizado oficialmente como lugar de Memoria Histórica.
La segunda parada es alrededor del pequeño puente del río de la Miel. La compañera María Huelva explica que hay un testimonio publicado en Diario Sur de Málaga, de una de las personas supervivientes que relatan cómo, los aviones ametrallaban en ese sitio a la gente. Pero para dar fuerza y crudeza al relato, ha leído emocionada un fragmento del relato del escritor Max Aub, titulado “El cojo”. El relato es ficción, pero Max lo recoge de fuentes fidedignas que relataron lo que estaba pasando con las personas que huían de Málaga. Merece mucho la pena perder dos minutos en su lectura:

"Carretera adelante el éxodo continuaba. La Rafaela y su madre andaban confundidas con la masa negra. Sobre el llano no había más líneas verticales que los postes del telégrafo.
De pronto, desde allá abajo vino un alarido: «¡Que vienen!». La gente se dispersó con una rapidez inaudita; en la carretera quedaron enseres, carruajes y un niño llorando.
Llegaba una escuadrilla de caza enemiga. Ametrallaban, a cien metros de altura. Se veían perfectamente los tripulantes. Pasaron y se fueron. Había pocos heridos y muchos ayes, bestias muertas que se apartaban a las zanjas. El caminar continuaba bajo el terror. Una mujer se murió de repente. Los hombres válidos corrían, sin hacer caso de súplicas. Los automóviles despertaban un odio feroz. La Rafaela se había levantado con dificultad. Su madre la miró angustiada.—¿Te duele? La hija, con un pañuelo en la boca, no contestaba. «¡Que vuelven!». La Rafaela sufría tanto que no pudo hacer caso al alarido que un viejo le espetaba, diez metros más allá. —Acuéstese, acuéstese. Agarrada a un poste de telégrafo, espatarrada, sentía cómo se le desgarraban las entrañas. —Túmbate, chiquilla, túmbate — gemía la madre, caída. Y la Rafaela de pie, con el pañuelo mordido en la boca, estaba dando a luz. Le parecía que la partían a hachazos. El ruido de los aviones, terrible, rapidísimo y las ametralladoras y las bombas de mano: a treinta metros. Para ellos debía ser un juego acrobático. La Rafaela sólo sentía los dolores del parto. Le entraron cinco proyectiles por la espalda y no lo notó. Se dio cuenta de que soltaba aquel tronco y que todo se volvía blando y fácil. Dijo «Jesús» y se desplomó, muerta en el aire todavía.
Los aviones marcharon. Había cuerpos tumbados que gemían y otros quietos y mudos; más lejos, a campo traviesa, corría una chiquilla loca. Un kilómetro más abajo el río oscuro se volvía a formar; contra él se abrían paso unas ambulancias; en sus costados se podía leer: «El pueblo sueco al pueblo español». Hallaron muerta a la madre y oyeron los gemidos del recién nacido. Cortaron el cordón umbilical. —¿Vive? —Vive.
Y uno que llegaba arrastrándose con una bala en el pie izquierdo dijo:
—Yo la conocía, es Rafaela. Rafaela Pérez Montalbán; yo soy escribano. Quería que fuese chica.
Uno: Lo es.
El escribano: Y que se llamara Esperanza.
Uno cualquiera: ¿Por qué no?"

Max Aub, un escritor maldito en España, del que apenas se conocen sus obras, entre otras cosas porque la mayoría siguen sin editarse. Un hombre comprometido con la República al que también habrá que sacar del olvido.
La marcha continua, las cabras montesas de los acantilados de Maro, como todos los años, nos saludan desde los riscos. Cerca del pueblo de La Herradura varios autobuses nos acercan a la entrada de Almuñécar. La marcha con tanta gente es lenta y no nos da tiempo cubrir todos los objetivos. En el paseo marítimo de Almuñécar, las mujeres se ponen a la cabeza con su pancarta y marchamos en manifestación hasta un parque donde se descubre una placa en recuerdo de la Desbandá. Entre las personas que hablan, Amparo Sánchez Monroy, emociona especialmente a la gente que la escuchamos. Ella es una de las supervivientes que nos acompañan y que hoy ha hecho el recorrido a pie junto a todas las demás personas de la marcha, a pesar de tener 86 años. Estuvo en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, un trozo de playa rodeado de alambradas, donde el gobierno francés encerró a miles de las personas que huyeron de Cataluña tras la caída de Barcelona. Amparo cuenta que en los tres primeros meses del encierro murieron decenas de bebés de edad similar a la que ella tenía, apenas un año. Era fuerte y sigue siendo fuerte en su lucha en defensa de la Memoria y en la reivindicación de la verdad, la justicia y la reparación.
Una vez acabado el acto, los autobuses nos trasladan a Salobreña donde disponemos de mejor cobertura e infraestructura. Mañana volveremos en autobús a Almuñécar y haremos la marcha desde allí hasta la desembocadura del Guadalfeo, donde tantas personas de la Desbandá se ahogaron, o tuvieron que volverse para Málaga.

Nuestra marcha anual, en recuerdo de las víctimas de la Desbandá, está llena de historias vivas. Ocurre que vienen gente y cuenta la historia de su familia, pero también gente que viene por impulsos solidarios y se encuentra con que descubre, que la historia de su familia está relacionada con la Desbandá. A aquellas personas que puedan contarnos cosas, le rogamos encarecidamente que nos la cuenten. La historia con mayúsculas está compuesta de historias minúsculas que nos ayudan mucho a entender la historia global.
Denis, un chico joven que nos acompaña por primera vez en esta marcha nos cuenta la historia de los que considera sus abuelos adoptivos. Los datos de la historia que él no recordaba bien los ha resuelto llamando por teléfono al nieto real de los protagonistas de la historia. El abuelo se llamaba Antonio Santiago Campos, y participó en la creación de La 52ª Brigada Mixta, en enero de 1937, con las fuerzas del subsector de Villanueva de Cauche (una pedanía de Antequera muy cercana a Málaga) prácticamente lo que pudieron hacer es huir del cerco a Málaga e incorporarse a la 20 División que operaba en la zona de Jaén y Granada. Peleó en Córdoba, en Extremadura, en Teruel y en Cataluña. Su nieto recuerda dos anécdotas que él contaba.

La primera, es que estando herido en un hospital de Valencia, le tocó una cama junto a la ventana, desde el cual se veía un bonito paisaje; después de varios días, su compañero de la cama siguiente, un capitán que él conocía, le pidió por favor que le cambiara la cama para poder ver también el paisaje y disfrutar mejor de la luz. El accedió y eso le salvó la vida a Antonio, porque en un bombardeo fascista poco después, una metralla entró por la ventana y mató al capitán. La segunda es que, mandando una compañía de zapadores, le requirieron en un sector del frente de Cataluña. Su mando le hizo un croquis de donde tenían que ir y debió confundirse porque lo mandó a terreno enemigo. Él llegó con sus zapadores, y al llegar, le echaron una bronca porque habían tardado mucho tiempo desde que lo requirieron. Lo absurdo es que los fascistas, que también habían solicitado zapadores no reparan en que no eran soldados de los suyos al tener uniformes similares. Antonio si se dio cuenta y con bastante sangre fría pasó un recado de boca en boca a los suyos para que cuando el dijera salieran de allí todos pitando. Así lo hizo y así se salvaron de ser apresados o matados.

Cuesta trabajo creerlo pero sucedió porque el mando republicano lo condecoró por ello y la orden está documentada. Antonio acabó en un campo de concentración en Francia, en Rivesaltes cerca de Perpiñan, el mayor campo de concentración construido en Europa. Mientras el defendía la República en distintos frentes, su mujer Dolores Cabrera Lozano y su hermana Dolores Santiago Campos, huyeron con la Desbandá desde Málaga, llegaron a Cataluña y también pasaron a Francia en la gran retirada de Barcelona. Sin que ellos lo supieran estaban en el mismo campo, solo que las mujeres estaban separadas de los hombres y estuvieron conviviendo a tiro de piedra, sin que supieran donde estaba cada cual. Gracias a las gestiones del sacerdote del campo de hombres donde estaba Antonio, que le rogaba que hiciera lo que pudiera para saber dónde podría estar su mujer, éste le comunicó un día que estaba en el campo de al lado y que podían verse a través de las alambradas. Cuando fueron libres, Antonio gestionó su vuelta a España, y aunque durante el franquismo fue molestado por la policía como antiguo rojo, una vez restituida la democracia, le fue reconocida su graduación en el ejército republicano.
Por la tarde, se ha celebrado en la Casa de la Cultura de Salobreña la Conferencia sobre Matilde Landa, una de las responsables de Socorro Rojo a la que queremos homenajear, por su labor de organización en la protección y acomodo de muchas familias de la Desbandá. La Conferencia la imparte David Ginard y sobre la impresión causada por ella y por las distintas intervenciones, quiero poner de ejemplo lo que me ha escrito una compañera, María Rosa, participante en nuestra marcha:

“Sobre todo el desconocimiento tan grande que tenemos sobre mujeres que tuvieron un papel importante en la República. Tras el golpe de Estado, ella fue la encargada de gestionar los 200 y pico "hospitales" en territorio republicano. La importancia de seguir en la lucha a pesar de estar privada de libertad, trabajó en la cárcel de las Ventas en Madrid ayudando a retrasar muchas penas de muerte e incluso a anularlas. Como fue el caso de la Dinamitera, que salió gracias a ella.
Las grandes cualidades que como mujer tenía con las limitaciones de la época para ellas: grandes convicciones políticas, activistas, humanitarias, solidarias qué la hacen, bajo mi punto de vista, la mejor de las combinaciones para los trabajos que hizo.
Una mujer para pararse, estudiarla, entenderla y aprender. Me llevo como siempre la sensación de cuánto hay por aprender.
Gracias a las Asociación la Desbandá por acercarnos más a esa luz.

sábado, 4 de febrero de 2023

Supervivientes de la Desbandá de 1937 siguen dando testimonio. 2ª Etapa de 3 de febrero. Crónica del camarada Manolo "Teniente"


Salimos del polideportivo de Torre del Mar a las 8:20 horas, con 20 minutos de retraso, y es que la afluencia de participantes de este año desborda nuestras infraestructuras, no es fácil preparar desayuno para 208 personas que han salido hoy a la marcha, de las cuales, 118 son mujeres y 90 hombres. Y es que el desayuno es buffet bueno, pan tostado con aceite de oliva virgen o mantequilla con mermelada, o galletas y dulces, mas zumos, café o infusiones, más leche de varios tipos.
La primera parada que hacemos es en la estatua de Norman Bethune, dando la mano a una niña como símbolo de todas las criaturas, niños y niñas, que salvó de la carretera trasladándolas en la furgoneta, de donde habían sacado todos los equipos médicos de campaña que llevaba para atender heridos de guerra.
El camino de Vélez Málaga a Torrox, siempre a la orilla del mar y con un sol que nos obliga a quitarnos rápidamente la ropa de abrigo, está lleno de calidez humana. Nos alegran los gritos constantes de Viva la República y los deseos de que hagamos buen camino hasta Almería. Un hombre emocionado se acerca a nuestro guía y dándole la mano le dice que por ahí huyó su padre.

En Torrox, siempre hacemos una parada en el mirador que hay junto al faro. En esta ocasión, y después de que la mayoría de las mujeres se hicieran una foto y fuéramos a reanudarla marcha, nos avisan que un superviviente de la Desbandá quiere hablar con todo el grupo. De inmediato y de manera improvisada, le traemos el equipo de sonido y el micro que llevamos de campaña, le buscamos una silla y le escuchamos con atención. Se llama Salvador Mesa López y es natural de Torrox. Cuenta que, cuando tenía 8 años, (ahora tiene 94 años y lo hemos visto bastante lúcido) salieron huyendo en la “corría”; era el 7 de febrero, fueron andando, pasaron por La Herradura y llegaron hasta Salobreña, durmiendo en el Castillo aquella noche. No pudieron pasar el río Guadalfeo (él dice el río de Salobreña) porque bajaba mucha agua y se había llevado el puente, aunque muchas personas intentaron pasar tirándose al agua y se ahogaron, allí había un griterío enorme. Al pasar por Torrenueva, (una aldea de pescadores que está pasado Motril) se embarcaron en un sardinero, (un pequeño barco de pesca) y en él llegaron hasta Almería. El barco, en Almería, era la casa y refugio de la familia, hasta que apareció el dueño del sardinero que también había salido huyendo, y claro está le devolvieron el barco a su dueño. La familia entonces, como otras muchas personas se instalaron en las cuevas de la Sierra que hay a la entrada de Almería. Recuerda los bombardeos que la aviación realizaba sobre la ciudad, pero ellos en las cuevas no corrían peligro. Al acabar la guerra y ocupar las tropas franquistas Almería, metieron a muchas gente que era de Málaga en un mercante y los desembarcaron en el puerto, llevándolos a continuación a la Plaza de Toros, donde estuvieron encerrados hasta que los soltaron.

Lo que nos cuenta Salvador sobre el confinamiento en la Plaza de Toros de Málaga, está documentado. En Málaga capital estuvo funcionando el campo de concentración de La Aurora, (ahora centro comercial Larios, junto a la estación del AVE) que funcionó entre junio de 1938 y noviembre de 1939, pero tuvo que ampliarse al final de la guerra por el exceso de personas presas, por lo que se recurrió a la Plaza de Toros de La Malagueta. En el campo de concentración investigaban a las personas y las dividían en tres grupos, las que eran directamente fusiladas o condenadas a largos años de cárcel, las que eran dudosas y frecuentemente las usaban en trabajos forzados y las que eran liberadas. Seguramente la familia de Salvador fue de las que tuvieron suerte y fue puesta en libertad. Nos despedimos del Faro de Torrox, dando un fuerte aplauso a la bandera republicana con la que habitualmente sale a la terraza, cuando año tras año pasamos por el faro.
Después del Faro de Torrox, y antes de entrar en el término municipal de Nerja, hacemos parada en Calaceite. Allí está hundido el barco mercante Delfín, que hacía una ruta comercial entre Murcia y Málaga. De Murcia venía arroz y de Málaga mandaban aceite. No obstante al comenzar la guerra tuvo otros usos. Se utilizó en un primer momento como prisión provisional para los presos detenidos en el intento de golpe de estado fascista que fracasó en Málaga y que luego volvió a su uso natural de transportar víveres. El 30 de enero de 1937, cuando venía cargado con víveres desde Murcia hacia Málaga, concretamente, harina, bacalao y aceite, fue hundido por los torpedos del submarino italiano Ciro Menotti. El capitán del barco que estaba siendo atacado también por aviones intentó huir encallando en la playa para salvar la mercancía que llevaba, pero el submarino lo alcanzó antes. Estos datos nos indican que el gobierno de la República no se olvidó de Málaga e intentaba paliar la escasez de alimento que se padecía y también que el hundimiento de un mercante que llevaba alimentos a una población asediada fue un crimen de guerra.

Igual que una semana después, cuando tomaron Málaga, ametrallaban a la población civil que huía, antes querían matar de hambre a todas las personas que pudieran por seguir siendo leales a la República. Había tanta hambre, que la gente iba al puerto todos los días para ver si venía el esperado barco del arroz.
Finalmente llegamos a Nerja, donde hacemos un último acto de recuerdo a los alumnos del colegio de huérfanos de Torremolinos. Unos 80 fueron evacuados a Nerja, junto a un grupo de profesores mientras el frente estuviera tan cerca. Al caer Málaga, decidieron evacuarlos hacia Almería en autobuses, que salían justo de la plaza de la Ermita en el centro del pueblo. Cuando los niños con sus profesores estaban a punto de tomar los autobuses aparecieron los aviones alemanes y comenzaron a bombardear la zona, unos salieron corriendo y otros se quedaron dentro de los autobuses. Cuando acabó el bombardeo, solo 10 niños había sobrevivido, y todos los profesores acompañantes habían muerto. Los niños sobrevivientes hicieron la huida a pie, viviendo los horrores de la marcha como tantos otros miles de gente y uno de ellos pudo contarlo. Este niño, era Miguel Escalona, que fue el primer alcalde de Torremolinos, candidato del PSOE, una vez que éste pueblo consiguió ser municipio independiente de Málaga en 1988.
Llegamos al polideportivo de Nerja pasadas las 15:30 horas, después de recorrer unos 25 km, teniendo en cuenta la avanzada edad de la mayoría de participantes, al menos 15 personas ya han acusado el desgaste de la marcha.

A las 17:30 se celebra una asamblea específica de mujeres. Van a debatir sobre su forma de participación en la marcha, sobre cómo aumentar la comunicación entre ellas y propuestas para una mayor participación en el futuro. Precisamente, y al hilo del mensaje que estamos dando de esta marcha como homenaje a las mujeres, un compañero que ha hecho la Desbandá en otras ocasiones, nos ha mandado hoy una frase de Louis Aragón, famosos poeta y comunista francés: "La mujer es el porvenir del hombre".
La actividad del día acaba con un debate entre 4 supervivientes y 10 jóvenes. Los supervivientes, que están participando en los actos de la Desbandá son Ana Pomares con casi 95 años, María Hidalgo con 91 años y Amparo Sánchez y Manuel Triano con 87 años o a punto de cumplirlos, ya que eran bebés de menos de 1 año, cuando se inició la Desbandá en 1937. El debate, muy interesante, al que han asistido un buen grupo de marchistas, ha resultado muy interesante, preguntando la gente joven sobre cómo vivieron el pasado los mayores, pero también como viven el presente.
Mañana sábado, 4 de febrero, marchamos desde Nerja a Almuñécar, un recorrido más corto que el de hoy, pero mucho más accidentado y quizás una de las etapas más bonitas en cuanto al paisaje que recorremos.