Estamos asistiendo a
un peligroso diálogo de sordos entre un presidente de la Generalitat que se
empeña en dar legitimidad, desde su punto de vista, al Referéndum del 1 de
Octubre para proclamar legalmente la independencia de Cataluña, y un presidente
del gobierno central que se empeña en mantener su política represiva y
autoritaria, a la vez que ignora la demanda muy mayoritaria del Pueblo de
Cataluña de poder decidir libre y democráticamente su futuro. Esta dinámica
está contribuyendo a profundizar la fractura social y facilita el resurgir de
la derecha más extrema, a lo que –recordamos-también contribuyó la intervención
del Monarca situándose claramente del lado de la salida autoritaria y represiva
del conflicto.
En este momento, el
Partido Comunista de España (PCE) considera que las fuerzas progresistas y de
izquierdas tenemos la obligación de proyectar y luchar por una salida a la
actual situación en beneficio de la clase trabajadora y de las capas populares
de Cataluña y del resto del Estado Español y, en este sentido, consideramos que
hay que empujar para que ambos presidentes reconozcan la realidad.
Y esto es que el
presidente Puigdemont admita que el 1 de Octubre fue una importante
movilización -que fue reprimida por el
Gobierno del Partido Popular lo que ha merecido nuestra condena y la exigencia
de responsabilidades a todos los niveles-, pero que no puede legitimar una
Declaración Unilateral de Independencia (DUI) como si hubiera sido un referéndum
celebrado en condiciones de normalidad.
Y que el presidente
Rajoy abandone la represión, deje de utilizar a la Fiscalía como brazo armado
del Gobierno para impulsar la encarcelación de dirigentes sociales y admita que
es necesario cambiar el marco constitucional para dar respuesta a las necesidad
de garantizar por ley derechos sociales, democráticos y permitir que los
distintos pueblos del Estado Español puedan decidir libre y democráticamente su
futuro.
El PCE se reafirma
en que la salida a estas situación no puede ser ni la al Referéndum del 1 de
Octubre, ni la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española (CE), y
como constatamos que en el escrito del presidente Puigdemont no se afirma que
esta aplicada la DUI, consideramos que la aprobación de la puesta en marcha del
155 no tiene mas sentido que ser la provocación de un Gobierno que no quiere
resolver esta realidad mediante el dialogo y la negociación, sino que quiere
utilizar esta situación para profundizar en la práctica represiva que mantiene
procesados a cientos de sindicalistas y activistas sociales.
En este sentido
hacemos una llamada de atención a las fuerzas políticas que apoyan esta
decisión del Gobierno del PP, para que tengan en cuenta que están permitiendo
que se consoliden las políticas conservadoras, reaccionarias y autoritarias, de
recorte de libertades que hoy se aplican en Cataluña, mañana se aplicarán en el
resto del Estado contra quienes hoy pueden apoyar al Gobierno del PP, como ya
ha ocurrido con el PdeCat (antigua CIU), que aprobó con el PSOE la legislación
contra la sedición que hoy se les aplica a los detenidos, para los que
reiteramos la petición de libertad.
20 de octubre 2017
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