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viernes, 2 de junio de 2017

Alberto Garzón afirma que “este país no tiene un problema de gastos, sino de ingresos” y critica que el Gobierno mantenga la injusticia fiscal haciendo que sean las clases populares las que sostengan las cuentas del país



El Coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso, Alberto Garzón, reprochó en la tarde del pasado miércoles, 31 de mayo, al Gobierno de Mariano Rajoy “seguir fuera de la línea adecuada” con su proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017, que ese día fueron aprobados y pasan al Senado para seguir su tramitación. Garzón resumió su crítica dejando claro que “este país no tiene un problema de gastos, sino de ingresos” y mientras el PP siga al frente del Ejecutivo no se podrá solucionar.
El máximo responsable de IU hizo esta valoración durante el debate en el Pleno de la Cámara Baja de la sección correspondiente al ‘Estado de Ingresos’, que contempla las previsiones del Ejecutivo sobre esta materia y donde no se presentan enmiendas concretas, sino que da pie a hacer un debate de mayor calado político.
En esta línea, Garzón exigió “otra forma de actividad económica y fiscal” para poder enfrentar de forma real la crisis existente. Valoró que hay “dos formas de observar los ingresos, cualitativa y cuantitativa” y para demostrar gráficamente los graves errores que se cometen recordó que mientras en 2007 los “impuestos directos soportaban el 60% del peso” en las cuentas públicas, este año “se han reducido hasta el 52,5%. Esto supone un incremento de la injusticia fiscal, de forma que son las clases populares quienes sostienen buena parte del Estado social y del bienestar”.
El también portavoz de Hacienda del grupo confederal de Unidos Podemos explicó a los escaños del PP y de sus socios de Ciudadanos que “como no estamos de acuerdo con estos Presupuestos es por lo que hemos presentado enmiendas” para intentar cambiarlos y conseguir más dinero para políticas sociales.
Con el mismo espíritu constructivo que en su intervención del pasado lunes, pero endureciendo el tono de crítica, recordó a las filas del partido de Albert Rivera que “pese a no querer entendernos” traten de comprender que determinadas enmiendas que se plantean buscan conseguir “un debate parlamentario con mayúsculas”, pese al obstruccionismo del partido que, supuestamente, quería regenerar la vida política y su voluntad por “hurtar el debate político”.
Alberto Garzón llegó a afear la “retórica bastante chulesca” de alguno de los diputados de Ciudadanos por “etiquetar las propuestas de algunos como ‘chapuza’” y les reprochó que “ustedes con su retórica excluyente quieren hurtar el debate de qué modelo fiscal necesita este país”.
Dirigiéndose al ministro Cristóbal Montoro, recordó que hace unos años éste le reconoció que “las grandes empresas pagan el 5% en impuestos… 6% me indica el señor Montoro, parece que ha subido algo… pero sigue siendo una nimiedad en comparación con lo que pagan los trabajadores. Es un tipo efectivo ridículo”.
Garzón concluyó su intervención con dos críticas demoledoras. En primer lugar, reconoció que no pueden sorprender las ideas plasmadas en estos PGE por el PP “viniendo del mismo partido que aplicó una amnistía fiscal a la que se acogieron los principales delincuentes fiscales de este país” y por la que la mayoría de sus beneficiarios “pagó menos de un 3%” del dinero regularizado.
En segundo lugar, recurrió al caso conocido ayer del fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, y su porcentaje en una sociedad patrimonial con sede en Panamá, para interrogar sobre “qué tipo de persona se abre una cuenta en un paraíso fiscal. Eso va asociado a la delincuencia organizada”, sin entrar a valorar sobre la legalidad o no de la actuación del alto cargo del Ministerio Fiscal. “Es un símbolo más de un sistema que se está pudriendo”.

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