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miércoles, 31 de mayo de 2023

Por un país más justo, más igualitario y más sostenible: recuperemos la iniciativa y salgamos a la ofensiva. Comunicado de la dirección federal de Izquierda Unida


Las elecciones municipales y autonómicas han arrojado unos resultados muy negativos para las izquierdas, y sus posibles consecuencias en materia de retrocesos democráticos y sociales son un motivo de honda preocupación. Las derechas conservadoras y reaccionarias, antes adyacentes y ahora solapadas, han avanzado conquistando mucho terreno a las fuerzas progresistas. Muchos gobiernos progresistas se han perdido. En definitiva, el saldo es pésimo.
Las derechas españolas están cabalgando una ola reaccionaria que no es solamente nacional y están consiguiendo canalizar con acierto la frustración ciudadana y la desafección política. La sucesión de crisis económicas, la pandemia y la proliferación de miedos y temores respecto a nuestros futuros posibles probablemente hayan conducido a buena parte de la población a un estado emocional de gran vulnerabilidad. La capacidad de las derechas de sembrar y cosechar en esas circunstancias está siendo muy eficiente.
La izquierda, en general, está en un estado de confusión. Nuestros gobiernos han promovido, es verdad que unos con más valentía y profundidad que otros, políticas para desplegar protección adicional a las familias trabajadoras, lo que se ha intentado rentabilizar en forma de reconocimiento popular. Es cierto que la última crisis ha sido gestionada de manera que el impacto no ha recaído exclusivamente en los de siempre. Se trata de una gran diferencia con el episodio anterior: sin ir más lejos, se han subido salarios y se han fortalecido los servicios públicos. Pero todo ello no ha sido suficiente. Y la izquierda, tendente por lo general a descripciones objetivistas e hiperracionales del comportamiento político, se muestra confundida. Si decimos ‘la verdad’ y si aprobamos políticas en beneficio de la mayoría, pero luego resulta que no nos votan como esperamos, existe el riesgo de acabar echándole la culpa al votante. Un error infantil.

Que hayamos gestionado mejor la crisis de lo que lo habría hecho la derecha, en virtud de los intereses de la clase trabajadora, no significa que no existan impactos severos en la vida de la mayoría de la población. La pérdida de poder adquisitivo, por ejemplo, es notabilísima. El deterioro de la calidad de vida y, sobre todo, la ausencia de horizontes, es extenuante para las familias, y en el día a día pocas veces es suficiente con un ‘podría haber sido peor’. Ahora bien, siendo importante el contexto material en el que operamos, sin duda no es capaz de explicar todo.
Las derechas han construido con éxito una narrativa contra el Gobierno de coalición que ha permeado en casi todas partes. Esta narrativa se ha visto favorecida, sin duda, por la infinidad de altavoces dispuestos a repetir sus mantras, pero también por unos mimbres preexistentes que han disparado su capacidad de penetración. En este país la derecha nunca ha tolerado no ser quien mande y siempre ha construido sobre el resto un traje de ‘anti-España’ que opera muy bien en la dimensión identitaria.
La política de izquierda necesita algo más que el gris de la gestión pública; necesita un proyecto político adaptado a esta época que sea capaz de despertar un sentimiento más movilizador que la simple y supuesta conciliación de intereses objetivos.
Por ello, debemos ofrecer una propuesta seria y solvente de proyecto de país, una propuesta que Izquierda Unida tiene y ha defendido todos estos años. No hay tiempo para lamentos, la convocatoria de elecciones generales nos emplaza a estar a la altura de nuestro país para defender que todas podamos tener una vida digna y con los derechos garantizados; nos emplaza a recuperar la iniciativa y salir a la ofensiva.

A pesar de que los resultados de las elecciones han sido malos, Izquierda Unida mantiene una representación territorial muy importante, compuesta por concejales y concejalas, diputados y diputadas autonómicos/as, provinciales, y un buen número de alcaldes y alcaldesas. Por ello, ponemos toda nuestra capilaridad territorial, nuestra representación y nuestra capacidad organizativa a disposición del conjunto del país y de la izquierda para afrontar el proceso de las elecciones generales con fuerza e ilusión: el futuro no está escrito. Ni las derechas políticas, ni las oligarquías económicas, ni las élites mediáticas nos van a robar la capacidad de escribir nuestra propia historia.
Solo desde la suma de organizaciones políticas y la sociedad civil podremos construir una alternativa de país seria, ilusionante e inteligible. Sumar y la candidatura de Yolanda Díaz son la mejor oportunidad para ofrecer ese proyecto de país y ganar las elecciones generales. Todavía hay una mayoría social que espera una nueva convocatoria que, con acierto, sirva no solo para defender los derechos conquistados que las derechas amenazan, sino para conquistar nuevos avances.
La prioridad es el pueblo español, la prioridad son las familias trabajadoras por lo que una vez más toca arremangarse y labrar colectivamente un futuro mejor para la ciudadanía de nuestro país.
Alegría para luchar y organización para vencer.

lunes, 1 de mayo de 2023

En lucha por el mantenimiento del poder de compra, por el medioambiente, por el fin de las guerras. Manifiesto de Izquierda Unida ante el 1º de Mayo de 2023

No es solo la lucha por actualizar los convenios al IPC, es reivindicar el poder de compra de las personas que viven de un salario. El precio de los alimentos aumentó un 43,8% sumando 2021 y 2022; el IPC energético alcanzó el 21,2% en 2021 y el 28,7% en 2022, es decir un 49,9% En ese mismo periodo, la subida media de los salarios en los convenios ha sido del 4,16% y los beneficios empresariales se incrementaron un 13% en 2021 y un 21,1% al año siguiente.
Desde Izquierda Unida y el movimiento sindical de clase consideramos insoportable que se siga produciendo este empobrecimiento progresivo y a gran velocidad de la mayoría del país.
A la estrategia ‘Salario o Conflicto’ de los sindicatos, que ha dado como resultado que las movilizaciones aumenten en más de un 20% respecto al año anterior, aunque de forma desigual en cada territorios, y al logro de mejoras importantes en muchos convenios colectivos Izquierda Unida ha aportado una estrategia política de mejora de las condiciones laborales y económicas de clase.
Apostamos por políticas integrales, inteligentes y con soluciones globales a los problemas concretos de la ciudadanía. Desde IU hemos contribuido a llevar al Gobierno un modelo de propuestas en cascada y entrelazadas entre sí:
1.Aumento del empleo de calidad. Ya hay 20,4 millones de personas cotizando en la Seguridad Social, más que en ningún momento anterior. Además, se ha multiplicado el empleo indefinido, creando estabilidad y, por tanto, más libertad y certidumbre.
2.Aumento de las rentas salariales. El SMI ha subido un 47% en el lustro de gobiernos de izquierdas. En España el SMI afecta a 2,5 millones de persona, el 12% de las personas asalariadas, además de tener un efecto de presión al alza en los salarios no afectados directamente.
3,Aumento de los ingresos de la Seguridad Social, con lo que la garantía y las mejoras de las pensiones es una realidad solvente. De esta manera se rompe con las erráticas estrategias de gobiernos anteriores que solo intervenían a través de recortes de derechos, congelación de las pensiones y de potenciar los fracasados planes privados de pensiones.

Tras más de un año de guerra en Ucrania, han aparecido nuevos conflictos y se mantienen otros anteriores. Desgraciadamente en este 1º de Mayo es más necesario que nunca el grito de ‘Un mundo en paz, No a la Guerra’ que desde Izquierda Unida hemos defendido siempre.
Las guerras provocan destrucción, el enriquecimiento de unos pocos, así como el sufrimiento y el empobrecimiento de la clase trabajadora, ya sea en Ucrania, Sudán, Palestina, Siria, Yemen o el Sáhara. Siempre las pagan las personas trabajadoras, tanto las que sufren cada conflicto directamente, como quienes soportan sus consecuencias en otros países.
En este 1º de Mayo también queremos llenar las calles de banderas en defensa del medioambiente, de pancartas con el ‘Salvemos Doñana’. Sabemos de sobra que tras la falacia de que ‘hay que aumentar los regadíos para crear empleo’ solo se esconde la desertización y la pobreza más absoluta.
En los desiertos donde hoy malviven cientos de miles de personas con una hambruna insoportable antes también aparecieron especuladores que esquilmaron los recursos acuíferos y después se fueron a otros lugares, dejando a las personas trabajadoras con su pobreza. Por eso vamos a gritar en las manifestaciones ‘No al intento de la derecha de dejar a Doñana y a su comarca sin agua’.
Este 1º de Mayo tiene también la particularidad de celebrarse en puertas de las elecciones municipales en todo el Estado y autonómicas en la mayoría de comunidades. Llamamos a las personas que viven de su contrato y de su salario a participar activamente en ellas. Queremos que la clase obrera haga suyo el lema ‘es la economía estúpido’ que nació para potenciar el capitalismo; es decir, ahora esa es la economía de las mismas personas que antes tenían un contrato temporal y ahora uno indefinido, que antes perdían el empleo tras un ERE y ahora tiene un empleo tras la crisis, la economía de los/as pensionistas que han pasado de ver congeladas sus pagas a una subida superior al IPC.
Sabemos que queda mucho por hacer y desde Izquierda Unida no vamos a bajar la guardia, entre ello, todos los elementos que han quedado pendientes del sistema de pensiones, un nuevo Estatuto de los Trabajadores/as que democratice las relaciones laborales, acabar con la pobreza energética, con la desigualdad salarial, con el desempleo juvenil. Queda también la construcción de una Banca Pública solvente que acabe con la ruina que las recurrentes crisis bancarias acarrean a las arcas públicas, la remunicipalización de los servicios públicos, la mejora de la Sanidad Pública, de la Administración de Justicia y de la Educación Pública y gratuita.
Por eso, este 1º de Mayo estaremos en todas las manifestaciones que los sindicatos de clase han convocado en el conjunto del Estado.
¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!
¡VIVA EL 1º DE MAYO!