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viernes, 30 de junio de 2017

La diputada malagueña Eva García Sempere asume la presidencia del XII Congreso del Partido Comunista de Andalucía



La composición de la Mesa supone el cese de la actual dirección. La diputada en el grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos será la máxima autoridad del Partido hasta el nombramiento del nuevo Comité Central, el próximo domingo
El Partido Comunista de Andalucía (PCA) ha arrancado esta tarde su XII Congreso que celebra este fin de semana en la localidad granadina de Albolote y donde se dan cita los 300 delegados y delegadas que lo conforman. El Congreso se ha iniciado con la elección – por unanimidad – de la mesa que dirige sus trabajos y que ha proclamado presidenta de la misma a Eva García Sempere, diputada malagueña de Unidos Podemos en el Congreso.
En la vicepresidencia le acompaña Juan Francisco Arenas de Soria, Secretario Político provincial del PCA en Granada y anfitrión del encuentro. En cuanto a las dos secretarías de la Mesa se sitúan el nuevo Secretario provincial de Huelva, Rafael Sánchez Velo y la jienense Ana Manuela Jiménez.
Con la elección de la Mesa del Congreso cesa automáticamente el actual Comité Central del PCA y su dirección por lo que García Sempere – desde la presidencia del cónclave – asume la dirección del Partido hasta el domingo, cuando sea elegido el nuevo Comité Central y su Secretario general. 
En esta primera jornada ha intervenido el hasta ahora Secretario general, José Manuel Mariscal, presentando el Informe de Gestión a las delegadas y delegados que participan en este importante evento del comunismo andaluz y posteriormente los han hecho los/as portavoces de las delegaciones sobre el Informe del Comité Central saliente así como de la UJCE-A para mañana  a primera hora proceder a la votación del mismo y seguidamente al debate de las enmiendas a los documentos de este XII Congreso, ‘Unir las luchas: reconstruir la conciencia de clase’ y el documento ‘La Revolución Organizativa’.

El Partido Comunista de Andalucía celebra este fin de semana su XII Congreso con el objetivo de forjar un Partido fuerte de clase y feminista para la unidad popular y construir un nuevo país



El Comité Central saliente elegirá el domingo al nuevo secretario general
El Partido Comunista de Andalucía (PCA) celebra este fin de semana su XII Congreso en la localidad granadina de Albolote donde se darán cita los 300 delegados y delegadas que lo conforman. El Congreso arrancará este viernes con la composición de la Mesa que dirige sus trabajos y cuya elección supone el fin del mandato de la actual dirección.
A continuación el secretario general saliente, José Manuel Mariscal, defenderá su informe de gestión que se someterá a votación, previa intervención de los ocho secretarios políticos provinciales y de la secretaria general de la Unión de Juventudes Comunistas de España en Andalucía.
El sábado comenzarán los principales debates de los documentos de tesis políticas y organizativas. No se somete a debate – sin embargo – los Estatutos del PCA, que quedarán pendientes de una posterior conferencia política a celebrar una vez que el PCE haya celebrado su XX Congreso.
No será hasta las 19 horas del sábado, y una vez que hayan acabado los principales debates, cuando se conozcan las candidaturas presentadas al Comité Central que, en todo caso, serán defendidas y votadas ya en la jornada del domingo. El Congreso se clausurará con la conformación del nuevo Comité Central que, allí mismo, mantendrá su primera reunión para elegir al nuevo secretario general del Partido Comunista de Andalucía.
300 delegadas y delegados conformarán ese cónclave, de los que 30 son miembros natos y 10 de la UJCE-A. El resto serán elegidos por sus provincias: 56 de Córdoba, 54 de Sevilla, 38 de Málaga, 31 de Granada, 30 de Cádiz, 28 de Jaén, 12 de Almería y 11 de Huelva.
El principal documento a debate se titula ‘Unir las luchas: reconstruir la conciencia de clase’ y expone la nueva realidad de la clase trabajadora de Andalucía, los retos de la unidad de clase, el papel de Andalucía en la geopolítica internacional y europea, la posición sobre la UE y el euro y la construcción del bloque político-social para la revolución democrática en Andalucía.
Las tesis organizativas, articuladas en el documento ‘La Revolución Organizativa’, replantea el papel de la militancia y de sus agrupaciones en el Partido priorizando el trabajo en frentes de lucha y la redefinición y reestructuración de los órganos de decisión del Partido.
El secretario general saliente, José Manuel Mariscal, ha indicado que concluye su mandato tras siete años en los que “la realidad política y social de este país y de Andalucía han cambiado notablemente”. “De alguna manera, se ha terminado de consumar la revolución neoliberal y eso en España se ha expresado en las políticas que se han ido desarrollando a lo largo de la llamada crisis”, ha indicado.
Con ello, los comunistas andaluces “hemos sabido mantener viva la llama de la revolución en condiciones muy difíciles, con discursos como la necesidad de nacionalizar los sectores estratégicos, de defensa de los derechos laborales, del sector público, en una época en la que parecía que lo privado era más eficiente”.
Para Mariscal, el XII Congreso del PCA se celebra cuando “se está realizando una operación de la restauración el edificio del régimen el 78” y por ello, el análisis que hacen los comunistas en este cónclave es “que es imposible reformar este régimen y que hay que romper” y para ello es imprescindible que la clase trabajadora “adquiera la conciencia de que es un sujeto político con capacidad de transformar la realidad”.
Por tanto, lo que está sobre la mesa en este Congreso es “cómo el Partido se fortalece y recupera sus competencias” con el objetivo de “contribuir con su mejor tradición” a la constitución de un bloque social y político en Andalucía “que consiga dar respuesta al peronismo rociero de Susana Díaz”.
Porque, según señala el secretario general saliente, la alternativa en Andalucía a Susana Díaz, “no puede venir por la derecha, sino de la unidad de las fuerzas políticas, sociales y sindicales para construir una alternativa de izquierdas”. “Es un reto político de verdad el que los comunistas tenemos por delante y no nos podemos permitir jugar a las casitas en nuestro Congreso”, ha concluido Mariscal.

miércoles, 28 de junio de 2017

Alberto Garzón se compromete ante quienes lucharon “con un coste altísimo” contra el franquismo a que IU, al igual que el PCE, “continuará esa lucha para mejorar esta democracia de mínimos”



El Coordinador federal de IU interviene en el acto organizado por Unidos Podemos en el Congreso para homenajear al antifranquismo en el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas de 1977 y apunta que “todos los derechos sociales, civiles y económicos que disfrutamos no cayeron del cielo ni fueron concedidos, fueron arrancados por quienes habían luchado en las calles”
Alberto Garzón, en nombre de Izquierda Unida, se ha comprometido hoy ante destacados/as representantes de quienes lucharon contra el franquismo “con un coste altísimo” a que esta organización, al igual que el PCE, “continuará esa lucha para mejorar esta democracia de mínimos”.
El Coordinador federal de IU hizo esta solemne declaración de intenciones durante el emocionante acto organizado en dependencias parlamentarias por Unidos Podemos para homenajear a los/as luchadores antifranquistas, con motivo del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas de 1977. Este reconocimiento tuvo lugar una hora y media antes de que comenzara el otro acto oficial organizado por el Congreso para conmemorar esos mismos comicios y la Constitución de 1978, que han presidido los reyes.
“Somos conscientes -aseguró el máximo responsable de IU- de que la democracia no es un instrumento neutral, es una conquista que se produce después de mucho esfuerzo. No podemos concluir que hubo unos ‘padres de la democracia’ que un buen día decidieron concedérsela generosamente al pueblo, sino que es el resultado histórico de un pueblo que se movilizó contra la dictadura con un coste altísimo”.
Explicó que ese coste “se produjo en el marco no sólo de la dictadura, sino también de la llamada transición. Algunos consideramos que no fue modélica, ni mucho menos, y que no sólo tuvo un clima particular sobre el que ya se ha hecho referencia, sino que también implicó centenares de muertos asesinados por parte del Estado, por grupos paramilitares y de extrema derecha que lo que hacían eran cercenar las posibilidades de construir una democracia en condiciones”.
Alberto Garzón destacó que “nuestros padres, madres, abuelos y abuelas hicieron todo lo posible para traer la democracia y la correlación de fuerzas fue la que fue. Nadie puede negar ningún tipo de esfuerzo a las generaciones anteriores, todo lo contrario, lo único que nos queda es ese reconocimiento. Pero somos conscientes de que continuar esa lucha significa continuar mejorando todo lo que esta democracia de mínimos, esta ‘democracia falsa’ a la que hacía referencia Julia en un principio, tiene que mejorar”.
Hacía así referencia a Julia Hidalgo, luchadora antifranquista e histórica militante del PCE y del MDM, que también tuvo una sentida intervención en el acto, en la que denunció que la “impunidad franquista campa a sus anchas” a día de hoy, sin que se hayan alcanzado las cotas de democracia que pretendían muchos/as de quienes pagaron con su vida, con torturas o con la cárcel sus esfuerzos.
Garzón, al que acompañaban los/as diputados/as y senadores/as de Izquierda Unida, además de parlamentarios/as del grupo confederal y de otras formaciones, vestía al igual que sus compañeros/as de formación una camiseta blanca. Él mismo se encargó de explicar que “la camiseta que algunos llevamos hoy dice ‘El hilo rojo de la democracia’, con una imagen de Alberti y de La Pasionaria. Lo hacemos por dos motivos: primero porque creemos que todos los que estamos aquí nos sentimos herederos de las luchas, de los principios y valores que os movieron a enfrentaros a retos muchos más difíciles de los que nosotros estamos enfrentando a día de hoy, porque implicaban la posibilidad de ser reprimidos o asesinados, y porque necesitamos proyectar esa lucha que ustedes y vosotros/as llevasteis en el pasado hacia el presente y hacia el futuro”.  
“Eso es lo que con toda humildad estamos tratando de hacer -apostilló-, con aciertos y con errores, pero sintiéndonos parte de la historia de la democracia en este país, que es la historia de quienes lucharon para construir la democracia y no para impedirla, como ocurría con los dirigentes del franquismo.
Apuntó también que “en segundo lugar porque, derivado de ello, llegamos a la conclusión de que todos los derechos sociales, civiles y económicos que disfrutamos generaciones posteriores no cayeron del cielo ni fueron concedidos, fueron arrancados por quienes habían luchado en las calles precisamente enfrentando esos retos a los que hacía referencia”.
Para Garzón, “no sólo se trata de la memoria, sino que se trata de entender el presente. Es imposible entender a Martín Villa en este Congreso o a las redes oligárquicas de este país sin entender lo que fue realmente la transición, sin entender que ese no fue sólo el olvido de los delitos, sino también el olvido de cómo una oligarquía construyó una estructura de poder que se mantiene intacta en los días actuales”.
Recordó que “las grandes fortunas de nuestro país que hoy manejan los hilos de la democracia, de la mal llamada democracia, son las mismas familias, los mismos apellidos, las mismas personas en muchos casos, que tenían ese mismo poder durante la dictadura. Creemos que para transitar hacia una democracia de verdad, en el sentido de recuperación de la memoria y de vigencia efectiva de derechos sociales y económicos, es necesario cuestionar la estructura de poder”.
“Pero que no se nos olvide -advirtió-, cuestionar la estructura de poder en este país es cuestionar también la transición española tal y como se hizo de forma efectiva. Por lo tanto, nosotros no podemos compartir el acto oficial tal y como se ha presentado, en el que se ignora una parte de la verdad, probablemente la parte más importante, que es la de vosotros y vosotras, la de quienes habéis traído verdaderamente la democracia. Vuestros anhelos, vuestros sueños, los llevamos con nosotros y los vamos a seguir llevando hacia el futuro”.
Alberto Garzón concluyó su emocionada intervención asegurando que “lo único que podemos decir aquí es ‘Gracias’, en nombre del grupo y, particularmente, en nombre de Izquierda Unida y del PCE. Vamos a continuar vuestra lucha, porque sin ella este mundo sería mucho peor; gracias a vosotros y a vosotras este mundo no es tan malo como algunos de aquellos a los que se va a poner la medalla les hubieran gustado”.

Declaración del PCE ante el 40 aniversario de la constitución de las primeras Cortes elegidas tras la larga noche del franquismo



En julio se conmemora el cuarenta aniversario de la constitución de la primeras Cortes elegidas libremente tras cuarenta años de dictadura. A pesar de las contradicciones y carencias del proceso de reforma que posibilitó las elecciones del 15 de junio de 1977 y los efectos de una durísima crisis económica se vivía un momento de ilusión en la mayoría de la población.
Se esperaba que muchas cosas cambiaran y que el País se encaminara a un sistema democrático y socialmente avanzado que permitiera la reconciliación nacional tantos años defendida por el PCE.
En ese momento el PCE, desde su responsabilidad y siendo consecuente con su estrategia de Reconciliación Nacional aportó mucha generosidad en la creencia de que la superación de las heridas producidas en la guerra y en los 40 años de dictadura, abriría el camino para la mejora en las condiciones de vida de la clase obrera y capas populares y en la reparación de los crímenes cometidos por el franquismo. Sin embargo esa generosidad responsable del PCE (que le llevó a sentarse junto a quienes habían sido sus verdugos) no se vio reflejada ni en las medidas que tenían que haber hecho justicia a las víctimas del franquismo, ni en las que tenían que haber mejorado las condiciones de vida de quienes sufrían las consecuencias de la crisis.
La realidad es que pasados cuarenta años, no se ha producido aclaración de la verdad de lo ocurrido en la dictadura, ni justicia para las víctimas, ni mucho menos reparación de los daños causados. Tampoco se ha avanzado, todo lo contrario, en la construcción de un estado social, democrático y de derecho y hoy vemos cómo las consecuencias de la crisis la siguen pagando los trabajadores y trabajadoras, mientras que los oligarcas, herederos de los que promovieron el golpe de estado contra el legítimo gobierno del Frente Popular siguen aumentando su tasa de beneficio.
Nuestro Camarada Marcos Ana decía, muy gráficamente, que para pasar una página (en este caso serían 40 años de páginas) primero había que leerlas y ponerlas en valor, y las fuerza del sistema lo que querían era borrarlas primero y reescribirlas después, por eso él no pedía ni venganza ni ajuste de cuentas, sino VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN, porque pasados los años la reconciliación que planteaba el PCE no significaba de ninguna manera una excusa para cambiar la historia.
En 1996, anunciamos, que ante la falta de cumplimiento por parte de los partidos del régimen de los aspectos más sociales de la Constitución y su afán expoliador y privatizador de los recursos de todos y todas los ciudadanos y ciudadanas, dábamos por roto el consenso constitucional. Por lo tanto, entre otras cuestiones, asumíamos la Republica Federal como modelo de estado y de gobierno en beneficio de los intereses de la clase trabajadora y de la mayoría social de este país.
Desde el PCE, que se siente orgulloso de su historia y reivindica la memoria de quienes dieron lo mejor de sí mismos, incluso la vida por la justicia social y la democracia, una vez más denuncia: que fueron frustradas las esperanzas y que su generosidad responsable fue aprovechada para generar un nuevo régimen que mantuvo el control de los poderes económicos, judiciales y militares en manos de los herederos del franquismo, incluso en muchos casos con los mismos apellidos.
Quienes cuarenta años después tratan de manipular esa historia heroica del pueblo español con la tentativa de ejecutar un nuevo engaño por el que se intenta hacer una nueva transición para conseguir el Pacto de Estado que cambie algunas cuestiones para que sigan mandado los de siempre y en la que se vuelve a pedir generosidad y confianza a la izquierda sin haber cerrado siquiera los temas pendientes de la primera transición sólo cuentan con nuestro desprecio. Para nosotros y nosotras comunistas el futuro pasa por la apertura de un periodo constituyente en el que podamos defender los principios republicanos de paz, solidaridad y justicia, democráticos avanzados, y sociales.
Por la ruptura democrática
Acabemos con el régimen del 78