El
10 de agosto de 1936 Blas Infante, el padre de la patria andaluza, era fusilado
por los franquistas en el Km. 4 de la carretera de Carmona. Cuatro años después
en 1940 un tribunal montado por los fascistas dicta una condena y la envía a su
viuda e hijas.
En
aquellos días los generales golpistas junto a los falangistas organizaban
"sacas" en todos los pueblos y ciudades donde triunfó la sublevación
fascista y fusilaban a los representantes de las instituciones republicanas, a
los militantes de los partidos de izquierda, de los sindicatos y a los simpatizantes
de la República. Se
trataba de sembrar el terror. Se asesinaba sin juicios previos, más tarde se
celebraron farsas de juicios sumarísimos sin derecho a la defensa y sin ninguna
garantías. Con estas sentencias el franquismo quería dar cobertura jurídica al
golpe al tiempo que asentaba un régimen fascista.
El
parlamento Andaluz aprobó, a iniciativa de IULV-CA, exigir la anulación de la
condena a Blas Infante, pero ni Zapatero, ni Rajoy, ni los presidentes
anteriores, han hecho nada para que se anule dicha sentencia. Es una grave
contradicción que Blas Infante figure en el Estatuto de Autonomía como padre de
la patria andaluza y al mismo tiempo exista una sentencia condenatoria por
actividades andalucistas y republicanas.
Aquellas
condenas no solo fueron ilegítimas sino ilegales y si no se anulan por
seguridad jurídica dándolos como cosa juzgada, la democracia actual se asienta
en una malla de legajos con sentencias anegadas en sangre de los que
defendieron a la
Segunda República frente al golpe fascista. Si esta democracia
reconoce en el Estatuto de Autonomía, que es una Ley Orgánica del bloque
constitucional, a Blas Infante como padre de la patria andaluza, y ello convive
con una sentencia franquista que le condena, esta democracia no es una
verdadera democracia real.
No
puede convivir con esta sentencia el Estatuto de Autonomía. Lo que dice nuestro
Estatuto y lo que dice esta sentencia contra don Blas Infante Pérez son
cuestiones incompatibles. Pero también lo es con la Constitución Española ,
y con los convenios europeos e internacionales, y los protocolos en defensa de
los derechos humanos, de los derechos civiles y políticos firmados por España.
Blas
Infante es la figura más destacada de la lucha histórica por la autonomía de
nuestra tierra. Sus libros y escritos son la base del Andalucismo político, y
él impulsó y presidió las asambleas en las que se crearon nuestras señas de
identidad del Poder Andaluz, la bandera, el escudo y el himno. Pero sobre él
pesa aún una injustificable condena a muerte, hoy plenamente vigente.
Es
más pesado para la memoria de los fusilados el hecho de que las sentencias
continúen en vigor, que las toneladas de tierra que les cubren desde hace 78
años en los olivares, cunetas y tapias de los cementerios de España. Si esta
democracia que reconoce en el Estatuto de Autonomía a Blas Infante como padre
de la patria andaluza permite una sentencia franquista que le condena, entonces
una vez más esta democracia nos da vergüenza. Si el estado de derecho da por
buenos los juicios sumarísimos, este estado de derecho se asienta en una
herencia jurídicamente podrida. Si ustedes en el gobierno, señor Rajoy, al
igual que Zapatero o Fernández de la
Vega , sólo dan diplomas a los descendientes de aquellos
héroes, esta democracia está enferma. Si quedan a efectos jurídicos legalmente
juzgados como rebeldes y desleales a España los defensores de legalidad
republicana y los golpistas y traidores como tribunales que establecían el
orden jurídico, esta democracia nos da vergüenza. Ni Blas Infante, ni Luís
Companys, ni García Lorca, ni los miles de hombres y mujeres del pueblo
necesitan que ustedes les rehabiliten, ya les ha rehabilitado la historia,
individual y colectivamente. ¿No serán ustedes, señores del Gobierno, los que
necesitan una rehabilitación como demócratas?
Una
año más, y continúan sin anular la sentencia. Con esta carta, nosotros, y desde
IU queremos exigir una verdadera defensa justa en recuperación de la memoria a
Blas Infante, que no es otra que la anulación de las sentencias a los defensores
de la Republica
por una dictadura fascista instaurada tras la derrota del sistema
constitucional republicano. Para el Pueblo Andaluz es especialmente importante
preservar su memoria en el largo camino que le ha llevado a sentarse en pie de
igualdad con los demás pueblos del Estado Español.
Las
instituciones democráticas, representantes del pueblo, tienen una importante
deuda con todos/as aquellos/as que por causa de su compromiso con la libertad
de nuestro Pueblo, fueron víctimas de asesinato, torturas, desapariciones,
encarcelamientos, trabajos forzados,… Es por todo ello, por lo que se hace
necesario la creación de este marco legislativo contra la impunidad de los
crímenes cometidos, por la verdad, justicia y reparación de las víctimas, como
garantía de no repetición, una norma básica que defienda en Andalucía la
memoria democrática de nuestro Pueblo. “Las
heridas aún no están cerradas, su único tratamiento es la verdad, y luego, la
justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero. La memoria es memoria si es
presente y así como Don Quijote limpiaba sus armas hay que limpiar el pasado
para que entre en su pasado”, palabras sabias del poeta Juan Gelman, premio
Cervantes de literatura y víctima él también de esta barbarie sin razón.
La
modélica transición del 78 ha
fracasado, he hizo que se olvidara la recuperación de la memoria histórica. Los
pseudos-jueces que condenaron a Blas Infante no han tenido antecedentes penales
ni sufrieron manchas en su conducta, cuando Blas Infante fue condenado
injustamente cuatro años después, esto es algo insólito. Por eso defendemos la
construcción de un nuevo proceso constituyente, que nos lleve a una tercera República
federal que luche contra la impunidad de los crímenes cometidos, por la verdad,
justicia y reparación de las víctimas, como garantía de no repetición, una
norma básica que defienda en Andalucía la memoria democrática de nuestro
Pueblo.
Y
así como recitaba el poeta Miguel Hernández:
“Aunque el otoño de la
historia cubra vuestras tumbas con el aparente polvo del olvido,
jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños”.
jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños”.
ANTONIO ROMERO RUIZ
Coordinador
de la Red de
Municipios por la III
República
Presidente
de honor del P.C.A.
Ex
Parlamentario de IU
KEILA FERNÁNDEZ MARTÍNEZ
Licenciada
en filosofía.
Miembro
del Comité Provincial de Granada y Central de PCA de Andalucía
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