Eduardo
J. del Rosal
Memoria
Histórica del PCA de Málaga
En
la mañana del día 8 de febrero entraban en la capital malagueña, sin apenas
resistencia, las avanzadillas de las tropas “moras” y falangistas que mandaba
el coronel Borbón. Al mismo tiempo tres columnas motorizadas italianas se
internaban en la ciudad por diferentes lugares y a las que se unieron tropas
desembarcadas de los buques franquistas que fondeaban en el puerto y que apenas
unas horas antes habían estado bombardeando Málaga. A las 5 de la tarde las
diferentes tropas de ocupación fascista desfilaban “victoriosas” sobre las
calles de la Málaga republicana, Málaga la Roja.
Finalizaban
sietes meses de acoso, de bombardeos indiscriminados, de las penurias de una
ciudad cercada (el desabastecimiento de bienes básicos de consumo y medicinas,
las carencias de ropas de abrigo y calzado, etc.).
A
estas difíciles circunstancias se les unió desde un principio una enorme marea
humana de refugiados que huían del horror fascista, llegaban de los diferentes
pueblos de la provincia y de otras ciudades andaluzas ya tomadas por los
rebeldes, y que a una ciudad de unos 200.000 habitantes llegaron cerca de
90.000 refugiados.
Las
autoridades republicanas, a cuyo frente estaba el Comité de Alojamiento que
presidía la comunista Lina Molina, en todo momento intentaron hacer frente a
este problema humanitario, con más voluntarismo que eficacia ante la escasez de
medios, y buscaron en primer lugar alojamiento, habilitando para los refugiados
viviendas, hoteles, cuarteles y edificios religiosos, para conseguir albergar a
esta marea humana. Pero el hacinamiento y la falta de salubridad e higiene
convirtieron muchos de estos recintos, como la propia Catedral o la Iglesia de Santiago,
en espacios donde se propagaban las enfermedades infectocontagiosas, situándose
la ciudad al borde de epidemias, que ocasionaron la muerte de innumerables niños
y ancianos principalmente, y que no fueron a mayor debido a la gran labor del
doctor republicano Aurelio Ramos Acosta, que posteriormente sería fusilado.
Apenas
unas horas antes de la caída de Málaga, y dada la orden de retirada de las
fuerzas milicianas, mal equipadas y peor armadas, de los diferentes frentes
malagueños, la gran mayoría de la población malagueña y las decenas de miles de
refugiados, llegando a calcularse entre 120.000 y 150.000 personas, sintiéndose amenazadas ante las
atrocidades que contaban los refugiados de otras poblaciones ocupadas, decidían
huir por el único camino posible, la Carretera de Almería. Allí padecieron el
terrible calvario de los bombardeos de la aviación y la flota fascista,
mientras eran perseguidos por las fuerzas motorizadas italianas, dejando un
sendero de miles de cadáveres a lo largo de los cerca de 200 kms. de difícil y
terrible camino.
En
estos dramáticos sucesos de la llamada “Carretera de la Muerte”, uno de los
episodios más horrorosos de la guerra, destacó en su humanitaria labor,
salvando innumerables vidas de malagueños y malagueñas huidas, el doctor canadiense
Norman Bethune, de filiación comunista, que con su ambulancia para
transfusiones de sangre no paró de trasladar mujeres, niños y ancianos enfermos
hasta lugar seguro. Asimismo destacaron en esta labor humanitaria los enviados
del Socorro Rojo Internacional Matilde Landa y la artista Tina Modotti que en
Almería se encargaron del transporte y acogida de los evacuados,
abasteciéndoles de alimentos, ropas, medicamentos, etc., a quienes es de
justicia reconocer, por parte de todos los malagueños y malagueñas su granlabor
humanitaria.
Después
llegaría la represión brutal y fría, que llevaría a decenas de miles de
republicanos, socialistas, libertarios y comunistas a las cárceles, a ser
torturados y ejecutados en las tapias de los cementerios y enterrados en fosas
anónimas de toda la provincia. En la capital se calculan que más de 3500
hombres y mujeres fueron asesinadas en las tapias del cementerio San Rafael, el
tristemente célebre “Batatá” y en más de 10.000 sin contabilizamos los
ejecutados en los diferentes pueblos y que integran las numerosas fosas que
pululan las localidades malagueñas. Nunca hubo, desde esos instantes, un solo
minuto de libertad y democracia en Málaga, la cárcel, la tortura y la muerte
fueron la “ley”, mientras duró el gobierno del terror del dictador Francisco
Franco y sus aliados, las grandes “familias” de siempre, la Iglesia,…, que
tanto colaboraron en la implacable tarea.
Obra del artista malagueño Manuel Gargayo sobre el genocidio de la carretera de Málaga-Almería de 1937
Para
la mayoría de los dirigentes comunistas malagueños, y de muchos de los
militantes del PCE, su destino fue la cárcel, la tortura, el exilio o la
muerte. Otros fueron a parar a campos de concentración, batallones de trabajo y
a las cárceles. El resto intentó sobrevivir en un medio hostil, donde la
organización nunca dejó de existir totalmente y que siempre encabezó la
resistencia clandestina a la dictadura.
El
Partido Comunista de Andalucía en el marco de este 78 Aniversario de la caída
de Málaga y del Éxodo de la Carretera a Almería manifiesta su más absoluta
condena de aquel criminal genocidio cometido sobre el pueblo de Málaga, siendo
nuestra obligación, ética y moral, el restituir la dignidad, el honor y el buen
nombre de todos y todas los asesinados y asesinadas, frente a quienes
intentaron e intentan mancillar y borrar de la memoria colectiva de nuestra
España.
Consideramos
muy insuficiente lo avanzado hasta ahora en nuestro país y que gracias a la
labor de los diferentes colectivos memorialistas y también a la gran labor
realizada por el ex director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo
y su equipo, dentro de la vicepresidencia que encabezada Diego Valderas, se dio
un fuerte impulso al recuerdo de este genocidio y a la coordinación de las
movilizaciones que reivindican su memoria.
El
PCA hace un llamamiento al pueblo de Málaga para que participen activamente en
las marchas y actos que recuerdan este triste acontecimiento de nuestra
historia, que han intentado que quede en el más absoluto olvido, y que en
Málaga capital se plasmará en la Marcha homenaje a las víctimas del genocidio
fascista de la Carretera Málaga Almería “Contra la impunidad 1937-2015” que
organiza la plataforma Málaga Republicana, en la que participan IULV-CA, las
UJCE y el PCA, que saldrá a las 10:30 horas desde la Plaza del Obispo y las
personas que no puedan realizar la marcha completa podrán incorporarse a los
autobuses de apoyo a las 11:30 en la puerta del Ayuntamiento de Málaga o las
12:00 en los Baños del Carmen y que a las 13:00 horas llegará al Paseo de los
canadienses en el Peñón del Cuervo.
El
PCA exige Verdad, Justicia y Reparación.
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