El
Coordinador Federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, se ha comprometido hoy
a trabajar para que el Gobierno de coalición del que él formará parte defienda
desde el primer momento “la paz, la convivencia y la mejora de las condiciones
de vida de las familias trabajadoras”, dentro de lo que calificó como una
“oportunidad histórica” para revertir los recortes y el retroceso impuesto por
los anteriores ejecutivos desde hace años. Garzón reconoció que todo ello “no
será fácil”, mucho más siendo plenamente conscientes de que enfrente hay “una
derecha radicalizada y beligerante” que “es incapaz de reconocer la victoria
del adversario, ni tampoco su propia derrota” y que “va a tratar de hacer
descarrilar el Gobierno con todos los medios a su alcance”, incluida “la
intervención judicial”.
El máximo
responsable de IU hizo esta primera valoración durante la presentación de su
informe político ante la Coordinadora Federal de la coalición -máximo órgano
ejecutivo de dirección- reunida el día de hoy en la sede federal en Madrid. No
obstante, quiso dedicar sus primeras palabras de forma emocionada y vehemente a
la militancia de Izquierda Unida para darle su “agradecimiento sincero y
profundo. Si hemos llegado hasta aquí ha sido gracias a su trabajo y esfuerzo”.
“Gracias
-dijo- a todos y a todas los que habéis creído en esto. Izquierda Unida hizo
una apuesta por la unidad política y por la adaptación a unos tiempos convulsos
que se han llevado a otras organizaciones por delante, mientras ésta ha podido
y sabido resistir a las situaciones de dificultad”.
Recordó que
“esta organización ha visto el abismo de cerca, pero lo hemos podido superar.
Tenemos por delante retos que podemos debatir hoy aquí con la alegría del
trabajo bien hecho”.
Garzón
insistió en que “estamos en un momento histórico” y se felicitó de que “también
nosotros y nosotras somos protagonistas de él”. Destacó que resultará
fundamental “el programa para conseguir los objetivos, algo que ha sido una
tradición en esta fuerza política”, pero apuntó que “hay que aceptar también
que estamos ante una oportunidad para que no se estropeen más las cosas, en
medio de los peligros que nos rodean y las alternativas tan negativas que
existen”.
“La
experiencia de Izquierda Unida con sus más de 30 años de existencia, o la del
PCE como fuerza integrante, tienen que estar a disposición de esta oportunidad
y en contra de aquellos que lo único que defienden es el ‘cuanto peor, mejor’.
Queremos una España en la que se pueda disfrutar de los derechos frente a la
dura beligerancia de la derecha”.
Llegado a
este punto, indicó que “aunque la presencia de IU en el nuevo Gobierno es histórica,
será insuficiente si no se fortalece a la sociedad civil, al tejido social, a
lo movimientos, para interactuar con ellos y sin los cuales será difícil sacar
adelante los proyectos”.
Por eso hizo
un claro llamamiento “a la ciudadanía para que defienda nuestro proyecto
político y para hacerlo más allá del Gobierno. Estamos situados ventajosamente
para conseguirlo y para organizar a la ciudadanía en la calle”.
Alberto
Garzón dedicó también una buena parte de su análisis a advertir del
“preocupante crecimiento de la extrema derecha y de las posiciones xenófobas,
racistas y autoritarias” que, con estas duras maneras, tratan de revertir
cualquier tipo de avance social. Encajó esta situación dentro de “los tambores
de guerra de Trump en los EE.UU, del avance del autoritarismo en América Latina
y de su traslación también al ámbito europeo. Las democracias representativas
están amenazadas por las grandes empresas y las medidas que llevan a cabo, pero
también y de forma específica por la extrema derecha”.
“Esta ola
reaccionaria -aseguró- también tiene en España su expresión específica. Hay una
radicalización de la derecha convencional del PP y Ciudadanos, pero mucho más
desde la llegada de Vox”. Recordó que esos son los que “tachan de traidores a
la mayoría que componemos el Congreso”, con “unos excesos discursivos
incendiarios. El Gobierno debe aprovechar su oportunidad y romper con esta
visión”.
El máximo
responsable de Izquierda Unida dejó para el final de su intervención ante la
Coordinadora Federal analizar y destacar que “nuestra presencia en el Gobierno
se da en el marco de unidad de Unidas Podemos, un espacio del que no somos
ajenos y que también se ha alimentado de nuestro trabajo. Esto da la razón a
quienes hemos defendido esa unidad”.
Incidió sobre
la “presencia mixta que habrá en ese Gobierno. Están los ministerios de Trabajo
-que dirigirá la dirigente gallega de Esquerda Unida Yolanda Díaz- y el de
Consumo, pero también sentimos como propios el resto de ministerios” que
corresponden a Unidas Podemos.
Dejó claro
que “vamos a contribuir a que todos los ministerios de Unidas Podemos tengan
una fortaleza conjunta, pero también a que todo el Gobierno pueda alcanzar sus
objetivos”.
Alberto
Garzón acabó su análisis político recordando que “esta es la primera vez que
hay un Gobierno de coalición de izquierdas desde la II República y seguro que
verlo en perspectiva nos llevará a entenderlo mejor”.
Dejando a un
lado cualquier tono triunfalista resumió que “hoy es un día de celebración
porque hemos conseguido llegar hasta aquí. Tenemos también derecho a celebrar
una victoria, que tiene todos sus matices, pero que va mucho más allá de lo que
muchos militantes hubieran imaginado”.
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