Informe aprobado por
la Comisión Colegiada de Izquierda Unida el 27 de mayo de 2019
Las elecciones generales
del 28 de abril dejaron un escenario político del que destacamos
tres características principales:
-Consolidación del PSOE
como primera fuerza política del país, afianzando el liderazgo del
espacio progresista frente a las derechas radicalizadas.
-Estrechamiento del
espacio político de Unidas Podemos y las confluencias que, aun
conservando una posición determinante en la correlación de fuerzas
parlamentaria, sufrió una importante sangría de votos y diputados.
-Competición descarnada
dentro del bloque de la derecha por su liderazgo.
Estas tres
características comenzaron a resaltar especialmente a partir de la
moción de censura y son las tres características que han atravesado
el ciclo político-electoral que iniciamos el 28 de abril y acabamos
ayer 26 de mayo. La diferencia principal entre una fecha y otra es la
profundización de la tendencia y, especialmente, de las dos primeras
características.
Para analizar los
resultados de las elecciones del 26 de mayo tenemos que tener
precaución, pues presentan resultados desiguales y una diversidad de
factores innumerables principalmente porque las elecciones se
celebraron en tres niveles territoriales distintos: europeas,
autonómicas y municipales. Y todo eso sin olvidar que los cientos de
pueblos y ciudades en los que IU ha concurrido presentan, a su vez,
particularidades municipales.
No obstante, podemos
resaltar una característica transversal: el estrechamiento del
espacio de la izquierda como síntoma de un nuevo ciclo. Así pues,
podemos afirmar con rotundidad que los resultados de las elecciones
del 26 de mayo han sido malos. La reflexión y la autocrítica se
antojan imprescindibles para reconstruir un espacio político
democrático, popular, feminista, ecologista y de clase. Hacia ese
objetivo dirigimos nuestros esfuerzos y recursos desde hoy mismo: la
gente trabajadora necesita una izquierda firme, coherente y capaz de
traducir la presencia institucional en construcción de sociedad
civil, organización popular y propuestas que mejoren sus condiciones
de vida.
Elecciones Europeas
El resultado de las
elecciones europeas ha sido indiscutiblemente malo. El PSOE ha
conseguido un amplio triunfo, aumentando el porcentaje del voto que
recibió́ en las generales hasta un 32% y nuestro espacio ha
retrocedido no sólo respecto a 2014 como era más que previsible,
sino también respecto a las elecciones generales celebradas hace tan
sólo un mes al pasar del 14,31% al 10,1%. Esto último parece
confirmar dos cosas: la profundización de la tendencia positiva para
el PSOE y negativa para nuestro espacio y el éxito relativo pero
puntual de la campaña electoral del 28 de abril que permitió una
ligera remontada respecto a los peores augurios de las encuestas.
Elecciones autonómicas
En cuanto a las
elecciones autonómicas, aumentamos de 9 a 11 parlamentarias y
parlamentarios y aumentamos de 4 a 8 los parlamentos autonómicos en
los que tenemos representantes de IU, quedando el mapa de la
siguiente manera:
Asturias 2 (-3),
Cantabria 0 (0), La Rioja 1 (+1), Navarra 1 (-1), Aragón 1 (1), País
Valenciá 2 (+2), Murcia 0 (0), Castilla La Mancha 0 (0), Baleares 1
(+1), Extremadura 1 (+1), Canarias 0 (0), Madrid 2 (+2), Castilla
León 0 (-1).
Una conclusión
inequívoca que podemos extraer del resultado de las elecciones
autonómicas es que, en líneas generales, en los territorios en los
que hemos ido en confluencia hemos bajado menos que en aquellos
territorios donde hemos ido en solitario. Dentro de una tendencia
descendente de estrechamiento de nuestro espacio, resistimos mejor
cuando vamos en confluencia. Cabe destacar también que en todas las
federaciones en las que hemos ido en confluencia la lista unitaria ha
sacado un resultado peor que en las elecciones generales del 28 de
abril.
Elecciones municipales
En cuanto a las
elecciones municipales, la noticia más destacable ha sido la pérdida
de todos los llamados “ayuntamientos del cambio” con la excepción
de Cádiz y de Zamora, donde IU ha incrementado su apoyo. Tendremos
que esperar al 15 de junio -día en el que se conforman los
Ayuntamientos- para hacer un recuento de gobiernos y cogobiernos y
así poder hacer una comparación respecto a 2015.
En cualquier caso,
podemos destacar que, en aquellos municipios en los que tenemos una
mayor solidez organizativa, hemos resistido ostensiblemente mayor.
Esta conclusión por sabida no deja de ser importante, pues marca el
camino a seguir: arraigo territorial y refuerzo organizativo.
Cabe destacar que nuestro
espacio político viene marcado por el espectáculo negativo
permanente, casi siempre en torno a divisiones internas. El ruido
generado por dichos espectáculos, dentro de una organización o
entre las organizaciones que componemos el espacio de la izquierda,
ha deteriorado nuestra imagen y por consiguiente nuestra propuesta
electoral. Sin ser el único factor ni el más determinante, es
imprescindible un llamamiento a la responsabilidad individual y
colectiva para empezar a revertir una situación lesiva para los
intereses de la mayoría social de nuestro país, de nuestras
comunidades y de nuestros pueblos y ciudades.
A pesar de esto, y aunque
no sea consuelo, hay que destacar que Izquierda Unida después de
este ciclo electoral ha reforzado su presencia institucional en los
ámbitos autonómicos (se ha aumentado representación) y en los
ámbitos municipales (aun a la espera de hacer el recuento de los
concejales de IU obtenidos en las coaliciones). Por lo tanto, tenemos
mejor base que hace cuatro años para fortalecer nuestro proyecto
político.
Por todo ello, pedimos
responsabilidad, unidad y honestidad para estar a la altura de los
retos que afrontamos como izquierda y como pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario