José Manuel Mariscal: “A partir
de este momento la palabra la tienen las y los militantes”
El Comité Central del PCA, reunido en Sevilla por última vez en este
mandato, antes de la celebración del XII Congreso que se celebrará los días 30
de junio, 1 y 2 de julio, ayer sábado 6
de mayo, ha aprobado los documentos que se someten a debate en el proceso
congresual que se inicia desde este momento y que concluirá el próximo 2 de
julio con la elección del nuevo órgano de dirección y del secretario o
secretaria general del PCA.
Serán 300 delegadas y delegados los que conformarán este cónclave de
los comunistas andaluces, de los que 30 son miembros natos y 10 de la UJCE-A.
El resto serán elegidos en las agrupaciones de base y conferencias por sus respectivas
provincias: 56 de Córdoba, 54 de Sevilla, 38 de Málaga, 31 de Granada, 30 de
Cádiz, 28 de Jaén, 12 de Almería y 11 de Huelva.
Los documentos aprobados ayer por el Comité Central son cuatro: Las
tesis políticas, las organizativas, el Informe de Gestión de la dirección
saliente y el reglamento y horario del Congreso. No se somete a debate – sin
embargo – los Estatutos del PCA, que quedarán pendientes de una posterior
conferencia política a celebrar una vez que el PCE haya celebrado su XX
Congreso.
El Manifiesto Político del PCA –que es el documento de tesis políticas
de este proceso – se titula “Unir las
luchas: reconstruir la conciencia de clase” y expone la nueva realidad de
la clase trabajadora en Andalucía, los retos de la unidad de clase, el papel de
Andalucía en la geopolítica internacional y europea, la posición sobre la UE y
el euro y la construcción del bloque político-social para la revolución
democrática en Andalucía.
Las tesis organizativas, articuladas en el documento “La Revolución Organizativa”, replantea
el papel de la militancia y de sus agrupaciones en el Partido priorizando el
trabajo en frentes de lucha y la redefinición y reestructuración de los órganos
de decisión del Partido.
El Partido pretende emprender su “revolución organizativa” impulsando la
sectorialización de su trabajo, la organización de las tareas en sectores,
abandonando así la forma “partido electoral” organizado por territorios para
avanzar en el “Partido conflicto” y “elevar la conciencia de los sectores en
lucha y convertir la lucha económica en lucha política”.
Tanto las tesis políticas como las organizativas han sido aprobadas por
el Comité Central con tan solo nueve abstenciones.
Los documentos se completan con el reglamento y horario que rige el
funcionamiento del Congreso –aprobado por unanimidad del Comité Central– y con
el Informe de Gestión del Comité Central saliente.
El Secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, ha indicado que “a partir de este momento la palabra la
tienen las y los militantes del PCA, a través del debate en sus agrupaciones de
base”. Un debate, el del XII Congreso, que versa –ha explicado– “sobre las tareas del PCA en la sociedad
andaluza de hoy, la apuesta por un proceso constituyente en España y el papel
de Andalucía en esa tarea, y la apuesta por la confluencia política y social
que agrupe a los conflictos que se dan en Andalucía con un gran lema: unir las
luchas”.
Por último, Mariscal ha anunciado que no optará a la reelección como Secretario
general del PCA y ha apostado por un “proceso
de renovación” que va a darse en el Partido con “cuadros jóvenes, activistas que se han incorporado en este proceso y
que van a enriquecer y renovar los órganos a todos los niveles” para un
partido, ha dicho, “más adecuado a los
intereses que representamos”, que son “los
intereses del pueblo trabajador andaluz”, ha concluido.
Construir la Marea Andaluza
desde abajo
El Secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, ha indicado que
este XII Congreso se va a dar en una Andalucía que “está en la calle”, “lejos de la pax social a la que aspiran los
restauradores del régimen” cuestión que “avala
nuestra estrategia”.
“Pero no es suficiente”,
asegura Mariscal que ha defendido que el reto del XII Congreso del PCA es “seguir mejorando la capacidad de
intervención en todos y cada uno de los conflictos, para lo que debe terminar
de adecuar ahora su modelo organizativo desde el partido electoral al partido
conflicto”.
También se ha referido Mariscal a la “Marea Andaluza” que debe ser un espacio que, “desde abajo”, sea capaz de “desbordar
las estructuras de las organizaciones que la impulsen convocando a la
participación de los sectores en lucha, de la gente común de nuestros barrios y
pueblos que sufren en su vida cotidiana la explotación y el engaño”.
Este espacio, según ha explicado Mariscal, se debe configurar “en torno a un programa, elaborado colectiva
y participadamente en mesas territoriales o sectoriales”, y que a su vez
sea “fuente de conflicto y movilización”.
“Un programa de reformas, sí, pero de reformas, con contenido abiertamente
rupturista, que afecten a los puntos neurálgicos del capitalismo andaluz,
español y europeo”, ha indicado.
Mariscal señala que el “bloque
rupturista” en Andalucía debe tener “carácter
andaluz y autonomista” y en esa línea “debemos
estar a la misma altura de protagonismo e influencia social que las
confluencias catalana y gallega”.
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