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viernes, 6 de febrero de 2015

En el 78 Aniversario de la ocupación fascista de Málaga y la dramática huida del pueblo por la carretera hacia Almería

Eduardo J. del Rosal
Memoria Histórica del PCA de Málaga
En la mañana del día 8 de febrero entraban en la capital malagueña, sin apenas resistencia, las avanzadillas de las tropas “moras” y falangistas que mandaba el coronel Borbón. Al mismo tiempo tres columnas motorizadas italianas se internaban en la ciudad por diferentes lugares y a las que se unieron tropas desembarcadas de los buques franquistas que fondeaban en el puerto y que apenas unas horas antes habían estado bombardeando Málaga. A las 5 de la tarde las diferentes tropas de ocupación fascista desfilaban “victoriosas” sobre las calles de la Málaga republicana, Málaga la Roja.
Finalizaban sietes meses de acoso, de bombardeos indiscriminados, de las penurias de una ciudad cercada (el desabastecimiento de bienes básicos de consumo y medicinas, las carencias de ropas de abrigo y calzado, etc.).
A estas difíciles circunstancias se les unió desde un principio una enorme marea humana de refugiados que huían del horror fascista, llegaban de los diferentes pueblos de la provincia y de otras ciudades andaluzas ya tomadas por los rebeldes, y que a una ciudad de unos 200.000 habitantes llegaron cerca de 90.000 refugiados.
Las autoridades republicanas, a cuyo frente estaba el Comité de Alojamiento que presidía la comunista Lina Molina, en todo momento intentaron hacer frente a este problema humanitario, con más voluntarismo que eficacia ante la escasez de medios, y buscaron en primer lugar alojamiento, habilitando para los refugiados viviendas, hoteles, cuarteles y edificios religiosos, para conseguir albergar a esta marea humana. Pero el hacinamiento y la falta de salubridad e higiene convirtieron muchos de estos recintos, como la propia Catedral o la Iglesia de Santiago, en espacios donde se propagaban las enfermedades infectocontagiosas, situándose la ciudad al borde de epidemias, que ocasionaron la muerte de innumerables niños y ancianos principalmente, y que no fueron a mayor debido a la gran labor del doctor republicano Aurelio Ramos Acosta, que posteriormente sería fusilado.
Apenas unas horas antes de la caída de Málaga, y dada la orden de retirada de las fuerzas milicianas, mal equipadas y peor armadas, de los diferentes frentes malagueños, la gran mayoría de la población malagueña y las decenas de miles de refugiados, llegando a calcularse entre 120.000 y 150.000  personas, sintiéndose amenazadas ante las atrocidades que contaban los refugiados de otras poblaciones ocupadas, decidían huir por el único camino posible, la Carretera de Almería. Allí padecieron el terrible calvario de los bombardeos de la aviación y la flota fascista, mientras eran perseguidos por las fuerzas motorizadas italianas, dejando un sendero de miles de cadáveres a lo largo de los cerca de 200 kms. de difícil y terrible camino.
En estos dramáticos sucesos de la llamada “Carretera de la Muerte”, uno de los episodios más horrorosos de la guerra, destacó en su humanitaria labor, salvando innumerables vidas de malagueños y malagueñas huidas, el doctor canadiense Norman Bethune, de filiación comunista, que con su ambulancia para transfusiones de sangre no paró de trasladar mujeres, niños y ancianos enfermos hasta lugar seguro. Asimismo destacaron en esta labor humanitaria los enviados del Socorro Rojo Internacional Matilde Landa y la artista Tina Modotti que en Almería se encargaron del transporte y acogida de los evacuados, abasteciéndoles de alimentos, ropas, medicamentos, etc., a quienes es de justicia reconocer, por parte de todos los malagueños y malagueñas su granlabor humanitaria.
Después llegaría la represión brutal y fría, que llevaría a decenas de miles de republicanos, socialistas, libertarios y comunistas a las cárceles, a ser torturados y ejecutados en las tapias de los cementerios y enterrados en fosas anónimas de toda la provincia. En la capital se calculan que más de 3500 hombres y mujeres fueron asesinadas en las tapias del cementerio San Rafael, el tristemente célebre “Batatá” y en más de 10.000 sin contabilizamos los ejecutados en los diferentes pueblos y que integran las numerosas fosas que pululan las localidades malagueñas. Nunca hubo, desde esos instantes, un solo minuto de libertad y democracia en Málaga, la cárcel, la tortura y la muerte fueron la “ley”, mientras duró el gobierno del terror del dictador Francisco Franco y sus aliados, las grandes “familias” de siempre, la Iglesia,…, que tanto colaboraron en la implacable tarea.
Obra del artista malagueño Manuel Gargayo sobre el genocidio de la carretera de Málaga-Almería de 1937
Para la mayoría de los dirigentes comunistas malagueños, y de muchos de los militantes del PCE, su destino fue la cárcel, la tortura, el exilio o la muerte. Otros fueron a parar a campos de concentración, batallones de trabajo y a las cárceles. El resto intentó sobrevivir en un medio hostil, donde la organización nunca dejó de existir totalmente y que siempre encabezó la resistencia clandestina a la dictadura.
El Partido Comunista de Andalucía en el marco de este 78 Aniversario de la caída de Málaga y del Éxodo de la Carretera a Almería manifiesta su más absoluta condena de aquel criminal genocidio cometido sobre el pueblo de Málaga, siendo nuestra obligación, ética y moral, el restituir la dignidad, el honor y el buen nombre de todos y todas los asesinados y asesinadas, frente a quienes intentaron e intentan mancillar y borrar de la memoria colectiva de nuestra España.
Consideramos muy insuficiente lo avanzado hasta ahora en nuestro país y que gracias a la labor de los diferentes colectivos memorialistas y también a la gran labor realizada por el ex director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo y su equipo, dentro de la vicepresidencia que encabezada Diego Valderas, se dio un fuerte impulso al recuerdo de este genocidio y a la coordinación de las movilizaciones que reivindican su memoria.
El PCA hace un llamamiento al pueblo de Málaga para que participen activamente en las marchas y actos que recuerdan este triste acontecimiento de nuestra historia, que han intentado que quede en el más absoluto olvido, y que en Málaga capital se plasmará en la Marcha homenaje a las víctimas del genocidio fascista de la Carretera Málaga Almería “Contra la impunidad 1937-2015” que organiza la plataforma Málaga Republicana, en la que participan IULV-CA, las UJCE y el PCA, que saldrá a las 10:30 horas desde la Plaza del Obispo y las personas que no puedan realizar la marcha completa podrán incorporarse a los autobuses de apoyo a las 11:30 en la puerta del Ayuntamiento de Málaga o las 12:00 en los Baños del Carmen y que a las 13:00 horas llegará al Paseo de los canadienses en el Peñón del Cuervo.

El PCA exige Verdad, Justicia y Reparación.

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