Tras cerca de diez años de lucha, huelgas generales y manifestaciones, además de la represión y criminalización ejercida sobre el sindicalismo de clase y de la izquierda, se ha llegado a un histórico acuerdo para superar la nefasta reforma laboral que impuso el PP en 2012. Una nueva reforma laboral sustituirá a la del gobierno popular, que significó una drástica reducción de los salarios, un violento ataque al empleo y una tremenda reducción de la capacidad negociadora de los sindicatos.
Este acuerdo es un logro que ha sido posible gracias al trabajo de Yolanda Díaz Pérez al frente del Ministerio de Trabajo, junto al Gobierno progresista PSOE-UP y la fuerza organizada de CCOO y UGT. A pesar de las contradicciones que se han tenido que superar, e incluso a pesar de las que aún quedan, reconocemos que la tenacidad y firmeza de Unidas Podemos y los sindicatos es lo que ha hecho posible que se cumpla el programa de Gobierno en materia laboral por medio del diálogo social. Además, se trata de un acuerdo que incluye a la patronal, que hoy se encuentra dividida, consciente del importante retroceso de sus posiciones.
La derecha y la ultraderecha braman con impotencia por el fracaso de su estrategia de confrontación desestabilizadora y, sobre todo, ante el nuevo éxito del Gobierno progresista que representa UP y Yolanda Díaz, que hará avanzar las posiciones de la clase obrera y el sindicalismo. Este es un acuerdo tripartito sin precedentes, con una reforma laboral más beneficiosa para los intereses de los trabajadores.
Esta representa un avance en el combate contra la precariedad. En materia de negociación colectiva, refuerza los convenios de sector como referencia y recupera la ultraactividad. Potencia y generaliza la contratación indefinida como norma general, limitando, causalizando y acotando la temporalidad, así como el uso de la subcontratación. Incluye medidas alternativas a los despidos, y potencia, normaliza y refuerza los ERTEs y la formación como herramientas eficaces para mantener el empleo. También mejora la normativa legal, a través de una ampliación de los medios, la actuación y la capacidad sancionadora de la inspección de trabajo.
Sin duda quedan muchos aspectos por abordar para que nadie quede atrás. Se avanzará con el redactado del acuerdo y en el trámite parlamentario hasta aprobar la Ley y con la vigilancia para aplicar su cumplimiento. Pero contamos también con otros objetivos, a los que el movimiento obrero no renuncia y que seguirá reivindicando a través de la movilización sostenida en el tiempo.
El Partido Comunista de España se alegra por el importante acuerdo alcanzado entre Gobierno, patronal y sindicatos. Acuerdo que sin duda significará un cambio de tendencia histórica, y sirve para reducir drásticamente la enorme precariedad que sacude a la clase trabajadora, apostando por un modelo laboral basado en la contratación estable e indefinida, con sueldos y condiciones de trabajo dignas y que refuerza el poder de los sindicatos frente a la patronal.
Debemos seguir persistiendo ante las maniobras y el sabotaje de la derecha y la ultraderecha, de los sectores económicos y políticos interesados en la involución reaccionaria de nuestro país. Somos conscientes de que el acuerdo es solo un avance, y que queda un largo camino para conquistar nuestros derechos sociales y laborales. Ese es y seguirá siendo el firme compromiso del PCE con la clase obrera y el sindicalismo de clase.
Sindicatos, Gobierno y patronal llegan a un acuerdo sobre la reforma laboral
Las negociaciones entre sindicatos y el Gobierno, además de la patronal, han llegado a su fin. Tras meses de debate, se ha llegado a un acuerdo en las condiciones de la reforma laboral, que cambiará ciertos puntos de la reforma laboral de 2012. Es la primera en conseguir el consenso entre las tres partes implicadas. Los sindicatos CCOO y UGT no han mostrado casi oposición en las últimas reuniones, frente a la oposición de algunos de los miembros de la CEOE, que al final ha acabado mostrándose a favor del acuerdo.
¿Qué significa esta reforma para los y las trabajadoras? La pieza clave de este texto es la temporalidad. Se limitan los contratos temporales, que representan un alto porcentaje en España y en especial entre la población juvenil, donde siete de cada diez jóvenes cuentan con un contrato temporal. Así, prevalece la contratación indefinida, en un avance contra la temporalidad que marca el mercado de trabajo actual.
Otra punta de lanza para los sindicatos ha sido la ultraactividad, que se recupera en esta nueva reforma. Además, en líneas generales se pone el foco en la priorización de la negociación colectiva por un lado, en la prevalencia de los convenios sectoriales por encima de los convenios de empresa y en las condiciones de trabajo en torno a la subcontratación. Por otro lado, los expedientes temporales de regulación de empleo o ERTE se convertirán en herramientas permanentes para evitar la pérdida de puestos de trabajo.
Se trata de una reforma encaminada a garantizar un trabajo más estable, priorizar el contrato fijo, reduciendo la temporalidad, y finalmente potenciar la negociación colectiva en España.
El último paso para la aprobación de esta reforma laboral es superar la tramitación parlamentaria, donde no se prevén grandes oposiciones. Además de la aprobación del PSOE y Unidas Podemos, se necesita el soporte de grupos políticos como PNV, Esquerra Republicana de Catalunya y EH-Bildu.