La situación política que se vive en estos momentos pone en evidencia,
una vez más, lo pernicioso que es la continuidad del Gobierno del Partido
Popular con Mariano Rajoy a la cabeza y la tremenda responsabilidad que en lo
que está ocurriendo tienen quienes descabezaron al PSOE para impedir la
formación de un Gobierno diferente.
Era ya evidente en Junio que el PP era un partido carcomido por la
corrupción, que no es cuestión de cuatro o cinco chorizos sino una trama
organizada, no sólo para conseguir financiación y sobresueldos sino para
favorecer los intereses de un empresariado que se enriquece a costa de las
concesiones administrativas y no sólo por la obra pública sino de aquellos que
se benefician de las privatizaciones de los servicios públicos, las listas de
espera en la sanidad y especialmente de las reformas laborales que recortan
salarios y derechos a la clase trabajadora garantizándoles así el aumento de
sus tasas de beneficio.
Un sector empresarial depredador que conforma la oligarquía de un país
al que consideran su cortijo privado, herederos de los que alentaron el golpe
de estado contra la República y el genocidio de los que la defendieron.
La corrupción no sólo supone saquear las arcas públicas para beneficio
de unos pocos, supone también imponer toda una acción legislativa en favor a un
empresariado que ha aprovechado la situación para mantener su dominio sobre la
economía y la política. Desde las reformas laborales, hasta la ley mordaza
pasando por las privatizaciones se impuso un marco jurídico cada vez mas
represivo y antisocial a la medida del empresariado que paga y manda. La
corrupción supone también sortear la separación de poderes para decidir quiénes
deben acusar y juzgar y a quiénes.
La “Operación Lezo’ que ha llevado a prisión a Ignacio González, a su
hermano y a una red de personas de confianza, en el momento en el que se está
desarrollando la vista oral por el caso gurtel, es un hito más que desmonta el
discurso desesperado del PP de que esto es cuestión de algunas manzanas
podridas. La lista de casos e imputados del PP no para de crecer día a día.
Es evidente que el PP de Mariano Rajoy tiene incorporado en su
funcionamiento una “red” de personalidades relacionadas con casos de corrupción
que convierte esta situación en un “problema para la propia democracia”, como
se ve en los múltiples casos que afectan casi a diario a importantes dirigentes
de esta formación. De manera especialmente grave es el comportamiento de la
Fiscalía Anticorrupción que el fiscal Anticorrupción, nombrado por el fiscal
general del Estado, que tiene una afinidad estrechísima con dirigentes de este
partido cuyo deber es combatir la corrupción y trabajar sin cesar contra ella,
maniobre para que no se llegue hasta el fondo en la investigación de este caso
es realmente grave y relaciona directamente este caso a nivel político con la
mas “alta cúpula” del Partido Popular, incluido por supuesto el propio
Presidente Rajoy.
Ante esta situación tan grave, es necesaria la reacción popular, la
reacción de una ciudadanía que como el pasado lunes ante las puertas de Génova
debe mostrar su rechazo a un partido y unas formas de hacer política que
consideran nuestra democracia una tapadera para que algunos escondan sus
negocios y corruptelas. Hay que sacar de la vida pública a quienes han llevado
a este país no sólo a la ruina económica, sino a una ruina mucho peor, la ruina
ética y moral.
Desde el Partido Comunista de España consideramos que la movilización
popular debe ser un elemento fundamental en la construcción de la alternativa
por lo que mostramos nuestro apoyo a las movilizaciones convocadas contra la
corrupción por el Frente Cívico para el 15 de mayo, llamando a promover todo
tipo de movilizaciones y concentraciones unitarias en ciudades y pueblos toda
España, así como a la presentación de mociones en Ayuntamientos, Diputaciones y
Parlamentos en apoyo a la iniciativa de moción de censura contra el gobierno
del Partido Popular.
En el mismo sentido el Partido Comunista de España saluda y aplaude la
iniciativa de Unidos Podemos de iniciar el camino hacia una moción de censura
que saque del Gobierno al Partido Popular. Entendemos que no se puede mantener
una situación que ya no debió de darse al inicio de esta legislatura. es el
momento de hacer valer también la posibilidad de poner en marcha las
iniciativas parlamentarias que sobre la derogación de las Reformas Laborales,
Ley Mordaza, etc. el Partido Popular bloquea desde el Gobierno a pesar de su aprobación
en el Congreso.
Madrid, a 27 de abril de 2017
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