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sábado, 26 de septiembre de 2015

Marxismo y filosofía de la praxis en Adolfo Sánchez Vázquez. En el centenario de su natalicio

Eddy Sánchez Iglesias
Fundación de Investigaciones Marxistas
Uno de los momentos más importantes en la pasada edición de la Fiesta del PCE, fue la celebración, el sábado 19 de septiembre, del centenario del nacimiento de Adolfo Sánchez Vázquez, uno de los filósofos más importantes de las últimas décadas. Durante esos días la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) difundió un importante número de vídeos y escritos del filósofo y marxista andaluz, entre ellos material inédito, como la edición de su última conferencia realizada en España en 2002.
El inicio precoz en la política, a través de la militancia desde los 15 años en la Juventud Comunista en Málaga, es uno de los elementos que diferencian a Sánchez Vázquez de otros filósofos, los cuales llegaron al marxismo tras un largo y, muchas veces conflictivo, trayecto personal. Este pronto compromiso político del filósofo nacido en Algeciras tuvo que ver con el impacto y fuerte adhesión que provocó el proyecto republicano entre la juventud estudiantil de la época, que generó un clima de efervescencia política al que no fue ajeno Sánchez Vázquez.
La militancia política y el marco social impulsado desde la II República, le permitieron tomar contacto con la realidad en la que vivían los obreros y campesinos malagueños de aquellos años, experiencia que según reconoció el propio filósofo años después, le permitió generar una concepción de que el ser humano es “lo que produce y lo que hace”, núcleo central de la concepción de filosofía de la praxis que desarrolló Sánchez Vázquez años después.
Una vez finalizados sus estudios de bachillerato, y ya influido por la dura realidad social en la que vivían los trabajadores, Adolfo Sánchez Vázquez inicia sus estudios universitarios en la Universidad Central de Madrid, que le permiten al joven filósofo tomar contacto con el ambiente cultural predominante en la II República.
Desde el inicio de su experiencia universitaria, Sánchez Vázquez detectó la contradicción existente en el hecho de un poderoso movimiento obrero, que “no dejaba huella” en una presencia marxista dentro de los círculos universitarios e intelectuales republicanos. La hegemonía que ejercía el pensamiento krausista dentro del principal partido obrero de la época como era el PSOE, es sin duda una de las explicaciones a tal contradicción. El pensamiento krausista se difunde en el socialismo español de la mano de grandes intelectuales republicanos como Giner de los Ríos, que encuentra en Julián Besteiro y Fernando de los Ríos Urruti, sus máximos continuadores. El krausismo se convierte en la expresión teórica de la política reformista del PSOE, que fundamentalmente, negaba la dialéctica revolucionaria de la lucha de clases.
Por otro lado, la otra gran corriente de pensamiento dominante en aquellos años giraba en torno a la figura de José Ortega y Gasset, que desde un liberalismo elitista, relacionaba la tarea “de la renovación de España” europeizándola, tomando la filosofía alemana, principalmente de Heidegger, como base teórica para el desarrollo de dicha tarea. Predominio de la filosofía alemana que para Ortega y Gasset, jamás incluyó a Marx.
No existía, por tanto, una filosofía conectada con las necesidades sociales y políticas de la España de la época, pensamiento filosófico dominado por influencias extranjeras y carentes de un verdadero pensamiento de base nacional y popular. Situación que sirve de base para la llegada de Adolfo Sánchez Vázquez al marxismo.
Esta recepción del marxismo por parte de Adolfo Sánchez Vázquez, está influida por la derrota sufrida en la Guerra Civil y el ascenso al poder del fascismo en España. Es desde esta dolorosa realidad desde la que se explica la fuerte relación que Sánchez Vázquez entabla con la figura y el pensamiento de Antonio Gramsci.
Es sobre estas bases sobre las que se puede comprender el sentido, que para Sánchez Vázquez, tiene la filosofía.
En primer lugar, la filosofía del pensador hispano-mexicano, trata de fundamentar teóricamente la práctica política, es decir, desarrollar un acercamiento a la filosofía desde lo real. Se trata por tanto, no tanto buscar respuestas teóricas a cuestiones teóricas, como hallar respuestas teóricas a cuestiones prácticas.
Punto de partida que conduce, en segundo lugar, a entender el concepto de filosofía de la praxis de Adolfo Sánchez Vázquez desde la afirmación realizada por Gramsci, donde “un hombre político escribe de filosofía; pero puede ocurrir que su verdadera filosofía haya que buscarla, sin embargo, en sus escritos de política”.
Sirvan estas palabras de homenaje al que es sin duda, uno de los más grandes filósofos de las últimas décadas, verdadero hombre clave en la cultura latinoamericana contemporánea, que por desgracia, es prácticamente desconocido en nuestro país, y lo que es peor, en el propio PCE.
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