Eddy
Sánchez Iglesias
Fundación
de Investigaciones Marxistas
Uno
de los momentos más importantes en la pasada edición de la Fiesta del PCE, fue
la celebración, el sábado 19 de septiembre, del centenario del nacimiento de
Adolfo Sánchez Vázquez, uno de los filósofos más importantes de las últimas
décadas. Durante esos días la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM)
difundió un importante número de vídeos y escritos del filósofo y marxista
andaluz, entre ellos material inédito, como la edición de su última conferencia
realizada en España en 2002.
El
inicio precoz en la política, a través de la militancia desde los 15 años en la
Juventud Comunista en Málaga, es uno de los elementos que diferencian a Sánchez
Vázquez de otros filósofos, los cuales llegaron al marxismo tras un largo y,
muchas veces conflictivo, trayecto personal. Este pronto compromiso político
del filósofo nacido en Algeciras tuvo que ver con el impacto y fuerte adhesión
que provocó el proyecto republicano entre la juventud estudiantil de la época,
que generó un clima de efervescencia política al que no fue ajeno Sánchez
Vázquez.
La
militancia política y el marco social impulsado desde la II República, le
permitieron tomar contacto con la realidad en la que vivían los obreros y
campesinos malagueños de aquellos años, experiencia que según reconoció el
propio filósofo años después, le permitió generar una concepción de que el ser
humano es “lo que produce y lo que hace”, núcleo central de la concepción de
filosofía de la praxis que desarrolló Sánchez Vázquez años después.
Una
vez finalizados sus estudios de bachillerato, y ya influido por la dura
realidad social en la que vivían los trabajadores, Adolfo Sánchez Vázquez
inicia sus estudios universitarios en la Universidad Central de Madrid, que le
permiten al joven filósofo tomar contacto con el ambiente cultural predominante
en la II República.
Desde
el inicio de su experiencia universitaria, Sánchez Vázquez detectó la
contradicción existente en el hecho de un poderoso movimiento obrero, que “no
dejaba huella” en una presencia marxista dentro de los círculos universitarios
e intelectuales republicanos. La hegemonía que ejercía el pensamiento krausista
dentro del principal partido obrero de la época como era el PSOE, es sin duda
una de las explicaciones a tal contradicción. El pensamiento krausista se
difunde en el socialismo español de la mano de grandes intelectuales
republicanos como Giner de los Ríos, que encuentra en Julián Besteiro y
Fernando de los Ríos Urruti, sus máximos continuadores. El krausismo se
convierte en la expresión teórica de la política reformista del PSOE, que
fundamentalmente, negaba la dialéctica revolucionaria de la lucha de clases.
Por
otro lado, la otra gran corriente de pensamiento dominante en aquellos años
giraba en torno a la figura de José Ortega y Gasset, que desde un liberalismo
elitista, relacionaba la tarea “de la renovación de España” europeizándola,
tomando la filosofía alemana, principalmente de Heidegger, como base teórica
para el desarrollo de dicha tarea. Predominio de la filosofía alemana que para
Ortega y Gasset, jamás incluyó a Marx.
No
existía, por tanto, una filosofía conectada con las necesidades sociales y
políticas de la España de la época, pensamiento filosófico dominado por
influencias extranjeras y carentes de un verdadero pensamiento de base nacional
y popular. Situación que sirve de base para la llegada de Adolfo Sánchez
Vázquez al marxismo.
Esta
recepción del marxismo por parte de Adolfo Sánchez Vázquez, está influida por
la derrota sufrida en la Guerra Civil y el ascenso al poder del fascismo en
España. Es desde esta dolorosa realidad desde la que se explica la fuerte
relación que Sánchez Vázquez entabla con la figura y el pensamiento de Antonio
Gramsci.
Es
sobre estas bases sobre las que se puede comprender el sentido, que para
Sánchez Vázquez, tiene la filosofía.
En
primer lugar, la filosofía del pensador hispano-mexicano, trata de fundamentar
teóricamente la práctica política, es decir, desarrollar un acercamiento a la
filosofía desde lo real. Se trata por tanto, no tanto buscar respuestas
teóricas a cuestiones teóricas, como hallar respuestas teóricas a cuestiones
prácticas.
Punto
de partida que conduce, en segundo lugar, a entender el concepto de filosofía
de la praxis de Adolfo Sánchez Vázquez desde la afirmación realizada por
Gramsci, donde “un hombre político escribe de filosofía; pero puede ocurrir que
su verdadera filosofía haya que buscarla, sin embargo, en sus escritos de
política”.
Sirvan
estas palabras de homenaje al que es sin duda, uno de los más grandes filósofos
de las últimas décadas, verdadero hombre clave en la cultura latinoamericana
contemporánea, que por desgracia, es prácticamente desconocido en nuestro país,
y lo que es peor, en el propio PCE.
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