Más pobreza, más desempleo, más exclusión social, más
desahucios, más desigualdades, más precariedad, más discriminación laboral, más
fracaso escolar, más listas de espera en la sanidad, mas privatización, más
impuestos indirectos, menos derechos, menos servicios públicos, menos
libertades… es el balance de las reformas aplicadas por el Gobierno del Partido
Popular al dictado de los gurús de las políticas neoliberales.
A ello le podríamos añadir un desempleo juvenil del 55%, una
reducción de salarios de más del 10%, mientras que han aumentado los beneficios
empresariales en más de un 6% en el mismo periodo, o un aumento del número de
trabajadores y trabajadoras que se han quedado sin su convenio por la
eliminación de la ultra actividad viendo reducidos drásticamente sus
condiciones de trabajo y de salario.
La aplicación de las reformas aplicadas por el Gobierno, han
llegado a tal extremo que empresas con miles de millones de beneficios la han
utilizado para despedir a trabajadores trabajadoras, con el único objetivo de
aumentar más unos beneficios ya desorbitados.
Este es el panorama que la aplicación de las políticas
neoliberales está dejando para la mayoría social trabajadora en este PRIMERO DE
MAYO DE 2014.
Si repasáramos la exposición de motivos de las distintas
modificaciones legales que han afectado a los trabajadores y trabajadoras de
este país en los últimos dos años, veríamos que todas se justificaban con la
finalidad de crear empleo; vistas sus consecuencias los ministros de Economía,
Empleo y Hacienda del Gobierno de Rajoy, deberían retirar las leyes?fracasos,
pedir perdón y dimitir.
Sin embargo no sólo no es así, sino que persisten en su
línea política, que no es la de resolver los problemas de la mayoría social
trabajadora sino la de garantizar los intereses del capital, los intereses de
su clase. Por ello, ahora han puesto en marcha una nueva reforma fiscal que
beneficiará a los más ricos y reducirá los ingresos del Estado lo que significa
menos gasto en sanidad, educación y políticas sociales. NO SE PUEDE COMBATIR LA CRISIS CON MÁS
INJUSTICIA FISCAL.
Leyes que incentivan los contratos parciales para mujeres,
aumentando la discriminación laboral de la mujer trabajadora, o aquellas que
reducen la capacidad de intervención de las organizaciones sindicales de la
clase obrera, pretenden elevar a definitivo un marco laboral donde los grandes
empresarios pueden unilateralmente manejar a su antojo las relaciones
laborales.
El PCE apoya sin matices, al sindicalismo de clase
organizado en nuestro país y denuncia que las agresiones que está sufriendo
sólo pretenden reducir la capacidad de respuesta de los trabajadores y
trabajadoras en la desigual lucha contra el capital.
Necesitamos una respuesta contundente contra esta perdida de
derechos, no es posible ya confiarla a un nuevo marco de concertación social,
(entre otras cosas porque pasó el tiempo del pacto social, el capital ya no
necesita de él) sin la derogación de las reformas que han llevado a los
ciudadanos y ciudadanas de este País al borde del abismo. La Troika y los defensores de
las políticas neoliberales no negocian, imponen y no debemos olvidar que
durante las décadas de bonanza económica, una estrategia sin movilización,
llevó a la pérdida de peso de los salarios, a la desregulación laboral, al
aumento de la precariedad y al crecimiento de los beneficios empresariales
respecto al PIB.
En el panorama internacional, las continuas agresiones a la
democracia, con golpes de estado, más o menos velados, en Venezuela, Ucrania,
Bolivia o Ecuador, entre otros muchos, impiden el avance y el progreso de los
trabajadores/as, en el anhelo de una vida más digna. En este nuevo panorama de
colonialismo económico, no sólo las potencias imperialistas tradicionales como
los EE.UU. intervienen, sino que la Unión Europea (incluyendo el Reino Unido), se
apunta a ese cinismo de intervencionismo contra los avances de posiciones de
izquierdas en los países que nos rodean.
Frente a las agresiones neoliberales, la respuesta de la
mayoría social trabajadora es cada vez es más contundente y continuada, y la
necesaria unidad entre movilizaciones sociales y sindicales cada vez aparece
como una realidad más evidente y exitosa.
El éxito de la marea verde frenando algunas de las
agresiones a la enseñanza, el de la marea blanca contra las privatizaciones en
la sanidad, las movilizaciones estudiantiles en defensa de la enseñanza pública
y de calidad, la multitud de huelgas en contra de la aplicación de la reforma
laboral y en defensa del empleo y sus convenios, las movilizaciones vecinales
como las de Gamonal o la del barrio del Cabañal o la multitudinaria e histórica
manifestación final de las marchas del 22M, nos muestran el camino a seguir, la
convergencia de las distintas luchas contra estas políticas injustas.
El PCE, que ya hizo un llamamiento a esta unidad y
confluencia de luchas en el pasado primero de Mayo, es parte de todas estas
luchas y la presencia permanente en las mismas es nuestro compromiso sin
matices con la defensa de los intereses de la CLASE TRABAJADORA.
En este primero de Mayo del 2014, también estaremos ahí, en
las manifestaciones, en las huelgas, en las luchas contra los desahucios, en la
elaboración de propuestas de avance para la mayoría social trabajadora de este
país, con una presencia visible y comprometida, DANDO LA CARA. ORGANIZANDO
LA REVOLUCIÓN.
Llamamos al conjunto de nuestra militancia, a nuestras
amigas y amigos, al conjunto de la clase trabajadora a quienes sufren la crisis
a salir a la calle, a movilizarse este primero de mayo por una salida social,
anticapitalista y democrática de la crisis.
¡Viva la
Clase Obrera !
¡Viva el PRIMERO DE MAYO!
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