Mikel Hernández, Mundo
Obrero
El pasado 23 de octubre,
Izquierda Unida anunciaba en rueda de prensa la elaboración de una
ley integral de lucha contra la pobreza urbana y en el mundo rural en
lo que, en palabras de la diputada busca ser “uno de los proyectos
más ilusionantes y necesarios para IU” en lo que queda de
legislatura.
Mundo Obrero: ¿Qué
mecanismos debería contemplar esta nueva ley para abordar la
problemática de la pobreza: establecimiento de una Renta Básica,
mejora de los servicios sociales…?
Eva García Sempere:
Pues precisamente es para responder a esta pregunta para lo que
lanzamos este proyecto. No queríamos elaborar desde el grupo
parlamentario una ley que, pudiendo ser mejor o peor, recogiera lo
que nosotras pensamos, sino que fuera elaborada con la gente más
vulnerable y que sufre la pobreza de primera mano. Serán ellas
quienes nos digan qué necesitan y nosotras, quienes pongamos la
arquitectura legislativa a sus propuestas. Es obvio que algunas
cuestiones se saben desde el primer momento: garantizar cobertura de
servicios básicos, una red ágil, fuerte y dotada de servicios
sociales que respondan a las necesidades, garantía de recursos
económicos suficientes para alcanzar una vida digna, un urbanismo
que incluya y no profundice la exclusión, un modelo productivo que
revitalice las comarcas despobladas y fije población a través de un
futuro claro y sostenible. Y, por supuesto, con especial atención a
la vulnerabilidad adicional que sufren las mujeres y, por tanto, con
iniciativas específicas de género.
M.O.: Las luchas
sectoriales contra los desahucios o contra las eléctricas se han
topado con el muro infranqueable de los Bancos y de las Eléctricas,
¿busca esta ley obtener éxitos en la cobertura de las necesidades
básicas de vivienda o energía, por ejemplo, que no han sido
posibles hasta ahora?
E.G.S.: Es más
que probable que esta ley no pueda abordarlo todo con la propia
arquitectura legislativa que comentaba anteriormente. En este caso
tenemos claro que todas aquellas iniciativas que no quepan en esta
proposición de ley se llevarán en otras iniciativas para conseguir
esa garantía. Hay que recordar que ya se han llevado propuestas para
evitar desahucios, cortes de energía a familias vulnerables, etc…
ahora les daremos un paraguas más amplio. Y sin olvidar, por
supuesto, que es necesario seguir presentes en el conflicto; en ese
sentido, esta elaboración colectiva se une con otras campañas de IU
como “cambia de bando” o “que no nos jodan la vida”.
M.O.: En el
anuncio en rueda de prensa de esta iniciativa hablasteis de un
“mapeo” previo que dé cuenta de las necesidades reales y los
desequilibrios territoriales, ¿crees que nos va a sorprender el
diagnóstico en cuanto a la gravedad de la situación?
E.G.S:
Lamentablemente sí. Y esto forma parte de la propia iniciativa:
hacer pedagogía, mostrar la cara menos amable de la sociedad y
hacernos conscientes de que la pobreza existe y es inherente al
capitalismo. En el caso de la pobreza del mundo rural, invisible
entre las invisibles, creemos que resultará aún más sorprendente
el resultado.
También tenemos el
objetivo no solo de mostrar una foto fija de lo que ocurre, sino
desterrar mitos: la pobreza no existe porque siempre fue así, no se
debe a la falta de interés por salir de esa situación, no afecta
siempre a la misma gente, no es un fenómeno natural inevitable…tiene
responsables. Y, como otra cara de la moneda, tiene reversibilidad.
Y, para ese proceso de
pedagogía, acompañamos el trabajo “teórico” con el grupo de
personas expertas que aportan sus experiencias y saberes que será el
pilar legislativo, con trabajos en el territorio visitando los
barrios y pueblos más afectados y recogiendo testimonios gráficos.
Todo ello, acompañadas por nuestra organización territorial, ya que
esta iniciativa no se entiende sin que nuestra militancia se implique
y lo asuma como propio.
M.O.: Es
ilusionante que el proceso de elaboración vaya a ser participativo y
novedoso el foco de atención sobre el mundo rural, ¿se busca
revitalizar el conflicto social y la ampliación del sujeto político
de transformación?
E.G.S.: Es
evidente que sí. Esta iniciativa responde, también, a los mandatos
de la última asamblea de Izquierda Unida: engranaje perfecto entre
la calle y la institución. Y dentro del trabajo en la calle, la
profundización en el conflicto, que no significa otra cosa que en
detectar, conocer y asumir las luchas latentes y darles cuerpo.
Nuestra organización no busca dar soluciones a las gente que sufre:
pretende ser una herramienta para organizar y construir alternativas
desde las propias protagonistas.
En el caso del mundo
rural, buscamos cubrir un déficit que arrastra de hace años y
ampliar ese sujeto político de transformación: existen conflictos
latentes, situaciones que permiten poner en el centro
reivindicaciones profundas en la izquierda como son la reforma
agraria, el establecimiento de un nuevo modelo productivo o la
necesidad de hablar de la lucha contra el cambio climático. Y todo
ello, haciendo protagonistas a las propias afectadas.
En este sentido, sabemos
que de este mapeo y este proceso, saldrá una Proposición de Ley,
pero también muchas más propuestas sectoriales, parciales, de
competencias locales, autonómicas, estatales e incluso europeas,
iniciativas para trabajar desde lo social, sindical o vecinal.
Conseguir este objetivo, también, es para nosotras fundamental. Nada
cambia nunca sin la gente en la calle demandando sus derechos.
Publicado en el Nº 312
de la edición impresa de Mundo Obrero diciembre 2017
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