Secretaría de Movimiento
Republicano y Memoria Democrática
39 años después de la
proclamación de La Constitución de 1978, podemos constatar que ha
sido incapaz de ofrecer una solución a los graves problemas que
existen en España. Paro, precariedad laboral, pérdida irrefrenable
de derechos como la educación pública y la sanidad universal,
recorte a las libertades, corrupción, desconfianza ciudadana en las
instituciones, desigualdad de género y violencia machista. Estos son
tan solo algunos de los problemas que la ciudadanía sufrimos y
soportamos cada día con más crudeza.
El modelo de Estado y de
Gobierno surgido de la llamada Transición está agotado: la
Constitución de 1978 declara derechos que nadie garantiza (vivienda
y trabajo digno, servicios público de calidad y de acceso universal,
redistribución de la riqueza nacional, etc.), y en tiempos difíciles
como los actuales hace recaer todo el peso de la mal llamada crisis
sobre las familias trabajadoras, liquidando la democracia formal en
favor (y por manos) de la dictadura de los mercados.
La ofensiva neoliberal,
que vivimos en estos momentos, se centra en recuperar la iniciativa
para una regeneración del sistema bipartidista monárquico y
pretende institucionalizar las reformas y los recortes de derechos y
libertades que se han llevado a cabo desde 2010 en el marco de las
políticas de “austeridad” mandatadas por la UE para construir un
nuevo modelo de Estado, basado en una recentralización que impida
cualquier posibilidad de reconocer la realidad plurinacional,
multicultural y plurilingüística del Estado Español.
El régimen monárquico
trata de llevar a cabo su propio proceso constituyente que consolide
un nuevo modelo de relaciones sociales, institucionales y laborales,
para que toda la riqueza del país siga al servicio del mantenimiento
y aumento de la tasa de ganancia del capital transnacional sobre la
base de bajos salarios y la precarización del trabajo.
La utilización de la
Constitución y del propio monarca para justificar el comportamiento
autoritario y represivo del Gobierno Central en Cataluña ha sido la
última demostración de que tanto la monarquía como la Constitución
de 1978 no están en la parte de las soluciones de los problemas
sociales y territoriales, sino que precisamente son parte de los
problemas que sufrimos la clase trabajadora y las capas populares.
Frente a ello tenemos una
propuesta, el objetivo de la Ruptura Democrática para una salida
Anticapitalista, Social, Antipatriarcal y Democrática, que abra un
Proceso Constituyente cuyo objetivo sea la República Federal y
Solidaria que permita a los distintos pueblos del Estado a decidir
libre y democráticamente su futuro.
Dicho proceso tiene que
articularse sobre un bloque político y social que aglutine a todas
las clases y los sectores afectados por la crisis, sobre una
amplísima confluencia política y social y sobre la movilización
social.
El PCE apuesta por una
República federal, laica, feminista, participativa y solidaria, con
claro componente social y con respeto a la identidad de los pueblos y
su derecho a decidir.
Por ello, el Partido
Comunista de España llama a todos/as sus militantes y a todas sus
organizaciones a estar presente en las movilizaciones que se han
convocado en torno al 6 de Diciembre y en Madrid a la Manifestación
que tendrá lugar a las 12:00 horas desde Cibeles a Sol.
Además el PCE llama a
toda su militancia en el conjunto del Estado a ir preparando con
otras fuerzas sociales y políticas las manifestaciones y actos
republicanos a celebrar en el mes de abril y a seguir impulsando la
JER como movimiento unitario a favor de la República. En este debate
situamos nuestra apuesta Republicana que debe ser definida en
positivo y en la perspectiva de construir un movimiento republicano
amplio que nos permita integrar en la lucha por la IIIª República a
amplios sectores de la población, fundamentalmente a los
trabajadores y trabajadoras.
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