En julio se conmemora el cuarenta aniversario de la constitución de la
primeras Cortes elegidas libremente tras cuarenta años de dictadura. A pesar de
las contradicciones y carencias del proceso de reforma que posibilitó las
elecciones del 15 de junio de 1977 y los efectos de una durísima crisis
económica se vivía un momento de ilusión en la mayoría de la población.
Se esperaba que muchas cosas cambiaran y que el País se encaminara a
un sistema democrático y socialmente avanzado que permitiera la reconciliación
nacional tantos años defendida por el PCE.
En ese momento el PCE, desde su responsabilidad y siendo consecuente
con su estrategia de Reconciliación Nacional aportó mucha generosidad en la
creencia de que la superación de las heridas producidas en la guerra y en los
40 años de dictadura, abriría el camino para la mejora en las condiciones de
vida de la clase obrera y capas populares y en la reparación de los crímenes
cometidos por el franquismo. Sin embargo esa generosidad responsable del PCE
(que le llevó a sentarse junto a quienes habían sido sus verdugos) no se vio
reflejada ni en las medidas que tenían que haber hecho justicia a las víctimas
del franquismo, ni en las que tenían que haber mejorado las condiciones de vida
de quienes sufrían las consecuencias de la crisis.
La realidad es que pasados cuarenta años, no se ha producido
aclaración de la verdad de lo ocurrido en la dictadura, ni justicia para las
víctimas, ni mucho menos reparación de los daños causados. Tampoco se ha
avanzado, todo lo contrario, en la construcción de un estado social,
democrático y de derecho y hoy vemos cómo las consecuencias de la crisis la
siguen pagando los trabajadores y trabajadoras, mientras que los oligarcas,
herederos de los que promovieron el golpe de estado contra el legítimo gobierno
del Frente Popular siguen aumentando su tasa de beneficio.
Nuestro Camarada Marcos Ana decía, muy gráficamente, que para pasar
una página (en este caso serían 40 años de páginas) primero había que leerlas y
ponerlas en valor, y las fuerza del sistema lo que querían era borrarlas
primero y reescribirlas después, por eso él no pedía ni venganza ni ajuste de
cuentas, sino VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN, porque pasados los años la
reconciliación que planteaba el PCE no significaba de ninguna manera una excusa
para cambiar la historia.
En 1996, anunciamos, que ante la falta de cumplimiento por parte de
los partidos del régimen de los aspectos más sociales de la Constitución y su
afán expoliador y privatizador de los recursos de todos y todas los ciudadanos
y ciudadanas, dábamos por roto el consenso constitucional. Por lo tanto, entre
otras cuestiones, asumíamos la Republica Federal como modelo de estado y de
gobierno en beneficio de los intereses de la clase trabajadora y de la mayoría
social de este país.
Desde el PCE, que se siente orgulloso de su historia y reivindica la
memoria de quienes dieron lo mejor de sí mismos, incluso la vida por la
justicia social y la democracia, una vez más denuncia: que fueron frustradas
las esperanzas y que su generosidad responsable fue aprovechada para generar un
nuevo régimen que mantuvo el control de los poderes económicos, judiciales y
militares en manos de los herederos del franquismo, incluso en muchos casos con
los mismos apellidos.
Quienes cuarenta años después tratan de manipular esa historia heroica
del pueblo español con la tentativa de ejecutar un nuevo engaño por el que se
intenta hacer una nueva transición para conseguir el Pacto de Estado que cambie
algunas cuestiones para que sigan mandado los de siempre y en la que se vuelve
a pedir generosidad y confianza a la izquierda sin haber cerrado siquiera los
temas pendientes de la primera transición sólo cuentan con nuestro desprecio.
Para nosotros y nosotras comunistas el futuro pasa por la apertura de un
periodo constituyente en el que podamos defender los principios republicanos de
paz, solidaridad y justicia, democráticos avanzados, y sociales.
Por la ruptura democrática
Acabemos con el régimen del 78
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