El portavoz adjunto del
grupo, Alberto Garzón, había invitado previamente a los socialistas a sacar
adelante una ley “totalmente diferente” y aprovechar esta “oportunidad para
romper el eje vertebral de las políticas de austeridad y del dogma neoliberal que
nos han traído consecuencias dramáticas para nuestra sociedad y nuestra
economía”
El
Pleno del Congreso ha aprobado hoy la proposición de ley del PP para reformar
la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera y que
un Gobierno en funciones pueda fijar los nuevos objetivos de déficit y de deuda
en las distintas administraciones. PP y PSOE han sumado sus votos para tumbar
tanto la enmienda a la totalidad con texto alternativo como las 32 enmiendas
parciales registradas por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos,
defendidas previamente, entre otros, por el portavoz adjunto del grupo y de
Izquierda Unida en la Cámara Baja, Alberto Garzón.
Garzón,
con una exposición muy didáctica, invitó directamente al PSOE a sacar adelante
“una Ley de Estabilidad totalmente diferente” y aprovechar así esta
“oportunidad para romper el eje vertebral de las políticas de austeridad y del
dogma neoliberal que nos han traído consecuencias dramáticas para nuestra
sociedad y nuestra economía”.
“El
PP no va a hacernos caso -recordó a los socialistas el coordinador federal de
IU-, pero es que no suma la mayoría”. En esta misma línea, les apuntó que en
caso de apoyar la treintena de enmiendas -que se han votado por separado y no
en bloque para facilitar que fueran aceptadas- “que, por cierto, aparecen en su
programa electoral, tendremos al final del día una ley totalmente diferente a
la que ha traído el PP, mucho mejor para la mayoría social trabajadora de este
país”.
En
la exposición de motivos de sus enmiendas, Unidos Podemos explica que esta Ley
Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera ahora
reformada puntualmente -que aprobó originalmente el Gobierno del PP en 2012,
poco después de llegar al poder- es consecuencia de la reforma urgente del
artículo 135 de la Constitución pactada por ‘populares’ y socialistas, “una
reforma frontalmente antisocial” que fija la “prioridad absoluta” de pagar la
deuda y sus intereses antes que garantizar servicios públicos esenciales como educación,
sanidad o la dependencia.
Entre
las enmiendas debatidas y rechazadas hoy estaba la de introducir en la norma
una excepcionalidad en su cumplimento basada en la situación financiera. Los
límites presupuestarios quedarían suspendidos en caso de registrarse una tasa
de desempleo superior al 10% y durante un período en el que la tasa de
población en riesgo de pobreza se situara en los cinco años precedentes por
encima de la media europea. Se valoraba que el déficit es consecuencia de
registrar una tasa de paro muy alta y que “la mejor forma de reducirlo es a
través de la creación de empleo”.
También
se contemplaba ampliar la posibilidad de incurrir en déficit estructural -desde
el 0,4% establecido hasta el 1%-, considerándolo “inversiones que tendrán en el
futuro un importante impacto positivo en la economía, en el empleo, y en los
ingresos fiscales de las administraciones públicas”.
Otras
enmiendas iban dirigidas a eliminar los mecanismos de intervención previstos en
la ley, las “medidas punitivas y coercitivas” y que se tenga que reducir el
déficit un 0,8% anual, teniendo en cuenta que “el pacto de estabilidad y
crecimiento estipula que el déficit se tiene que reducir un 0,5%”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario