Como
en cada aniversario de la aprobación de la Constitución de 1978, el Partido
Comunista de España rinde un sincero homenaje a las mujeres y hombres que con
su lucha contra la dictadura y en defensa de las clases trabajadoras trajeron
la democracia y la libertad a España, y en especial a la militancia comunista
que de forma ejemplar enfrentó condiciones durísimas de lucha durante el
franquismo.
Hoy
la ultraderecha fascista emerge con fuerza en la escena política europea y
española, aumentando su influencia entre las fuerzas defensoras de las
políticas neoliberales que recortan derechos, agudizan desigualdades y eliminan
libertades, como se ha puesto de manifiesto tras la indecente resolución del
Parlamento Europeo equiparando los crímenes del nazismo y el fascismo con la
heroica lucha del movimiento comunista internacional por la liberación de todos
los pueblos del mundo.
La
Constitución fue el resultado de la correlación de fuerzas existentes tras la
muerte del dictador. Para el PCE fue un punto de partida que reconocía un
amplio catálogo de derechos fundamentales reconocidos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos: el reconocimiento de derechos civiles y
políticos individuales, como la libertad de expresión y de movimiento, la
prohibición de la tortura, el derecho de no ser discriminadas por razón de
sexo, el derecho de manifestación, la participación política, asociativa y
sindical, el derecho de asilo o la libertad ideológica y religiosa.
Pero
también el reconocimiento de los derechos económicos y sociales necesarios para
garantizar unas condiciones materiales de vida digna a la clase trabajadora:
derecho al trabajo, la protección social y por desempleo, la Seguridad Social,
el derecho a la salud y a la educación de calidad, el derecho a una vivienda
digna, la protección de la juventud y de la tercera edad, las pensiones dignas.
También
fue el inicio del proceso de construcción de un modelo de Estado
descentralizado que continuara avanzado en el futuro hacia un estado federal.
Llevamos
décadas denunciando que el consenso constitucional de la transición ha sido
roto por las fuerzas conservadoras y neoliberales, al negarse a reconocer los
imprescindibles mecanismos de protección y exigibilidad constitucional de los
derechos económicos y sociales, constitucionalizando las políticas de recortes
neoliberales a través de la reforma exprés del artículo 135, aplazando sine die
la reforma del modelo territorial en la perspectiva de construcción de un
Estado federal que garantice la cohesión y normal convivencia de todos los
pueblos y naciones del Estado, y manteniendo una monarquía trasnochada y
salpicada de escándalos de corrupción.
Reiteramos que nunca
nuestro Partido ni nuestro pueblo acordó perder derechos, menos aún renunciar a
exigirlos.
Por
todos esos incumplimientos y por la decisión política de la oligarquía de no
permitir la expansión de los derechos fundamentales constitucionales ni su
completo cumplimiento, el PCE advirtió ya en 1996 que daba por roto el pacto
constitucional, posición que ha sido claramente reiterada el 6 de diciembre de
2018 en el cuarenta aniversario de la aprobación de la carta magna.
Queremos
un marco constitucional que garantice de forma efectiva todos los derechos
contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la
Constitución de 1978, que permita un gran acuerdo de convivencia solidaria de
los pueblos y nacionalidades que forman España, en un Estado federal y
republicano unido en torno a la construcción de un proyecto de progreso
colectivo.
Continuaremos
denunciando los anteriores incumplimientos y exigiendo el abandono de las
políticas conservadoras, neoliberales y de recortes de derechos que hacen
inaplicables los derechos incluidos en la Constitución.
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